Diccionario de Psicología, letra D, Dinámico

Diccionario de Psicología, letra D, Dinámico

(fr. dynamique, ingl. dynamic; al. dynamisch). En el psiquismo, califica lo constituido por fuerzas y, más en particular, el conflicto de fuerzas antagónicas. La idea de que en el psiquismo no todo es objeto de una percepción actual no es exclusiva del psicoanálisis. En cambio, Freud le da una gran importancia al punto de vista dinámico en su concepción del inconciente. Desde el punto de vista descriptivo, inconciente y preconciente (memoria, etc.) pueden parecer en continuidad. Pero lo que particulariza la definición Freudiana del inconciente es la represión, es decir, el punto de vista por el cual ciertas representaciones, incompatibles con las otras, son arrojadas fuera de la conciencia, lo que supone una teoría de las fuerzas en juego y del conflicto de las fuerzas. El punto de vista dinámico es testimonio de la importancia dada desde el principio a lo que pasa efectivamente en la cura, en especial a la resistencia, signo y efecto de la represión. Con los puntos de vista tópico y económico, constituye uno de los modos de teorización de lo que Freud llama «la metapsicología».

Dinámico (adj.) Al.: dynamisch. Fr.: dynamique. Ing.: dynamic. It.: dinamico. Por.: dinâmico.

Califica un punto de vista que considera los fenómenos psíquicos como resultantes del conflicto y de la composición de fuerzas que ejercen un determinado empuje siendo éstas, en último término, de origen pulsional. Frecuentemente se ha subrayado que el psicoanálisis había reemplazado la concepción llamada estática del inconsciente por una concepción dinámica. El propio Freud hizo observar que la diferencia entre su concepción y la de Janet podía expresarse del siguiente modo: «Nosotros no atribuimos la escisión del psiquismo a una incapacidad innata del aparato psíquico para la síntesis, sino que la explicamos dinámicamente por el conflicto de fuerzas psíquicas opuestas, reconociendo en ella el resultado de una lucha activa entre dos grupos psíquicos entre sí». La «escisión» que aquí se trata es la existente entre el consciente-preconsciente y el inconsciente, pero, como puede verse, esta distinción «tópica», en lugar de explicar el trastorno, presupone la existencia de un conflicto psíquico. La originalidad de la concepción Freudiana se ilustra en el ejemplo de la neurosis obsesiva: los síntomas del tipo de la inhibición, de la duda, de la abulia, los relaciona Janet directamente con una insuficiencia de la síntesis mental, con una astenia psíquica o «psicastenia», mientras que, para Freud, son únicamente el resultado de una interacción de fuerzas opuestas. La orientación dinámica no sólo implica la consideración del concepto de fuerza (cosa que ya hizo Janet), sino también la idea de que, dentro del psiquismo, las fuerzas entran necesariamente en conflicto unas con otras, siendo el origen de este conflicto psíquico , en último análisis, un dualismo pulsional. En los textos de Freud, el adjetivo «dinámico» sirve para calificar especialmente el inconsciente, por cuanto éste ejerce una acción permanente, que obliga a que una fuerza contraria, asimismo permanente, le impida el acceso a la conciencia. Clínicamente este carácter dinámico se comprueba tanto por la resistencia hallada para acceder en el inconsciente como por la producción repetida de derivados de lo reprimido. El carácter dinámico viene ilustrado también por la noción de formaciones transaccionales, cuyo análisis muestra que deben su consistencia al hecho de que «son mantenidas simultáneamente desde dos lados». Es por esto que Freud distingue dos acepciones del concepto de inconsciente: en sentido «descriptivo», inconsciente designa lo que se halla fuera del campo de la conciencia y, por tanto, engloba también lo que Freud llama preconsciente; en sentido «dinámico» «[…] no designa las ideas latentes en general, sino de un modo especial aquellas ideas que poseen cierto carácter dinámico y que permanecen apartadas de la conciencia a pesar de su intensidad y actividad».