Diccionario de psicologia, letra T, Transferencia de las predominancias estructurales

Transferencia de las predominancias estructurales

Definición
Entendemos que la pareja transfiere en el análisis aquellos procesos que, constituyendo ejes
centrales, son preponderantes en su estructura. En el Psicoanálisis de Pareja nos interesamos
por la transferencia en sentido amplio y en sentido restringido. En sentido amplio, como parte
constituyente del vínculo: fueron movimientos transferenciales los que lo fundaron y dieron lugar
al armado de una estructura vincular. Ahora bien: dicha estructura vincular no es fija, en tanto lo
producido por su intercambio con el medio (estructura vincular, estructura abierta) no es
reversible, esto es, no puede volver al mismo estado previo a que el intercambio ocurriera. La
idea de estructura vincular sujeta al impacto de los nuevos acontecimientos, nos llevó a hablar
de "predominancias estructurales". Las mismas se pondrían en juego en la transferencia en
sentido restringido, esto es, la puesta en escena con el analista y para él.
Origen e historia del término
No cabe duda de que Freud se formó con los fundamentos científicos de su época y fue fiel a
ellos. ¿Qué ha cambiado desde entonces? ¿Cómo se interroga la ciencia los fundamentos
freudianos?
La ciencia newtoniana hacía una descripción unitaria de la realidad. Es una descripción racional,
sujeta a una ley única de la cual se deducen todas las situaciones reales que describía.
Es una mecánica descrita en términos eternos: los fenómenos son sensibles, tienen movimientos
perpetuos que anulan la flecha del tiempo. El ejemplo clásico es el del movimiento del péndulo:
uno podría filmar ese movimiento y vería que no hay diferencias si pasara la película invertida : el
tiempo, entonces, no existe. Es una ilusión.
En el mundo idealizado de la ciencia clásica newtoniana, el rendimiento de las máquinas no daba
lugar a pérdidas. La máquina se limita a trasmitir íntegramente el movimiento que recibe: si los
movimientos se invierten, se le restituye a la máquina la totalidad de la energía utilizada para
producir el movimiento.
Ciencia, entonces, de los procesos reversibles, de la racionalidad y de la coherencia. Sin
embargo, hacia el siglo XIX surge un nuevo fenómeno: el descubrimiento de la termodinárnica.
La (hoy) sencilla máquina de vapor interroga los paradigmas científicos. Veámoslo.
La idea es que las diferencias de temperatura permiten flujos energéticos que hacen trabajar a
las máquinas. Pero estas máquinas están movidas por algo que desaparece sin retornar: el
combustible. ¿Dónde queda el ideal del viejo paradigma? Aquí, en la termodinámica, los procesos
no son reversibles sino (todo lo contrario) irreversibles.
La descripción de las estructuras disipativas marca la aparición de la flecha del tiempo en el
seno de la ciencia.
La diferencia entre los flujos "útiles" y los "disipados", perdidos para siempre, se conoce como
"entropía".
El gran hallazgo, la verdadera revolución científica, es que los intercambios con el medio
provocan transformaciones que no son reversibles. Podrá ser útil para un sistema idealmente
aislado (un péndulo) la no producción de entropía (no hay diferencia entre los flujos útiles y
disipados porque no hay pérdida). Sin embargo, en todo sistema que interactúa con el medio
habrá producción de entropía, habrá cambio irreversible, habrá pérdida.
De manera que hoy la ciencia define de un modo diferente las cosas del mundo que en el
momento en que Freud concibe la estructura del aparato psíquico.
Desarrollo desde la perspectiva vincular
Tomemos algunas definiciones del término transferencia: "proceso en el cual los deseos
inconscientes se actualizan en una relación, y más específicamente, en la relación con el
analista" o "repetición de prototipos infantiles vivida con marcado sentimiento de actualidad".
Si hemos elegido éstas dentro de las múltiples definiciones del concepto, es porque subrayan
que algo de los vínculos infantiles se revive en los presentes. Lo cual va abriendo un camino en
la necesaria reformulación de esta noción que no puede trasladarse al Psicoanálisis vincular, tal
como fuera planteada para el Psicoanálisis individual.
Ya en referencia al caso Dora, Freud había postulado que la transferencia no consiste sólo en el
reemplazo de una persona con la que existió un vínculo previo, sino que también se reemplaza la
relación entre los personajes.
La repetición del pasado es parte del bagaje con que se va al hallazgo de nuevos encuentros.
Pero es, a la vez, condición de conflicto dado que puede ser "falso enlace", "matrimonio
desigual", "pieza de repetición" u "obsesión demoníaca" bajo el imperio de la compulsión a la
repetición.
Aclaremos que el vínculo no es sólo una suma de transferencias recíprocas. Se le adscribe una
mayor complejidad otorgada por la existencia de dos polos y un conector que funciona como
sustrato y le confiere especificidad.
Cada uno de los polos debe tener algo que recuerde al objeto que se intenta reemplazar y al
mismo tiempo debe tener alguna razón para aceptar formar parte de la escena que el otro le
propone (Puget, J. 1992)
El hecho de que las parejas presenten en forma privilegiada un funcionamiento dado al cual
ambos aportan, es lo que nos lleva a definir las predominancias estructurales.
La pareja escenificará en la transferencia los avatares de la constitución del vínculo y el tipo de
funcionamiento que se ha establecido en preponderancia.
Problemáticas conexas
Creemos que uno de los problemas importantes que se plantean alrededor de este tema tiene
que ver con la concepción del psiquismo que manejamos.
¿Pensamos en un aparato psíquico cerrado, predeterminado, o en un aparato psíquico abierto, y
por ende, con lugar al cambio, a los procesos de historización que permitan articular las
predominancias estructurales con las mutaciones azarosas que la presencia de la realidad
impone?
Lo que intentamos plantear, dentro del psicoanálisis de pareja, es que la oposición entre
estructura y acontecimiento pierde fuerza desde las nuevas concepciones. Es que una
fluctuación menor puede tener un rol esencial tanto en la creación de una estructura como en su
quiebre.
Por ello es que preferimos hablar de las "predominancias estructurales". Cuando hablamos de
transferencia, no lo hacemos solamente para referimos al vínculo con el analista y al lugar que
ocupa para la pareja.
Si bien toda mención de los integrantes del vínculo en sesión es transferencia, no lo es porque
se refiera al analista, sino porque lo que se pone en juego es la estructura que opera en
predominancia y que marcará un modo relacional de la pareja entre sí y con el mundo. La
presencia del analista convoca fuertemente a la escenificación de estos funcionamientos o
modos relacionales.