INTELIGENCIA, PENSAMIENTO Y LENGUAJE – MOTIVACIÓN, EMOCIÓN, COGNICIÓN

INTELIGENCIA, PENSAMIENTO Y LENGUAJE

Pensamiento Convergente y Divergente.
Al hablar sobre creatividad, debemos tener en cuenta distintos tipos de pensamiento. Guilford, en 1951, clasificó el pensamiento productivo en dos clases: convergente y divergente. El pensamiento convergente se mueve buscando una respuesta determinada o convencional., y encuentra una única solución a los problemas que, por lo general suelen ser conocidos. Otros autores lo llaman lógico, convencional, racional o vertical. El pensamiento divergente en cambio se mueve en varias direcciones en busca de la mejor solución para resolver problemas a los que siempre enfrenta como nuevos. Y para los que no tiene patrones de resolución, pudiéndose así dar una vasta cantidad de resoluciones apropiadas más que una única correcta. Ese tipo de pensamiento tiende más al concepto de creatividad y ha sido llamado por De Bono pensamiento lateral, como ya veremos más adelante.

Pensamiento Holístico
El mariscal de campo Jan Smuts, experto agrónomo y militar acuñó el término Holismo en su libro «Holism and evolution» publicado en el año 1927. Holismo es la palabra que describe la tendencia de la naturaleza a crear conjuntos mediante la ordenación o agrupación de muchas unidades.
Según Smuts, las realidades básicas naturales son conductos irreductibles que no es posible separar para analizarlos según sus componentes sin perder su cualidad «holística» El pensamiento holístico percibe las cosas en su conjunto y no analiza sus partes. Ve el bosque más que los árboles.
Este tipo de pensamiento es muy importante para el desarrollo de la creatividad pues permite a directivos, artistas o científicos considerar las distintas situaciones y oportunidades como un «todo». El director de orquesta tiene el «todo», los músicos únicamente ejecutan una parte de la partitura que corresponde a su instrumento. También los directores de las compañías deben verlas como un todo, e incluso los empleados deberían contemplar la labor que desarrollan en la empresa de este modo para percibir el impacto de lo que hacen sobre el resto..
El trabajo en equipo es un concepto holístico. En un buen equipo el todo es mayor que las partes.

Pensamiento lateral y vertical.
Edward De Bono, en 1970 acuñó el término «Pensamiento Lateral» para diferenciarlo del pensamiento lógico que él llamó vertical. De Bono encuentra en el pensamiento lógico (fundamentalmente hipotético deductivo) una gran limitación de posibilidades cuando se trata de buscar soluciones a problemas nuevos que necesitan nuevas ideas.
El pensamiento lateral actúa liberando la mente del efecto polarizador de las viejas ideas y estimulando las nuevas y lo hace a través de la perspicacia, la creatividad y el ingenio, procesos mentales con los que está íntimamente unido. En lugar de esperar que estas tres características se manifiesten de manera espontánea, De Bono propone el uso del pensamiento lateral de manera conciente y deliberada, como una técnica.
Tipos de problemas
De Bono clasifica los problema en tres categorías:
1.    Problemas que requieren para su solución más información de la que se posee, sabiendo que tal información puede conseguirse por algún medio.
2.    Problemas que no requieren más información. Son los problemas que necesitan una reordenación o reestructuración de la información disponible.
3.    Problemas en los que lo característico es el no reconocimiento de la existencia del problema. En estos casos lo importante es darse cuenta de que tenemos un problema, reconocer que podemos solucionarlo y definir esta posibilidad como problema concreto.
El primer tipo de problemas puede resolverse mediante el uso del pensamiento vertical, mientras que los otros dos requieren el empleo del pensamiento lateral.
El pensamiento vertical o lógico se caracteriza por el análisis y el razonamiento. La información se usa con su valor intrínseco para llegar a una solución mediante su inclusión en modelos existentes.
El pensamiento lateral es libre y asociativo. La información se usa no como fin sino como medio para provocar una disgregación de los modelos y su consiguiente reestructuración en nuevas ideas.

El cambio de esquemas
Conocemos el maravilloso sistema mecánico-químico que tiene el cerebro para crear esquemas (rastro mnemotécnico). Esto nos permite extraer sentido del mundo y hacer más fácil nuestra vida. Sin este sistema la vida sería imposible. El principal objetivo del cerebro es ser brillantemente «no creativo». Y así debe ser, pero de vez en cuando se necesita cambiar de esquema. Esto es difícil porque no tenemos mecanismos físicos para hacerlo.
La mayoría de los grandes descubrimientos se han producido mediante la observación casual, el accidente o el error. En términos mentales los mecanismos para el cambio de esquemas son el error, el accidente y el humor.
 
