EL COMPLEJO DE EDIPO A LA LUZ DE LAS ANSIEDADES TEMPRANAS (1945) contin.2

 EL COMPLEJO DE EDIPO A LA LUZ DE LAS ANSIEDADES TEMPRANAS (1945) contin.2

Disminución de la represión de los deseos edípicos

El análisis de las diversas situaciones de ansiedad que he descrito,
tuvo el efecto de empujar hacia adelante los deseos y las ansiedades edípicas
de Ricardo. Pero su yo podía mantener estos deseos únicamente mediante
el empleo intensificado de ciertas defensas (de las que trataré en esta
sección). Sin embargo, estas defensas podían ser eficaces solamente porque
el análisis había disminuido algo la ansiedad, lo que también implicaba
una disminución de las fijaciones.
Cuando se disminuyó en cierto grado la represión de los deseos genitales
de Ricardo, su temor a la castración se presentó más intensamente
en el análisis y se expresó de diferentes modos, juntamente con una modificación
correspondiente de sus métodos de defensa. En la tercera hora,
después de mi vuelta, Ricardo salió al jardín y me habló de su deseo de escalar
montañas, sobre todo Snowdon, a la que había mencionado anteriormente
en el transcurso de su análisis. Mientras hablaba, se dio cuenta de
que había nubes en el cielo y expresó la opinión de que se estaba formando
una tormenta peligrosa. Dijo que en tales días compadecía a las montañas,
porque lo pasaban mal cuando una tormenta descargaba sobre ellas. Así
expresaba su temor al padre malo, que en el material citado anteriormente
estaba representado por bombas y truenos. El deseo de escalar Snowdon,
que simbolizaba su deseo de coito con su madre, le provocaba inmediatamente
el temor a la castración por su padre malo y, por ello, la tormenta
que se descargaba era un peligro tanto para su madre como para él mismo.
En la misma hora Ricardo me dijo que iba a hacer cinco dibujos. Me
mencionó que había visto un cisne con cuatro cisnes pequeños "muy ricos".
Jugando con sus barcos, Ricardo hizo que un barco fuese mío y otro
de él; yo me iba en mi barco en un viaje de recreo, y lo mismo hacía él. En
un primer momento alejó su barco, pero pronto le dio la vuelta y lo colocó
bastante cerca del mío. En el material anterior el contacto de los barcos –
sobre todo en lo referente a sus padres- había simbolizado con frecuencia
el coito. Por lo tanto, en este juego Ricardo expresaba sus deseos genitales,
así como su confianza de tener potencia. Los cinco dibujos, que él decía
que me iba a dar, lo representaban (el cisne) dándome -o más bien dando a
su madre- cuatro hijos (los cisnecitos).
Como ya hemos visto, unos días antes había ocurrido algo similar en
el juego de los barcos: "Vampiro" (Ricardo) tocaba a "Rodney" (su madre).
Entonces esto trajo como consecuencia un cambio brusco en el juego, que
fue provocado por el temor de Ricardo de que sus deseos genitales pudiesen
estar dominados por sus impulsos oral-sádicos. Sin embargo, en los
días siguientes se alivié parte de su ansiedad, disminuyó su agresión y por
ello se reforzaron algunos métodos de defensa. Con lo que Ricardo pudo
realizar un juego similar (su barco tocó al mío en un viaje de recreo), sin
que ello le provocase ni ansiedad ni represión de los deseos genitales.
La creencia reforzada de Ricardo de que podría llegar a ser potente
estaba unida a una mayor confianza de que su madre podía ser preservada
de peligros. Ahora ya era capaz Ricardo de permitirse la fantasía de que
ella lo iba a querer siendo él un hombre y que le permitiría ocupar el lugar
del padre. Esto le hizo confiar en que ella seria su aliada y que lo iba a proteger
contra todos sus rivales. Por ejemplo, Ricardo tomó el lápiz azul y el
lápiz rojo (su madre y él mismo) y los colocó en la mesa levantados el uno
al lado del otro. Luego movió el lápiz negro (su padre) hacia los otros y el
lápiz negro fue rechazado por el rojo, mientras que el lápiz azul rechazaba
al morado (su hermano). Este juego expresaba el deseo de Ricardo de que
su madre, puesta de acuerdo con él, alejase a su padre y a su hermano peligrosos.
