Estudios interdisciplinarios y nuevos desarrollos: INVESTIGAR / INVESTIR / INVADIR

Estudios interdisciplinarios y nuevos desarrollos: INVESTIGAR / INVESTIR / INVADIR

Lubartowski, Raquel
Facultad de Psicología, Universidad de la República Oriental del Uruguay

RESUMEN
Propongo abrir un conjunto de interrogantes concernientes a
abordajes y procesos investigativos partiendo e integrando
conceptos de referencia clínica psicoanalítica. Se desarrollará
el postulado «Investigación en el campo de la subjetividad» como
paradigma en permanente construcción/de-construcción
que se organiza en torno a secuencias contextualizadas por
obstáculos epistemológicos, metodológicos, éticos. técnicos y
de políticas investigativas enlazados con la subjetividad del
investigador / a. Estas variables intangibles operan invistiendoinvadiendo
distintas fases de los trabajos de investigación lo
cual lleva a considerar y operar en el campo investigativo teniendo
en cuenta que se trata de un territorio dinámico-resistencial
modulado por diferentes temporalidades a su vez sobredeterminadas
por las variaciones de los procesos de investimento
versus invasividad. En el trabajo de investigación las
resistencias surgen o bien en formas directas, o bien desplazadas
o enmascaradas y requieren una de-construcción clínica
permanente a fin de distinguir y desanudar aquello que proviene
de fuentes resistenciales inconscientes de los obstáculos
netamente epistemológicos que invariablemente operan en
los proyectos diseños y procesos de investigación. En una segunda
parte se articularán los postulados propuestos en el
proceso de la investigación «Aportes a la comprensión y prevención
del suicidio en el Barrio Cerro de Montevideo»
Palabras clave: Subjetividad Investigar Investir Invadir

¿Es posible investigar científicamente cuando el «objeto modelo»
se sitúa en campos disciplinarios de compleja empiricidad?.
¿ Cómo se construyen proyectos e implementan procesos de
investigación encuadrados en parámetros establecidos por
disciplinas que consideran la subjetividad una perturbación
indeseada o una cualidad sobre-agregada? ¿Qué métodos
son pertinentes en procesos investigativos que consideran la
inclusión del investigador como una variable instituyente del
inicio de la propia investigación?. Estas preguntas de inusual
economía enunciativa se instalan y reinstalan toda vez que
intentamos aprehender, circunscribir interrogantes previas al
diseño de investigaciones emergentes en diversos territorios
situados en las clínicas de la subjetividad. Preguntas que necesariamente
configuran un punto de anclaje significado con
anterioridad al diseño investigativo y contextualizan e interrogan
desde «lo investigable» hasta el proyecto, perfil, enunciado
identificatorio del investigador/ a. Interrogantes que impregnan
las elaboraciones metodológicas, fuentes de financiamiento,
soportes y efectos socio-histórico-políticos producidos y productores
de investigaciones.
Estas preguntas sencillas no son ingenuas – deslindan a Leonardo
da Vinci de Einstein y a éste de Goebbels – ni se agotan en una
dimensión exclusivamente ético-política sino que, rebasándola,
conciernen a la figura del investigador/a y sus acciones en
lo real de los territorios investigables.
Entretejidos con los contextos socio-histórico-políticos las
epistemes y culturas de cada época el investigador / a es portador
de un «plus» de significaciones cuya raigambre se anuda
en el significante » investigar » y nos induce a transitar a través
de rutas que incluyen el investigador / a como sujeto tensado
entre lo socio-real de su época y circunstancia, la escisión
fundante de su psique, y la politicidad enunciada o no de sus
acciones.
Investigación / investigar / investir son palabras que provienen
del mismo universo lingüístico y se desprenden de invadir, invadere,
penetrar con fuerza.
El pliegue investigar / investir / invadir nos acerca y sitúa en el
plus de significaciones de las que el investigador /a es portador
y que trataremos de analizar a fin de proponer estas significaciones
como variables co-instituyentes del campo investigativo
en torno a las subjetividades.
