Hipoacusia: Aspectos físicos y Psíquicos en personas con discapacidad auditiva

RECOMENDACIONES
DISCAPACIDAD
GUIA DE ORIENTACIÓN
(Universidad de las Palmas de Gran Canaria)

DISCAPACIDAD AUDITIVA
La educación de las personas sordas (afectadas de discapacidad auditiva) es un proceso sumamente complejo, tanto por las implicaciones de la sordera en el desarrollo lingüístico, cognitivo y socio-afectivo, como por la intervención de un amplio espectro de variables personales y del contexto en sentido amplio (familiar, escolar, sanitario, social), que van a tener una notable influencia en el desarrollo global del sordo.
Dentro de las variables que intervienen en el proceso global de desarrollo del sordo, tanto personales como del contexto, hay factores como el momento de detección de la sordera, el grado de pérdida auditiva, la edad en que se lleva a cabo la adaptación de audífonos o el implante coclear, que exista otra minusvalía asociada, el hecho de que los padres sean sordos y se comuniquen en lengua de signos, u oyentes que solo quieren oír hablar de lengua oral, frente a una minoría con una clara opción bilingüe, etc.…que van a generar una serie de necesidades educativas que a su vez requieren de respuestas adaptadas.

DEFINICIÓN:
La discapacidad auditiva (pérdidas auditivas de leves a profundas) es un estado de limitación en la comunicación o el lenguaje como expresión lingüística y de pensamiento. Para abordarla han existido diferentes enfoques: el médicorehabilitador, el socio-cultural y el educativo.
Últimamente el médico, con el desarrollo del implante coclear, y el social, con el reconocimiento de las Lenguas de Signos españolas, han sido los que han propiciado los cambios más significativos y con importantes repercusiones en el ámbito educativo.

Ha conllevado cambios en la clasificación de los tipos de discapacidad auditiva; alumnos sordos, hipoacúsicos y sordos con audición funcional (con implante coclear).

TIPOS DE PÉRDIDA AUDITIVA
Las pérdidas auditivas se clasifican según la parte del oído donde se encuentra la alteración o lesión.
A. Hipoacusia de transmisión o de conducción
La lesión o la alteración se sitúa en el oído externo o en el oído medio. Se debe, generalmente, a una obstrucción del conducto auditivo por tapones, otitis, o lesión en la cadena de huesecillos. Estas alteraciones suelen producir, la mayoría de las veces, pérdidas auditivas leves o medias; se oye menos pero no de forma distorsionada. Son pérdidas transitorias y tienen tratamiento médico.
B. Hipoacusia neurosensorial o de percepción
La lesión se sitúa en el oído interno o en el nervio auditivo y suele producir, la mayoría de las veces, pérdidas auditivas graves. Se puede oír menos, poco o nada y hay distorsión en lo que se percibe.
Según el grado de pérdida se recomienda utilizar audífonos o realizar un implante coclear.
C. Hipoacusia mixta
Combina las causas de las dos anteriores. Una vez solucionada la causa de la pérdida conductiva, se podrá conocer la importancia o gravedad de la hipoacusia neurosensorial o perceptiva y proceder a su paliación mediante una ayuda protésica.

GRADOS DE PÉRDIDA AUDITIVA
Hipoacusia ligera (20-40 dBs)
La mayoría de estas pérdidas ligeras suelen estar provocadas por otitis y afectan a muchos niños en los primeros años de su escolaridad.
Los alumnos con esta pérdida reconocen las palabras por vía auditiva aunque hay algunos fonemas consonánticos que no los identifican con total nitidez, lo que puede provocar algunas dificultades de articulación.
Dan la impresión de oír correctamente pero, si se les habla en voz baja o de lejos, si están en lugares ruidosos y si se utilizan palabras poco frecuentes, tienen dificultades para entender con claridad.
Hipoacusia media o moderada (40-70 dBs)
Nuestro tono de voz, normalmente, corresponde a una intensidad media de 60-65 dBs. Los alumnos con este grado de pérdida auditiva necesitan que se eleve la voz para poder percibir el mensaje con claridad. Adquieren el lenguaje por vía auditiva aunque con dificultad. Los alumnos con estas pérdidas auditivas suelen presentar problemas articulatorios, dado que hay bastantes sonidos consonánticos que no los perciben con claridad.
Pueden desarrollar el lenguaje con cierto retraso, utilizar un vocabulario más pobre y persistir durante más tiempo problemas formales de estructuración morfo-sintáctica. Necesitan audífonos.
Hipoacusia severa (70-90 dBs)
Tienen grandes dificultades para entender las palabras. Con intensidad fuerte pueden percibirlas de forma imprecisa. Si la pérdida se acerca a 90 dBs muchos sonidos no los perciben.

