Diccionario de psicología, letra R, Rank Otto Rosenfeld

Rank Otto
Nacido Rosenfeld (1884-1939)
Psicoanalista austríaco
Teórico de la renovación de la técnica psicoanalítica que cuestionó de modo radical la cura
clásica en provecho de una terapia llamada «activa», brillante especialista en filosofía, literatura y
psicoanálisis aplicado, clínico notable, Otto Rank fue el único autodidacto de los discípulos
freudianos de la primera generación. Espíritu independiente, hostil a todos los dogmatismos, fue,
lo mismo que Sandor Ferenczi, un artífice de la primera gran disidencia interna en la International
Psychoanalytical Association (IPA). Contrariamente a Alfred Adler, Carl Gustav Jung o Wilhelm
Stekel, él siguió siendo freudiano. Su posición crítica se afirmó a partir de 1923, una época en la
que el movimiento psicoanalítico, ansioso de conformismo, normalización y pragmatismo, estaba
adoptando ideales adaptativos contrarios a los del freudismo original.
Nacido en Leopoldstadt, en la periferia de Viena, Rank fue el tercero y último hijo de Simon
Rosenfeld, un joyero judío originario del Burgenland, y Karoline Fleischner, cuya familia provenía
de Moravia. A pesar de sus buenos antecedentes escolares, a los 14 años se vio obligado a
ingresar en un colegio técnico, a fin de adquirir una formación que lo destinaría a trabajar en una
fábrica: «Así crecí -escribió Rank en su Diario de un adolescente, inédito-, librado a mí mismo,
sin educación, sin amigos, sin libros».
Afectado muy pronto de un reumatismo articular agudo, el joven Otto sufría tanto por esa
dolorosa enfermedad como por su fealdad física y por la relación violenta que tenía con el padre,
alcohólico inveterado y predipuesto a graves crisis de cólera. Además, víctima en su infancia de
un intento de abuso sexual por parte de un adulto de su entorno, hacia los 20 años presentó
signos de neurosis: «Sufría una fobia -escribe James Lieberman, su biógrafo- que le impedía
tocar nada sin llevar guantes. Este miedo patológico a los microbios y las relaciones sexuales se
debía probablemente a su primera y traumática experiencia sexual»
Convertido en aprendiz de tornero, Otto Rosenfeld continuó solo su formación intelectual,
apasionándose por la literatura y la filosofía. Entre sus autores predilectos figuraban Friedrich
Nietzsche (1844-1900), Arthur Schopenhauer (1788-1860) y Henrik lbsen (1828-1906). En 1903
adoptó el seudónimo «Rank», tomado de un personaje de Casa de muñecas. Al adoptar esa
nueva identidad quería afirmar su independencia respecto del padre, a quien detestaba. Más
tarde se convirtió al catolicismo para legalizar su nuevo apellido. No obstante, totalmente ateo y
desprovisto de cualquier sentimiento de auto-odio judío, muy pronto renunció a renegar de su
origen y, en vísperas de su primer matrimonio, se reconvirtió al judaísmo para asumir su judeidad.
Comenzó a interesarse por las cuestiones que planteaba el psicoanálisis al leer la obra de Otto
Weininger Sexo – y carácter. En 1905, después de descubrir La interpretación de los sueños,
conoció a Alfred Adler, lo que le permitió tomar contacto con Sigmund Freud e integrarse muy pronto a la Sociedad Psicológica de los Miércoles.
En 1906 pasó a ser el secretario de la sociedad, después de haber presentado una exposición
inaugural sobre el tema del incesto en la que ya aparecía la problemática de la novela familiar
desarrollada en su gran libro de 1909: El mito del nacimiento del héroe. El interés apasionado
que le suscitó el psicoanálisis y el encuentro con Freud, quien lo consideró de entrada como su
«hijo adoptivo», decidieron el destino del joven
Rank. Comenzó a escribir, se convirtió en intelectual, ingresó en la universidad y obtuvo en 1912
un doctorado en filosofía. A los 28 años había ya publicado cuatro libros sobre literatura, los
mitos y el incesto. Además fue de alguna manera el primer archivista de la historia del freudismo:
en efecto, se encargó de transcribir, a lo largo de la semana, las actas de las reuniones de la
Sociedad Psicológica de los Miércoles. Ese trabajo considerable sería publicado en cuatro
volúmenes por Hermann Nunberg entre 1962 y 1975.
Movilizado en 1915 (sin ningún entusiasmo de su parte), sirvió como redactor en un periódico de
Cracovia, ciudad del este del Imperio Austro-Húngaro. Allí conoció a Beata Mincer, una joven
polaca estudiante de psicología, de sobrenombre Tola. En octubre de 1918 se casó con ella, que
se convertiría en psicoanalista con el nombre de Tola Rank (1896-1967) y le daría una hija.