Su madre, como alguien fuerte en lucha contra los hombres malos
y contra los genitales peligrosos de éstos, también surgía de una asociación
con el Dibujo II; porque Ricardo dijo que la madre azul en el oeste estaba
preparándose a luchar contra el este, para reconquistar allí sus territorios.
Como ya sabemos, en la parte derecha del Dibujo II la madre había sido
subyugada por los ataques genitales de los tres hombres que eran su padre,
su hermano y él mismo. En el Dibujo IV, que describiré algo más adelante,
Ricardo extendió el azul sobre la mayor parte del dibujo y con ello expresó
su confianza en que la madre volverla a recuperar sus territorios perdidos.
De este modo -restaurada y reavivada- la madre iba a ser capaz de ayudarlo
y de protegerlo. Debido a su confianza en poder restaurar y reavivar a su
objeto bueno, lo que implicaba su creencia de que él podría manejar mejor
su agresión, Ricardo fue capaz de sentir sus deseos genitales más intensamente.
Como disminuyó su ansiedad, pudo también dirigir su agresión
hacia afuera y, en su fantasía, volver a la lucha con su padre y su hermano
para conseguir la posesión de su madre. En su juego con los barcos, los
puso en orden formando una fila larga, con el barco más pequeño delante.
El significado de este juego era que él se había apropiado de los genitales
de su padre y de su hermano y los había añadido al suyo propio. Sentía que
con esta victoria fantaseada sobre sus rivales él se había hecho potente.
El Dibujo III es un conjunto de
dibujos, frecuentes en el análisis de
Ricardo, en los cuales figuran, en varias
combinaciones, plantas, estrellas
de mar, barcos y peces. Como ocurría
con el tipo de dibujos que representaban
el imperio, en ellos había una gran
variación en los detalles, pero algunos
de sus elementos siempre representaban
el mismo objeto y la misma situación.
Las plantas bajo el agua representaban
los órganos genitales maternos;
por lo común se trataba de dos plantas
con un espacio en el medio. Las plantas
también representaban los pechos maternos,
y cuando una de las estrellas de
mar estaba entre las plantas, significaba
invariablemente que el niño estaba en posesión de los pechos de su madre
o que realizaba un coito con ella. Los puntos salientes en el contorno de la
estrella de mar representaban dientes y simbolizaban los impulsos oralsádicos
del bebé.
Al comenzar el Dibujo III Ricardo primero dibujó los dos barcos,
luego el pez grande y alguno de los pequeños a su alrededor. Al dibujar
estos últimos, se animó más y más y llenó el espacio restante con los peces
hijos. Luego me hizo notar que uno de los peces hijos estaba cubierto por
una aleta de "pez-mami" y me dijo: "éste es el más joven de todos los
hijos". Este dibujo sugiere que el pececito está siendo alimentado por la
madre. Le pregunté a Ricardo si él se encontraba entre los pececitos, pero
me dijo que no. También me dijo que la estrella de mar situada entre las
plantas era una persona adulta, y que la otra estrella de mar, más pequeña,
era una persona medio desarrollada, explicándome que era su hermano; me
señaló asimismo que el periscopio del "Pez solar" estaba "penetrando en
Rodney". Le sugerí que el’ ‘Pez solar" le representaba a él mismo (la palabra
inglesa sun -sol- en lugar de son -hijo-) y que el periscopio penetrando
en "Rodney" (la madre) representaba su coito con su madre.
