EL DIAGNÓSTICO

EL DIAGNÓSTICO

El término diagnóstico nos remite, en sus orígenes, al terreno de la medicina, asociándose directamente con la definición de la naturaleza de los padecimientos sufridos por los enfermos.

En la página 343 del Pequeño Larousse en color, edición 1996, pueden leerse las siguientes acepciones del término diagnóstico: «… Relativo a la diagnosis. 2 . MED. Que sirve para reconocer.? n. m. 3 . ECON. Conclusión prospectiva del análisis de la situación económica de una región o una empresa. 4 . INFORMÁT. Resultado de un examen destinado a detectar los errores que pueden existir en una parte material del ordenador o en un programa. 5 . MED. Determinación de la naturaleza de una enfermedad.»

El diagnóstico tiene por objeto la obtención de un conjunto de indicadores que posibiliten el conocimiento sistematizado de una situación determinada, así como la planeación de acciones para recodificar su futuro.

Así, el diagnóstico se ubica como el primer paso de la planeación, ya que permite al tomador de decisiones percibir las carencias que obstaculizan el logro de metas u objetivos.

Propósitos del diagnóstico

a) La identificación de problemas específicos.

b) La cuantificación y cualificación de las características de los mismos.

c) Explicar el origen de la problemática abordada.

d) Presentar la contrastación del ser y el deber ser .

e) Ofrecer las bases para una planeación sistematizada.

Resulta pues, absolutamente necesario especificar de manera clara cuáles son los objetivos que se pretenden lograr con la aplicación del diagnóstico ya que ello determinará el nivel de profundidad con la que éste se realizará.

Problemas del diagnóstico

En un ámbito muy general, frecuentemente se manifiestan en los procesos investigativos algunos problemas que pueden advertirse como deficiencias evidentes, muy fáciles de localizar en la práctica del análisis de la realidad social, y son, entre las más importantes: «una fuerte desproporción con el esfuerzo dedicado a la realización y ejecución de planes; una desproporción entre la cuantía de los datos que se recogen y los datos que se usan; algunos datos son directamente irrelevantes y a la vez se olvidan otros que son de mayor interés, en ocasiones se estudia lo que todo el mundo ya sabe; se da prioridad a la cuantificación antes que a la comprensión; la información no retorna a la población estudiada y se desliga el diagnóstico del proceso de acción, cuando es, en el propio proceso, donde se extraen los elementos más potentes para la comprensión de la realidad.

• Desproporción entre el esfuerzo dedicado al diagnóstico en relación al dedicado a la intervención

La cuantía de los presupuestos, personas, medios y tiempo dedicados al estudio de la situación, en relación a estos mismos elementos, dedicados a la intervención social de los fenómenos estudiados, es con frecuencia desproporcionada. Hasta el punto de que, en situaciones donde una actuación es prioritaria, toda intervención se reduce al estudio realizado.

• Desproporción entre los datos que se recogen y los que se usan

No es extraño encontrar estudios con una enorme cantidad de datos, (con el esfuerzo que supone su obtención), y comprobar que no se sabe qué hacer con ellos, cuando se piensa en su aplicación para la acción. El exceso de información con respecto a su tratamiento y aplicación puede responder tanto al planteamiento a ciegas de la investigación, como al desconocimiento de los mecanismos de tratamiento de la información obtenida. En cualquier caso es necesario introducir el criterio de utilidad al plantear la cantidad de la información que se va a recoger.

• Relevancia de la información

El epígrafe anterior se refiere a la cantidad de información; en éste se plantea la relevancia y la significación. Pueden obtenerse datos muy precisos y que no sirvan para nada en relación con lo que se piensa hacer. A la vez, existen muchos datos que no se han obtenido (por dedicarse a los anteriores) y, sin embargo, son de suma importancia para trabajar la realidad. Se sabe que en tal área haya tres asociaciones con 347 socios, pero, ¿quiénes trabajan?, ¿qué planes tiene?, ¿cómo se organizan?, ¿han tenido algún fracaso reciente?

• La seducción del número

Un «buen estudio» debe tener una ingente cantidad de números, ya sea en frecuencias, porcentajes, índices, cocientes, coeficientes, etc. Sin pretender discutir la importancia de la medida en el estudio de los fenómenos sociales, conviene relativizar su utilidad en muchos estudios, sobre todo cuando ésta, la medida, se presenta como único criterio de verdad. A veces parece que sólo es importante que aparezcan números, sino que además éstos han de ser numerosos. Si importante es contar, también lo es saber qué se cuenta y para qué.

• Demostrar lo evidente

No es la primera vez que, tras un esfuerzo importante de obtención e interpretación de datos, se llega a la conclusión de que «una buena parte de los varones comprendidos entre los 16 y los 55 años de un determinado barrio son fumadores». Si bien es cierto que toda aproximación al conocimiento de la realidad es importante, no es menos cierto que todo el mundo lo sabía antes de realizarse la investigación, y en cualquier caso no sirve para nada si se está pensando en cómo montar una casa de la juventud o elaborando un plan de participación ciudadana.

• La eliminación del discurso de la población

Numerosos estudios, basados exclusivamente en la encuesta cerrada, prescinden del discurso de la población acerca de su realidad, el tipo de metodología empleada, sitúa al interlocutor en la posibilidad de decir si/no, mucho/poco, pero pocas veces por qué, a cuento de qué. Se elimina la fuerza del sí, la desesperanza del no, la capacidad para cambiar, la razón del ser así, el recuerdo de otros «también», elimina el discurso latente, las defensas, reduce la imaginación a error. Demasiados olvidos para conocer una realidad.

