Diccionario de psicología, letra R, R.S.I.

R.S.I.
 
En este orden, R.S.I., las iniciales de lo real, lo simbólico y lo imaginario le aportaron a Lacan,
desde el seminario de 1973, «los puntos de referencia algebraicos de una escritura «borromea»»
de las dificultades que plantea a la epistemología del psicoanálisis la crítica, que le es propia, de la noción de relación. La paradoja que enfrentamos consiste, en efecto, en representar esas tres instancias en su situación de «no-relación», y la construcción «borromea» atiende a ello, en cuanto los nudos con los que constituye su trama nunca se asocian en una relación dual, sino que se ligan siempre en virtud de su dependencia como de un «tercer» nudo. Cada uno de los nudos «borromeos» interviene entonces en tanto que agujero, para dejar pasar el hilo que sostiene, en cada una de las parejas de «nudos de hilo» considerados de entrada, su
articulación con el tercero y la posibilidad de su «calce».
Más precisamente, se tratará de especificar el agujero de lo real, el agujero de lo simbólico y el
agujero de lo imaginario. El primero, el de lo simbólico, se definirá por la «insistencia», en virtud de la cual la cadena metonímica de la palabra se desarrolla desde sus propias lagunas. El segundo, el de lo imaginario, se caracteriza por la «consistencia», de la cual la imagen especular nos proporciona la primera ilustración. El agujero de lo real, por la «existencia» es decir, por la referencia de todo real a un «fuera de sí». A partir de esto, los procesos de la inhibición, el síntoma y la angustia serán figurables como sectores intermedios de las tres instancias del

R.S.I.: la inhibición, como proyección de lo imaginario sobre lo simbólico; el síntoma, como
proyección de lo simbólico sobre lo real, y la angustia, como proyección de lo imaginario sobre lo real.