La afirmación de Ricardo de que la estrella de mar entre las plantas
era una persona adulta significaba que representaba al padre, mientras que
Ricardo mismo estaba representado por el "Pez solar", o sea por el barco
que era de un tamaño aun mayor que "Rodney" (su madre). De este modo
expresaba el cambio de los papeles en la relación padre-hijo. Al mismo
tiempo el dibujo señalaba su amor hacia su padre y su deseo de reparación,
porque colocaba la estrella de mar-padre entre las plantas, permitiéndole
con ello estar en la posición de un niño a quien se trata bien.
El material presentado en esta sección demuestra que la situación
edípica positiva y la posición genital se habían hecho más manifiestas.
Como hemos visto, Ricardo lo alcanzó siguiendo varios métodos. Uno de
ellos era hacer de su padre un bebé -un bebé no privado de satisfacciones y
que, por lo tanto, sería "bueno"- mientras que él mismo se apropiaba del
pene del padre.
Hasta entonces, Ricardo, que solía desempeñar varios papeles en
esta clase de dibujos, siempre se reconocía a si mismo en ellos, inclusive
cuando hacía el papel de niño. Lo hacía, porque bajo el impacto de la ansiedad
se retrotraía: al papel idealizado del niño satisfecho y amante. Ahora,
por vez primera, afirmaba que no estaba entre los bebés del dibujo. Esto
me pareció otra indicación del refuerzo de su posición genital. Sentía ahora
que podía crecer y hacerse potente sexualmente. En su fantasía, por lo tanto,
podía tener niños con su madre y ya no necesitaba presentarse como si
fuera un bebé.
Sin embargo, estos deseos y fantasías genitales hacían surgir en él
diversas ansiedades y, por ello, la tentativa de resolver sus conflictos edípicos
colocándose Ricardo en el lugar del padre, sin tener que pelearse con
él, sólo tuvo un éxito parcial. Al lado de esta solución relativamente pacífica,
encontramos en el dibujo temores de Ricardo referentes a la sospecha
de su padre acerca de sus deseos genitales hacia la madre, que por ello iba
a vigilarlo de cerca y que lo iba a castrar. Porque cuando interpreté a Ricardo
su cambio de la relación padre-hijo, me dijo que el aeroplano de
arriba era inglés y que estaba vigilando. Se recordará que el periscopio del
submarino penetrando en "Rodney" representaba el deseo de Ricardo detener
un coito con su madre. Lo cual implicaba que Ricardo intentaba desplazar
a su padre y que, por lo tanto, suponía que su padre le miraba con
recelo. Le interpreté que esto significaba, no solamente que su padre estaba
transformado en un niño, sino también que estaba presente en el papel de
superyó paterno, del padre que le vigilaba, que intentaba evitar que él tuviese
un coito con la madre y que lo amenazaba con castigos (el aeroplano
vigilante).
Le interpreté también que él mismo había estado "vigilando" a sus
padres, porque, no solamente acechaba su vida sexual, sino que además
deseaba intensamente interferir en ella y separar a sus padres.
El Dibujo IV ilustra el mismo material de un modo distinto. Mientras
coloreaba las secciones azules, Ricardo estaba cantando el himno nacional;
me explicó que su madre era la reina
y que él era el rey. Es decir, que Ricardo
se había convertido en el padre
y que había adquirido el órgano genital
potente del padre. Cuando terminó
el dibujo y lo miró me dijo que allí
había "mucho de mami" y de él mismo
y que "en realidad podían vencer
a papi". Me señaló que había poco del
padre malo en el dibujo (negro). Como
el padre se había convertido en un
niño indefenso, no parecía necesario
vencerlo Sin embargo, Ricardo no tenía demasiada confianza en esta solución
omnipotente, como lo demostró al decir que unido a su madre, si fuese
necesario, él podría vencer al padre. O sea, que la disminución de la ansiedad
le permitía enfrentar su rivalidad con el padre y hasta luchar con él.
