Diccionario de Psicología, letra E, Espiritismo

Diccionario de Psicología, letra E, Espiritismo

Alemán: Spiritismus. Francés: Spiritisme. Inglés: Spirit-rapping.

Término derivado del inglés spirit-rapper (o espíritu golpeador) para designar una doctrina según la cual los vivos pueden comunicarse con los muertos a través de un médium. En la historiografía del psicoanálisis, el espiritismo y la telepatía (o transmisión del pensamiento a distancia) son considerados pertenecientes al ámbito del ocultismo o lo oculto. El espiritismo pertenece a la historia de la parapsicología, a igual título que el ocultismo, la telepatía o el sonambulismo. No obstante, entre el estudio positivista del psiquismo y la tentación fáustica de conquistar el dominio de lo irracional, la frontera sigue siendo tenue. El espiritismo fue adoptado por numerosos científicos europeos del siglo XIX: entre ellos Frederick Myers en Inglaterra, Charles Richet (1850-1935) en Francia, y Théodore Flournoy en Suiza. Cincuenta años más tarde, fascinó a André Breton (1898-1966) y a los surrealistas, como había fascinado a Victor Hugo (1802-1885). Todos buscaban en él un medio de alcanzar ese otro lado de la conciencia (subconsciente o yo subliminal), cuyo funcionamiento se pensaba en términos de automatismo mental o psicológico. Algunas de las mujeres que fueron las grandes médiums de los hombres de ciencia, de los poetas y los novelistas, se convirtieron en célebres: Catherine-Élise Müller (1861-1929), por ejemplo, heroína de la obra Des Indes á la planéte Mars, publicada por Flournoy en 1900, o incluso Héléne Preiswerk, la prima de Carl Gustav Jung. Genealógicamente, estas mujeres que hacían girar las mesas o inventaban idiomas desconocidos (glosolalia), eran las descendientes de las videntes, las curanderas, las brujas o las adivinas. Como ellas, estaban dotadas de personalidad múltiple y trataban de aportar a los hombres el arte de la adivinación. Pero, con el nacimiento del alienismo y de la primera psiquiatría dinámica a fines del siglo XVIII, se transformaron en objeto de estudio para la psicopatología. Después de haber sido las princesas de un reino de la noche, o las soberanas de un mundo imaginario basado en la magia, se convirtieron en locas, histéricas, agitadas, esquizofrénicas: en síntesis, enfermas mentales. Históricamente, el espiritismo en su forma moderna nació hacia 1840, sobre las ruinas del magnetismo mesmeriano, y permitió que el hipnotismo floreciera en una nueva doctrina del conocimiento del inconsciente de la que surgirá el psicoanálisis en los albores del siglo XX.