Al finalizar la Primera Guerra Mundial, Rank se había transformado en otro hombre. El antiguo
obrero autodidacto vivía en el centro de Viena y practicaba el psicoanálisis gracias a Freud, a
quien veneraba como a un padre, y quien le enviaba pacientes. Por lo demás, formaba parte del
pequeño círculo de los elegidos en el seno del Comité Secreto, y dirigía la Verlag, la editorial del
movimiento psicoanalítico creada gracias al dinero de Anton von Freund.
La derrota de los imperios centrales y la victoria de la Europa occidental sobre la Europa central
tuvo el efecto de reducir a nada la posición preponderante ocupada hasta entonces por Viena y
Budapest en la dirección de la IPA. Apoyado por los berlineses (Karl Abraham, Max Eitingon),
Ernest Jones se aplicó entonces a imponer los principios de una ortodoxia psicoanalítica.
En este contexto surgieron graves conflictos entre Rank, por un lado, y Jones y Abraham por el
otro. Melancólico desde muchos años antes, Rank atravesaba a menudo crisis depresivas
seguidas de estados de exaltación. Los notables del movimiento lo consideraron un «enfermo
mental», afectado de psicosis maníaco-depresiva. Celoso del afecto que le tenía Freud, y
preocupado por normalizar las modalidades del análisis didáctico, Jones se convirtió en el
principal adversario de Rank en el Comité Secreto. Ahora bien, en esa época Rank comenzó a
distanciarse de la doctrina freudiana clásica, al publicar, a principios de 1924, un libro
iconoclasta que lo haría célebre: El trauma del nacimiento. Allí sostenía que en el nacimiento todo
ser humano sufre un trauma principal que más tarde trata de superar, aspirando a volver al útero
materno. En otras palabras, convertía la primera separación biológica de la madre en el prototipo
de la angustia psíquica. Esta tesis, cercana a la que comenzaba a elaborar Melanie Klein, iba a
ser adoptada, con algunas variantes, por todos los representantes de la escuela inglesa: no sólo
por los kleinianos, que le dieron un contenido diferente, situando la angustia de separación en la
relación ambivalente del niño con el seno de la madre, sino también por los Independientes,
desde Donald Woods Winnicott hasta John Bowlby, quienes no cesaron de examinar el aspecto
biológico y existencial del fenómeno de la separación. Lejos de atenerse a una concepción
clásica del complejo de Edipo, Rank se interesó ya por la relación precoz (y preedípica) del niño con la madre, y en la especificidad de la sexualidad femenina. Del interés por el padre, el patriarcado y el Edipo clásico, pasó a una definición de lo materno y lo femenino, y por lo tanto a una crítica radical del sistema de pensamiento del primer freudismo, demasiado basado a sus ojos en el lugar del padre y el falocentrismo.
Ese mismo año, junto con Ferenczi, Otto Rank, en Perspectivas del psicoanálisis, atacó la
rigidez de las reglas psicoanalíticas y, dos años más tarde, en 1926, propuso una teoría llamada de «terapia activa», preconizando curas cortas y limitadas de antemano en el tiempo, así como un recentramiento en el presente: en lugar de llevar sin cesar al paciente a su historia pasada y a su inconsciente, interpretando los sueños y el complejo de Edipo, Rank consideraba preferible apelar a la voluntad consciente del analizante y aplicarla a su situación presente, a fin de
agudizar su deseo de curarse: única manera de hacerlo salir de la pasividad masoquista en la
cual se refugiaba de buena gana, Freud se opuso a la tesis de Rank en Inhibición, síntoma , y
angustia, pero revisaría su posición en 1933, en las Nuevas conferencias de introducción al
psicoanálisis, subrayando que Rank había tenido el mérito de poner de manifiesto la importancia
de la separación primera respecto de la madre.
No se necesitaba tanto para provocar la cólera de Jones, quien sin embargo en esa misma
época no vacilaba en respaldar las tesis kleinianas. Como Rank no era médico ni había sido
analizado, Jones y Abraham se precipitaron a explicar que sus teorías eran la consecuencia de
un conflicto no resuelto con el padre. Freud se complicó en el asunto, obligando a su discípulo a
realizar algunas sesiones.