Mientras coloreaba la sección morada, Ricardo cantaba los himnos
noruego y belga y dijo: "él está bien". La pequeñez de las secciones moradas
(en comparación con las azules y rojas) señalaba que su hermano también
había sido convertido en un bebé. El cantar los himnos nacionales de
los dos pequeños países aliados me señaló que "él está bien" se refería a la
vez a su padre y a su hermano, que se habían convertido en niños inofensivos.
En esta etapa del análisis se había hecho más manifiesto el amor reprimido
de Ricardo hacia su padre 4 . Sin embargo, Ricardo percibía que no
podía eliminar a su padre en sus aspectos peligrosos. Más aun, sus propias
heces -en tanto que inconscientemente estaban equiparadas con el padre
negro- le parecían una fuente de peligro y tampoco podían ser eliminadas.
El reconocimiento de su realidad psíquica se demostró en el hecho de que
el negro no dejó de incluirse en el dibujo, aunque Ricardo se tranquilizó
diciendo que en él solamente había un poco de padre-Hitler.
En los diferentes comportamientos que ayudaron a reforzar la posición
genital de Ricardo, vemos algunas de las transacciones entre las exigencias
del superyó y del ello, que el yo trata de realizar. Mientras Ricardo
satisfacía los impulsos de coito con su madre, esquivaba el impulso de matar
a su padre; por lo tanto, con ello conseguía disminuir los reproches del
superyó. Sin embargo, las exigencias del superyó se satisfacían sólo par-
cialmente, porque, aunque el padre no sufriese, era separado de su posición
junto a la madre.
Tales transacciones son componentes esenciales en cada etapa del
desarrollo normal del niño. Siempre que hay grandes fluctuaciones entre
las posiciones libidinales, las defensas se trastornan y es necesario encontrar
nuevas transacciones. Por ejemplo, en la sección anterior he señalado
que al disminuir las ansiedades orales de Ricardo, él intentó solucionar el
conflicto entre sus temores y deseos colocándose, en la fantasía, en el papel
de un bebé ideal que no ocasionaría disturbios en la paz familiar. Sin
embargo, cuando se reforzó la posición genital y Ricardo pudo enfrentar
bastante más su temor a la castración, resultó otra transacción. Ricardo
mantuvo sus deseos genitales, pero evitó la culpa transformando a su padre
y hermano en bebés que él tendría con su madre. Transacciones de este tipo,
en cualquier etapa del desarrollo, solamente pueden conducir a una estabilidad
relativa, si la cantidad de ansiedad y culpa no es excesiva en relación
con la fortaleza del yo.
He tratado con tanto detalle la influencia de la ansiedad y las defensas
en el desarrollo genital, porque me parece que no es posible comprender
completamente el desarrollo sexual, sin tener en cuenta las fluctuaciones
entre los diferentes estadíos de la organización libidinal y las ansiedades
y defensas especiales que caracterizan estos estadíos.

Ansiedades relacionadas con los padres internalizados

Los Dibujos V y VI necesitan una introducción. La noche anterior
Ricardo había tenido un ligero dolor de garganta y algo de temperatura,
pero a pesar de ello acudió al análisis, ya que el tiempo era bueno. Ya he
señalado anteriormente que los dolores de garganta y los resfríos se contaban
entre sus síntomas, y que aun cuando eran leves, le producían una gran
ansiedad hipocondríaca. En el comienzo de la sesión, en la que hizo los
Dibujos V y VI, Ricardo estaba muy angustiado y preocupado. Me dijo que
sentía muy caliente la garganta y que tenía veneno detrás de la nariz. La
asociación siguiente, que me comunicó con gran resistencia, fue su temor a
que sus alimentos pudiesen estar envenenados. Era un temor que Ricardo
habla tenido consciente durante años, aunque en esta ocasión, lo mismo
que en ocasiones anteriores, solamente lo pudo relatar en el análisis con
dificultades.
