La etiología y patogénesis del SAP. Factor etiológico: La mujer como causa principal del SAP

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Factor etiológico: La mujer como causa principal del SAP. ¿Hallazgo
científico o deducción lógica inválida? Los hallazgos de Gardner señalaban a la
mujer como principal agente causal adulto del SAP: «Mis propias observaciones
desde principios de los años ochenta, cuando yo primero empecé a ver este desorden,
han sido que en el 85/90% de todos los casos en los cuales he sido involucrado,
la madre ha sido el padre alienador y el padre ha sido el padre alienado (…).
Por simplicidad de presentación, entonces, a menudo he utilizado el término
‘madre’ para referirme al alienador, y el término ‘padre’ para referirme al padre
alienado» (71-73).
Gardner se defenderá de las acusaciones de que el SAP señala a la mujer
como causa y referirá, desde su experiencia personal que: «desde mediados de
1990, he notado un incremento en el número de hombres que inducen SAP en
sus hijos, hasta el punto de que ahora la proporción es de aproximadamente
50/50. […] Creo que una de las razones de este cambio se relaciona con el
hecho de que los hombres tienen ahora más probabilidades de ser cuidadores
principales (custodios), tienen mayor acceso a los niños, y así disponen de más
tiempo y oportunidades para programarles. Además, con un mayor reconocimiento
general de la SAP, más hombres están aprendiendo sobre las técnicas de
programación. En consecuencia, los adoctrinadores del SAP ya no son específicos
de un género» (74). Se hace evidente tanto la lógica deductiva que vincula el
tiempo de contacto con la alienación, como la ausencia de cualquier trabajo
empírico: «podría haber sido prematuro por mi parte llegar a conclusiones definitivas
sobre si este cambio es un fenómeno general o simplemente una experiencia
aislada propia» (75).
Gardner se siente sometido injustamente a críticas por ello, así se defenderá
estableciendo una analogía entre la ginecología y la psiquiatría: «En años
recientes ha llegado a ser «políticamente arriesgado» y aún «políticamente
incorrecto» describir diferencias de género. Tales diferenciaciones son aceptables
para trastornos tales como el cáncer de mama y las enfermedades del útero
y ovarios. Pero una vez que uno se mueve en el reino de los patrones de la personalidad
y las alteraciones psiquiátricas, es rápidamente marcado como sexista» (76).
Si bien impresiona la confusión de los conceptos de género y de sexo, su
comentario parece más bien resultado de su convicción en la naturaleza biológica
de la alienación materna. Gardner distingue siempre entre crianza y periodo
«formativo» del niño, pero no define con claridad el límite entre ambos
periodos. Cada sexo habría sido mejor dotado por la selección natural para una
u otra función: «Fue más probable que estas mujeres buscasen a hombres para
los fines de quedar embarazadas y más probable que fuesen buscadas por hombres
que deseasen progenie. De forma similar hubo una propagación selectiva
preferente de hombres que fuesen hábiles proveedores de comida, ropa, refugio,
y protección de mujeres y niños. Tales hombres fueron preferentemente
buscados por mujeres con elevados instintos de crianza» (77). La custodia compartida
implicaría una pauta novedosa (evolucionada) y muy compleja en la
cual ambos progenitores cederían parte de lo que considerarían sus derechos en
favor del desarrollo del niño. En este sentido, la respuesta de la madre ante esta
opción legal, sería según Gardner más instintiva y primitiva (y similar a la del
niño). Gardner incluirá entonces a las mujeres «en dos categorías: 1) Aquellas
madres que programan activamente al niño contra el padre, quienes están obsesionadas
con el odio por el ex marido, y que activamente instigan, animan, y
ayudan a los sentimientos del niño de alienación, y 2) Aquellas madres que
reconocen que dicha alienación no acompaña los mejores intereses del niño y
están dispuestas a tomar un acercamiento más conciliador a las solicitudes del
padre. Ellos continúan un compromiso de custodia compartida o permiten (aunque
de mala gana) al padre tener la custodia exclusiva teniendo un programa de visita liberal» (78).

Mecanismo patógeno: «adoctrinamiento» y «lavado de cerebro»

Notas:

71- GARDNER, 1998, ob. cit., ver nota 5.
72- GARDNER, 2001, ob. cit., ver nota 6.
73- GARDNER, 2002, ob. cit., ver nota 10.
74- Ibíd.
75- GARDNER, R. A., «June 1999 Addendum», Parental Alienation Syndrome, Creative Therapeutics, Inc., Cresskill [ref. de 9-XI-2006], disponible en http://www.fact.on.ca/Info/pas/gard00b.htm, hospedada en: http://www.rgardner.com (página oficial de Gardner hasta 26-VI-2007).
76- GARDNER, 2001, ob. cit., ver nota 6.
77- GARDNER, 1987, ob. cit., ver nota 33.
78- Ibíd.