El humor
Es sorprendente la poca atención que la gente presta al sentido del humor. La mayoría de los científicos en el área humanística (filósofos, psicólogos y teóricos de las relaciones humanas) no se ocupan de él, siendo que, probablemente, el humor sea una de las características más significativas y distintivas de la mente humana. Ningún animal tiene sentido del humor. Este nos dice con claridad cómo funciona el razonamiento. La razón nos dice poco y podemos idear fórmulas de razonamiento con piedritas, cuentas, ábacos o con ruedas dentadas o con la electrónica, pero el sentido del humor sólo puede producirse en un sistema de esquematización autoorganizado, del tipo que hallamos en las percepciones humanas.
El humor implica escapar de un esquema para adaptarse a otro.
Más abajo vemos una vía o esquema grande y una vía lateral. Una característica de los sistemas de esquematización es que mientras nos movemos por la vía principal, la lateral es, por el momento inaccesible. De modo que nos movemos natural y velozmente por la vía principal.
En los juegos de palabras (chistes), el doble significado de una palabra se usa como mecanismo para cambiar de esquema y obligarnos a ir por la vía lateral. El humor siempre implica sorpresa para que sea efectivo. Necesitamos modificar los esquemas y salir de la estructura lógica y rígida del pensamiento vertical. Por eso, el humor es, sin duda, una de las características de las personas creativas. (Lo veremos más adelante en detalle).
 
Percepción retrospectiva e intuición
El cambio de esquema que observamos en el humor es exactamente el mismo proceso que se da en la percepción retrospectiva (cuando me «doy cuenta de algo») y en la intuición. Pasamos de un esquema a otro nuevo y cuando lo hacemos parece que es razonable y obvio, pero hasta ese momento no lo encontrábamos.
En la percepción retrospectiva cualquier idea creativa tiene que ser lógica pues de otro modo no sería válida. El error que solemos cometer es suponer que ya que es lógica, la lógica hubiera sido el mejor camino para hallarla. En realidad sólo se percibe la lógica una vez hallada.
El pensamiento lateral hace que uno pueda pasar de un esquema a otro sin esperar el accidente, de manera deliberada.

El pensamiento lateral y el vertical como complementarios

Puede parecer que el cultivo y el uso del pensamiento lateral se hace en detrimento del pensamiento lógico. No es así. Ambos procesos son complementarios no antagónicos. El pensamiento lateral es útil para generar ideas y nuevos modos de ver las cosas y el pensamiento vertical es necesario para su subsiguiente enjuiciamiento y su puesta en práctica. El pensamiento lateral aumenta la eficacia del pensamiento vertical al poner a su disposición un gran número de ideas de las que aquél puede seleccionar las más adecuadas.. El pensamiento lateral es útil sólo en la fase creadora de las ideas y de los nuevos enfoques de problemas y situaciones. Su selección y elaboración final corresponden al pensamiento vertical.
El pensamiento vertical es de utilidad constante mientras que el pensamiento lateral es necesario sólo en ocasiones en las cuales el pensamiento vertical no constituye el mejor mecanismo.

La inteligencia: Diferentes teorías y definiciones.

En 1904 el Ministerio de Instrucción Pública de Francia pidió al Psicólogo francés Alfred Binet y a un grupo de colegas suyos que desarrollaran un modo de determinar cuáles alumnos de la escuela primaria corrían el riesgo de fracasar para que estos alumnos recibieran una atención compensatoria. De sus esfuerzos nacieron las primeras pruebas de inteligencia. Importadas a los Estados Unidos varios años después las pruebas se difundieron ampliamente así como la idea de que existía algo llamado «inteligencia» que podía medirse de manera objetiva y reducirse a un número o puntaje llamado «cociente intelectual» (CI o IQ).
Desde entonces se ha definido la inteligencia en términos de «habilidad para resolver problemas». Esta definición tan general ha ido evolucionando y cambiando, sobre todo en las últimas décadas. Ya no se considera únicamente la inteligencia en términos de pensamiento vertical.

Inteligencias múltiples
Casi 80 años después, un psicólogo de Harvard llamado Howard Gardner señaló que nuestra cultura había definido la inteligencia de manera muy estrecha y propuso en su libro «Estructuras de la mente» la existencia de por lo menos siete inteligencias básicas:

Inteligencia lingüística: La capacidad de usar las palabras de modo efectivo (ya sea hablando, escribiendo, etc.) Incluye la habilidad de manipular la sintaxis o estructura del lenguaje, la fonética o los sonidos del lenguaje, la semántica o significados del lenguaje y la división pragmática o los usos prácticos.
Inteligencia lógico-matemática: La capacidad de usar los números de manera efectiva y de razonar adecuadamente (pensamiento vertical)
Inteligencia espacial: La habilidad para percibir de manera exacta el mundo visual-espacial y de ejecutar transformaciones sobre esas percepciones (decorador, artistas, etc)
Inteligencia corporal-kinética: La capacidad para usar el cuerpo para expresar ideas y sentimientos y facilidad en l uso de las propias manos para producir o transformar cosas.
Inteligencia musical: La capacidad de percibir, discriminar, transformar y expresar las formas musicales.
Inteligencia interpersonal: la capacidad de percibir y establecer distinciones entre los estados de ánimo, las intenciones, las motivaciones y los sentimientos de otras personas.
Inteligencia intrapersonal: El conocimiento de sí mismo y la habilidad para adaptar las propias maneras de actuar a partir de ese conocimiento.
Otros autores mencionan otras inteligencias, elevando su número a 8, 9 o más. Así aparecen inteligencias referidas a la naturaleza, la sexualidad, el humor, la intuición, etc.
Más allá de la descripción de las inteligencias y de sus fundamentos teóricos hay ciertos aspectos que conviene destacar:
1.    Cada persona posee varios tipos de inteligencias.
2.    La mayoría de las personas puede desarrollar cada inteligencia hasta un nivel adecuado de competencia.
3.    Las inteligencias por lo general trabajan juntas de manera compleja, o sea, siempre interactúan entre sí y para realizar la mayoría de las tareas se precisan todas las inteligencias aunque en niveles diferentes.
4.    Hay muchas maneras de ser inteligentes en cada categoría.
 
