Funciones psicológicas y su relación con el cerebro (la Frenología)

Las funciones psicológicas no siempre se relacionaron con el cerebro. Durante algún tiempo perduró la idea de que el cerebro no era un órgano que tuviera participación dentro de las funciones mentales y, más bien, la correlación se establecía con otros órganos distintos. Incluso, se relacionaban con la cavidad craneana, más que con el cerebro mismo. En la Edad Media, por ejemplo, la idea de relacionar las funciones mentales con las cavidades cerebrales tomó mucha fuerza, convirtiéndose en una hipótesis adecuada para las doctrinas religiosas que postulaban estas zonas como los "lugares del alma". En particular, se pensaba que la tercera cavidad craneana era el sitio donde descansaba la memoria, así como en las primeras de ellas (ventrículos laterales) el lugar en el que se "localizaban" las sensaciones y las emociones. Pero si bien la correlación cerebro – funciones psicológicas SÓlo llegó más tarde, en esta época era notorio el interés por las actividades mentales como tales, pues se hablaba del intelecto, la memoria, las emociones, etc.
En el siglo XIX el frenólogo Joseph Cali se encargó de "localizar" las funciones mentales en la superficie del cráneo. La Frenología en este tiempo, donde se localizaban funciones muy complejas y ambiguas como la creatividad, el amor, el odio, la euforia, etc. Cada una de estas funciones se localizaba de manera muy precisa y, supuestamente, era suficiente con palpar el cráneo para definir cuáles facultades caracterizaban a una persona. Si bien las propuestas de Cali cayeron muy pronto en un notorio descrédito, probablemente debido a su metodología y a la falta de soporte empírico, sus aproximaciones fueron muy importantes en la medida en que fue el primero en plantear las funciones psicológicas no como un todo unitario sino fraccionadas.
Con este fraccionamiento de las funciones psicológicas se reconoce que hay muchas facultades subdivididas, que hay temas y subtemas, conjuntos, relaciones, etc., y que todas ellas forman un complejo organizado. Así, Gall fue el primero en plantear una topografía que si bien resultó falsa y carente de todo soporte científico y metodológico, tuvo el valor de haber sido la primera teoría que postulaba la disociación de funciones y la correlación de funciones con localizaciones.
Hoy en día a lo que se conoce como asimetría funcional cerebral y organización funcional de la corteza cerebral, a veces se le llega a denominar "frenología moderna".
Lo que conocemos hoy de la identidad y funcionalidad de cada parte del cerebro, así como de algunas funciones complejas muy precisas, permite hacer mapas funcionales cerebrales que de alguna manera son una metáfora de lo que planteaba Gall en aquella época.