Siguiendo los postulados de M. Foucault el surgimiento conjunto
de la figura del ser humano – del «hombre» – en su doble
dimensión de sujeto – objeto de conocimiento junto a la delimitación
de » nuevas empiricidades» – trabajo, vida, lenguaje –
marcaron una mutación epistémica al tiempo que dibujaron
una frontera que deslinda la episteme clásica de la episteme
moderna. » Pues el umbral de nuestra modernidad no está situado
en el momento que se ha querido aplicar al estudio del
hombre métodos objetivos sino más bien en el día en que se
construyó un duplicado empírico trascendental al que se dio el
nombre de hombre»[1]. Me interesa subrayar la noción de duplicado
que se desmarca de lo real-tangible y construye una
idea de sujeto de la subjetividad al que se accedería mediante
diferentes procesos de representación. El duplicado empírico
trascendental desarrollado por las disciplinas emergentes en
la espistemá moderna se complejiza notablemente a partir de
la inclusión de los postulados relativos a la escisión fundante
de la psique y las distintas tópicas que la representan, enunciados
teórico-clínicos que inaugurarían una empiricidad más
amplia y compleja que la enumerada por Michel Foucault.
A partir del borde dibujado por la modernidad se impone una
posición de ambigüedad en los fundamentos investigativos
hasta ese momento sustentados en forma unívoca por los
marcos en la episteme clásica, ambigüedad existente y al mismo
tiempo negada, subsumida en el mito de una suerte de
asepsia subjetiva del investigador y de la asimilación del sujeto
emprírico al sujeto-empírico-racional, operación que eleva a
nivel trascendente «objetividad» y «cuantitatividad».
El investigador / a actual es una figura cuya genealogía se sitúa
en la episteme moderna. Se erige como encarnadura humana
portadora de un conjunto de sistemas científicos impregnados
por una fuerte primacía – aunque no exclusividad – positivista.
Emparentada a la figura del «autor» el investigador se
asocia a un cierto «hacer» que tiene como horizonte el develamiento
de causalidades concatenadas, la enunciación de sistemas,
el dibujo de matrices, topologías, matemas. El dominio
de la «naturaleza» – en cualesquiera de sus manifestaciones
empíricas o mediante la elaboración de teorías – se asume
como divisa y obsesión del pensamiento y acciones del investigador
con los consiguientes flujos de poder real y simbólico
que circulan en las comunidades científicas legitimantes.
Una vez legalizada la cientificidad de las ciencias, las nuevas
disciplinas marcaron diferenciaciones empíricas y por tanto de
» objeto » de investigación obteniendo como contrapartida estatutos
de garantía consensuada por el demos científico que la
post-modernidad neoliberal ha intentado transformar en corporaciones
en las que el investigador / a se incluye como variable
de mercado antes que como sujeto deseante . En este marco
el eje positivista distanciado de sus orígenes filosóficos, actúa
como ideología que delimita estrictamente objeto y sujeto al
tiempo que subsume conceptos tan caros a la empiria positiva
como objetividad, verificación y predictibilidad en variables de
mercado: costos-eficacia-sustentabilidad. Estos imperativos
suponen un conocimiento sin sujeto-investigador, aún al precio
de borrar el sujeto positivo del saber originalmente concebido
como soporte invariante de conocimientos ideologías y creencias
que lo atraviesan y sustentan como sujeto social.
Situada en el marco de el neoliberalismo conceptual la ideología
positivista delimita territorios donde los descentramientos
posibles de los conocimientos institucionalizados deben dar
cuenta de nuevos objetos de saber que a su vez se sostengan
en «sujetos cognoscentes» y en actos indivisos o secuenciales
pre-establecidos y estrictamente protocolizados. Desde este
encuadre la investigación disociada de la acción investigativa
y del sujeto investigador delimita focos privilegiados y enuncia
proposiciones hipotéticas apriorísticas que cercenan la discontinuidad,
el azar, la diversidad. Se elaboran proposiciones teóricas
inmutables que no resisten como lo señala Juan Samaja
«la [2] deducción destinada a predecir y la inducción,destinada
a corroborar o falsar la teoría cuando ella fracasa en su capacidad
predictiva».
