Diccionario de Psicología, letra F, Fase oral

Diccionario de Psicología, letra F, Fase oral

Al.: orale Stufe (o Phase). Fr.: stade oral. Ing.: oral Stage. It.: fase orale. Por.: fase oral. Primera fase de la evolución libidinosa: el placer sexual está ligado entonces predominantemente a la excitación de la cavidad bucal y de los labios, que acompaña a la alimentación. La actividad de nutrición proporciona las significaciones electivas mediante las cuales se expresa y se organiza la relación de objeto; así, por ejemplo, la relación de amor con la madre se hallará marcada por las significaciones: comer, ser comido. Abraham propuso subdividir esta fase atendiendo a dos actividades distintas: succión (fase oral precoz) y mordedura (fase oral sádica). En la primera edición de los Tres ensayos sobre la teoría sexual (Drei Abhandlungen zur Sexualtheorie, 1905), describe Freud una sexualidad oral que pone en evidencia en el adulto (actividades perversas o preliminares) y que encuentra también en el niño basándose en las observaciones del pediatra Lindner (significación masturbatoria de la succión del pulgar). No obstante, no habla de fase, de organización oral, como tampoco habla de organización anal. Con todo, la actividad del chupeteo adquiere, desde esta época, el valor de ejemplo, permitiendo a Freud mostrar cómo la pulsión sexual, que al principio se satisface en apoyo sobre una función vital, adquiere una autonomía y se satisface en forma autoerótica. Por otra parte, la experiencia de satisfacción, que proporciona el prototipo de la fijación del deseo a un determinado objeto, es una experiencia oral; por consiguiente, se puede establecer la hipótesis de que el deseo y la satisfacción quedan marcados para siempre por esta primera experiencia. En 1915, después de haber reconocido la existencia de la organización anal, Freud describe como primera fase de la sexualidad la fase oral o canibalística. La fuente es la zona oral; el objeto se encuentra en estrecha relación con el de la alimentación, el fin es la incorporación . Así, pues, el acento no se hace recaer solamente en una zona erógena (una excitación y un placer específicos), sino también en un modo de relación, la incorporación; el psicoanálisis muestra que ésta, en los fantasmas infantiles, no solamente es relacionada con la actividad bucal, sino que se transpone también a otras funciones (por ejemplo, respiración, visión). Según Freud, la oposición entre actividad y pasividad, que caracteriza la fase anal, no existe en la fase oral. Karl Abraham intentó diferenciar los tipos de relación que intervienen en el período oral, lo que le condujo a distinguir una fase precoz de succión preambivalente (que parece la más próxima a lo que Freud describió en un principio como fase oral) y una fase oral-sádica que corresponde a la aparición de los dientes, en la cual la actividad de mordedura y devoramiento implica una destrucción del objeto; en ella se encuentra conjuntamente el fantasma de ser comido, destruido por la madre. El interés concedido a las relaciones de objeto condujo a algunos psicoanalistas (especialmente Melanie Klein, Bertram Lewin) a describir en forma más compleja las significaciones connotadas en el concepto de fase oral.