Diccionario de Psicología, letra I, International Psychoanalytical Association (IPA)

Diccionario de Psicología, letra I, International Psychoanalytical Association (IPA)

Fundada el 30 de marzo de 1910 en Nuremberg por Sandor Ferenczi y Sigmund Freud, la internacional freudiana se denominó primero Internationale Psychoanalytische Vereinigung (IPV). Operó con la sigla IPV hasta 1936, fecha en la cual la casi totalidad de los psicoanalistas de la Europa continental se exiliaron en Gran Bretaña y los Estados Unidos. Adoptó entonces la lengua inglesa, y con ella el nombre oficial de International Psychoanalytical Association (IPA). A partir de 1945 se generalizó la sigla inglesa IPA en el seno de todas las sociedades psicoanalíticas asociadas a la institución, con la excepción de dos sociedades francesas: la Société psychanalytique de Paris (SPP, 1926) y la Association psychanalytique de France (APF, 1964). Estos dos grupos se negaron a reconocer la validez de una sigla inglesa, y ganaron el privilegio de emplear una sigla francesa: API (Association psychanalytique internationale). La IPA tuvo sucesivamente cuatro revistas oficiales: el Zentralblattfiir Psvchoanalyse. Medizinische Monatschriftfür Seelenkunde (1910-1913), la Internationale ärztlische Zeitschriftfür Psychoanalyse (IZP, 1913-1939), el Internationale Zeitschriftfür Psychoanalyse und Imago (IZP-IMAGO, 1939-1941), y finalmente el International Journal of Psycho-Analisis (IJP) fundado por Ernest Jones en 1920; el IJP relevó a las tres publicaciones anteriores a partir de 1941. La primera gran reunión de los «psicólogos freudianos» tuvo lugar en Salzburgo en 1908. En ella participaron cuarenta y dos personas provenientes de seis países: Estados Unidos, Austria, Gran Bretaña, Alemania, Hungría, Suiza. Dos años más tarde, en el encuentro de Nuremberg, se impuso la necesidad de crear una verdadera asociación, capaz de unir a los grupos psicoanalíticos de los diferentes países. Se consideró entonces que el encuentro de Salzburgo había sido el primer congreso de la IPV , y el de Nuremberg, el segundo. Aspirando a sacar el psicoanálisis del gueto vienés, para que no fuera simplemente asimilado a una «ciencia judía», Freud decidió confiarle la dirección de la IPV a un no- judío: Carl Gustav Jung. Tres años más tarde, éste rompería con el freudismo, como ya lo había hecho antes Alfred Adler. En su texto inaugural de 1910, Ferenczi dividió el movimiento psicoanalítico en tres grandes períodos: la época llamada «heroica» (1896-1907), durante la cual Freud se encontraba en Viena rodeado sólo de unos pocos discípulos; la época llamada «de Jung» (1907-1909), marcada por la implantación del psicoanálisis en el terreno de la psicología experimental, y la época denominada «americana» (1909-1913), que se había iniciado con el viaje de Freud a los Estados Unidos. Ferenczi afirmó la necesidad de la disciplina y de la racionalización, poniendo en guardia contra los peligros que entraña toda organización: «Conozco bien la patología de las asociaciones, y sé hasta qué punto, en los agrupamientos políticos, sociales y científicos, suelen reinar la megalomanía pueril, la vanidad, el respeto a fórmulas huecas, la obediencia ciega, el interés personal, en lugar de un trabajo concienzudo consagrado al bien común». En oportunidad del cuarto congreso, que tuvo lugar en Múnich en 1913, ya formaban parte de la futura IPA seis sociedades psicoanalíticas: 1) la Wiener Psychoanalytische Vereinigung (WPV), creada por Freud en 1908 para reemplazar a la Sociedad Psicológica de los Miércoles (1902-1908); 2) la Sociedad Sigmund Freud de Zurich, creada por Jung en 1907 y disuelta en 1913; 3) la Deustche Psychoanalytische Gesellschaft (DPG), fundada por Karl Abraham en 1908, 4) la New York Psychoanalytic Society (NYPS), fundada por Abraham Arden Brill en 1911-, 5) la American Psychoanalytic Association (APsaA), fundada por Jones y James Jackson Putnam en 1911; 6) la Sociedad Psicoanalítica de Budapest, creada por Ferenczi en 1913, y disuelta en 1948. Después del alejamiento de Jung y la disolución de la Sociedad de Zurich, la séptima componente de la IPA sería la London Psychoanalytic Society creada por Jones en 1913 y