Diccionario de psicología, letra P, Par antitético

Par antitético
Al.: Gegensatzpaar.
Fr.: couple d’opposés.
Ing.: pair of opposites.
It.: coppia d’opposti.
Por.: par antitético.
Término frecuentemente utilizado por Freud para designar algunas grandes oposiciones básicas, ora al nivel de las manifestaciones psicológicas o psicopatológicas (por ejemplo: sadismo-masoquismo, voyeurismo-exhibicionismo), ora al nivel metapsicológico (por ejemplo: pulsiones de vida – pulsiones de muerte).
Este término aparece en los Tres ensayos sobre la teoría de la sexualidad (Drei Abhandlungen
zur Sexualtheorie, 1905) con el fin de poner en evidencia un carácter fundamental de algunas
perversiones: «Comprobamos que ciertas inclinaciones perversas se presentan regularmente en
forma de pares antitéticos, lo que […] reviste una gran importancia teórica». Así, por ejemplo, el
estudio del sadismo muestra la presencia, junto con las tendencias sádicas, que son las que
predominan, de un placer masoquista; asimismo el voyeurismo y el exhibicionismo se hallan
íntimamente acoplados, como formas activa y pasiva de la misma pulsión parcial. Estos pares
antitéticos, aunque son particularmente visibles en las perversiones, s(- encuentran de modo
regular en el psicoanálisis de las neurosis.
Aparte de estos datos clínicos, el concepto de par antitético forma parte de una exigencia
constante en el pensamiento de Freud: un dualismo fundamental que permitiría, en un último
análisis, explicar el conflicto.
En las diversas etapas de la evolución de la doctrina freudiana, y cualquiera que sea la forma
que adopte este dualismo, encontramos términos tales como: par antitético, oposición
(Gegensätzlichkeit), polaridad (Polarität), etc. Este concepto lo hallamos, no sólo al nivel
descriptivo, sino también a diversos niveles de teorización: en las tres oposiciones que
caracterizan las posiciones libidinales sucesivas del sujeto, activo-pasivo, fálico-castrado y
masculino-femenino, en el concepto de ambivalencia, en el par placer-displacer y, de un modo.
más radical, a nivel del dualismo pulsional (amor y hambre, pulsiones de vida y pulsiones de
muerte).
Se observará que los términos así emparejados pertenecen a un mismo nivel y son irreductibles entre sí; no pueden engendrarse mutuamente por una dialéctica, sino que se hallan en el origen de todo conflicto y constituyen el motor de toda dialéctica.