Durante esta sesión Ricardo miraba con frecuencia a través de la
ventana, como si sospechase de algo. Cuando vio a dos hombres conversando,
me dijo que lo estaban espiando, lo cual constituía una de las repetidas
indicaciones de sus temores paranoides referentes a su padre y su
hermano, vigilantes y perseguidores, pero centrados sobre todo en sus pa-
dres en alianza secreta y hostil en contra de él. En mi interpretación, asocié
su sospecha con su temor de tener perseguidores internos, que le espiaban
y se complotaban en contra de él -una ansiedad que se había presentado
anteriormente en su análisis. Un poco después, Ricardo, de repente, se introdujo
todo lo que pudo el dedo en la garganta y pareció estar muy preocupado.
Me dijo que estaba buscando gérmenes. Le interpreté que los
gérmenes representaban a los germanos (al padre-Hitler negro en unión
conmigo misma) y que, en su mente, ellos estaban relacionados con los dos
hombres que lo espiaban y, en último término, con sus padres. O sea, que
su temor a los gérmenes estaba íntimamente unido a su temor a ser envenenado,
lo que él hacia depender de sus padres inconscientemente, aunque
conscientemente no le fueran sospechosos. Su resfrío había removido estos
temores paranoides.
En esta sesión Ricardo había hecho los Dibujos V y VI, y la sola
asociación que conseguí en ese día fue que VI era el mismo imperio que V.
Ello coincidía con que los dos dibujos habían sido hechos en la misma hoja
de papel. Al día siguiente Ricardo estaba bien del todo de su dolor de garganta
y acudió con un estado de ánimo diferente. Me describió con animación
cómo le había gustado su desayuno, sobre todo el cereal, y me demostró
cómo lo había masticado. (Había comido muy poco los dos días anteriores)
Me dijo que hasta antes de tomar su desayuno había tenido el estómago
muy pequeño, delgado y recogido, y que "los huesos grandes en él"
"sobresalían". Estos "huesos grandes" representaban a su padre internalizado
-o al órgano genital de su padre-, presentado en el material anterior
unas veces como el monstruo y otras como el pulpo. Los "huesos grandes"
significaban los aspectos malos del pene de su padre, mientras que "la carne
deliciosa" del monstruo eran los aspectos atrayentes del mismo. Le interpreté
que el cereal representaba a la madre buena (el pecho y la leche
buenos), ya que en una ocasión anterior lo había comparado con un nido de
pájaro. Como su creencia en la madre buena internalizada había aumentado,
Ricardo estaba menos asustado de los perseguidores internos (los huesos
y el monstruo).
El análisis del significado inconsciente del dolor de garganta lo llevó
a una disminución de sus ansiedades, con un cambio correlativo en los métodos
de defensa. En esta sesión el estado de ánimo de Ricardo y sus asociaciones
expresaban claramente este cambio. De repente el mundo se le
convirtió en algo hermoso: admiraba el paisaje, mi vestido, mis zapatos y
me dijo que yo estaba bonita. También me habló de su madre con gran
amor y admiración. De este modo, al disminuir sus temores de los perseguidores
internos, el mundo exterior le parecía mejorado y podía confiar
más en él, incrementándose su capacidad de disfrutarlo. Al mismo tiempo
podía observarse que su depresión había dado lugar a un estado de ánimo
hipomaníaco, en el cual negaba sus temores de persecución. En realidad
era la disminución de la ansiedad lo que había permitido que se manifestase
la defensa maníaca contra la depresión. Claro es que el estado de ánimo
hipomaníaco de Ricardo no persistió, y en el curso ulterior de su análisis la
depresión y la ansiedad reaparecieron una y otra vez.
Hasta ahora me he referido principalmente a la relación de Ricardo
con su madre considerada como un objeto externo. Sin embargo, en su análisis,
anteriormente, se habla hecho evidente que el papel que ella tenía
como objeto externo estaba constantemente mezclado con su papel como
objeto interno. Con la finalidad de ser clara, he dejado este punto para ser
ilustrado mediante los Dibujos V y VI; que exponen vivamente el papel de
los padres internalizados en la vida mental de Ricardo.