Al asumir esta perspectiva más amplia y pragmática el concepto de inteligencia empezó a perder su mística y se convirtió en un concepto funcional que podía verse y evaluarse de distintas maneras en las personas. En realidad pueden mencionarse más inteligencias, tantas como habilidades puedan encontrarse, pero corremos el riesgo de terminar haciendo una complicada elaboración intelectual pasando todo por el pensamiento y la clasificación.
Muchas experiencias se están haciendo en este campo en el área educativa y todas ayudan, sin duda, a elevar el porcentaje de creatividad y seguridad en los alumnos por contraposición al modo de estudio tradicional.
 
Inteligencia emocional.
Existe una dimensión de la inteligencia personal que está ampliamente mencionada aunque poco explorada en las elaboraciones de Gardner: el papel de las emociones. Tal vez es así porque, como sugirió el mismo Gardner, su obra está inspirada en un modelo de mente científica cognitiva.
Pone el énfasis en describir más que en experimentar. Podríamos decir que es un poco como los psicólogos que explican todo racionalmente y consideran que sólo la conducta observable es estudiable (conductistas) y aquellos que ponen el énfasis en «sentir» (gestalt).
Daniel Goleman toma este desafío y comienza a trabajar sobre el desarrollo de Gardner (Goleman era su alumno) llevándolo a un plano más pragmático y centrado en las emociones como foco de la inteligencia.
Salovey también tiene esta postura e incluye las inteligencias personales de Gardner en su definición básica de inteligencia emocional, ampliando estas capacidades a cinco esferas principales:
1.    Conocer las propias emociones
2.    Manejar las emociones
3.    Conocer y manejar la propia motivación
4.    Reconocer las emociones en los demás
5.    Manejar las relaciones, que es, en gran medida, manejar las emociones de los demás.
En realidad, quien posee inteligencia emocional, tiene la llave del éxito, porque puede lograr que los demás suplan las carencias que tenga en otras ramas de la inteligencia.

Replantear la escuela
Dado que cada vez más niños no reciben en la vida familiar apoyo y seguridad para transitar por la vida, las escuelas pasan a ser el único lugar a dónde pueden volverse las comunidades en busca de correctivos para las deficiencias de los niños en la aptitud emocional y social que, luego, determinará en gran parte, su éxito en la vida. Esto no quiere decir que la escuela pueda suplantar el hogar sino que debe formar y ayudar emocionalmente a los niños que educa.
Sin embargo, los maestros siguen poniendo el énfasis en aprender nuevas teorías y siguen abordando su capacitación desde el punto de vista intelectual, no formándose en el aprendizaje y mejoramiento de sus cualidades emocionales para poder así brindárselas a sus alumnos.
Goleman hace gran hincapié en esto y sus proyectos educativos están recorriendo el mundo cada vez con más adeptos (por ejemplo, en California gran cantidad de escuelas públicas y privadas están utilizando esta metodología) y probando la enorme eficiencia de los mismos.

La inteligencia emocional y la creatividad
Este desarrollo de las diferentes inteligencias es un paso adelante en la creatividad porque tiende a eliminar los bloqueos que pueden surgir en el proceso de pensamiento. De algún modo, las técnicas que describiremos más adelante para el desarrollo de la creatividad, son una manera de desarrollar la inteligencia desde estos nuevos puntos de vista.

MOTIVACIÓN, EMOCION, COGNICION

Explicación homeostática de la motivación
Este tipo de teorías explica las conductas que se originan por desequilibrios fisiológicos como pueden ser el hambre, la sed… Pero también sirven para explicar las conductas que originadas en desequilibrios psicológicos o mentales producidos por emociones o por enfermedades mentales que también suponen la reducción de una tensión que reequilibra el organismo.
La homeostasis es un mecanismo orgánico y psicológico de control destinado a mantener el equilibrio dentro de las condiciones fisiológicas internas del organismo y de la psiquis. Consiste en un proceso regulador de una serie de elementos que han de mantenerse dentro de unos límites determinados, pues de lo contrario peligraría la vida del organismo. Así conocemos que existe una serie de elementos y funciones que han de estar perfectamente regulados y cuyo desequilibrio sería de consecuencias fatales para la vida ; por ejemplo, la temperatura, la tensión arterial, cantidad de glucosa o de urea en la sangre… Estas y otras funciones están reguladas y controladas por los mecanismos homeostáticos, y cada vez que surge una alteración en uno de estos elementos y funciones, el organismo regula y equilibra la situación poniendo en marcha una serie de recursos aptos para ello. Entre los autores más representativos de esta corriente podemos señalar a Hull, a Freud y a Lewin entre otros.

Teoría de la valencia  expectativa de Vroom.
Vroom (citado por Dessler, 1993) propone que la motivación es producto de la valencia o el valor que el individuo pone en los posibles resultados de sus acciones y la expectativa de que sus metas se cumplan. La importancia de esta teoría es la insistencia que hace en la individualidad y la variabilidad de las fuerzas motivadoras, a diferencia de las generalizaciones implícitas en las teorías de Maslow y Herzberg.

