Diccionario de psicología, letra T, Terapia catártica

Terapia catártica
o método catártico
Al.: kathartisches Heilverfahren o kathartische Methode.
Fr.: méthode cathartique.
Ing.: cathartic therapy o cathartic method.
It.: metodo catartico.
Por.: terapéutica o terapia catártica, método catártico.
 
Método de psicoterapia en el que el efecto terapéutico buscado consiste en una «purga»
(catarsis), una descarga adecuada de los afectos patógenos. La cura permite al sujeto evocar e
Incluso revivir los acontecimientos traumáticos a los que se hallan ligados dichos afectos y
lograr la abreacción de éstos.
Históricamente el «método catártico» pertenece al período (1880-1895) en que se va creando
progresivamente la terapéutica psicoanalítica a partir de los tratamientos efectuados bajo
hipnosis.
La palabra catarsis procede del griego y significa purificación, purga. Fue utilizada por
Aristóteles para designar el efecto producido por la tragedia en el espectador: «La tragedia es la
imitación de una acción virtuosa y perfecta que, por medio del temor y de la compasión, suscita
la purificación de tales pasiones».
Breuer y más tarde Freud recogieron este término, que para ellos connota el efecto que se
espera obtener de una abreacción adecuada del trauma. En efecto, ya es sabido que, según la
teoría desarrollada en los Estudios sobre la histeria (Studien über Hysterie, 1895), los afectos
que no han logrado encontrar la vía hacia la descarga permanecen «arrinconados»
(eingeklemmt), ejerciendo entonces efectos patógenos. Más tarde, resumiendo la teoría de la
catarsis, Freud escribe: «Se suponía que el síntoma histérico se originaba cuando la energía de
un proceso psíquico no podía llegar a la elaboración consciente y se dirigía hacia la inervación
corporal (conversión) […]. La curación se obtenía por la liberación del afecto desviado y su
descarga por las vías normales (abreacción)».
En sus comienzos, el método catártico se hallaba íntimamente ligado a la hipnosis. Pero Freud
pronto dejó de utilizar la hipnosis como un método destinado a provocar directamente la
supresión del síntoma sugiriendo al enfermo que éste no existe: le sirve para inducir la
rememoración, reintroduciendo en el campo de la conciencia las experiencias subyacentes a los
síntomas, pero olvidadas, «reprimidas» por el sujeto(13). Estos recuerdos reevocados, o incluso
revividos con intensidad dramática, proporcionan al sujeto ocasión para expresar, descargar los
afectos que, originalmente ligados a la experiencia traumática, en seguida habían sido
suprimidos.
Rápidamente Freud renuncia a la hipnosis propiamente dicha, substituyéndola por la simple
sugestión (ayudada por un artificio técnico: la presión de la mano sobre la frente del paciente)
destinada a convencer al enfermo de que encontrará el recuerdo patógeno. Finalmente, Freud
ya no recurrirá a la sugestión, fiándose simplemente de las asociaciones libres del paciente. En
apariencia, la finalidad de la cura (librar al enfermo de sus síntomas restableciendo la vía normal
de descarga de los afectos) sigue siendo la misma en el curso de esta evolución de los
procedimientos técnicos. Pero de hecho, como lo atestigua el capítulo de Freud sobre la
Psicoterapia de la histeria (Estudios sobre la histeria), esta evolución técnica va acompañada
de un cambio de perspectiva en la teoría de la cura: se toman en consideración las resistencias,
la transferencia, se hace especial hincapié sobre la eficacia de la elaboración psíquica y del
trabajo elaborativo. De acuerdo con ese enfoque, el efecto catártico ligado a la abreacción deja
de constituir el principal recurso del tratamiento.
Pero no por ello la catarsis deja de ser una de las dimensiones de toda psicoterapia analítica. Por
una parte, y en forma variable según las estructuras psicopatológicas, se produce en muchas
curas una intensa reviviscencia de ciertos recuerdos, que va acompañada de una descarga
emocional más o menos tempestuosa; por otra parte, es fácil mostrar que el efecto catártico
vuelve a encontrarse en las distintas modalidades de la repetición en el curso de la cura, y
especialmente en la actualización transferencial. Asimismo, el trabajo elaborativo y la
simbolización por el lenguaje se hallaban ya prefigurados en el valor catártico que Breuer y
Freud atribuyeron a la expresión verbal: «[…] en el lenguaje el hombre encuentra un substitutivo de la acción, substitutivo mediante el cual el afecto puede ser derivado por abreacción casi en igual forma. En otros casos, la propia palabra constituye el reflejo adecuado, en forma de
lamento o como expresión de un secreto atormentador (confesión)».
Aparte de los efectos catárticos que se encuentran también en todo psicoanálisis, conviene
señalar que existen algunos tipos de psicoterapia que persiguen ante todo la catarsis: el
narcoanálisis, utilizado principalmente en los casos de neurosis traumática, provoca, mediante la
administración de fármacos, efectos parecidos a los que Breuer y Freud obtenían mediante la
hipnosis. El psicodrama, según Moreno, se define como una liberación de los conflictos internos
mediante la representación dramática.