Diccionario de psicología, letra P, pulsión de vida y pulsión de muerte

Pulsión de vida – pulsión de muerte

(fr. pulsion de vie – pulsion de mort; ingl. life instinct, death instinct; al. Lebenstrieb,
Todestrieb). Grupo de pulsiones cuya combinación y enfrentamiento producen la dinámica
subjetiva misma.
A partir de 1919, Freud remplaza la oposición pulsiones sexuales/pulsiones del yo y la de
pulsiones del yo/pulsiones de objeto por la oposición pulsiones de vida/pulsiones de muerte, que
considera mucho más fundamental y que, durante todo el final de su obra, le parecerá cada vez
más pertinente. La correspondencia entre las primeras oposiciones pulsionales y esta última no
siempre es estricta; pero se puede decir que las pulsiones de vida reagrupan una parte de las
pulsiones sexuales (la que permite la supervivencia de la especie) y una parte de las pulsiones
del yo (la que busca la supervivencia del individuo). Por otro lado, una cara de las pulsiones
sexuales (la que pone en peligro al individuo al estar exclusivamente al servicio de la especie),
de las pulsiones del yo (la que amenaza a la especie porque privilegia al individuo) y de las
pulsiones de objeto (la que preside la destrucción del objeto asegurándose su incorporación al
seno del sujeto): una cara oculta, de hecho, debe verse como integrante de la pulsión de muerte.
Cuanto más avanza Freud en su obra, tanto más considera que la noción de pulsión de muerte
es indispensable para el psicoanálisis, hasta el punto de llegar casi a constituir su fundamento
conceptual. En particular, considera que forma la base del principio primero del funcionamiento
del aparato psíquico. Este último consiste en la tarea (nunca acabada y siempre por recomenzar)
de disminuir la excitación y, por consiguiente, la tensión del organismo al grado más bajo posible.
A primera vista, es la búsqueda de la satisfacción (el principio de placer) la que vuelve a llevar al
sujeto, por medio de la descarga pulsional, a este punto de estiaje. Pero, más fundamentalmente,
Freud ve allí también la expresión de la pulsión de muerte, porque este retorno al punto de
partida, al nivel mínimo de excitación, es en cierto modo el eco de la tendencia que empuja al
organismo a volver a su origen, a su estado primero de no vida, es decir, a la muerte. Véase
pulsión.