Teoría de Shein del hombre complejo.
La teoría de Shein (citado por Brunet, 1999) se fundamenta en: (a) por naturaleza, el ser humano tiende a satisfacer gran variedad de necesidades, algunas básicas y otras de grado superior; (b) las necesidades, una vez satisfechas, pueden reaparecer (por ejemplo, las necesidades básicas), otras (por ejemplo, las necesidades superiores) cambian constantemente y se reemplazan por necesidades nuevas; (c) las necesidades varían, por tanto no sólo de una persona a otra, sino también en una misma persona según las diferencias de tiempo y circunstancias, (d) los administradores efectivos están conscientes de esta complejidad y son mas flexibles en el trato con su personal. Finalmente el precitado autor, dice que ellos evitan suposiciones generalizadas acerca de lo que motiva a los demás, según proyecciones de sus propias opiniones y expectativas.
Se infiere que las teorías presentadas en este capítulo de manera breve, coinciden en ver al empleado como el ser que busca el reconocimiento dentro de la organización y la satisfacción de sus necesidades, al satisfacer estos dos objetivos, su motivación se convertirá en el impulsador para asumir responsabilidades y encaminar su conducta laboral a lograr metas que permitirán a la organización a lograr su razón de ser, con altos niveles de eficacia.
El desarrollo de un clima organizacional que origine una motivación sostenida hacia las metas de la organización es de suma importancia por lo que se deben combinar los incentivos propuestos por la organización con las necesidades humanas y la obtención de las metas y objetivos. Los directivos de las organizaciones tienen una gran responsabilidad en determinar el clima psicológico y social que impere en ella. Las actividades y el comportamiento de la alta gerencia tiene un efecto determinante sobre los niveles de motivación de los individuos en todos los niveles de la organización, por lo que cualquier intento para mejorar el desempeño del empleado debe empezar con un estudio de la naturaleza de la organización y de quienes crean y ejercen el principal control sobre ella. Los factores de esta relación que tienen una influencia directa sobre la motivación de los empleados, incluyen la eficiencia y eficacia de la organización y de su operación, la delegación de autoridad y la forma en la cual se controlan las actividades de trabajadores.

Paradigmas Cognitivos
Vale la pena comenzar esta teorización haciendo claridad sobre algunos conceptos claves que contribuirán a la comprensión posterior de algunas ideas. Por una parte, es importante considerar el objeto de la psicología cognitiva; esta se dedica al estudio de los procesos mentales superiores, es decir, al funcionamiento de la mente y cómo a través de estos procesos interactuamos adecuadamente con el mundo, memorizamos, solucionamos problemas, discernimos sobre una situación, nos comunicamos y cómo reflexionamos sobre nuestros propios pensamientos –metacognición–. La psicología cognitiva es una de las más complejas ramas de la psicología y la que más se ha beneficiado de la experimentación.
Los procesos cognitivos esenciales tienen que ver con la percepción, la atención, la memoria –los dos anteriores, ya vistos en el curso de psicología general–, pensamiento –procesamiento racional– y el lenguaje. El propósito de esta guía, de acuerdo al avance del curso de psicología general, se centra en los procesos de pensamiento y la emoción como entidades diferenciables pero relacionadas estrechamente en el individuo.

El Enfoque Cognitivo Racionalista
Este enfoque dominó el abordaje psicológico durante las décadas centrales del siglo XX. La psicología académica estuvo dominada por los conductistas –a la cabeza de B. F. Skinner– quienes opinaban que era sólo la conducta manifiesta –observable objetivamente desde el exterior– la que podía estudiarse con rigor científico; dicha postura significó un freno drástico en el abordaje del comportamiento humano al relegar por completo la participación de las emociones en la conducta.
El advenimiento de la «revolución cognitiva» a finales de los años sesenta centró la investigación en la inteligencia y en la manera como la mente percibe, procesa y almacena la información. Las emociones siguieron relegadas y las visiones del procesamiento de la información como una serie lineal, fría y rigurosa, excluían «groseramente» la posibilidad de que las emociones y los sentimientos filtrasen subjetivamente nuestra visión del mundo.
La psicología cognitiva racionalista ha sido una de las que más ha insistido en la búsqueda de analogías entre el funcionamiento de las máquinas para el procesamiento de datos –computadoras– y el cerebro humano. Esta perspectiva nuevamente pone de relieve la miopía intelectual del modelo que seguía analizando la mente desde afuera como si se tratase de un conjunto de «tarjetas» ordenas e interconectadas a un procesador «Intel Pentium» de fabricación biológica. Este tipo de análisis correlativo pondría de relieve la pregunta de quién fue primero, el huevo o la gallina.
Cabe señalar, no obstante, que la analogía mente/computadora es funcional, no física, y esta ha sido de gran utilidad en ramas como la Ingeniería Electrónica y la Ingeniería de Sistemas, particularmente en el diseño de sistemas hombre–máquina –sistemas de información– en la teoría de las redes neuronales –imitación del funcionamiento del cerebro humano– que ha impulsado grandes avances en el campo de la Inteligencia Artificial y la robótica.