Su habla suele ser monótona, poco inteligible y presentan un importante retraso de lenguaje. Los audífonos son muy importantes ya que, a través de ellos, pueden llegar a desarrollar el lenguaje oral aunque van a requerir una intervención especializada de profesionales y adaptada de las personas de su alrededor.
Estos alumnos necesitan mirar a la boca para compensar lo que por vía auditiva y a través de los audífonos no les llega con claridad, especialmente en circunstancias acústicas no óptimas.
Hipoacusia profunda (+90 dBs)
Tan sólo perciben ruidos muy intensos y algunos de ellos por el componente vibratorio. No pueden percibir la palabra y no desarrollan lenguaje oral de forma natural.
Dentro de esta categoría, hay grandes diferencias entre unos alumnos y otros, en función de los restos auditivos que mantengan en las frecuencias conversacionales.
La detección precoz, una ayuda protésica eficaz como es el implante coclear y el trabajo educativo especializado con el niño y con la familia pueden llegar a paliar las graves implicaciones de una deficiencia auditiva de este grado.

PRÓTESIS AUDITIVAS
Cuando la pérdida es neurosensorial o perceptiva y a partir de un determinado grado de déficit, se recurre al uso de las prótesis auditivas (audífonos o implante coclear).
• Audífonos
Son aparatos de uso personal para amplificar los sonidos. Según el grado de pérdida y la calidad de los restos auditivos, se pueden conseguir buenos resultados con el entrenamiento auditivo y el uso continuado.

A menor grado de pérdida auditiva, el aprovechamiento que se hace de los audífonos es mayor. Cuando la pérdida es muy profunda el beneficio que se obtiene de ellos es muy limitado.
El tipo de audífono que más se coloca en niños es el retroauricular y se sitúa detrás de la oreja. Si la pérdida no es muy grave y a partir de una cierta edad, se pueden colocar audífonos intraauriculares dentro del pabellón auditivo o del conducto externo.
Dos alumnos, con un mismo grado de pérdida auditiva, pueden obtener, con los audífonos, un rendimiento diferente.
• Implantes Cocleares
Están indicados para los casos de pérdidas profundas (+90 dBs) bilaterales. Si éste se realiza en edades tempranas, permite, tras un entrenamiento auditivo, alcanzar una audición funcional para el desarrollo del lenguaje oral.
El implante se coloca mediante una intervención quirúrgica y consiste en introducir en el órgano de Corti del oído interno 24 electrodos.
El implante consta de unas partes externas y de otras internas. Las partes externas son las encargadas de captar sonidos, ruidos y palabras, de procesarlos y de transmitirlos a las partes internas.

Una vez realizada la programación del implante, se necesita seguir un programa sistemático de entrenamiento auditivo para ir aprendiendo a discriminar, identificar, reconocer y comprender todo lo que recibe por vía auditiva.
En la actualidad se están realizando los implantes a edades muy tempranas, antes del año de edad y, también implantes bilaterales, todo lo cual modifica y mejora sensiblemente las posibilidades auditivas y, en general, las posibilidades de desarrollo personal, afectivo y social de las personas con pérdidas auditivas profundas.

Una audición funcional conseguida a través del audífono o del implante coclear, no es una audición totalmente normal, lo que hace necesario desarrollar estrategias y ayudas por parte del interlocutor que permitan a la persona acceder a una comprensión completa de la información oral que se genera a su alrededor.

