Diccionario de psicología social, letra P, Proceso corrector

PROCESO CORRECTOR
Proceso mediante el cual se disminuye el monto de las ansiedades básicas a los efectos que el individuo o el grupo puedan dejar de emplear defensas esterotipadas y comiencen a instrumentar técnicas más adecuadas en la tarea de preservación de lo bueno y control de lo malo, y de la adaptación activa a la realidad.
 
Concepto.- El proceso terapéutico (o la operación psicoterapéutica, o el proceso corrector) se propone como objetivo «una disminución de las ansiedades psicóticas básicas. En consecuencia, como terapeutas, no hablamos de «curación», sino que intentamos disminuír un monto determinado de miedos básicos, de ansiedades de pérdida y de ataque, de manera que el yo del sujeto no deba recurrir al empleo de mecanismos defensivos que, estereotipándose, configuren la enfermedad y le impidan una adaptación activa a la realidad».
Este proceso consiste, en última instancia, «en un proceso de aprendizaje de la realidad y de reparación de la red de comunicación disponible para el sujeto. Es la confrontación que implica la experiencia correctora cuando el sujeto puede integrarse, en una situación de sufrimiento tolerable por la discriminación de los miedos básicos, lo que determina un manejo más adecuado de las técnicas del yo en la tarea de preservación de lo bueno y control de lo malo».
El proceso corrector implica producir en el sujeto una depresión iatrogénica, es decir, integrarlo a través de una dosificación operativa de partes disgregadas, y «hacer que la constante universal de ‘preservación de lo bueno y control de lo malo’ funcione en niveles sucesivos caracterizados por un sufrimiento tolerable, por disminución de miedo a la pérdida de lo bueno y una disminución paralela al ataque, durante la confrontación de la experiencia correctora».
Esta corrección «se logra a través de la ‘explicación de lo implícito'», vale decir, mediante el trabajo de interpretación.
 
Proceso corrector y grupo operativo.Pichon Rivière propuso el empleo de la técnica del grupo operativo para encarar el proceso corrector. En efecto, las técnicas operativas permiten fortalecer el yo de los pacientes haciéndolos más plásticos y flexibles, logrando así una disminución de los miedos básicos y una adaptación activa a la realidad, «sobre la base de una interacción dinámica entre introyecciones y proyecciones que se transforman en operativas porque están en los cimientos de la comprensión y acción sobre el enfermo».
La tarea prioritaria en el grupo es «la elaboración de un esquema referencial común, condición básica para el establecimiento de la comunicación, la que se dará en la medida en que los mensajes puedan ser decodificados por una afinidad o coincidencia de los esquemas referenciales del emisor y el receptor».
«Cuando la tarea que se propone a los integrantes del grupo es la de la «curación» (en nuestro esquema, la disminución de las ansiedades psicóticas), éstos, al compartir un esquema referencial, pueden reiniciar su reaprendizaje, la refacción de sus redes de comunicación averiadas durante el proceso de enfermedad, fortalecer su yo para abordar y destruír la resistencia al cambio y reorganizar una nueva etapa, cuya evaluación realizamos sobre la base de los criterios de adaptación activa a la realidad, modificación de sí y operación en el medio».
«Mediante la tarea realizada en los grupos operativos el sujeto adquiere o recupera un pensamiento discriminativo social, por el que, progresivamente y a través del aprendizaje, se produce la experiencia correctora: el paciente logra conciencia de su propia ‘identidad’ y de la de los demás, en un nivel real».
 