El Enfoque Cognitivo Posracionalista
Las limitaciones explicativas del modelo racionalista cuya intención de imponer un sesgo objetivo –racional– a la idea de realidad era en sí un principio contradictorio –cualquier realidad que se quiera imponer es en sí subjetiva–, dieron cabida a una nueva percepción del proceso cognitivo como una circunstancia correlativa entre las emociones y el pensamiento racional. «Las emociones enriquecen; un modelo mental que las excluya queda empobrecido» (Goleman, 1995)
El posracionalismo comienza a tomar forma como producto de las críticas del psiquiatra italiano Vittorio Guidano a los limitados abordajes terapéuticos del enfoque racionalista clásico. Para Guidano, tanto la psicología como la psiquiatría se habían convertido en un cúmulo de teorías explicativas al amparo de un enfoque pragmático, racionalista y objetivista, que se alejan por sí mismas de la explicación más profunda que debían proveer: la experiencia concreta e integral del ser humano.
Guidano centra su crítica en el hecho de que el objeto de la psicología, si es que existe una realidad objetiva para todos los seres humanos, es entonces estudiar cómo nos adaptamos a esa realidad y la representamos mentalmente de la manera más fielmente posible. Guidano asume que dicha perspectiva de las cosas sólo admita análisis externos, es decir, estudios de los factores ambientales con los que se relaciona el individuo. «Desgraciadamente, esta respuesta que proporcionan la mayoría de los psicólogos, no constituye una explicación que haga inteligible el cómo y el porqué de un determinado fenómeno psicológico que exhibe ciertas propiedades, y que descriptivamente, un observador puede distinguir» (Weimer, 1982).
Posracionalismo y Experiencia Humana. Para empezar cabe hacer dos consideraciones con respecto a la experiencia humana: por una lado el conocimiento y la experiencia en el hombre es una parte de su existencia, es decir, nuestra manera de conocer y aprehender las características del mundo es una cualidad intrínseca a nosotros mismos como individuos y especie y que como tal, no se la puede desligar de su carácter emocional; por otra parte, el acto de conocer y en especial, la experiencia en el hombre –y en las demás especies animales– es un hecho particular derivado de la evolución y la historia «animal» de sí mismo.
La experiencia humana es una circunstancia histórica, es decir, se «vive» el mundo desde el contexto y la visión misma que se tenga de ese contexto –temporal y particular–. La experiencia es en sí un proceso que contribuye a la autoorganización del individuo y como tal se debe concebir como un flujo que guarda una unicidad básica.
Desde una visión sistémica, la experiencia humana es un proceso circular, un proceso dialéctico, un proceso retroalimentado en el que la experiencia se siente, se explica y luego esa explicación genera una nueva experiencia que explicará otra nueva sensación y así sucesivamente, como un flujo creciente hacia un orden explicativo cada vez más complejo –de ahí que se diga que la experiencia es un hecho evolutivo–.
Esta última concreción conduce a una conclusión: la experiencia humana es un evento posracional, es decir, no sólo emocional, ni sólo racional, es algo que va más allá de la razón misma y de la correspondencia entre entendimiento y emoción. Esto confirmaría una estructura sistémica de la mente en la que estos dos ingredientes por separado no explicarían el todo –sinergia– de la experiencia, pero en el que dicha experiencia es un todo mayor que la simple suma de sus partes –este es un comentario personal–.

