Las emociones vinculadas al concepto de inteligencia y su ubicación en el cerebro (particularidades de los hemisferios)

Aún cuando la importancia e influencia de nuestras emociones sobre el pensamiento, actitud, conductas, percepciones y desempeño social, han sido ampliamente conocidas y desarrolladas por la psicología, sólo en la actualidad se ha vinculado a éstas, el concepto de inteligencia, el cual históricamente ha estado ligado a capacidades de raciocinio lógico, memoria, pensamiento abstracto, habilidades matemáticas, espaciales o aptitudes manuales o perceptivas, relegando el concepto de inteligencia a una capacidad para realizar una tarea específica. De ahí que surgieran preguntas como ¿por qué personas que presentan capacidades altamente desarrolladas y que por ende obtienen altos indicadores de C.I. y que además son exitosos en su profesión, fracasan al aplicar sus capacidades o inteligencia en su vida privada o incluso presentan limitaciones para adaptarse y desarrollar relaciones armónicas con su entorno?

Para todos es conocido que el cerebro humano esta constituido por dos hemisferios, pero no todos saben las funciones que ellos cumplen. El hemisferio izquierdo maneja la lógica y todo lo relacionado con ella, es decir, es el hemisferio del pensamiento analítico, cuantitativo, racional y verbal. El hemisferio derecho es el hemisferio del pensamiento holístico, intuitivo, imaginativo y conceptual, es decir, es el hemisferio de las emociones y la creatividad. El predominio de uno de los hemisferios determina, por consiguiente, las conductas que la persona tendrá al enfrentarse a sí mismo y su medio. Por ejemplo, una persona con predominio del hemisferio izquierdo posiblemente razone todo paso a paso antes de tomar una decisión y busque la mayor cantidad de información posible, a diferencia de una persona con predominio del hemisferio derecho, que posiblemente tome decisiones por lo que siente y no por lo que piensa. Asimismo, una persona con predominio del hemisferio izquierdo, se orienta hacia actividades de carácter científico y una con predominio derecho por actividades de tipo artístico.
Claramente, la sociedad occidental ha privilegiado la utilización del hemisferio izquierdo, a través de una educación de corte científico y una elevada valoración social por las profesiones ligadas a esta área, relegando de paso aquellas vinculadas al hemisferio derecho y, por ende, limitando el desarrollo de habilidades relacionadas a este hemisferio.
Ciertamente, hemos tendido como sociedad a desvalorizar la capacidad para actuar con base a nuestra sensibilidad y nuestra intuición, limitando las posibilidades de responder con creatividad a las exigencias o contingencias en que vivimos, entregando respuestas rígidas, mecánicas y frías, en una época que paradójicamente, exige una elevada capacidad de adaptación, dado los constantes cambios producto del desarrollo tecnológico y de las comunicaciones.