PERFIL DEL ALUMNADO
– Alumnos Signantes
o Sordos Profundos:
En un alumno sordo que presente una pérdida auditiva neurosensorial bilateral profunda, el primer síntoma que le caracteriza es la mudez al no poder desarrollar el lenguaje oral en contextos naturales de interacción. Los audífonos le aportan una
audición limitada y no le permite entender el lenguaje oral ni controlar su propia articulación a través de la vía auditiva. Por esta razón suelen rechazar las prótesis y su sistema de comunicación es viso-gestual usando la lengua de signos.
– Alumnos Oralistas
o Hipoacúsicos:
Un alumno hipoacúsico oye pero tiene dificultades para entender bien lo que se dice. Esta limitación varía según el grado de pérdida. Con la ayuda de los audífonos y de las personas que están a su alrededor desarrollan el lenguaje oral por vía auditiva y pueden participar en contextos orales con ayudas y adaptaciones del medio y de los interlocutores. Necesitan el uso continuado de los audífonos y, en determinadas circunstancias, recurrir a la labiolectura.
o Sordos con implante coclear:
Estos alumnos son sordos, pero gracias al implante coclear realizado a edades tempranas, pueden llegar a hacer un uso funcional de la audición, lo que les permite desarrollar un lenguaje oral normalizado y funcionar en contextos orales, al igual que los alumnos hipoacúsicos. La vía visual les servirá de ayuda en determinadas circunstancias.
Un alumno sordo implantado no es igual a un oyente. Un implante no restablece totalmente la audición y, aunque ésta llega a ser funcional, no es normal.

Los alumnos sordos implantados van a seguir precisando ayudas y apoyos educativos para acceder a la audición, al lenguaje oral y a los aprendizajes del aula.

IMPLICACIONES DE LA DISCAPACIDAD AUDITIVA
Es importante tomar conciencia de las graves implicaciones que una pérdida auditiva profunda conlleva en el desarrollo global de la persona.
Una persona que nace con una pérdida auditiva profunda o que pierde la audición antes de desarrollar lenguaje, va a ver afectado su desarrollo lingüístico, cognitivo, afectivo y social. La audición es un sistema de contacto continuo con el entorno, es fuente de información y posibilita el desarrollo del lenguaje oral que, a su vez, es instrumento de desarrollo cognitivo, emocional y social. A continuación se exponen las implicaciones de una discapacidad auditiva profunda cuando el niño no consigue una audición funcional mediante sus prótesis personales.
– En el ámbito del desarrollo lingüístico particularmente se manifiesta un retraso importante en la adquisición del lenguaje oral. Este retraso afecta a la comunicación de la persona con los demás, lo que origina con total seguridad dificultades de interacción con los demás. Dificultades que se traducen en problemas a la hora de incorporar normas sociales y tener una representación lingüística de la realidad.
El lenguaje, además de servir para la comunicación, es el instrumento que tiene el pensamiento para relacionar y ordenar los conocimientos en esquemas cada vez más amplios y complejos.

– Desde el punto de vista de su desarrollo cognitivo, según sea su nivel de recepción auditiva, se establecerá en el alumno una mayor o menor dependencia del canal visual. En aquellos casos en que la recepción auditiva sea de un nivel muy bajo o prácticamente nula – ausencia de prótesis, prótesis no funcionales – la forma de procesar la información, será fundamentalmente por vía visual. El alumno tendrá entonces que prestar atención de manera alternativa a la realidad y a lo que le dicen de ella sus interlocutores. Este proceso que implica el empleo de mayor cantidad de tiempo en el aprendizaje es lo que denominamos como atención dividida.
El pensamiento del alumno estará vinculado a lo directamente percibido y tendrá limitaciones en expresiones simbólicas. Por otro lado y debido a este retraso en adquirir un código lingüístico, el niño tendrá problemas a la hora de realizar una planificación de sus acciones.