Bases Biológicas
Bases Biológicas De La Cognición
El sistema central de procesamiento humano es el cerebro. Una intrincada estructura de neuronas interconectadas que ocupa cerca del 5% de la masa corporal, pesa alrededor de kilo y medio y consume cerca del 15% de la sangre que bombea el corazón.
Existen tres partes principales que independientemente cumplen con procesamientos definidos, aunque no independientes: el prosencéfalo en los humanos, procesa la información sensorial del cuerpo analizándola e integrándola con la información previamente analizada de experiencias anteriores; también interviene en necesidades tales como el sueño, la termorregulación, el alimento, hidrorregulación y funciones reproductivas; por su tamaño y proporción en los seres humanos se le asocia con la inteligencia. El mesencéfalo tiene una función de apoyo en el control de las funciones motoras y sensoriales. El romboencéfalo ejerce un control directo sobre las funciones digestivas, respiratorias, circulatorias y sobre el equilibrio corporal.
La Corteza Cerebral. Es la estructura en la que se concentra gran parte de las capacidades de procesamiento de información de los humanos –abarca tanto el prosencéfalo como el mesencéfalo–. La corteza alcanza una proporción cercana a las tres cuartas partes del total de las neuronas del cerebro, se encuentra dividida en dos hemisferios –izquierdo y derecho– que a su vez se encuentran divididos en lóbulos –frontal, parietal, temporal y occipital–. «Se cree que el procesamiento de información en la corteza es estratificado;… Los datos pasan de áreas primarias a áreas secundarias y, de ahí, a otras áreas de asociación más elevada» (Davidoff, 1992).
Los lóbulos frontales son los encargados del análisis y la toma de decisiones con respecto a la información que recibe el cerebro. Los lóbulos frontales nos permiten recordar, sintetizar datos sensoriales e información emocional, interpretar información y manejar series de datos; nos posibilitan además el planear alrededor de una serie de datos previos y establecer propósitos. «Algunos científicos creen que la esquizofrenia y la senilidad, que distorsionan el pensamiento, son causadas por niveles reducidos de dopamina –un neurotransmisor– en los lóbulos frontales» (Goldman-Rakic y colaboradores, 1983). A los lóbulos frontales se los relaciona con la transmisión de impulsos a los músculos.
Los lóbulos parietales registran y analizan la información proveniente de la superficie –esterocepción– y del interior –propiocepción–; este tipo de funciones se les conoce a su vez como de sentido sensorial ó somatosensoriales. Los lóbulos parietales se encuentran intercomunicados con los lóbulos frontales a donde conducen la información para su análisis.
Los lóbulos temporales deciden que parte de la información ambiental se registra y se almacena; también tienen la responsabilidad de archivar esa misma información. Estos lóbulos juegan un papel importante en la elaboración de juicios positivos o negativos de las experiencias. También procesan información auditiva.
Los lóbulos occipitales procesan principalmente información visual –corteza visual primaria– y participan en funciones más generales del procesamiento de información.
El Tálamo. Es un conjunto de cuerpos celulares ubicados en el prosencéfalo encargados de recibir casi la totalidad de la información esteroceptiva –a excepción de la información olfativa que tiene su propia ruta hacia la corteza– y transmitirla hacia las zonas primarias de la corteza.
El Sistema Límbico. Es un conjunto de neuronas que incluye el hipocampo, la amígdala, el séptum y el cíngulo, y porciones del hipotálamo y el tálamo. Dichas estructuras fueron las primeras en evolucionar; guardan una cierta relación con el procesamiento de olores y juegan un papel central en las emociones y motivaciones. Controla a la par de la corteza la sed, el apetito, el sueño y la vigilia, la termorregulación, el sexo, la agresión, el miedo y la docilidad –confianza–; permite el «rescate» de recuerdos, la representación del entorno y la ubicación espacial. El sistema límbico ejerce control sobre las características afectivas y el modo de relacionarnos con los demás; de ahí que se pueda decir que contribuye a la preservación de la especie y a la supervivencia personal.
Bases Biológicas De La Emoción
Ya se ha hablado del sistema límbico y de su influencia en las emociones, pero no se ha especificado la crucial influencia de una pequeña estructura conocida como la amígdala. En los seres humanos, la amígdala es un racimo de células interconectadas que se asientan sobre el tronco cerebral; son dos y se ubican a cada lado del cerebro. En el ser humano, la amígdala es relativamente grande si se la compara con la de otros animales. Estas estructuras límbicas se encargan principalmente del aprendizaje y el recuerdo del cerebro –es el depósito de la memoria emocional–; si se separa la amígdala del resto del cerebro, esto desencadenará una incapacidad para apreciar el significado emocional de los acontecimientos –»ceguera afectiva»–.
De la amígdala dependen las emociones primarias. Las lágrimas en los seres humanos, por ejemplo, son desencadenas por la amígdala. Las investigaciones realizadas por el neurólogo Joseph LeDoux han demostrado que la amígdala puede ejercer el control sobre lo que hacemos, aún mientras el cerebro racional procesa una solución.
La amígdala funciona como una especie de central de monitoreo de alarmas, y en caso de presentarse una situación de emergencia, se conecta con los centros cerebrales más importantes y ordena el desencadenamiento de todas las funciones de respuesta defensiva y focaliza la atención cerebral en la elaboración de estrategias de supervivencia. Las investigaciones de LeDoux han demostrado la sorprendente eficiencia del sistema perceptivo humano; las señales del ojo y del oído viajan primero al tálamo y luego a la amígdala; una segunda señal viaja hacia el cerebro pensante. Este proceso permite generar respuestas inmediatas sin tener que depender de los cuidadosos cálculos y razonamientos del cerebro racional.
«La amígdala puede albergar recuerdos y repertorios de respuestas que efectuamos sin saber exactamente por qué lo hacemos, porque el atajo desde el tálamo hasta la amígdala evita completamente la neocorteza. Este desvío parece permitir que la amígdala sea un depósito de impresiones y recuerdos emocionales de los que nunca fuimos conscientes» (Goleman, 1995)