Este posicionamiento que enuncia el imperio de una lógica de
exclusión, otorga un lugar ilusorio a lo impredecible y no logra
sortear o situar sus propios pre-supuestos como co-instituyentes
de aquello que la acción investigativa se propone realizar.
J.F. Lyotard señala: «Con la ciencia moderna aparecen dos
nuevos componentes de la problemática de legitimación. Primero,
para responder a la pregunta ¿ cómo probar la prueba?
o, más generalmente: ¿quién decide las condiciones de lo verdadero?,
se abandona la búsqueda metafísica de una prueba
primera o de una autoridad trascendente, se reconoce que las
condiciones de lo verdadero, es decir, las reglas de juego de la
ciencia son inmanentes a ese juego, no pueden ser establecidas
más que en el seno de un debate ya en sí mismo científico,
y además, que no existe otras prueba de que las reglas
sean buenas como no sea el consenso de los expertos.»[3]
Entretejidas con las reglas de juego inmanentes a los diferentes
territorios científicos señalábamos el plus que desde la etimología
nos induce a incluir rutas no enunciadas concientemente
y que son peculiares de las investigaciones que se desarrollan
en el territorio de la subjetividad.
El pliegue investigar / investir nos aproxima a zonas de «penumbra
conceptual» que remiten a una lógica no exenta de
paradojas: de un lado la inclusión de la subjetividad del investigador/
a como sujeto- soporte de los procesos investigativos
en algunas comunidades «psi» parecería habilitar una suerte
de banalización conceptual donde al amparo del encuentro
Inter-subjetivo toda proposición fundada en referentes no
conscientes se instala como el único fundamento de investigaciones
que se consideran a sí mismas exentas de verificación
pertinente y consenso en el demos científico legitimador. Como
consecuencia de lo anterior el necesario investimento del
territorio investigativo se opaca por la invasión operada desde
el investigador que a su vez tensado por su propia condición
de sujeto psico- socio – político, dirime los obstáculos metodológicos
apelando exclusivamente a sí mismo – rapport, procesos
inc. transferencias- . El reverso paradojal de lo anterior se
puede aprehender en una búsqueda de «objetividad» investigativa
que desde marcos de referencia teórico-técnicos sustentados
en tópicas de lo inc. y métodos fundados en la asociación
libre apelan a empirias de variabilidad cuantitativa y mediante
diversas mutaciones conceptuales de procesos subjetivos tan
imaginarios como las transferencias, construyen registros numéricos
en nombre de una legalidad «científica» no congruente
con sus propios postulados.
¿Cómo investigar en la clínica de la subjetividad?.
Las investigaciones, aún aquellas fragmentarias o a-sistemáticas,
se sitúan en los márgenes de los sistemas de pensamiento
que la espisteme en que surgen hacen posible, márgenes
de lo conocido y des-conocido. Todo intento investigativo responde
a un cierto rasgado de saberes instituídos, a una cierta
posibilidad de establecer «relaciones inesperadas» entre postulados
ya establecidos y consensuados[4]. Desde esta frontera
se invisten territorios aproximativos, de fronteras porosas,
que requieren la suspensión o puesta en duda de saberes
apriorísticos los que a su vez resultan soportes necesarios de
todo proyecto investigativo. Se requiere de una suspensión
temporal de certezas y al mismo tiempo capacidad para colocar
en posición clínica los métodos y técnicas que forman parte
dinámica del territorio investigable. En la clínica de la subjetividad
se invisten regularidades y cruces de acontecimientos
que serán o no verificadas. A fin de proyectarse hacia esa temporalidad
de futuro que toda investigación supone, futuro de
posibles lesiones narcisistas, es necesario admitir la mediación
del miedo y el deseo. «Cada problema resuelto, lleva a
dos nuevos problemas, esa es la historia de la ciencia. A veces
pienso que investigar consiste ante todo en no tener miedo»
advertía S.Freud.[5] La inclusión del deseo como dimensión
de lo no realizado «… puede quedar fuera del campo de las
ciencias «modernas» – las ciencias del tipo más asegurado – en
las que nadie se pregunta nada respecto al deseo del físico
por ejemplo » se preguntaba J.Lacan.[6]
El análisis del pliegue investigar / invadir nos conduce a problemáticas
en las que se dirimen componentes de una índole
diferente a la reseñada, fuerzas que tempranamente interrogaron
a filósofos y cobran especial relieve en la actualidad. Estas
fuerza invasivas se anudan al pliegue investigar-investir generando
un campo resistencial de topografía irregular y dinámica.