En esta sesión Ricardo tomó los Dibujos V y VI, hechos el día anterior,
y asoció libremente con ellos. Disminuidas sus ansiedades depresivas
e hipocondríacas, él era ahora capaz de enfrentar las ansiedades subyacentes
a su depresión. Me señaló que el Dibujo V parecía un pájaro y un pájaro
"muy, muy horrible". Según él, el azul claro de arriba era una corona, el
trozo morado era el ojo, y el pico estaba "completamente abierto". Este pico,
como puede verse, estaba formado por las secciones rojas y moradas a
la derecha, es decir, por los colores que siempre los habían representado a
él y a su hermano.
Le interpreté que la corona azul claro indicaba que el pájaro era su
madre -la reina, la madre ideal del material anterior-, que ahora tenía un
aspecto hambriento y destructor. El hecho de que su pico estuviese formado
por las secciones rojas y moradas expresaba la proyección de Ricardo
en su madre de sus propios impulsos oral-sádicos (y también de los de su
hermano).
Este material parece demostrar que Ricardo había hecho importantes
progresos hacia el enfrentamiento de su realidad psíquica, porque en él
había sido capaz de expresar la proyección sobre su madre de sus impulsos
oral-sádicos y canibalísticos. Además, como lo demuestra el Dibujo V,
había permitido que se reuniesen más íntimamente los aspectos "buenos" y
"malos" de su madre. Los prototipos de estos dos aspectos, que ordinariamente
se mantienen muy apartados el uno del otro, eran el pecho bueno
querido y el pecho malo odiado. Estas defensas, mediante la división y el
aislamiento, podían ser vistas también en dicho dibujo, porque su parte izquierda
era completamente azul. Sin embargo, en la parte derecha del Dibujo
V; la madre aparecía simultáneamente como un pájaro "horrible" (pico
abierto) y como reina (corona azul claro). Con la disminución de la negación
de su realidad psíquica, Ricardo se había hecho también más capaz
de enfrentar la realidad externa, porque
le había sido posible reconocer el
hecho de que su madre realmente le
había frustrado y de que, por lo tanto,
había provocado que la odiase.
Siguiendo mis interpretaciones
del Dibujo V, Ricardo repetía enfáticamente
que el pájaro parecía "horrible",
y me dio algunas asociaciones
referentes al Dibujo VI. Me dijo que
parecía asimismo un pájaro, pero sin
cabeza, y que lo negro de abajo era
"lo mayor" que caía de él. Me dijo
que todo era "muy horrible".
En mi interpretación del Dibujo
V recordé que me habla dicho el día
anterior que los dos imperios eran el
mismo imperio. Le sugerí que el Dibujo VI lo representaba a él y que, como
él había internalizado al "pájaro horrible" (Dibujo V), sentía que se
había convertido en uno igual a éste. El pico abierto representaba la boca
hambrienta de su madre, pero también expresaba los propios deseos de Ricardo
de devorarla, porque los colores, con los cuales estaba formado el
pico, los representaban a él y a su hermano (los bebés hambrientos). En su
mente, Ricardo había devorado a su madre, siendo ella un objeto destructor
y devorador. Cuando, al tomar el desayuno, internalizó a la madre buena,
sintió que ella lo estaba protegiendo contra el padre malo internalizado, es
decir, contra los "huesos de su estómago". Cuando internalizó a la madre
pájaro "horrible", sintió que ella se había unido con el padre monstruo, y
que en su mente esta imagen terrorífica de padres unidos lo estaba atacando
desde dentro y lo estaba devorando, así como lo atacaba desde fuera y
lo castraba 5 . Así Ricardo se sentía mutilado y castrado por los padres malos
internos y externos, que le devolvían sus ataques contra ellos; expresaba
estos temores en el Dibujo VI, porque en él el pájaro aparecía sin cabeza.
