Diccionario de psicología, letra p, Posición depresiva, posición esquizo-paranoide

Posición depresiva / posición esquizo-paranoide
Alemán: Depressive Einstellung / paranoide-schizoide Einstellung.
Francés: Position djpressive-position paranoide-schizoide.
Inglés: Depressive position-paranoid-schizoid position.
La noción de posición depresiva fue introducida por Melanie Klein en 1934 para designar una modalidad de relación de objeto consecutiva a una posición persecutoria (o paranoide). Se
produce durante el cuarto mes de vida, es superada en el curso de la infancia y se reactiva en
la vida adulta durante el duelo o, de manera más grave, en los estados depresivos.
En 1942, Melanle Klein, en lugar de la noción de posición persecutoria, introdujo la de posición
esquizoparanoide, lo que, desde el punto de vista evolutivo, permite definir el pasaje de la
posición esquizoparanoide a la posición depresiva como el rasgo fundamental para todo sujeto
del pasaje desde un estado arcaico de psicosis a un funcionamiento normal.
Como Sigmund Freud y Donald Woods Winnicott, Melanie Klein suele construir sus conceptos
sobre la base de una oposición binaria. Éste es en particular el caso de las nociones de objeto
bueno y malo, envidia y gratitud y, finalmente, de las posiciones (depresiva por un lado,
esquizoparanoide por el otro, una introducida en 1934, y la otra ocho años más tarde).
Desde sus primeros trabajos, Melanie Klein recusó la palabra inglesa phase (estadio) para
privilegiar el vocablo «posición«. En efecto, la palabra phase supone un inicio, un fin y una
interrupción definitiva del estado descrito, es decir, una duración precisa. La palabra posición,
por el contrario, indica que el estado (depresivo, paranoide, esquizoide) aparece en un momento
dado de la existencia del sujeto, en un estadio preciso del desarrollo, pero puede repetirse más
tarde, de manera estructural, en ciertas etapas de la vida. Además el término expresa la idea de
que el niño cambia de actitud o desplaza su posición en cuanto a la relación de objeto.
Después de haber comenzado a estudiar las relaciones arcaicas del niño con la madre, y de
haber desplazado la clínica freudiana hacia una interrogación sobre los orígenes de la psicosis,
Melanie Klein introdujo el concepto de posición depresiva al mismo tiempo que el de objeto (bueno
y malo), en el curso de una conferencia de 1934 titulada «Contribución a la psicogénesis de los
estados maníaco-depresivos». Ella misma acababa de atravesar un grave período de depresión,
consecutivo a la muerte accidental de su hijo Hans. Inspirándose en los trabajos de Freud (sobre
el duelo y la melancolía), y en los de Karl Abraham (sobre los estados maníacos y depresivos, y
sobre la depresión primaria), introdujo progresivamente en el campo del psicoanálisis el dominio
que la psiquiatría reservaba para la categoría de las enfermedades mentales. No sorprende
encontrar en esa pareja kleiniana (posición depresiva/posición esquizoparanoide) los tres
adjetivos que remiten a los tres grandes componentes de la psicosis en el siglo XX: la
esquizofrenia (Eugen Bleuler), la paranoia (Emil Kraepelin/Freud), y la psicosis
maníaco-depresiva, heredera de la antigua melancolía.
El concepto de posición depresiva ilustra el hecho de que el desarrollo normal del niño presenta una analogía con el cuadro clínico de la depresión. Sirve para introyectar en el yo un objeto interno suficientemente bueno que permita superar el estado persecutorio (paranoide) propio de la pérdida de la madre como objeto parcial. Si el niño no logra ver a la madre como un objeto total, y tampoco en la modalidad de un clivaje entre el objeto bueno y el objeto malo, corre el riesgo de evolucionar hacia la psicosis (paranoia o depresión). En caso contrario, supera ese estado de destrucción del yo mediante la posición depresiva, que por lo tanto marca, para todo sujeto tomado en una situación preedípica, un momento capital entre el proceso de fijación de la
neurosis y el de la psicosis.
En 1946, en una comunicación presentada a la British Psychoanalytical Society (BPS) con el
título de «Notas sobre algunos mecanismos esquizoides», Melanie Klein expuso el concepto de
identificación proyectiva, para describir un modo específico de proyección e identificación
consistente en introducir la propia persona en el objeto, a fin de hacerle daño. Al mismo tiempo,
transformó la noción de posición persecutoria en el concepto de posición esquizoparanoide.
Esta expresión había sido empleada en 1941 por Ronald Fairbairn, gran especialista inglés en el
tratamiento de la esquizofrenia, para describir el clivaje original del yo. Se trataba entonces de
ampliar la clínica psicoanalítica, pasando de una teoría del yo a una psicología del self. En 1942,
Melanie Klein le tomó estos términos a Fairbairn para poner de relieve la coexistencia, en la posición esquizoparanoide, de un clivaje esquizofrénico y una angustia persecutoria, pero sobre todo a fin de mostrar la coherencia interna de la construcción por el sujeto del conjunto de sus relaciones de objeto. Melanie Klein precisaría su pensamiento en un artículo de 1952 titulado
«Algunas conclusiones teóricas acerca de la vida emocional de los bebés».
Con la conceptualización de las dos nociones se completaba el edificio de la teoría kleiniana de
las posiciones, que permite pensar la organización subjetiva, no ya en términos de estadios, más
o menos biológicos, sino según un sistema en el que el mundo fantasmático del yo, del self, del
objeto, de la proyección, de la identificación y de la introyección está organizado como
estructura coherente y distinta del mundo de la realidad objetiva. En este sentido, el pensamiento
kleiniano se parece al pensamiento lacaniano, en la medida en que ambos, a diferencia del
sistema freudiano, le acuerdan un lugar preponderante a la construcción de lo imaginario y al
lugar de la locura en el núcleo de la realidad subjetiva.