Historia y fuentes de la psiquiatría infantil en Argentina: La Psiquiatría Infanto Juvenil en Rosario. Sus orígenes

Historia y fuentes de la psiquiatría infantil en Argentina

Rosario. Argentina 1923

Autores:

Dr. José García Riera – Prof. Titular. Cátedra Psiquiatría Niños.

Facultad de Medicina. Universidad de Rosario. Argentina.

Dra. Susana Caraballo – JTP Cátedra Psiquiatría Niños.

Dra. Lilia Sosa – JTP Cátedra Psiquiatría Niños.

Dra. Silvia Valongo – JTP Cátedra Psiquiatría Niños.

Dra. Marta Utgés – JTP Cátedra Psiquiatría Niños.

– La Psiquiatría Infanto Juvenil en Rosario. Sus orígenes.

El momento fundacional de la Psiquiatría Rosarina podría datarse en 1927, en un contexto especial que amalgamó el humanismo progresista, sensible a los reclamos populares y la necesidad de generar un dispositivo continente de las formas de marginalidad social que eran la locura y la debilidad mental.

Lanfranco Ciampi

historia de la psiquiatría: Ciampi

Los nombres de Antonio Agudo Avila, Raimundo y Gonzalo Bosch y Lanfranco Ciampi recuerdan a los fundadores de la Psiquiatría en Rosario. Construyeron una Psiquiatría que no se redujo a ser una más de las especialidades médicas sino que insertó su práctica en lo social. La atención se constituye en una tarea comunitaria que precisa de la tutela del Estado y la Universidad como instrumento para tal fin.

El dispositivo se desplegó en cuatro ámbitos:

1. El jurídico, la relación entre la razón y la ley justifica que haya sido Raimundo Bosch, profesor de Medicina Legal, el gestor del Instituto de Psiquiatría en la Facultad.

2. El ambiente asistencial con la construcción del Hospital Psiquiátrico y de la Escuela para Niños Retardados.

3. El ámbito académico, a través del Instituto de Psiquiatría de la Facultad de Medicina, formado por las cátedra de Psiquiatría (Gonzalo Bosch), Neuropsiquiatría Infantil (Lanfranco Ciampi) y Psicología Experimental (Ciampi), y

4. El ámbito de la Profilaxis Social, que se definió en los términos de Higienismo con las acciones en la Filial Rosario de la Liga Argentina de Higiene Mental.

Ciampi postula la necesidad metodológica del correlato entre lo psíquico y lo somático: “No podremos olvidar que nuestra personalidad está constituida por desórdenes de fenómenos y que no es posible considerar únicamente las perturbaciones psíquicas sin pensar o estudiar las correlativas perturbaciones orgánicas: ni psicologismo absoluto entonces ni somatismo absoluto”. Gonzalo Bosch en “El concepto de la locura” piensa en la misma perspectiva: “El hecho psíquico es una integración, a no ser que se pierdan sus características esenciales. El elemento psíquico es la persona (…) Ya se ha dicho que la persona es única e indivisa y como tal debe ser estudiada por la ciencia”.

Lo significativo es que desaparece la locura como entidad mórbida. Será un estado –hasta posiblemente placentero- de desequilibrio o desarmonía de los mecanismos del psiquismo al que no se lo reduce a “mente” sino que se lo equipara a “persona”.

Esta ausencia de enfermedad es puesta de manifiesto por Gonzalo Bosch en “Algunas consideraciones de orden psiquiátrico”: “Pensamos que la unilateralidad de nuestros entusiasmos y disciplinas es también funesto y para no incurrir en ello, debemos recostarnos en la Clínica Médica en general, con sus puntales más sólidos: anatomía, fisiología, semiología, anatomía patológica, química y física y no olvidarnos que la Psiquiatría es más que todo y por sobre todo, todo eso junto, es decir Clínica Médica, con esta particularidad, de acuerdo a nuestro criterio y que a primera vista parecería paradojal: clínica sin enfermedad en la gran mayoría de los casos que nos es dado considerar, formada casi exclusivamente a base de síndromes”. Si la psiquiatría se define como clínica de síndromes será imprescindible para no perderse en el mundo de los signos, poder clasificarlos, organizarlos de un modo que le confiera consistencia y sentido.

“Necesitamos, pues, adoptar una terminología clara y una clasificación uniforme para entendernos y… [ser] bien interpretados”. Así justificaban Ciampi y Bosch la clasificación de las enfermedades mentales que presentaron en la 2ª Conferencia Latinoamericana de Neurología, Psiquiatría y Medicina Legal celebrada en Río de Janeiro y San Pablo en julio de 1930.

Lanfranco Ciampi funda el 19.11.1930 la filial rosarina de la Liga de Higiene Mental con el objetivo de impulsar y sostener campañas preventivas.

En síntesis, la doctrina forjada por Ciampi, Gonzalo y Raimundo Bosch proponía una psiquiatria independiente de la neurología, recostada en la psicología, la clínica general y la acción social del higienismo. Una especialidad sui generis porque carecía tanto de una definición precisa de la patología como de la determinacióon de la etiología. Era un conjunto de ideas y procedimientos justificados más en condiciones políticas y necesidades sociales que legitimado desde lo científico o lo académico.

Las resistencias que vinieron desde los médicos referenciados en la cátedra de Clínica Neurológica de Teodoro Fracassi se produjeron por esas imprecisiones y paradojas que le restaban eficacia y credibilidad científica al mismo tiempo que le confirieron notable originalidad.

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