Drogadicción y Adolescentes: Perfil de Identidad

Perfil de Identidad:
La drogadicción debe ser estudiada dentro de un marco psicosocial, si no hay droga no hay
drogadicción.
Otro concepto importante es el de la disposición del individuo a usar drogas. Este
fenómeno es inherente a la condición de fragilidad y finitud del ser humano. Debemos tener en cuenta
que drogadicción no es un diagnóstico que se corresponde en forma lineal con una estructura de
personalidad definida. Es cierto que entre los adolescentes que hoy usan drogas, hay un porcentaje
muy significativo de trastornos narcisistas de la personalidad
, pero esta no es una condición
excluyente, ya que también pueden existir trastornos neuróticos, psicóticos, depresiones graves, etc..
Por otra parte hay personas que padecen algunos de estos cuadros y que jamás se drogan. En primer
término, las personas con diferentes patologías podrán usar drogas si existe la posibilidad de tener
acceso a su suministro. Donde esta alternativa no existe, la persona podrá desarrollar otras conductas
adictivas: el juego, el trabajo, la comida, etc. , pero no una drogadicción fármaco-dependiente. La droga
es una necesidad que se registra como una constante a lo largo de la historia de la humanidad
, y cuyo
fundamento está basado en la incapacidad humana para aceptar la condición de finitud inherente al
fenómeno de la vida.
El hombre es el único animal que no acepta su destino biológico que es nacer, crecer, reproducirse y
morir. Todos los demás desarrollan esta secuencia aceptándola como un mandato natural. Para ampliar
este concepto Kalina hace una disociación absolutamente artificial, y considera al hombre como un
cuerpo y una mente. El cuerpo del hombre es igual al de cualquier animal, nace, crece, se reproduce (o
no ) y muere. Tiene que cumplir el destino biológico. Nuestra mente, en cambio, siempre ha querido
escapar de este determinismo biológico, y sólo mentalmente podemos intentar trascender los límites
que nos corresponden. Nuestra fantasía nos permite hacer cualquier cosa que deseemos, siempre que
esta realización sea en el nivel mental. En cambio, en el nivel corporal, físico, la finitud y la muerte
como final inevitable de nuestra existencia es un hecho capital que duele intensamente y cuesta
aceptar, y cuanto más débil es una persona más dificultad tiene para tolerar el conocimiento de la
realidad que es la vida. Kalina se refiere a la fragilidad de los adolescentes, en el sentido de aquellos
que han sufrido grandes frustraciones, que han lesionado su YO
, debilitando y distorsionando sus
posibilidades de un normal funcionamiento. Estos adolescentes tienen más problemas para aceptar sus
limitaciones, su finitud, por eso cuando tienen que enfrentarse a situaciones que experimentan como
terribles, horrorosas, un recurso defensivo es refugiarse en su interior y si esta interioridad está muy
dañada, lesionada, carente de objetos buenos internalizados, producto de relaciones parentofiliales
amorosas, que ayuden a encontrar sentido a la vida, es decir, desilusionante, su sensibilidad a la oferta
externa de substancias mágicas que les brinden ilusiones aumentan peligrosamente.