Después de haber fingido someterse, y de iniciar una carrera fulgurante en los Estados Unidos,
donde formó a psicoanalistas y discípulos presentándose como freudiano, Rank fue llevado a
romper con su venerado maestro. En abril de 1926 lo visitó por última vez, llevándole las obras
completas de Nietzsche: veintitrés volúmenes encuadernados en cuero blanco. Abrumado de
dolor, pero siempre tan feroz en su manera de romper con sus mejores amigos, Freud escribió lo
siguiente en una carta a Ferenczi: «Le hemos dado mucho, pero en compensación él hizo mucho
por nosotros. Por lo tanto, estamos en paz. En su última visita no tuve la oportunidad de
expresarle el afecto particular que le tengo. Fui honesto y duro. Podemos hacerle la cruz.
Abraham tenía razón.»
Víctima de una formidable campaña de calumnias orquestada por Jones, Harry Stack Sullivan y
sobre todo Abraham Arden Brill, quien lo trató públicamente de desequilibrado, el 10 de mayo de
1930 Rank fue excluido de la American Psychoanalytic Association (APsaA) y por lo tanto de la
IPA, en condiciones dramáticas. El ataque se produjo en Washington, en medio de una brillante
asamblea de psicoanalistas mudos e indiferentes, entre ellos Helene Deutsch, Sandor Rado y
René Spitz. Ese día, sólo Franz Alexander se negó a participar en el ajusticiamiento del gran
discípulo vienés. Más tarde, todos los alumnos norteamericanos formados por Rank fueron
conminados a volver al diván.
Convertido en Independiente, Rank continuó su trabajo de analista sin volverse antifreudiano.
Instalado en París con su mujer y su hija, conoció a Anais Nin (1903-1977), de la que fue el
segundo analista. Gracias al trabajo de Deirdre Bair, biógrafa de Anais Nin, en 1995 se conoció
la historia de esa relación.
Cuando Anais Nin fue a ver a Rank, salía de una cura desastrosa con René Allendy, que había
terminado en un acto de incesto: Anais se había convertido en la amante de su padre, Joaquín
Nin.
En un primer momento, Rank, mediante sus interpretaciones, le permitió sacar a luz la culpa
inconsciente que ella experimentaba por ese incesto, y desprenderse de su Diario, que le servía
de opio. Pero muy pronto se enamoró perdidamente de ella, y se convirtió en su amante. La
cubrió de regalos y le ofreció, en prenda de fidelidad, el famoso anillo con la piedra grabada que
Freud le había entregado en el momento de la creación del Comité Secreto. Después de partir a
Nueva York, donde atravesó una terrible crisis depresiva, Rank le suplicó que lo siguiera a
América. Ella se le unió y trató de hacer carrera como analista, con el deseo perverso de
destruir a Rank y al psicoanálisis. Instalada en el mismo departamento que él, recibía pacientes y
se acostaba con algunos de ellos en el diván, mientras Rank se ocupaba de sus propios
analizantes en la habitación contigua. La aventura terminó en una ruptura cuando Rank,
separado de Tola, se dio cuenta de que Ana»is no abandonaría a su marido. Ella volvió a París y
renunció al psicoanálisis.
Unas semanas después de la muerte de Freud, Rank falleció también, como consecuencia de
una septicemia consecutiva a una agranulocitosis debida a los efectos secundarios de las
sulfamidas con las que había sido tratado. Casado por segunda vez, feliz y definitivamente
instalado en los Estados Unidos, quería vivir en California, pero murió antes de obtener la
ciudadanía norteamericana.
En el tercer volumen de su biografía de Freud, Jones continuó persiguiéndolo con sus
imprecaciones, tratándolo de psicótico, maníaco y ciclotímico, abriendo de tal modo el camino a la
propagación de una leyenda según la cual habría muerto de locura en un asilo norteamericano. A
pesar de las refutaciones de su discípula Jessie Taft, publicadas en 1958, hubo que aguardar
los trabajos de la historiografía moderna, en particular los de Henri F. Ellenberger y sus
sucesores, para que se le restituyera a Rank el lugar eminente que le corresponde en la historia
del psicoanálisis.
Rank Otto Rosenfeld
(llamado Otto) Psicoanalista austríaco
 (Viena 1884 – Nueva York 1939).
Uno de los primeros discípulos de S. Freud, orienta sus trabajos hacia los mitos y las leyendas.
Luego, muy ligado a Ferenczi, Rank contribuye con él a ampliar a las psicosis el campo del
psicoanálisis. La publicación, en 1924, de El trauma del nacimiento marca el principio de sus
divergencias con la ortodwda freudiana; recusa en ellas en efecto la función central del
complejo de Edipo en provecho de la angustia del nacimiento. En el plano de la técnica analítica,
Rank es partidario de las curas cortas, donde la rememoración cede su lugar en favor de una
operación de renacimiento.