reemplazada en 1919 por la British Psychoanalytical Society (BPS). Más tarde hubo otras creaciones: la Nederlandse Vereniging voor Psychoanalyse (NVP, 1917), la Société suisse de psychanalyse (SSP, 1919), la Asociación Psicoanalítica Rusa (1922-1928), la Sociedad Psicoanalítica India (1922), la Societá Psicanalitica Italiana (SPI, 1925) disuelta en 1938 y reconstituida en 1946; la Société psychanalytique de Paris (SPP, 1926), la Sociedade Brasileira de Psicanálise (SBP, 1927). A ellas se sumaron la Sociedad Psicoanalítica Japonesa (1932), los dos grupos escandinavos (el danés-noruego y el finés-sueco [1934]), la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA, 1942), y finalmente la Association des psychanalystes de Belgique (1949), que en 1960 se convertiría en la Société belge de psychanalyse (SBP). La historia de la IPA se puede dividir en cuatro grandes períodos (por convención, los historiadores ubican el origen en 1910). Entre 1910 y 1925, era sólo un organismo de coordinación de los diferentes grupos locales, los cuales disfrutaban de una gran autonomía en lo concerniente a la formación de los psicoanalistas. Entre 1925 y 1933 cambió radicalmente de aspecto, al establecerse la obligación del análisis didáctico y el control. En adelante se transformó en una organización centralizada, con reglas de formación y admisión que apuntaban a normalizar las curas y excluir de la formación a los analistas «salvajes» o transgresores, considerados demasiado psicóticos, demasiado «gurúes» o «brujos» para tener el derecho de ejercer. También se prohibieron todas las prácticas llamadas «incestuosas»: analizar a los miembros de la propia familia o de una misma familia, tener relaciones sexuales con los pacientes en cualquier forma. Observemos que en virtud de una decisión tomada en el seno del Comité Secreto en diciembre de 1921, se les vedó definitivamente a los homosexuales el acceso a la profesión de psicoanalistas. Esta regla nunca fue abolida. Entre 1933 y 1965, considerablemente dominada por la lengua inglesa y las grandes corrientes de un freudismo que ya no tenía nada que ver con el clasicismo vienés (annafreudismo, kleinismo, Independientes, Ego Psychology,, Self Psychology), la IPA debió en primer lugar enfrentar el surgimiento del nazismo, y después la continuación de la terrible batalla en torno al análisis profano bosquejada en 1926, y que separaba a Europa y los Estados Unidos. A partir de 1935 la IPA entró en la era de las grandes escisiones, que afectaron primero a Holanda, después a Gran Bretaña (las Grandes Controversias), llegaron hasta las sociedades norteamericanas, y finalmente hasta Francia y la Argentina. La IPA se convirtió entonces en un organismo de gestión de los intereses profesionales de las diferentes sociedades afiliadas, y a tal fin creó múltiples comités, comisiones y subcomisiones. Con este espíritu, impuso un marco técnico rígido para la formación de los psicoanalistas. Finalmente, a partir de 1965, la IPA se vio atravesada por numerosas crisis, y fue dejando de ser el único poder institucional del freudismo en el mundo. No sólo tuvo que sufrir la competencia de las escuelas de psicoterapia considerablemente expandidas, sino que además perdió el monopolio de la legitimidad freudiana: en efecto, otras corrientes freudianas se desarrollaron fuera de ella, sobre todo el lacanismo, los círculos de psicología de las profundidades de Igor Caruso (Internationale Fóderation der Arbeitskreise für Tieferipsychologie), y todo tipo de agrupamientos independientes y sin soporte institucional. La IPA de la década de 1990 está compuesta por cuatro tipos de grupos organizados en una jerarquía precisa: los grupos de estudio (study groups), las sociedades provisionales (provisional societies), las sociedades componentes (component societies), las asociaciones regionales (regional associations). Hay tres clases de miembros: los titulares (members), los asociados (associate members), y los miembros a título individual (direct associate members). El título de miembro titular o asociado se adquiere con la incorporación personal a un grupo de estudio, a una sociedad componente o a una sociedad provisional. El título de miembro