Otra circunstancia que se presenta es la forma diferente de organizar la realidad por escasez de información, también motivado por estas dificultades para incorporar información se producirá un menor conocimiento del mundo.
– Los problemas de comunicación con la persona sorda, la falta de información y un lenguaje limitado pueden conllevar repercusiones importantes en el desarrollo afectivo y social.
A través de la entonación, del tono y del ritmo de la voz se transmiten emociones y estados de ánimo y se modifica el significado de las palabras y de las expresiones. Esta información le llega de forma muy parcial a la persona sorda provocando muchas situaciones de incomprensión sobre las intenciones y el estado emocional de los demás.
A las personas sordas les llegan muy pocas explicaciones sobre los comportamientos, las reacciones y las razones de los cambios de humor de las personas de su alrededor y sobre las consecuencias de determinas conductas, por lo que, situaciones frecuentes de incomprensión y de interpretación inadecuada pueden provocar inseguridad, desconfianza e inhibición en las
relaciones sociales.
Las personas sordas obtienen una información muy simple e incompleta de los intercambios con otras personas y, a menudo, no se les dan suficientes explicaciones sobre las normas o reglas de un determinado grupo o situación. Esta falta de conocimiento puede provocar que, en ocasiones, su conducta sea inadecuada. También se puede omitir información sobre lo que ha pasado o lo que va a ocurrir a continuación, de modo que les resulta más difícil adaptarse a los cambios que se producen en su entorno por no poder comprenderlos o anticiparlos.
Las personas sordas dependen en muchas situaciones de otras personas, por lo que se pueden mostrar menos autónomos y más dependientes de los demás.

El lenguaje juega un papel importante en la planificación y regulación interna de la conducta, por lo que es más habitual en las personas sordas un estilo de actuar impulsivo frente a otro más reflexivo.
La lectura labial tiene muchas limitaciones: mala iluminación, existencia de elementos de distracción, distancia insuficiente, mala vocalización, etc. Un buen “labiolector” no descifra más del 30% del mensaje. Este porcentaje puede aumentar levemente gracias a la información contextual y a las habilidades de la persona sorda, pero nunca se llegará a recibir la información completa.

IMPLICACIONES DE LA SORDERA EN EL APRENDIZAJE DE LA LECTOESCRITURA
El aprendizaje de la lectura constituye uno de los temas educativos más importantes de la actividad escolar ya que es en gran medida la base del resto de las enseñanzas.
Tanto el aprendizaje del código alfabético como llegar a la comprensióninterpretación de lo escrito supone para las personas sordas la superación constante de una serie de barreras:
– No disponer generalmente (excepto los hijos de padres sordos) de una competencia lingüística primaria. En muchos niños sordos el aprendizaje de la lectura y de la lengua oral se produce de forma simultánea, con lo cual se comienza el aprendizaje de la lectura de una lengua que no se conoce.
– Desarrollar los mecanismos propios de la lectura: codificación fonológica.
– Escasos conocimientos generales del mundo: vivencias, experiencias…
– Conocimiento sobre los propios textos: familiarización con el tema, estructura del texto…

Sin embargo no puede considerarse al grupo de personas sordas como un grupo homogéneo ya que hay que tener en cuenta las diferencias individuales: grado de pérdida, edad de comienzo de la sordera y sistema de comunicación empleado.

IMPLICACIONES EN LA ETAPA UNIVERSITARIA
Fundamentalmente, las personas con sordera que acceden a la Universidad llegan a este nivel de formación porque han recibido una estimulación auditiva y una intervención logopédica temprana, han contado con apoyo escolar y familiar y, evidentemente, han invertido un importante esfuerzo personal.
De hecho, para alcanzar este nivel en su formación académica y cultural, han debido de superar todo un proceso educativo y de escolarización no exento de dificultades, que han estado presentes desde los primeros niveles de su escolaridad y que han podido vencer gracias a los recursos y apoyos educativos recibidos durante estas etapas precedentes.

Hoy, gracias a los avances científicos y tecnológicos actuales, que permiten restaurar la vía auditiva en las primeras edades, y tras la implantación de los Programas de Detección Precoz de la sordera infantil, nos encontramos con nuevas generaciones de personas con discapacidad auditiva quienes tienen la oportunidad de acceder al lenguaje oral en su infancia y alcanzarán mejores resultados, tanto en lo que se refiere a su desarrollo personal, como en el plano académico y profesional.
Esto supone un nuevo reto para la Universidad que ha de estar preparada para acoger a un mayor número de alumnos con discapacidad auditiva y proporcionarles una formación de calidad que garantice, en condiciones de igualdad, el ejercicio del derecho a la educación y la inclusión de los estudiantes con discapacidad en la enseñanza universitaria.
Las dificultades encontradas en el ámbito universitario pueden ser:
– Dificultades en la lectoescritura:
o Desconocimiento del vocabulario técnico y formal.
o Dificultad de comprensión de conceptos abstractos
o Errores en la expresión escrita: problemas de coordinación y estructuración de frases, ausencia de nexos, problemas en al conjugación de los verbos…
– Dificultades de comportamiento:
o Falta de flexibilidad del pensamiento
o Susceptibilidad.
Derivadas de las implicaciones que haya tenido la falta de audición en edades tempranas (inseguridad, desconfianza e inhibición en las relaciones sociales, estilo de actuar impulsivo frente a otro más reflexivo)