• La patente de los especialistas

Con frecuencia los estudios se presentan con tal complejidad terminológica y metodológica, que no permiten entender los resultados nada más que a los especialistas que lo han realizado, pues las aplicaciones de los resultados, a veces, ni ellos mismos las entienden.

• La posesión y el uso de la información

Una vez realizado el estudio, éste retorna a quien lo financió. Irá a engrosar el archivador de estudios financiados con anterioridad. Probablemente no leído, o si leído, no comprendido, o si comprendido, no utilizado para una posterior intervención, su título pasará a la lista de «acciones» emprendidas sobre una situación-problema. Las conclusiones habrán sido trasmitidas convenientemente. Si de éstas se desprende la necesidad de adquirir una serie de compromisos que son «comprometidos», ahí terminará la circulación de la información. Si se emprenden acciones por otros especialistas, tampoco ellos utilizarán la información, aunque tal vez realicen un nuevo estudio previo. El colectivo estudiado/relegado del circuito informativo, se preguntará/olvidará para qué le hicieron determinadas observaciones y preguntas.

• El diagnóstico detenido en el tiempo

La secuencia habitual de diagnóstico-investigación, induce a numerosos errores, pues sitúa el diagnóstico en el principio y lo paraliza en él. La realidad no es estática y además, la mayor parte de los datos significativos surgen en el transcurso de la acción , pero en ese momento el estudio-diagnóstico estará cerrado y encuadernado. Sin la consideración de proceso, sin al menos la comparación antes-después y luego ¿qué? (evaluación), los datos serán estériles y carentes de significación.

En resumen, la práctica del análisis de la realidad representa ciertas deficiencias que lo hacen alejarse de su función principal, que es la investigación acción. Cabe resaltar de lo anteriormente expuesto:

— La escasa participación del colectivo o población afectada.

— La desconexión entre el estudio y la acción.

— La consideración estática de la realidad.

— La utilidad de la información que se obtiene.»  

Parafraseando a Ezequiel Ander Egg, la elaboración de un diagnóstico implica definir:

Técnicamente:

Coloquialmente:

¿Cómo se manifiesta la realidad inmediata sobre la que se pretende intervenir?

Descripción de lo que consideramos constituye un problema.

¿Qué factores contextuales la condicionan?

¿Qué es lo que condiciona nuestras acciones?

¿Cuál es la evaluación de la situación-problema?

¿Cómo explicamos lo que nos sucede?

¿De qué recursos se disponen para resolver los problemas o satisfacer las necesidades detectadas?

¿Qué recursos tenemos a nuestro alcance para superar el problema que nos ocupa?

¿Cuáles son los factores más relevantes que presumiblemente han de actuar de manera positiva o negativa sobre los objetivos propuestos dentro del proyecto investigativo?

¿Qué cosas facilitan u obstaculizan el desarrollo de un programa de intervención para tratar de cambiar o mejorar la situación?

De igual manera es necesario establecer claramente los mecanismos y el tiempo requerido para realizar las actividades correspondientes al diagnóstico, así también, deben ser analizados los recursos materiales, técnicos, administrativos y económicos con los que se cuenta para llevarlo a cabo.

UBICACIÓN DEL DIAGNÓSTICO DENTRO DEL PROYECTO DE TRABAJO

MOMENTOS

FUNCIONES PRIMORDIALES

DIAGNÓSTICO

Detectar, delimitar, analizar, interpretar y explicar problemas relacionados con un área específica de trabajo.

PLANEACIÓN

Diseñar un conjunto de acciones cuyo objetivo es el de tratar de solucionar la problemática detectada con el diagnóstico.

EJECUCIÓN

Poner en práctica las acciones previamente seleccionadas.

EVALUACIÓN

Contrastar los resultados obtenidos con los objetivos establecidos durante la planeación.

UBICACIÓN DEL DIAGNÓSTICO DENTRO DEL PROYECTO DE TRABAJO

Visto así el proceso, puede entenderse que la realización del diagnóstico no es algo superfluo o innecesario y cuya aplicación corresponda exclusivamente a los especialistas, pues el diagnóstico constituye una parte muy importante dentro de cualquier proyecto de trabajo sistematizado, encaminado a resolver problemas, pues resulta obvio que no es posible actuar con dirección o certezas dentro de situaciones y circunstancias que no conocemos.

Como se expresa en el cuadro siguiente, un diagnóstico típico puede explicarse así:

ESQUEMA GENERAL DE DESARROLLO DEL DIAGNÓSTICO

ETAPA

DESCRIPCIÓN

OBJETIVO

ALGUNAS TÉCNICAS

 

EXPLORACIÓN

Identificación y relación de problemas

Recopilación de información para el planteamiento de la hipótesis

•  Investigación documental

•  Investigación de campo.

 

ANÁLISIS

Segmentación de las partes constituyentes de un problema identificado.

Identificación de los elementos intervinientes en el problema.

•  Formulación de hipótesis.

•  Derivación de variables e identificadores.

 

SÍNTESIS

Proceso inverso al anterior, es decir, reintegración de los elementos del problema.

Visualización general de la problemática tratada sistematizadamente.

•  Jerarquización de los elementos.

•  Correlación de elementos.

EVALUACIÓN

Emisión de juicios acerca de la realidad diagnosticada

Fundamentación de la toma de decisiones.

•  Cuantitativa

•  Cualitativa

Fernando Cembranos , La animación sociocultural. Una propuesta metodológica, en Contexto y valoración de la práctica docente, Licenciatura en educación, Plan 94, Universidad

Pedagógica Nacional, pp. 24-25.