Proceso corrector y grupo terapéutico.- Un grupo terapéutico es aquel que tiene como tarea la curación, siendo el ejemplo prototípico el grupo familiar en terapia.
En este contexto, el proceso corrector puede ser descripto desde cuatro puntos de vista: a) los momentos de la operación terapéutica, b) sus niveles de intervención, c) el análisis de los fenómenos universales de todo grupo, y d) el análisis de los conceptos y pasos operacionales del ECRO. Describamos cada uno de estos vectores de análisis.
a) Momentos de la operación terapéutica.- Son cuatro: diagnóstico, pronóstico, tratamiento y profilaxis. Cada una de estas dimensiones estarán centradas tanto en el paciente, como en el grupo como en la situación. Por ejemplo, lo que se diagnostica es el paciente, el grupo y la situación.
«El enfoque grupal permite hacer una evaluación diagnóstica, pronóstica, terapéutica y profiláctica mucho más operativa que la que resulta de centrar el problema en el paciente con exclusión de su medio familiar». Los postulados básicos que rigen cada uno de estos cuatro momentos, están sintetizados en el esquema adjunto.
b) Niveles de intervención.- Desde el punto de vista de la tarea correctora, se puede intervenir a tres niveles: psicosocial, sociodinámico e institucional (ver también Grupo Familiar).
El nivel ‘psicosocial’ «se refiere a las relaciones del paciente con cada uno de los otros miembros del grupo familiar. En este sentido el abordaje del grupo se hace a través de la ‘representación interna’ que el enfermo tiene de cada uno de sus familiares, es decir, lo que se denomina ‘grupo interno‘. El análisis de los vínculos internos permite mejorar los vínculos externos (al curarse el enfermo a su vez «cura» al grupo externo, a los demás, a través de sus cambios de actitudes)».
Debemos tener presente que «la interacción en un grupo familiar se estructura sobre la base de un interjuego de imágenes internas. Cuando en un grupo se produce la emergencia de una enfermedad mental, los integrantes tendrán una imagen del sujeto que enferma, la que se va a conjugar con las imágenes que él tiene de los otros integrantes, de sí mísmo y con lo que cree que los otros piensan de él».
«La tarea correctora consiste en la ratificación o rectificación de estas imágenes en interjuego. Si son muy distintas entre sí aparece la duda, la incertidumbre, como medida de la intensidad de la fisura existente entre la calidad de la autorrepresentación y la imagen que los otros tienen del sujeto».
«Si el ajuste de imágenes es perfecto, pero existe una connotación negativa, puede surgir el masoquismo, por el cual el sujeto se hará cargo de la situación de enfermedad. Cuando alguien enferma en un grupo familiar se da una tendencia a la exclusión de ese miembro, surgiendo el ‘mecanismo de la segregación’ de cuya intensidad dependerá el pronóstico del paciente. La marginación se produce porque el enfermo mental es el depositario de las ansiedades de su grupo, y se lo trata de alejar con la fantasía de que con él desaparecerá la ansiedad».
El nivel ‘sociodinámico’ «se refiere al abordaje del grupo en su totalidad gestáltica, y al estudio de lo que Lewin denomina dinámica grupal. Pueden aplicarse aquí las técnicas grupales y las sociométricas«.
El nivel ‘institucional’ «se refiere al abordaje de la familia como institución a través del estudio de la historia familiar, de su estructura socioeconómica y de sus relaciones intergrupales y ecológicas: con otras familias, el vecindario, el barrio, el club, la iglesia, etc».
c) Fenómenos universales.- «El análisis sistemático de las situaciones grupales nos ha posibilitado registrar un conjunto de procesos relacionados entre sí, que nos permiten, por su reiteración, considerarlos como fenómenos universales de todo grupo, en su estructura y dinámica».
Estos ‘universales’ son: 1) Los miedos básicos: tanto el miedo a la pérdida de la estructura ya lograda, como el miedo al ataque en la nueva situación a estructurar. 2) La «situación terapéutica negativa» frente a la situación de ‘cambio’ configurada por el miedo al cambio y la resistencia al cambio. 3) Un sentimiento básico de ‘inseguridad’ (la fórmula es «más vale pájaro en mano que cien volando»). 4) Los procesos de ‘aprendizaje’ y ‘comunicación’: ambos aspectos forman una unidad y son interdependientes. La comunicación es el riel del aprendizaje. 5) Las ‘fantasías básicas’: de enfermedad, de tratamiento y de curación.
d) ECRO.- El terapeuta se manejará, al encarar la tarea correctora, con un ECRO que incluya los siguientes conceptos y pasos operacionales: 1) El concepto de ‘portavoz’: el enfermo es el portavoz de la enfermedad grupal. 2) El análisis de los ‘roles’: funciones sociales perturbadas; roles que se asumen en situaciones de emergencia; rigidez o rotatividad; liderazgos. 3) El análisis de las ideologías. 4) El análisis del ‘malentendido básico’. 5) El análisis de los ‘secretos familiares’: todo el mundo los conoce pero nadie habla de ellos. 6) El análisis de los mecanismos de ‘splitting’. 7) El análisis de los mecanismos de ‘segregación’ y de sus infraestructuras. 8) El análisis de los mecanismos de ‘preservación’. 9) Las fantasías de ‘omnipotencia’ e ‘impotencia’, que fácilmente se proyectan en el terapeuta como una forma de impotentizarlo y paralizarlo (el terapeuta es el ser omnipotente que lo resuleve todo o el ser impotente que nada puede hacer). 10) El análisis de la ‘situación triangular básica’ reeditada en seres de situaciones triangulares intragrupales. 11) La evolución de los medios o ‘logística’.