Diccionario de Psicología, letra D, Dador de la mujer

Diccionario de Psicología, letra D, Dador de la mujer

El modelo de la Estructura Familiar Inconsciente establece la relación entre cuatro lugares o funciones: materna, paterna, filial y representante de la familia materna o dador de la mujer. Este cuarto término es el lugar que simboliza el «intercambio original» subyacente entre la nueva familia y las familias de origen. Origen e historia del término Se pueden delimitar dos aspectos en relación con la función del cuarto término de la estructura familiar inconsciente: uno, como representante de la introducción de la regla fundamental en la familia (en lo referente a la prescripción de la exogamia y promoción del intercambio) y otro, como depositario del ideal narcisista familiar. Estos dos aspectos aparecerían con predominancias diferentes según las etapas por las que atraviese el grupo familiar. Así, en el primer momento de enamoramiento, el partenaire podrá ser idealizado si posee algo que lo signifique como doble del cuarto término. Por otro lado, la posibilidad de constitución de la alianza de manera efectiva implica al dador como promotor de la exogamia y a la función del marido como el que ejercita el corte de la mujer con la familia dadora. En la etapa de filiación, el lugar del hijo es el depositario del ideal narcisístico familiar; y la función paterna representa la interdicción que separa al hijo de la madre. Desarrollo desde la perspectiva vincular Desde la perspectiva vincular, la prohibición del incesto es una y se va encarnando en los diferentes lugares de la estructura: la escena de la cesión corresponde al avúnculo, y la escena de la interdicción a la función paterna. Estas dos escenas son dos caras de una misma moneda. El interjuego entre estos dos lugares posibilita la vigencia del tabú del incesto dentro del grupo familiar. El vínculo con el representante de la familia materna puede pasar por diversas alternativas, siendo dos los extremos: a) Baluarte narcisista: el dador no efectiviza la entrega de la hermana al marido. La relación preponderante es la de consanguinidad (entre el dador y la mujer). La función paterna está fallida pues no se realiza el corte con la familia materna. La función materna también está perdida, ya que aún cuando el lugar del infans esté libidinizado no estará significado como sostén basado en la discriminación del otro. En este caso, la función del dador queda semantizada como «baluarte narcisista». b) Testigo de la alianza: el dador efectiviza el don. La relación preponderante es la de alianza (entre marido y mujer). Aquí la función del avúnculo pierde su primitiva eficacia y permanece, pero transformado en símbolo del testimonio de la realización de la alianza. La función paterna simboliza el corte con la familia de origen, y la función materna permite la narcisización del hijo sin el costo de la indiferenciación tanática. Esto permite entonces la constitución de un tercer lugar para el hijo. Por lo tanto, si la exogamia se realiza, es decir, si se produce el corte con la familia de origen, el dador queda como «testigo de la alianza». Problemáticas conexas Matus relaciona los diferentes modos de funcionamiento familiar (neurótico, perverso y psicótico), con las formulaciones que realiza Godino Cabas sobre las fases o transformaciones de la estructura del narcisismo.

Vínculos familiares: Fase del narcisismo Vicisitudes del dador Vicisitudes del narcisismo primario   Psicótico Especular Baluarte narcisista (repudio) (desmentida) Situado en el lugar del avúnculo Perverso Narcisismo del yo Baluarte narcisista la pareja Neurótico Narcisismo edípico Testigo de la alianza Situado en el lugar de Situado en el lugar del (represión) hijo (erotización del vínculo) Dirección del análisis familiar Narcisismo secundario Testigo de la alianza (sepultamiento) Situado en el lugar del hijo (resignación del   vínculo) En el cuadro aparece la correspondencia de las características de cada una de las fases: especular, narcisismo del yo y edípica, con los vínculos familiares psicóticos, perversos y neuróticos. En los dos primeros, el dador está semantizado como baluarte narcisista, con diferencias en cuanto al modo en que está negada la castración: el repudio o la desmentida. En ambos casos está dificultado el proyecto narcisista para el lugar del hijo, de manera que el ideal familiar está situado en el avi1nculo, en el vínculo psicótico; y en el vínculo perverso, con frecuencia lo está en el lugar de la pareja. Por otro lado, el dador aparece como testigo de la alianza en el funcionamiento neurótico. Aquel cayó bajo la represión con la consecuente posibilidad de vuelta de lo reprimido. El proyecto narcisista familiar está ubicado en el lugar del hijo, lugar que simboliza el narcisismo primario del infans. En este funcionamiento, los vínculos filiales están en mayor o menor medida erotizados, y esto impide su resignación. En la clínica estos tipos de vínculos se entremezclan en las relaciones familiares, pudiendo sólo en determinados momentos hablar de predominancias que darían cuenta de una cualidad estructural diferencial de la familia en cuestión. La dirección del análisis familiar tenderá hacia el procesamiento del lugar del dador como testigo de la alianza permitiendo al grupo familiar el pasaje hacia un funcionamiento donde la cualidad amparadora está semantizada al modo del narcisismo secundario. Esto implicará pues, la posibilidad de resignación del vínculo filial, con la consecuente efectivización de la salida exogámica.