Diccionario de psicología social, letra E, Enfermedad mental

ENFERMEDAD MENTAL    
Proceso que resulta de un intento fallido del sujeto de adaptarse activamente a la realidad y de enfrentar y resolver las ansiedades básicas, y, en especial, el núcleo depresivo patogenético universal. Encuentra su expresión en la conducta desviada, enferma o anormal.
 
Concepto.- De la lectura de sus textos, podemos inferir que Pichon Rivière propone tres niveles de acercamiento o de análisis para conceptualizar la enfermedad mental, que van desde el más empírico o descriptivo, hasta el más teórico o explicativo: la enfermedad como intento fallido de adaptación a la realidad (adaptación pasiva), como intento, también fallido, de elaboración de las ansiedades básicas, y finalmente, y en forma más específica, como intento fallido de elaboración o de desprendimiento de un núcleo depresivo patogenénico universal. El primer nivel es interdialéctico, pues ve la enfermedad desde la relación sujeto-ambiente, y los otros dos son intradialécticos, al intentar comprender la enfermedad desde procesos intrapsíquicos. Sintetizamos a continuación estos tres niveles de análisis de la enfermedad mental.
a) Enfermedad y lectura de la realidad.- La enfermedad implica un proceso de adaptación pasiva a la realidad, en contraste con la salud, que es adaptación activa.
Más concretamente, Pichon Rivière propone como un postulado básico de su teoría de la enfermedad mental, el siguiente: «toda conducta ‘desviada’ es la resultante de una lectura distorsionada o empobrecida de la realidad. Es decir, la enfermedad implica una perturbación del proceso de aprendizaje de la realidad, un déficit en el circuito de comunicación, procesos estos (aprendizaje y comunicación) que se realimentan mutuamente».
Este proceso de adaptación fallida a la realidad se encuentra asociado con un problema a nivel intrapsíquico, cuyo examen torna comprensible la conducta enferma. En efecto, tras toda conducta ‘anormal’, ‘desviada’ o ‘enferma’ «subyace una situación de conflicto, siendo la enfermedad la expresión de un fallido intento de adaptación al medio». La enfermedad resulta ser así, entonces, un proceso que se puede comprender. Este factor intrapsíquico está relacionado con las ansiedades o miedos básicos.
b) Enfermedad y ansiedades básicas.- «La enfermedad es un intento de elaboración del sufrimiento provocado por la intensidad de los miedos básicos. Como intento, resulta fallido por la utilización de mecanismos defensivos estereotipados, rígidos, que se muestran ineficaces para mantener al sujeto en un estado de adaptación activa al medio».
Concretamente, La enfermedad mental o conducta desviada, «resulta del deterioro de la comunicación y del fracaso en el aprendizaje de la realidad en un momento del desarrollo (fijación), lo que promueve el regreso del sujeto (regresión) a este momento disposicional de su historia con la utilización de formas arcaicas de mecanismos defensivos para controlar o atenuar los dos miedos básicos, de pérdida y ataque. Las características de este estereotipo condicionan las características fenomenológicas de la enfermedad, configurando la situación de resistencia al cambio, sobre la que se centrará la tarea correctora».
c) Enfermedad y núcleo depresivo patogenético.- La enfermedad mental, en tanto vinculada con un núcleo depresivo patogenético, es explicada desde la llamada teoría de la Enfermedad Unica. Tengamos entonces presente que mientras la enfermedad mental es un fenómeno, la enfermedad única es una teoría, en este caso propuesta por Pichon Rivière para explicar su origen (etiología) y desarrollo (patogenia). Desde este punto de vista, la teoría de la enfermedad única considera en la enfermedad mental «una génesis y una secuencia vinculada a situaciones depresivas, de pérdida, de privación, de dolor que son vividas como catástrofe interna en un clima de ambivalencia y culpa…». En última instancia, todas las estructuras patológicas son tentativas de elaboración o desprendimiento de la situación nuclear designada por Pr como situación depresiva básica patogenética (ver Enfermedad Unica).
En efecto, «la locura es la expresión de nuestra incapacidad para soportar y elaborar un monto determinado de sufrimiento, siendo este nivel de tolerancia específico para cada uno de nosotros y depende en gran medida de la dificultad relativa de superar la depresión infantil básica, tejida de frustraciones, aspiraciones, demandas biológicas excesivas, provocando la emergencia de la agresión (rabietas), ansiedades depresivas y paranoides (los miedos), la ambivalencia, la culpa, inhibiciones, etc».
 
Enfermedad y familia.– Las consideraciones anteriores se centran en la enfermedad desde el punto de vista de lo que se sucede individualmente al sujeto enfermo, tanto inter como intradialécticamente. Sin embargo, el enfoque integrativo de Pichon Rivière considera también a la enfermedad desde un punto de vista familiar y social en general, mostrando que la patología individual y las condiciones ambientales se influyen recíprocamente de manera dialéctica.
Más concretamente en un contexto familiar, la enfermedad es una «cualidad emergente, cualidad nueva que nos remite, como signo, a una situación implícita, subyacente, configurada por una particular modalidad de la interacción grupal, la que en ese momento resulta alienizante». La conducta desviada debe así ser entendida como una anomalía que afecta a la estructura total en su proceso de interrelación intrasistémica o intersistémica.
 
Clasificación.- Pichon Rivière utiliza cierta terminología clásica para clasificar las enfermedades mentales, describiendo las neurosis, las psicosis, las psicopatías (dentro de las cuales ubica a las perversiones), etc. Habla también de la hipocondría y de la paranoia como expresión del miedo al ataque al yo desde el área 2 (cuerpo) y desde el área 3 (mundo externo), respectivamente.
Pichon Rivière explica cada una de estas formas patológicas desde su teoría de la enfermedad única. Por ejemplo, señala que «las neurosis son técnicas defensivas contra las ansiedades básicas. Son las más logradas y cercanas a lo normal y si bien resultan intentos fallidos de adaptación se encuentran más alejadas de la situación depresiva patogenética. Las psicosis son también intentos de manejo de las ansiedades básicas pero menos exitosas que las neurosis, es decir, con un mayor grado de desviación de la norma de salud. Lo mismo sucede en las psicopatías, cuyo mecanismo prevalente es el de la delegación. Dentro de las psicopatías, las perversiones se manifiestan como formas complejas de elaboración de las ansiedades básicas y su mecanismo general se centra alrededor del apaciguamiento del perseguidor (objeto malo). El crimen (también incluído en este cuadro) constituye la tentativa de aniquilar la fuente de ansiedad proyectada en el mundo externo. cuando esta fuente es ubicada en el propio sujeto se configura la conducta suicida».