EDUCACIÓN HOLÍSTICA: Una respuesta para educar en el desarrollo oral íntegro

IMPLICACIONES PSICOPEDAGÓGICAS DE UN DESARROLLO MORAL INTEGRO: LA EDUCACIÓN HOLÍSTICA

Autor: Alejandra Cortés Pascual (Universidad de Zaragoza, España)

UNA RESPUESTA PARA EDUCAR EN EL DESARROLLO MORAL INTEGRO:

Esta pretensión se concreta en una educación global o total que es considerada como el nuevo paradigma educativo para el siglo XXI, y que se ha desarrollado a partir de la presente década de los noventa, recuperando el mejor conocimiento de diferentes campos e integrándolo con los nuevos desarrollos de la ciencia de la totalidad. Ofrece un genuino marco para entender el sentido de la educación en la nueva época, por un lado recupera lo mejor de los educadores clásicos y por el otro supera los falsos supuestos en que se basó la educación durante el siglo XX. El resultado es un paradigma educativo, enormemente creativo, sin precedentes en la historia de la enseñanza que está revolucionando radicalmente nuestras ideas sobre el proceso entre el docente y el discente.
Esta propuesta señala cuatro tipos de aprendizaje que es necesario desarrollar en las comunidades educativas del siglo XXI, y que son los siguientes: Aprender a aprender; Aprender a hacer; Aprender a vivir juntos y Aprender a ser. Estos cuatro aprendizajes se reconocen como estratégicos para los seres humanos del siglo XXI, y se orientan a las cuatro dimensiones de la educación holista: ciencia, sociedad, ecología y espiritualidad. El cambio de paradigma educativo puede comprenderse mejor siguiendo un análisis comparativo de las controversias entre una educación de tipo más tradicional-conductista-mecanicista-cognitivista, que se presentan en el siguiente cuadro:
Educación holística, cuadro dos, educación tradicional frente a la holística
Yus (2001) ha realizado un trabajo sobre la educación integral partiendo de los diez principios que se promulgaron en el VIII Congreso Internacional de Educadores Holísticos, celebrado en 1990, y en el que crearon la Alianza Global para la Educación Transformadora (GATE).
El primer principio versa sobre una primacía del equilibrio entre lo humano sobre lo económico en el sentido de que sólo la persona plena e íntegra puede ser productiva en la sociedad. El respeto a la individualidad de cada sujeto es el segundo referente importante de esta declaración. Además, un tercer punto realza que el educando debe estar en contacto real con la vida laboral y social porque la experiencia es básica en el desarrollo, más aún cuando este se pretende que se contemple de forma holística, como se propone en el cuarto principio. Un quinto apartado se dirige a los profesores que deben potenciar una comprensión significativa de la complejidad del mundo, que exige que la educación sea más favorecedora de la libertad aportando alternativas para responder a una cultura heterogénea. Los principios VII, VIII y IX promueven, respectivamente, en primer lugar una educación para la democracia participativa en la que los ciudadanos puedan expresar en la comunidad y sepan ser críticos con ésta; en segundo lugar, la ciudadanía global para estar por encima de valores relativos y promulgar otros de índole más universal como el amor, compasión, sabiduría, verdad y armonía; y la alfabetización de la tierra que incluye procesos de cambio políticos, culturales y personales para entender desde una perspectiva global y ecológica la profunda interconexión de todas las microesferas de la vida. Y por último o desde el principio décimo, partir de la espiritualidad del sujeto o de su alma para poder trascender a otra dimensión más social, es decir, sólo partiendo de un desarrollo integro se podrá conseguir que la persona se preocupe por el resto de los individuos.
Los criterios pedagógicos que subyacen en esta educación holística, siguiendo a GATE y a Miller (1996), promueven una implicación y compromiso de la escuela en varios sentidos. En primer lugar, el estudiante es el centro del contexto de enseñanza-aprendizaje y como persona intrínsecamente buena, según dice Rousseau, debe de alcanzar una plenitud personal. Con este fin, se aboga por un currículum como medio para fomentar la transferencia en todas las áreas disciplinares y la escuela como sistema viviente y responsable de una comunidad más amplia.
El docente es uno de los responsables directos de la implantación de una educación basada en una “ideología” holista o global. Se habla de poseer y trabajar en cualidades psicológicas y sociales necesarias e imprescindibles para educar a los sujetos, que comienzan con una autenticidad psicológica (reales en la comunicación con los estudiantes), moral (coherentes entre lo que dicen y sus actos, sobre todo en el desarrollo de valores) y holística (creyentes de una educación holística para enseñar desde esta perspectiva). Se requiere que el maestro sea atento con las necesidades del educando desde una actitud de aceptación y confianza. Otra característica se refiere al cuidado con el alumno. En general, se pide que el profesor no sólo posea conocimientos, sino que sea una persona comprometida con su trabajo que es el de educar y formar personas íntegras y, para ello él debe ser también modelo y enseñar desde su Yo. El docente es un agente moral que debe: incitar la motivación de los alumnos en la participación de los procesos de la educación moral, crear un aula de tolerancia entre el alumnado, promover situaciones de diálogo y debate moral, procurar actitudes de comunicación y de escucha, saber ser mediador en los conflictos, seguir el proceso de crecimiento de la persona con respeto y paciencia, y aceptar con responsabilidad y humildad el papel de experto moral.