Como un resultado de sus impulsos oral-sádicos hacia sus padres en el
proceso de internalizados, ellos, en su mente, se habían convertido en
enemigos tan hambrientos y destructivos como él. Además, como sentía
que devorando a sus padres los había cambiado en monstruo y en pájaro,
experimentaba no sólo temor de estos perseguidores
internalizados, sino también culpa, tanto
mayor cuanto que temía que había sido él mismo
quien había expuesto a la madre buena interna a
los ataques del monstruo interno. Su culpa también
dependía de sus ataques anales contra los
padres externos e internos, lo que él había expresado
por "lo mayor horrible" que caía del pájaro 6 .
En la hora precedente había estado tan sometido
Ricardo a su ansiedad al hacer estos dibujos,
que no los habría podido asociar; cierta
disminución de la ansiedad le permitía asociar ahora.
Un dibujo anterior (VII), que expresa la internalización de sus objetos
aun más claramente que los dibujos V y VI, es de interés en este aspecto.
Cuando Ricardo terminó dicho dibujo, hizo una línea a su alrededor y
llenó su fondo con color rojo. Me di cuenta de que esto representaba el "interior"
de Ricardo, el que contenía a su padre, madre, hermano y a él mismo,
relacionados los unos con los otros. En sus asociaciones a este dibujo,
expresó su satisfacción por el aumento de las secciones azul claro, o sea
por las que eran su madre. También me refirió su confianza en que su hermano
se aliase a él. Los celos de este hermano hacían que a menudo lo mirase
con desconfianza y que le temiese como rival. Pero en este momento
insistía en la alianza con su hermano. Además me señaló que una de las
secciones estaba completamente rodeada por su madre, por su hermano y
por él mismo. Lo cual quería decir que él estaba aliado con la madre querida
interna en contra del padre peligroso interno 7 . A la luz del material presentado
en esta sesión parece ser que la parte que tenía en la vida emocional
de Ricardo la madre buena, tan a menudo idealizada, se refería tanto a
la madre interna como a la madre externa. Por ejemplo, cuando Ricardo
expresó su confianza en que la madre azul en el oeste iba a extender su territorio
(véase Dibujo II), esta confianza se refería tanto a su mundo interno
como al mundo externo. Su creencia en la madre buena interna era su
punto de apoyo mayor. Siempre que se le fortificaba esta creencia, sentía
esperanza y confianza y le venía un sentimiento de seguridad más intenso.
Cuando esta sensación de confianza no era tan firme, por una enfermedad
o por otras cansas, entonces aumentaba su depresión 8 . Además cuando aumentaban
los temores de Ricardo hacia sus perseguidores, que eran la madre
mala y el padre malo, él sentía también que no podía proteger a sus objetos
queridos internos del peligro de la destrucción y de la muerte, y que
esta muerte de ellos traería inevitablemente consigo su propia muerte. Aquí
hemos llegado a la ansiedad básica del individuo depresivo que, según mi
experiencia, proviene de la posición depresiva infantil.
Un detalle significativo de su análisis ilustra el temor de Ricardo a la
muerte de sus objetos externos e internos. Como ya he dicho anteriormente,
su relación casi de persona a persona con el cuarto de juegos era uno de
los rasgos característicos de su situación transferencial. Después de mi viaje
a Londres, que había aumentado intensamente el temor de Ricardo a los
bombardeos aéreos y a la muerte, ocurrió en varias sesiones analíticas que
Ricardo no soportase tener que apagar la estufa eléctrica hasta el momento
mismo en que salíamos de la casa. En una de las sesiones, que he descrito
en conexión con los análisis de los Dibujos III y IV, tal obsesión desapareció.
En esas sesiones, juntamente con el fortalecimiento de sus deseos genitales
y con la disminución de su ansiedad y su depresión, intervino más y
más en sus asociaciones la fantasía de que él sería capaz de darnos bebés
"buenos" a mi y a su madre, y también su amor por los bebés. Su insistencia
obsesiva de mantener encendida la estufa en el cuarto todo el tiempo
posible era un indicio de su depresión 9 .