FREUD EN CASTELLANO: La «Standard Edition»

FREUD EN CASTELLANO

Antonio García de la Hoz

La «Standard Edition»

La ínclita S, Freud: The Standard Edition of the

Complete Psychological Works (24 vols,) (Londres, The

Hogarth Press, 1953-1974) desarrolla un papel

fundamental para el control administrativo y orden

burocrático de todos los escritos de S. Freud.

Principalmente por dos factores.

En primer lugar, la personalidad de los autores. El

responsable directo es James Strachey, que contó con el

consentimiento, a veces reticente en su loable intento

de mantener la imagen de su padre, de Anna Freud. James

Strachey y su mujer Alix fueron a Viena después de la Primera Guerra Mundial a analizarse con

Freud.  Este se dio cuenta del talento literario que poseían para la

traducción. James era hermano de Lytton Strachey, famoso

ensayista y biógrafo del grupo de Bloomsbury al que

pertenecían, entre otros, Virginia Wolf y su marido Leonard. James Strachey estuvo vinculado al grupo, que

representaba a la inteligentsia inglesa de principios de

siglo y cuyas pautas de conducta no encajaban con los

imperativos sociales del momento: Todos de una

intelectualidad y gusto exquisitos, sin tabús, antireligiosos,

con una visión sin prejuicios ante el

sexo…No se olvide que el espíritu de Bertrand Russell

rondaba a su alrededor (incluso una de sus nietas

formaba parte de él).Pues bien, Leonard Wolf y su esposa

Virginia, que habían fundado la Hogarth Press con la

intención de publicar las obras más vanguardistas, no

tardaron en llegar a un acuerdo con los Strachey, que

traían de Viena la idea y el impulso de Sigmund Freud en

persona para emprender la magna tarea de ordenamiento y

traducción de sus trabajos. Además, se establecía un

maravilloso trampolín para que los analistas ingleses

publicaran sus escritos, lo que no era fácil por

entonces. Así, bajo la protección de la Sociedad

Británica de Psicoanálisis y del grupo elitista de

Bloomsbury (con James Strachey miembro de ambos),

comenzó lo que se ha convertido en la recopilación más

famosa de los escritos de Freud. Entre 1953 y 1974 han

ido viendo la luz cada uno de los veinticuatro volúmenes

de que consta el trabajo, ocho de los cuales habían

aparecido ya en 1955.

En segundo factor mencionado antes radica en el

método utilizado y en los materiales y datos a los que

se ha tenido acceso. La presencia de Anna Freud explica

esto último, aunque la relación directa de los Strachey

con Freud jugó también su papel. En cuanto al método, es

la primera edición que permite un estudio a la vez

longitudinal y transversal. Además de estar ordenados

cronológicamente todos los textos de Freud, el grupo de

Strachey ha realizado un trabajo esforzado para insertar

multitud de notas que ilustran cuándo Freud acuña por

primera vez un término, las veces que lo utiliza, cuándo lo hace, etc. También hay un comentario de Strachey a

modo de prólogo en cada escrito de Freud. Más de veinte

años de trabajo.

A pesar de todo, no han faltado voces autorizadas

para criticar esta voluminosa obra. Hacerlo aquí,

excedería los objetivos de este pequeño trabajo, que

quiere dedicarse exclusivamente a las versiones en

castellano, pero remitimos al excelente opúsculo de

Bruno Bettelheim Freud y el alma humana1, donde se

plantean las principales dificultades de la traducción

de la Standard Edition. Cabe destacar que Bettelheim es

profundo conocedor, por su origen, del alemán y del

medio judío de la Viena de Freud, amén de letrado en

inglés por su residencia en U.S.A. desde hace muchos

años.

Si nos hemos detenido en comentar el papel de la

Standard, ello se debe a la influencia que tiene en las

ediciones en castellano más importantes y actuales. En

efecto, Biblioteca Nueva ha incluido (en sus últimas

versiones de 1972-75 y 1973 -9 vols. y 3 vols.

respectivamente) multitud de notas de J. Strachey, a

partir de la revisión y ordenación efectuadas por Jacobo

Numhauser Tognola. La inclusión no es exhaustiva y ha

quedado a capricho de Numhauser la elección de las

mismas. Tampoco ha sido llevada a cabo con rigor, sobre

todo en lo que se refiere a la datación de los textos

que Freud incluía en sucesivas ediciones de algunos de

sus trabajos (esto ocurre principalmente en la

Traumdeutung y en los Tres ensayos sobre la teoría

sexual). Amorrortu Editores se ha visto influida, aún en

mayor medida, por la edición de Strachey. Aquí se han

incorporado todas sus notas y comentarios, se ha seguido

su ordenación y es idéntico el número de volúmenes, con el mismo contenido en cuanto a los trabajos de Freud

insertos en él. Incluso las notas que remiten a otros

volúmenes de la edición siguen la paginación inglesa, lo

que supone un trastorno para el lector estudioso

español. este error, conscientemente advertido por los

editores, se anuncia en cada volumen y se subsana en el

volumen final, el nº 24, donde se expone la

correspondencia exacta de páginas entre las ediciones

alemana, inglesa y la propia de Amorrortu. Pero por

desgracia, en la actualidad este volumen último, el

dedicado a índices y bibliografía, aún no ha sido

publicado, por razones que ignoramos. Son pocas las

notas originales del traductor e inclusive he detectado

en ocasiones que la traducción de algunos pasajes sigue

la sintaxis de la edición inglesa más que directamente

el texto de Freud. Daremos luego algún ejemplo de ello.

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Notas:

1- Bruno Bettelheim. Freud y el alma humana. Ed. Crítica, Barcelona, 1983