El estudio de la falsa memoria (aspecto social, clínico y teórico)

Estudiar la falsa memoria, son tres son los aspectos que justifican esta iniciativa: el aspecto social, el clínico y el teórico. Desde un punto de visa social, es importante focalizar en la cuestión de los testigos visuales. Un estudio reciente determinó que treinta y seis de cuarenta casos juzgados sobre la base de la testificación de sujetos que presenciaron un hecho resultaron en sentencias inadecuadas. Las evidencias de ADN establecieron la inocencia de personas encarceladas injustamente debido a testimonios no certeros. Este porcentaje de error, que asciende al 90%, genera la necesidad de una concientización inmediata. Es imperante comprender qué implican los falsos recuerdos en función de relativizar sus efectos.
En segundo lugar, existen motivos clínicos para afrontar el estudio de este fenómeno en tanto puede afectar la capacidad del paciente de vivir de manera autónoma. La falsa memoria tiene implicancias más profundas que el olvido de un concepto. Un paciente puede estar seguro, por ejemplo, de haber apagado el fuego de la hornalla cuando en realidad esto no ha sucedido.
Por último, desde un punto de vista teórico, el estudio de la falsa memoria puede aportar información relevante sobre el funcionamiento de la memoria en condiciones normales. Podríamos entonces indagar cuál es el papel de las funciones ejecutivas en la memoria en general o en los falsos recuerdos en particular, así como su incidencia sobre los procesos de codificación y recuperación de la información.

FUENTE: Gianfranco Dalla Barba, ¨Neuropsicología de la falsa memoria¨. Revista Argentina de Neuropsicología 5, 2-14 (2005)