El concepto de individuo sano 1967 contin.1

3. El área de la experiencia cultural.
La experiencia cultural comienza como un juego y conduce al campo total de la herencia humana,
incluyendo las artes, los mitos de la historia, la lenta marcha del pensamiento filosófico y los
misterios de la matemática, del manejo de grupos y de la religión.
¿Dónde se localiza esta tercera vida de la experiencia cultural? No en la realidad psíquica personal
o interna, ya que no es un sueño sino una parte de la realidad compartida. Tampoco puede
asimilársela a las relaciones externas, porque está dominada por sueños. Además, es la más
variable de las tres vidas; en algunas personas ansiosas e inquietas casi no está representada,
mientras que para otras es el aspecto importante de la existencia humana, del que no hay siquiera
vestigios en los animales. Porque a esta área corresponden no sólo el juego y el sentido del humor,
sino también toda la cultura acumulada a lo largo de los últimos cinco o diez mil años. En ella puede
actuar el buen intelecto. Es, sin excepción, un subproducto de la salud.
En mi intento de establecer dónde está localizada la experiencia cultural, he llegado a esta
conclusión provisional: comienza en el espacio potencial entre un niño y su madre cuando la
experiencia le ha enseñado al niño a confiar profundamente en la madre, en que ella no dejará de
estar a su lado cuando de pronto la necesite.
En esto coincido con Fred Plaut (3), quien afirma que la confianza es la clave para que se
establezca esta área de experiencia saludable.
Cultura y separación
De este modo puede demostrarse que la salud tiene relación con el vivir, con la riqueza interior y,
aunque de manera diferente, con la capacidad de tener experiencia cultural.
En otras palabras, en la salud no hay separación, porque en el área de espacio-tiempo que existe
entre el niño y la madre, el niño (y también el adulto) vive creativamente, recurriendo a los
materiales a su alcance, se trate de un pedazo de madera o de un cuarteto de Beethoven.
Esto es un desarrollo del concepto de fenómenos transicionales.
Aunque podrían decirse muchas otras cosas sobre la salud, espero haber transmitido la idea de
que, para mí, el ser humano es único. La etología no es suficiente. Los seres humanos tienen
instintos y funciones animales, y a veces se asemejan mucho a los animales. Quizá los leones sean
más nobles, más ágiles los monos, más airosas las gacelas, más sinuosas las serpientes, más
prolíficos los peces y más afortunados los pájaros, ya que pueden volar, pero los seres humanos en
sí mismos no son nada desdeñables, y cuando son lo bastante sanos tienen experiencias culturales
que superan las de cualquier animal (excepto tal vez las de las ballenas y otras especies afines).
Son los seres humanos los que tienen la posibilidad de destruir el mundo. Si lo hacen, tal vez
muramos en la última explosión atómica sabiendo que todo fue a causa, no de la salud, sino del
miedo; que fue parte del fracaso de la gente sana y de la sociedad sana en hacerse cargo de sus
miembros enfermos.
Resumen
Lo que espero haber hecho es:
1. Utilizar el concepto de salud como maduración que culmina en ausencia de enfermedad
psiconeurótica.
2. Vincular la salud con la madurez.
3. Subrayar la importancia de los procesos de maduración que conciernen al yo frente a los que
tienen que ver con las posiciones del ello en la jerarquía de las zonas erógenas.
4. Vincular esos procesos del yo con el cuidado del bebé, la enfermedad esquizoide y la salud del
adulto, empleando al pasar los conceptos de a) integración, b) asociación psicosomática, y c)
relación objetal como ejemplos de lo que prevalece en la escena global.
5. Destacar que debemos decidir en qué medida incluir, y si corresponde o no incluir, a quienes
alcanzan la salud a pesar de sus desventajas.
6. Nombrar las tres áreas en que viven los seres humanos y señalar que es por razones de salud
que algunas vidas son valiosas y eficaces, que algunas personalidades son ricas y creativas, y que
para algunos la experiencia en el ámbito cultural es el mayor beneficio adicional que la salud les
procura.
7. Por último, indicar que no sólo la salud de la sociedad depende de la salud de sus miembros, sino
también que sus normas reproducen las de sus miembros. De este modo la democracia (en una de
sus acepciones) es señal de salud porque deriva naturalmente de la familia, que es en sí misma
obra de individuos sanos.
(1) Algunos piensan, como lo expresa Balint en su trabajo sobre Khan (incluido en Problems of Human Pleasure and
Behaviour, 1952), que gran parte del placer que procura el arte en sus diversas formas obedece a que la creación del artista permite al oyente o al espectador aproximarse a la no
integración sin correr riesgos. Por lo tanto, cuando el logro del artista es potencialmente grande, el fracaso en un punto cercano al logro puede causar gran sufrimiento al público porque lo conduce muy cerca de la desintegración o del recuerdo de la desintegración y lo deja allí. De este modo, la apreciación del arte mantiene a la gente en el filo de la navaja, ya
que el logro está muy cerca del fracaso penoso. Esta experiencia debe considerarse parte de la salud.
(2) Anita Loos, Gentlemen Prefer Blondes, Nueva York, Brentano.
(3) F. Plaut, "Reflections About Not Being Able to Imagine", Journal of Analytical Psychology, vol. II, 1966.