Siguiendo varias referencias teóricas (Lickona, 1991; Miller, 1996; Yus, 2001), el desarrollo holístico de la persona contiene facetas educativas interdependientes, que se engloban en tres áreas: personal, interpersonal y social. La primera recoge la educación para el cuerpo, las emociones, la creatividad, la individualidad, la experiencia, el carácter y el espíritu. La de índole interpersonal trabaja en la enseñanza hacia la justicia social y la democracia. Y la última propone una educación para el compromiso con la complejidad de la sociedad.
Un posible ejemplo de propuesta holística, se encuentra en la Universidad de Barcelona (Buxarrais, 1996; 2000), en la que se trabaja desde una perspectiva integradora un modelo de educación moral con el fin de formar personas coherentes entre el juicio y la acción moral, teniendo en cuenta tres componentes:
cognitivo, emocional y volitivo, a fin de que estas sean felices. Para ello, este grupo de investigadores denominado GREM trabajan ocho aspectos de la personalidad moral: autoconocimiento, autonomía y autorregulación, capacidades para el diálogo, capacidad para transformar el entorno, la comprensión crítica, capacidad de empatía, las habilidades sociales y el razonamiento moral.
De esta manera, la educación holística no es un currículo o una metodología determinados; es un conjunto de proposiciones que incluye lo siguiente:
* La educación es una relación humana dinámica y abierta.
* La educación cultiva una conciencia crítica de los muchos contextos en la vida de los
educandos: moral, cultural, ecológico, económico, tecnológico y político.
* Todas las personas poseen vastos potenciales múltiples que solamente ahora estamos empezando a comprender. La inteligencia humana se expresa por medio de diversos estilos y capacidades, todos los cuales debemos respetar.
* El pensamiento holístico incluye modos de conocer intuitivos, creativos, físicos y en contexto.
* El aprendizaje es un proceso que dura toda la vida. Todas las situaciones de la vida pueden facilitar el aprender.
* El aprendizaje es tanto un proceso interno de descubrimiento propio así como una actividad cooperativa.
* El aprendizaje es activo, con motivación propia, que presta apoyo y estímulo al espíritu
humano.
* Un currículo holístico es interdisciplinar e integra las perspectivas globales y de la comunidad.
Por lo tanto, el desarrollo moral como desarrollo íntegro implica una concepción psicoeducativa del entendimiento del hombre como moral en sí mismo y unas referencias a nivel teórico y de intervención desde un aprendizaje y enseñanza holísticos. Esta idea se concreta con precisión en estas palabras:
La educación holística reconoce que los seres humanos buscan significación, no solamente datos o destrezas, como aspecto intrínseco de un desarrollo completo y sano. Creemos que sólo seres humanos sanos y realizados pueden crear una sociedad sana. La educación holística cultiva las aspiraciones más altas del espíritu humano”. (VII Congreso Internacional de Educadores Holísticos, 1990)
En resumen, en este trabajo se ha pretendido explicar la necesidad de educar a los sujetos bajo una perspectiva ética. Con este fin, se entiende que el desarrollo moral en su totalidad pasa por la confluencia de todos los componentes de la personalidad y del ambiente que rodea a los individuos. Es quizá éste el punto más significativo de toda la exposición, porque no nos atenemos a una característica únicamente, sino a varias, y además intentando conexionarlas de forma coherente ya que el individuo es una amalgama de razón, sentimiento y producto social. Y, por lo tanto, también esta situación se refleja en su faceta moral.
Se intenta estar lejos de una visión parcial, y así se comprende que para que una persona que esté madura éticamente necesita razonar hacia un equilibrio o razonamiento postconvencional, saber empatizar con otros sujetos, participar socialmente estando comprometidos y poseer un sentimiento de compasión.
Todo ello supone un camino y un proceso en el que la educación es esencial porque la sociedad en la que habitamos y convivimos, con sus actuales circunstancias y problemáticas (inmigración, globalización económica, competitividad laboral y social, individualismo, corrupción…) requiere unos ciudadanos con una formación en esta línea ética.
Por último, para que cuaje este objetivo es necesario un modelo de enseñanza-aprendizaje con un currículum acorde y unas condiciones escolares adecuadas. Posiblemente, son necesarias más experiencias reales en centros educativos para saber cómo funciona este compendio teórico-práctico.. Y quizá, sería necesario hacer hincapié, aunque ello suponga una dificultad, la pretensión de que estos «logros» de aprendizaje se generalicen a otros contextos, además del escolar, y se mantengan a largo plazo en el desarrollo de toda la vida de los que son niños en su escuela hasta cuando sean personas mayores.

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