individual es otorgado por la dirección de la IPA en casos muy precisos: inexistencia de sociedad en un país dado, crisis transitoria de un grupo amenazado de escisión, etcétera. Sólo la APsaA tiene un estatuto de asociación regional, no compuesta por miembros sino por sociedades (componentes, provisionales, grupos de estudio). En cuanto a la Associaçáo Brasileira de Psicanálise (ABP), no es más que un agrupamiento de seis componentes brasileñas (sociedades y grupos de estudio) de la IPA. Debe señalarse que los alumnos en formación en las sociedades de la IPA no son considerados miembros. En general, son tan numerosos como los miembros. A estas cuatro categorías de sociedades hay que añadir los institutos de formación, creados desde 1920 siguiendo el modelo del Berliner Psychoanalytisches Institut (BPI). Pueden formar parte de la IPA , con independencia de sus vínculos con una u otra sociedad. Finalmente, junto a la poderosa APsaA, hay dos federaciones: la Federación Psicoanalítica de América Latina (FEPAL), que agrupa a todas las sociedades psicoanalíticas de América latina, y la Fédération européenne de psychanalyse (FEP), que reúne a las de Europa. Desde 1908, los congresos puntúan la vida de la IPA. Se realizan cada dos años en las diferentes ciudades del mundo donde está implantado el psicoanálisis. Hasta 1975, fueron organizados en Europa; después tuvieron alternativamente lugar en América (del Norte y del Sur) y en Europa. A partir de 1934, los presidentes de la IPA , elegidos en general para un mandato renovable de dos años, han sido ingleses o norteamericanos, con la excepción de un francés (Serge Lebovici) y un argentino (Horacio Etchegoyen). Ernest Jones, el más hábil político de la historia del freudismo, fue quien estuvo más tiempo a la cabeza de la asociación (entre 1934 y 1949). Fue el gran organizador de sus instituciones y el artífice de su expansión. A fines del siglo XX, la IPA está implantada en treinta y dos países: Alemania, la Argentina , Australia, Austria (Viena), Bélgica, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, España, los Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Grecia, Hungría, la India , Israel, Italia, Japón, México, Holanda, los países escandinavos (Dinamarca, Suecia, Finlandia, Noruega), Perú, Portugal, la República Checa , Serbia, Suiza, Uruguay, Venezuela. En esos países se constituyeron una asociación regional, cuarenta y cinco sociedades (componentes o provisionales), nueve grupos de estudio y cuarenta y nueve institutos, con aproximadamente diez mil quinientos miembros (titulares o asociados). Si sumamos los alumnos, tenemos una cifra de aproximadamente veinte mil psicoanalistas de la IPA en el mundo. Todos estos institutos, grupos y sociedades reivindican el artículo 2 de los estatutos de la IPA , según el cual «el término psicoanálisis se relaciona con una teoría de la estructura y el funcionamiento de la personalidad, con la aplicación de esta teoría en los distintos ámbitos del saber, y finalmente con una técnica psicoterapéutica específica. Este conjunto de conocimientos se basa en los descubrimientos fundamentales de Sigmund Freud, que están en su origen.» De inspiración legitimista, la IPA invoca entonces a Freud y al psicoanálisis. Pero admite en su seno todas las divergencias doctrinarias y todas las corrientes que se basan en el freudismo. En cambio, veda la transgresión de las reglas técnicas, caracterizadas por la obligación de que los candidatos se sometan a una cura cuya duración, periodicidad y didacta son controlados e impuestos por comisiones y por un sistema de estandarización mundial: la duración de las sesiones está fijada en cincuenta minutos, debe haber cuatro sesiones por semana, y dos supervisiones (además del análisis didáctico). El número de los freudianos no miembros de la IPA es difícil de establecer. La Association mondiale de psychanalyse (AMP) agrupa a mil ochocientos miembros. En cuanto a los otros freudianos (lacanianos o no) es imposible precisar cuántos son: aproximadamente tres mil quinientos en Francia, menos de mil en la Argentina , y mil quinientos en Brasil; unos seis mil psicoanalistas freudianos no miembros de la IPA , para esos tres países.