El concepto y la representación
Conceptos
Los conceptos son categorizaciones, es decir, procesos del sistema cognitivo con los cuales se reduce la complejidad y variabilidad del universo a una estructura conceptual limitada, que permite establecer equivalencias más simples entre objetos, sucesos o personas, que por su amplitud conceptual, son más complejos.
Algunos tipos de Representaciones Conceptuales, son:
•    Dimensiones: una dimensión es un atributo cuantitativo; lo que quiere decir que el estímulo posee la dimensión en un grado mayor o menor. Se refiere a fenómenos o circunstancias cuantificables –longitud, temperatura, inteligencia–.
•    Rasgos: son atributos cualitativos que el estímulo posee o no. Tienen un carácter de todo o nada. Por ejemplo, un objeto es blanco o no lo es; un gato «tiene cuatro patas», «come ratones», «tiene pelo», «no vuela», etc.
•    Proposiciones: son representaciones reticulares –a modo de red– cuyos componentes son nodos conceptuales y escalas asociativas.
•    Plantillas: en este tipo de representación el concepto no se describe como una colección de atributos, sino como un todo que guarda cierta analogía estructural con los objetos categorizados. Cuando un organismo recibe un estímulo lo compara con varias plantillas que almacenó previamente hasta que logra un emparejamiento correcto, que deriva en un reconocimiento positivo del concepto.
Categorías Naturales. Gran parte de las teorías alrededor de las categorías naturales se deben a los estudios realizados por Eleanor Rosch. Ésta «enfatiza el carácter difuso de los conceptos. Los miembros de una categoría no son equivalentes, sino que algunos son ‘mejores’ miembros que otros. (…) La categoría tendría así una estructura interna, de modo que los miembros se ordenarían según un continuo de tipicidad o representatividad». Esto se explicaría mejor con un ejemplo: la categoría «perro» es mejor –más explicativa– que «mamífero». Esta teoría asume que no existe una única serie de atributos compartidos por todos los miembros de una categoría y que nuestro sistema categorial es fundamentalmente adaptativo.
Principios de Categorización. La estructura del mundo percibido no es un conjunto de hechos al azar, por el contrario, los atributos se correlacionan para constituir unidades separables –el mundo tiene una estructura correlacional–; algunos atributos tienden a darse unidos, otros suelen no ser compartidos por otro objeto. La redundancia en las propiedades hace que el ambiente resulte mucho más inteligible y predecible, que si se tratase de un conjunto total –y caótico–.
El segundo principio postula que el sistema categorial está diseñado de modo que obtiene el máximo de información acerca del medio, empleando la menor cantidad posible de recursos cognitivos. A este principio se le conoce a su vez como economía cognitiva. El organismo requiere inferir el mayor número de propiedades que le sea posible sobre un objeto; resulta más eficiente categorizar dicho objeto que efectuar una nueva exploración exhaustiva. Esto obliga a que las categorías tengan la mayor cantidad posible de información y que posibiliten discriminaciones rápidas entre objetos, a través de reducciones cognitivas y manejables; lo contrario conduciría a un desbordamiento de nuestro sistema cognitivo.
Prototipos
Los prototipos son representaciones típicas y altamente representativas de un concepto. El prototipo corrige la «escasa claridad» categorial de algunos miembros del objeto, sirviendo como punto de referencia a la categoría. Los estímulos son juzgados de acuerdo al prototipo que los fija a procesos de categorización determinados. Los prototipos pueden guardar analogías de acuerdo a la cercanía o pertenencia de un individuo a un grupo.
4. La Cognición

Función Del Pensamiento
Parece poco clara una definición de la función del pensamiento. Podría decirse sencillamente que el pensamiento es un conjunto de cualidades en el ser humano cuya función es interpretar y comprender el mundo, reflexionar consciente y racionalmente sobre su propia existencia y solucionar efectivamente las dificultades que le impone el medio ambiente.
El pensamiento es abordable desde cinco modos diferentes:
1.    El pensamiento como asociación de ideas.
2.    El pensamiento como responsable de las exigencias biológicas.
3.    El pensamiento como adaptación al ambiente.
4.    El pensamiento como reestructuración cognitiva.
5.    El pensamiento como resolución de problemas. (Banyard–Hayes, 1995)

Razonamiento Deductivo. Es un proceso de razonamiento en el que se extraen inferencias –conclusiones acerca de una proposición, partiendo de otra u otras– e implicaciones de una suma de supuestos para aplicarlos a casos específicos o relacionarlos con otros conceptos. Las tareas principales de silogismo son la inferencia transitiva, el silogismo categorial y el razonamiento proposicional.
Razonamiento Inductivo. Este proceso de razonamiento, parte de casos particulares para inferir una conclusión o un resultado general –generalización– o particular, partiendo del conocimiento, la observación, la experiencia y las creencias. Existen dos tipos de operaciones inductivas: la predicción y la causalidad.
Solución De Problemas
«Se entiende por resolución de problemas aquellas tareas que exigen procesos de razonamiento relativamente complejos, y no una mera actividad asociativa y rutinaria. Una persona se enfrenta a un problema cuando acepta una tarea, pero no sabe de antemano cómo realizarla» (Vega, 1994).
Se consideran tres tipos de problema, a saber:
Problemas de ordenación: son aquellos cuya solución exige el reordenamiento de un conjunto de elementos bajo un criterio determinado.
Problemas de inducción de la estructura: son aquellos cuya solución exige la identificación de las relaciones existentes entre los elementos presentados, a fin de construir un nuevo conjunto de relaciones entre los mismos.
Problemas de transformación: son aquellos que exigen el empleo de diversos métodos con el fin de transformar un estado inicial o unas condiciones iniciales en una meta.
La solución de un problema comprende las siguientes fases:
Fase de preparación: supone un análisis e interpretación de los datos disponibles inicialmente, de las restricciones y una identificación del criterio de solución
Fase de producción: comprende varias operaciones: recuperación de la información de la MLP, exploración de la información ambiental, transformaciones en MCP, almacenamiento de información intermedia en la MLP, y eventualmente, alcance de la solución.
Fase de enjuiciamiento: evalúa la solución generada, contrastándola con el criterio de solución.
Heurística
La heurística es una regla práctica o un ahorro procesal a nivel del pensamiento, que nos permite llegar a una solución. Se pueden considerar dos estilos de heurística: la de representatividad, con la que se emiten juicios a partir de categorías generales de mayor relevancia; y la heurística de disponibilidad, que implica juzgar la probabilidad de ocurrencia de un suceso de acuerdo a la facilidad que tengamos para recordarlo.
Algoritmo
Es una regla –o conjunto de ellas–, que si se sigue, garantiza llegar a una solución esperada, aunque la razón de su funcionamiento puede no ser comprendida por quien aplica el algoritmo.
Creatividad
La creatividad, más que una metodología en la resolución de problemas, es un ingrediente adicional que permite llegar a soluciones más efectivas, posiblemente con menos esfuerzo e incluso en menos tiempo. Las causas de la creatividad parecen no ser muy claras aún, por lo que lo único que se tiene son ejemplos y manifestaciones del pensamiento creativo.
Uno de los factores que determinan la creatividad es el pensamiento divergente, que se entiende como la capacidad para generar respuestas o soluciones a los problemas utilizando procedimientos poco comunes, pero efectivos. Edward De Bono, en 1969 –véase el libro que lleva por título en nombre del método que empleó–, desarrolló un curso de entrenamiento para enseñar a la gente lo que él denominaba pensamiento lateral –homólogo del pensamiento divergente–, que consiste en la capacidad de saltar los límites de un problema y desarrollar soluciones nuevas e innovadoras. El modelo de De Bono implicaba tratar deliberadamente de identificar las limitaciones asumidas o dadas por sentadas para resolver el problema, y plantearse este último de una forma totalmente nueva, como si antes uno no se hubiese encontrado con nada parecido.

