Estructura de la personalidad, uso de la inteligencia y de las ideas

USO DE LA INTELIGENCIA Y DE LAS IDEAS.
Las ideas determinan el modo de ser psíquico accidental de cada uno y también el modo de comportarse; además no son la inteligencia, sino el resultado de su uso.
En este caso hablamos de inteligencia como un modo o hábito de ser permanente del que la posee o la usa (inteligencia adquirida).
La personalidad psicológica (1º de los hábitos) es el hábito o modo de ser y de comportarse que deriva de la posesión y uso que cada uno hace de su inteligencia. Este uso es la producción de ideas y la utilización de las mismas para el conocimiento y la transformación de la realidad o de su propio ser. Tanto las ideas como el uso que se hace de ellas es distinto en cada uno: por eso es distinta también la personalidad del que las posee.
La inteligencia implica varias cosas:
– La conciencia de sí es lo que hace que el sujeto se conozca a sí mismo y  que es distinto a los demás seres.
– El juicio de la realidad le permite situarse en el mundo.
– El razonamiento le permite construir pensamientos coherentes de los cuales pueden derivarse conductas razonables o consecuentes.
Para cada una de estas tres cosas son su “modo peculiar de ser inteligente”.
La voluntad es la tendencia hacia el bien conocido como tal por inteligencia, pero los psicólogos actuales relegan a un 2º plano el factor ”inteligencia” y el factor “voluntad” a favor de los estados afectivos y la interacción medioambiental a la hora de analizar la estructura de la personalidad.
La ideología no es el conjunto de ideas que tiene un individuo, sino el modo de ser peculiar que surge en virtud de la posesión y el ejercicio de unas ideas determinadas. La ideología siempre tiene una connotación social, pero no impide que afecten al individuo generando en él un modo de ser personal o privado cuando son asimiladas.