Diccionario de psicología, letra R, Representante psíquico

Representante psíquico
Al.: Psychische Repräsentanz o psychischer Repräsentant.
Fr.: représentant psychique.
Ing.: psychical representative.
It.: rappresentanza psichica o rappresentante psichico.
Por.: representante psíquico.
 
Término utilizado por Freud para designar, dentro de su teoría de la pulsión, la expresión psíquica
de las excitaciones endosomáticas.
Este término sólo puede comprenderse en relación con la pulsión, que Freud considera como un
concepto límite entre lo somático y lo psíquico. En efecto, en el lado somático, la pulsión tiene su
fuente en fenómenos orgánicos generadores de tensiones internas a las que el sujeto no puede
escapar; pero, por el fin al que apunta y los objetos a los que se adhiere, la pulsión tiene un
«destino» (Triebschicksal) esencialmente psíquico.
Esta situación fronteriza explica, sin duda, que Freud recurriera a la noción de representante (entendiendo por tal una especie de delegación) de lo somático en lo psíquico. Pero esta idea de delegación fue formulada de dos formas distintas.
Unas veces es la propia pulsión la que aparece como « el representante psíquico de las
excitaciones provenientes del interior del cuerpo y que afectan al alma»; otras, la pulsión es
asimilada al proceso de excitación somática, y es ella entonces la que es representada en el
psiquismo por «representantes de la pulsión», los cuales comprenden dos elementos: el
representante-representativo y el quantum de afecto.
Ahora bien, no creemos posible, como invita a hacer la Standard Edition, hallar una evolución en
el pensamiento de Freud acerca de este problema (las dos formulaciones fueron propuestas en
el mismo año 1915), y menos aún considerar la segunda concepción como la que adoptaría
Freud en sus últimos trabajos (en efecto, es la primera la que se encuentra en el Esquerna del
psicoanálisis [Abriss der Psyclzoanalyse, 1938]).
¿Es preciso entonces, como indica la Standard Edition, referir la citada contradicción a la
ambigüedad del concepto de pulsión, límite entre lo somático y lo psíquico? Admitámoslo; sin
embargo, nos parece que es posible esclarecer el pensamiento de Freud acerca de este punto.
1) Si bien las formulaciones se contradicen a primera vista, no obstante sigue siempre presente
una idea: la relación entre lo somático y lo psíquico no se concibe en forma de paralelismo ni de
causalidad; debe comprenderse comparándola con la relación existente entre un delegado y su
mandante.
Permaneciendo constante esta relación en las formulaciones de Freud, puede establecerse la
hipótesis de que la diferencia que se aprecia entre ellas es puramente verbal: la modificación
somática se designaría en un caso con la palabra pulsión (Trieb), y en el otro con la palabra
excitación (Reiz), y el representante psíquico se denominaría en el primer caso
representante-representativo, y en el segundo pulsión.
2) Hechas estas observaciones, no por ello deja de existir, a nuestro modo de ver, una
diferencia entre las dos formulaciones. La solución según la cual la pulsión, considerada como
somática, delega sus representantes psíquicos, nos parece más rigurosa, en cuanto no se limita
a invocar una relación global de expresión entre lo somático y lo psíquico, y más coherente con
la idea de inscripción de representaciones, que es inseparable de la concepción freudiana del
inconsciente.