NECESIDADES DE LOS ALUMNOS CON DISCAPACIDAD AUDITIVA
– Facilitar el acceso, eliminando las barreras de comunicación, a los contenidos de las distintas materias, haciendo uso de los recursos tanto personales como técnicos.
– Hacer partícipe a los alumnos de sus derechos y deberes como usuarios del recinto universitario.
– Facilitar tanto oral como escrito las normas de clase que han de respetar, así como los requisitos y criterios de evaluación de las asignaturas.
– Contar con alarmas visuales para situaciones de emergencia.

ESTRATEGIAS METODOLÓGICAS
– Situarle en el aula en el lugar donde mejor pueda percibir por medio de prótesis y lectura labial
– Procurar que la luz dé en la cara del que habla.
– Reducir el ruido ambiental.
– Asegurarse de que esté mirando cuando haces una pregunta.
– Adelantarle por escrito los contenidos o informarle de dónde puede encontrar información de lo que se va a explicar.
– Escribir en la pizarra un pequeño guión o esquema, también las informaciones importantes.
– Al realizar las explicaciones en la pizarra, es mejor escribir primero y después explicar para que en todo momento el alumnado sordo se sitúe.
– Utilizar el máximo de materiales visuales.
– Uso del Campus Virtual para informaciones, apuntes, ejercicios prácticos y participación en el Foro de estudiantes.
– Para los usuarios de la lengua de signos, se deberá prever la presencia de intérpretes en las actividades académicas. Cuando se prepare material para entregar al alumnado, reservar una copia para el Ilse.
– Proporcionar explicaciones individualizadas en las tutorías.
– Facilitar, a través de preguntas, la comprensión de las explicaciones.
El proceso de evaluación debe asegurar la adopción de medidas concretas que permitan al alumnado con sordera acreditar sus conocimientos, sin que las barreras de comunicación jueguen en su contra.
Entre las medidas a adoptar, se deberá elegir el tipo de prueba (preguntas abiertas, prueba tipo test, examen oral,…), sin que se le exija un nivel de capacitación inferior del que se le exige al resto de sus compañeros. Ampliar el tiempo de realización del examen.
– Al hablar, utilizar un tono de voz normal, hablar despacio e intentar una vocalización correcta pero sin exagerar. No taparse la boca o tener algún bolígrafo, lápiz que dificulte la recepción de la información.
– En el caso que haya dos profesores en el mismo aula no hablar al mismo tiempo para que se pueda interpretar a las dos personas ya que hay un tiempo de ralentización al tener que hacer/interpretar dos roles.
– En la medida de lo posible, cuando se utilicen vídeos en clase, deberían ser subtitulados, en caso contrario intentar proporcionarle un guión con la información más relevante.

RECOMENDACIONES A LOS COMPAÑEROS
– Perder el miedo a relacionarse con ellos y tratarlos como iguales.
– Facilitarles información importante del aula y también de otras actividades de la facultad.
– Hablarles de frente y despacio pero sin vocalización exagerada.
– Llamar su atención tocándoles en el hombro o brazo.
– Tener en cuenta que la lectura labial produce ambigüedades y también la dificultad de las personas sordas para entender el lenguaje figurado: bromas, doble sentido…, que pueden producir problemas en la comunicación.
Ser transigente con determinadas actitudes derivadas de su discapacidad: desconfianza, …
– Facilitar su inclusión social.
– Intentar moderar las respuestas de los compañeros oyentes para que no se cree una situación en la que muchas personas hablan al mismo tiempo dificultando la interpretación/recepción de la información y contextualización del alumnado sordo.