EVALUACIÓN NEUROPSICOLÓGICA EN POBLACIÓN ADULTA

Ámbitos de la exploración neuropsicológica.
Guedalia, Finkelstein, Drukker, y Frishberg (2000) consideran la necesidad de evaluar ámbitos como la capacidad intelectual, de abstracción, sensorial, memoria y las habilidades motoras para arrojar luz a los patrones de daño cerebral. Los técnicos y expertos de la Asociación Americana de Neurología (2001) recomiendan a los neuropsicólogos los siguientes ámbitos: atención, lenguaje, memoria, habilidades visoespaciales, función ejecutiva, inteligencia, habilidades motrices y considerar el nivel educativo. Strub y Black (1986) proponen como principales áreas del examen del estado mental en neurología: orientación en persona, lugar y tiempo; atención y concentración (cansancio, susceptibilidad a la distracción, flexibilidad cognitiva para cambiar de una tarea a otra); lenguaje oral (comprensión y expresión, articulación, fluencia, capacidad fonética, léxica y sintáctica, ecolalias, perseveraciones, etc); lenguaje escrito (lectura y comprensión lectora, aspectos motores de la escritura y contenido); memoria (capacidad para el relato de los rasgos fundamentales de su biografía, repetición de dígitos, recuerdo inmediato y diferido de palabras, imágenes e historietas); capacidad constructiva (copia de modelos y dibujos simples); capacidad intelectual (cálculo elemental, explicación de refranes y semejanzas, riqueza de vocabulario y capacidad de razonamiento); pensamiento (confusión mental, pobreza, coherencia del discurso, trastornos formales del pensamiento); y estado emocional (control emocional, expresión de afecto, habilidad emocional: quejas y preocupaciones, tendencia obsesiva, suspicacia o episodios de despersonalización y conciencia de su propio estado).
Además, deben evaluarse los trastornos emocionales y de comportamiento (depresión, agitación, labilidad emocional, dificultades en el control y regulación de la conducta, entre otros), pues estos no sólo muestran el ajuste del paciente a su vida personal, sino deben tenerse en cuenta para interpretar los resultados de la ejecución de las pruebas cognitivas (Benton, 1987). Los resultados de esta evaluación se deben poner en relación con las características de la lesión (focal o difusa, edad de esta, carácter evolutivo o no, edad del paciente etc.) (Benedet, 1986).