La categoría raza-género-clase, primacía de los intereses
de mercado como regulador de las proposiciones investigativas,
emergencia de nuevos sujetos sociales portadores de
producciones de subjetividades situadas en territorios inabordables
por los referentes consensuados en los distintos demos
científicos junto al uso de investigaciones como sistemas de
disciplinamiento, constituyen vías por las que se filtran ideas y
postulados que distorsionan y sesgan las diferentes fases y
métodos de investigación.
Modulaciones. El análisis de investigar-investir-invadir como
un conjunto que interviene en todo proyecto investigativo y
cuya enunciación no siempre es posible por la índole imaginaria,
política e ideológica y los juegos de poder co-instituyentes
de las investigaciones nos permite ensayar un postulado referente
al campo investigativo generado en torno al enunciado «
subjetividad».
Las temáticas métodos y técnicas investigativas se sitúan en
un campo resistencial poblado de diferentes fuerzas y variables
en los que el deseo y el miedo, la invasión cultural e institucional,
la variabilidad de los diferentes tiempos de investiduras
co- instituyen el soporte en el que se des-pliegan o re-pliegan
los métodos y trabajos del investigador / a.
El análisis conjunto del proceso investigativo y la diversidad de
resistencias emergentes tanto en el diseño como en el proyecto
e implementación facilita el develamiento de obstáculos y
posibilita el necesario ajuste de métodos, técnicas y procedimientos.

NOTAS
1.Utilizo en concepto «Resistencia» siguiendo la definición freudiana que
relaciona resistencia y trabajo. «Todo lo que perturba la prosecución de un
trabajo es una resistencia» .El concepto «investir» constituye una extensión
de la compleja noción del psicoanálisis relativa a «catexis» término usado en
la traducción de Besetzung. En este trabajo » investir»se utiliza en el sentido
de monto necesario de interés, curiosidad y deseo investigativo
2.Me remito exclusivamente a la fase proyecto a fin de acotar las interrogantes
para luego aprehender su incidencia en el diseño implementación y desarrollo
del proyecto.
3. El filósofo Bacon tempranamente planteaba fuentes de error del
conocimiento o ídola ; distinguía los errores propios de la mente humana, los
provenientes del mercado y aquellos inducidos por la sugestión que ejercían
los sistemas filosóficos que se sucedían en los escenarios de cada época.

BIBLIOGRAFÍA
Foucault, Michel «Las palabras y las cosas» Siglo XXI Editores,1984 pág.
310.
Samaja, Juan «Proceso, Diseño y Proyecto en Investigación Científica», JVE
Ediciones 2004 pág 17.
Lyotard J.F. «La diferencia», gedisa Editorial, 1984.
Lubartowski Raquel «Psicología Clínica: singularidad e Inter.-disciplina» Ed.
Multiplicidades, 1998 «Jornadas de Psicología Universitaria».
Freud, S. «Historia del Movimiento Psicoanalítico» ,B.N. pág 889
Lacan J. «Más allá del principio de realidad» Escritos 1, Siglo XXI Editores,
1971, pág73.