Diccionario de psicología social, letra I, interpretación

INTERPRETACION
Instrumento de esclarecimiento utilizado en la técnica del grupo operativo, mediante el cual el coordinador explicita lo implicito en lo enunciado por el portavoz, enlazando la verticalidad de su historia personal, con la horizontalidad del aquí y ahora del acontecer grupal.
 
Concepto.- La interpretación «es una hipótesis acerca del acontecer implícito que tiende a explicitar hechos o procesos grupales que no aparecen como manifiestos a los integrantes del grupo, y que funcionan como obstáculo para el logro del objetivo grupal […]. La interpretación se incluye como herramienta en la técnica del grupo operativo, en la medida en que permite la explicitación de lo implícito».
Pero, ¿qué sentido tiene esta explicitación? «La dialéctica grupal consiste en una relación entre procesos implícitos y acontecer explícito, entre lo manifiesto y lo latente. La interpretación se incluye en esta dialéctica aportando al campo información que permite el autoconocimiento grupal, lo que genera nuevas formas interactivas. La interpretación operativa modifica el campo grupal, permite a partir del autoconocimiento la re-estructuración de las relaciones entre los miembros y con la tarea. Opera en el campo del obstáculo a fin de mostrarlo para lograr una re-organización grupal que permita elaborarlo. El obstáculo puede estar dado en el proceso de aprehensión del objeto, en la red de comunicación, etc. La interpretación incluye explícita o implícitamente un criterio de realidad o esquema referencial, a partir del cual se analiza la situación del grupo. El valor de la interpretación está dado por la operatividad, es decir, su función reestructurante con vistas al objetivo del grupo. La interpretación consiste en la decodificación del sentido de lo emergente. Es un aporte de significados al grupo«.
Así la interpretación, que puede ser enunciativa o interrogativa, tiene siempre el carácter de una hipótesis acerca de la fantasía grupal, no evaluándose su eficacia según el criterio de verdad, sino según un criterio de operatividad, es decir, en la medida en que permite romper la ruptura del estereotipo.
La interpretación se orienta siempre en una doble dirección: la horizontalidad y la verticalidad. En efecto, «debe ejemplificar, a través del problema enunciado por el portavoz en su verticalidad, la situación de todos los miembros del grupo en el aquí y ahora y en relación con la tarea«. El coordinador incluirá entonces, en su interpretación, lo vertical del portavoz y lo horizontal del grupo.
Esto es así porque Pichon Rivière considera al portavoz que enuncia un acontecimiento, como el portavoz de sí mísmo y al mismo tiempo de las fantasías inconcientes del grupo. En esto reside la diferencia de la técnica operativa con las otras técnicas grupales: las interpretaciones se hacen en dos tiempos y en las dos direcciones indicadas. Así, «se comienza por interpretar al portavoz que, por su historia personal, es muy sensible al problema subyacente del grupo y que, actuando como un ‘radar’, detecta las fantasías inconcientes del grupo y las explicita. Acto seguido, se señala que lo explicitado es también un problema grupal, producto de la interacción de los miembros del grupo entre sí y con el coordinador, y que él, portavoz por un proceso de identificación subliminal, percibe y enuncia».
La interpretación y el señalamiento son dos instrumentos de esclarecimiento de la técnica operativa con grupos. El señalamiento se realiza sobre las situaciones manifiestas (lo explícito), mientras que la interpretación lo es de la causalidad subyacente (lo implícito).
 
Interpretación e insight.- Aún cuando en los textos consultados, Pichon Rivière no establece explícitamente una relación entre interpretación e insight, podemos decir que una de las finalidades de la interpretación es la producción de un ‘insight’, que Pichon Rivière entiende como autognosis (autoconocimiento).
Las referencias al concepto de insight que hace Pichon Rivière guardan relación casi invariablemente con un proceso terapéutico en el cual, de acuerdo a la teoría de la enfermedad única, se trata de elaborar una situación depresiva básica.
Durante la etapa de la depresión iatrógena se produce una integración de las partes del yo del paciente, y un pasaje de la estereotipia de los mecanismos esquizoparanoides a un momento depresivo donde el sujeto puede lograr una integración tanto del yo como del objeto y de la estructura vincular que los incluye. Adquiere así lo que llamamos ‘insight’ o capacidad de autognosis, que implica siempre algún sufrimiento, lo que le permite elaborar un proyecto con la inclusión de la muerte como situación propia y concreta.
«El sufrimiento inherente a la posición depresiva está vinculado al incremento del ‘insight’ (autognosis), es decir, al conocimiento y comprensión de la realidad psíquica interna y externa. El fracaso de la elaboración de la posición depresiva (duelo), acarrea [entre otras cosas], el predominio de defensas que entrañan el bloqueo de las emociones y de la actividad de la fantasía. Impiden sobre todo la aparición de un cierto grado de autognosis necesario para una buena adaptación a la realidad». El insight permite cambiar actitudes, creencias, opiniones y prejuicios, transformándose el paciente en un colaborador eficiente.