Diccionario de psicología, letra S, Serie

Serie

Surgida de los desarrollos matemáticos de siglo XVIII, sobre todo bajo la influencia de Leibniz, la
metodología serial inspiró en el siglo siguiente la psicología teórica de Herbart, antes de impulsar
la construcción de la lógica de Drobisch. No obstante, el propio Freud manifiesta no haber
respondido más que a las exigencias de su trabajo empírico cuando la ilustra, en las
consideraciones teóricas de los Estudios sobre la histeria, distinguiendo en el ordenamiento del
material que se presenta en el análisis tres tipos de serie: lineal, concéntrica y en zigzag.
«La primera y muy fuerte impresión producida por un análisis de este tipo -subraya en primer
lugar- atañe por cierto al hecho de que los materiales psíquicos patógenos supuestamente
olvidados, de los que el yo no dispone y que no desempeñan ningún papel en las asociaciones y
el recuerdo, están a pesar de todo presentes y bien ordenados. Sólo es cuestión de apartar las
resistencias que nos impiden llegar hasta ellos. Pero estos materiales se vuelven conscientes en
la medida en que nos resulta posible advertirlos; las asociaciones correctas entre las diversas
representaciones y con las ideas no patógenas, cuyo recuerdo se presenta a menudo, existen
verdaderamente, en su momento han constituido realidades, y se han conservado en la memoria.
Los materiales patógenos parecen pertenecer a una inteligencia no necesariamente inferior al yo
normal. La apariencia de una personalidad segunda es a menudo de lo más engañosa.»
Sigue entonces la presentación de los tres «estratos» en los que está dispuesto este material:
en primer lugar, «estratos lineales que se presentan como un paquete de legajos, que Freud
caracteriza como «formación de un tema».
«No obstante -continúa Freud- estos temas están también agrupados de otro modo, que no
podría describir más que diciendo que están dispuestos concéntricamente en torno al nódulo
patógeno» (cursivas de Freud).
A continuación encontrarnos una sugerencia sobre el origen dinámico de esta construcción: «No
es difícil decir qué es lo que constituye esta estratificación, ni según el aumento o disminución de
qué magnitud ella se ordena. Se trata de la resistencia creciente en dirección al núcleo central y,
por ello, de zonas de transformación de la conciencia semejantes a estratos, en los que se
extienden los temas Particulares. Los estratos más Periféricos comprenden los recuerdos (o
haces de recuerdos) que con más facilidad pueden volver a la memoria y fueron siempre
claramente conscientes. A medida que uno penetra más profundamente a través de esas capas,
el reconocimiento de los recuerdos que emergen resulta más difícil, hasta que se tropieza, ya
cerca del núcleo central, con los recuerdos cuya existencia el paciente persiste en negar aun en
el momento de su aparición».
Añadamos que se trata de una característica propiamente psicoanalítica: «Es esta particular
disposición concéntrica de los materiales psíquicos patógenos la que confiere, como veremos,
su carácter propio a la marcha de los análisis».
Finalmente, existe un tercer tipo de disposición (Anordnung). «Quiero hablar -escribe Freud- de
la disposición que sigue a este ordenamiento, del enlace por hilos lógicos que se prolongan
hasta el núcleo y que, en cada caso, puede seguir un camino muy regular o una vía muy
sinuosa. Esta disposición tiene un carácter dinámico, a la inversa del carácter morfológico de los
dos ordenamientos citados antes. Estos últimos podrían figurarse con un esquema
especialmente trazado, por líneas fijas curvas y rectas. Al contrario, para figuramos el
encadenamiento lógico, nos representaremos una línea quebrada que sigue las vías más
sinuosas, desde la periferia hasta las capas más profundas y a la inversa, pero, más en
general, desde el exterior hasta el núcleo central, deteniéndose en todas las estaciones, lo que
recuerda el movimiento de zigzag del caballo en el tablero de ajedrez.»
«Sirvámonos un momento más de esta comparación para señalar un punto en que ella se aparta
de las particularidades del objeto comparado. El encadenamiento lógico no sólo recuerda una
línea en zigzag, sino más bien un sistema de líneas ramificadas y sobre todo convergentes. Este
sistema presenta nudos en los que se reúnen dos o varios hilos; una vez reunidos, estos hilos
continúan juntos su ruta. Por regla general varios hilos, independientes entre sí o a veces
religados, desembocan juntos en el núcleo central. En otras palabras, conviene observar que
con gran frecuencia un síntoma es multideterminado o sobredeterminado.»
A esta práctica metodológica de la seriación, la concepción tópica del aparato psíquico le aporta
el sostén de un marco teórico, en cuanto ella apunta a constituir una representación ordinal de
los procesos. En los términos del capítulo VII de La interpretación de los sueños: «No basta con
que una sucesión constante se establezca gracias al hecho de que, cuando ocurren ciertos
procesos psíquicos, la excitación recorre los sistemas psíquicos según un orden temporal
determinado. Reservémonos una posibilidad: esta sucesión podrá modificarse según los
procesos. Para mayor brevedad, llamamos «sistema psi» a las diversas partes del aparato». En
este contexto, que es el de la definición de las «instancias», la seriación revela su interés, que
consiste en sacar a luz la orientación del aparato psíquico. Además, los tres tipos de series
evocados por los Estudios sobre la histeria corresponden a la estructura respectiva de la
conciencia, el preconsciente y el inconsciente.
En este modo de ver, la seriación se presenta como la expresión metódica de la aplicación de la
representación tópica a la dinámica de los procesos. Se le conferirá un alcance nuevo en la
metapsicología de la regresión, en tanto que ella asegura su representación económica.
«Cuando uno estudia los estados psiconeuróticos … » y, se lee en el «Complemento
metapsicológico a la doctrina de los sueños», «uno se siente una y otra vez incitado a poner de
manifiesto en cada uno de ellos lo que se llaman las regresiones temporales, o sea el retroceso
hacia las fases más tempranas del desarrollo que le es propio. Se distinguen dos de estas
regresiones: la de la evolución del yo y la de la evolución de la libido. Esta última, en el curso del
dormir, llega hasta el restablecimiento del narcisismo primitivo; la otra, hasta el estadio de la
satisfacción alucinatoria de deseos».
Así se comprende cuáles eran las fuentes llamadas a dar sustento a la topología inaugurada por
Lacan, en tanto que representación ordinal de los procesos.
Una contribución notable a esto desde el punto de vista económico será la aportada además en
1937 por el artículo de Freud titulado «Análisis terminable e interminable», que valoriza la
importancia principal del aspecto cuantitativo de los procesos, y de tal modo les asigna a las
expresiones de lo finito e infinito la significación que precisamente se les atribuye en la teoría
matemática de las series. Además, desde el período de su correspondencia con Fliess, Freud se
interesó en destacar el carácter «asintótico» de ciertos análisis, término que, lamentablemente,
algunos traductores han confundido con la palabra «asintomático», de algún parecido fonético.