Aspectos centrales del paradigma del procesamiento de la información

Esquemas
Son la definición del armazón del sistema dentro del cual se representa la información. El esquema puede verse como una organización cognitiva y estable que contiene la totalidad del autoconocimiento y del mundo; representa la información referente a una categoría particular de «personas, objetos y eventos».El esquema se desarrolla conforme se desarrolla el individuo y se fortalece a su vez con la repetición, procesamiento y organización de información similar que se almacena en el mismo esquema. La mayor utilización de un esquema fortalecerá su fortaleza y cohesión interna, aumentando su resistencia al cambio.
Los esquemas se organizan en estratos, desde la información de eventos particulares y/o elementos simples de conceptos complejos, hasta esquemas que integran representaciones del concepto o de eventos intrincados como un todo en la parte superior de la jerarquía.
Procesos
Son las operaciones que realiza el sistema para manipular y trasladar la información desde, hacia y entre las estructuras y el medio ambiente, con el fin de generar productos cognitivos.
Las operaciones cognitivas son aquellas reglas de transformación, por medio de las cuales las estructuras profundas son trasladadas a las estructuras superficiales. Esta fase de procesamiento también influye en el tipo de manejo que se le dará a la información que ingrese al sistema o a la que ya existe almacenada.
Productos
Los productos o eventos cognitivos podrían definirse como las salidas finales o las conclusiones del sistema, que resultan de la interacción de la información interna o externa, las estructuras y las operaciones cognitivas.
Los productos cognitivos son más influenciables por los estados emocionales internos, más asequibles a la conciencia del individuo, menos estables y más relacionados con las demandas externas.
Los productos son vistos como resultado de estados más profundos, con una función autoconfirmatoria y perpetuadora del equilibrio de los esquemas subyacentes. Los productos cognitivos han recibido diferentes nombres: autoverbalización, inferencias, pensamientos automáticos, atribuciones.

Las Emociones
«La palabra emoción significa literalmente estado de excitación o estremecimiento. Los psicólogos suelen distinguir tres componentes en cada emoción:
•    Un sentimiento característico o experiencia subjetiva.
•    Un esquema de estimulación fisiológica.
•    Un esquema de expresión abierta.
El componente subjetivo es comunicado en las etiquetas que les ponemos a nuestras emociones, como temor, ira, gozo o tristeza».
Función De Las Emociones
En un apartado anterior se habló de las bases biológicas de la emoción, en particular de la Amígdala, el Tálamo y el Sistema Límbico en general. Las emociones cumplen un papel central en la gestión de procesos de autoprotección y autorregulación del organismo frente a situaciones extremas. Estas funciones se pueden diferenciar de la siguiente forma:
•    Preparación para la acción: las emociones actúan como un nexo entre los estímulos recibidos del medio y las respuestas del organismo. Las respuestas emocionales son automáticas y por tanto no requieren ningún tipo de raciocinio o de control consciente.
•    Delimitación del comportamiento futuro: las emociones influyen en la asimilación de información que nos servirá para dar respuestas en el futuro a hechos similares. Dichas respuestas podrán ser de rechazo o de búsqueda de repetición del estímulo.
•    Regulación de la interacción social: las emociones son un espejo de nuestros sentimientos y su expresión permite a los observadores hacerse a una idea de nuestro estado de ánimo.
Emociones Primarias
Dentro de las emociones primarias se consideran: la ira, el miedo, la alegría, el amor, la sorpresa, el disgusto, el interés y la tristeza. Las emociones son impulsos para actuar, planes instantáneos para enfrentarnos a la vida que la evolución nos ha inculcado (Goleman, 1995). Todas las emociones se relaciones con un conjunto de reacciones; por ejemplo:
La ira: la sangre fluye hacia las manos facilitándose la utilización de armas o el propinar golpes contundentes. El ritmo cardiaco se eleva y se liberan hormonas como la adrenalina que disponen el cuerpo para la acción. La ira se asocia con la furia, el ultraje, resentimiento, cólera, indignación, fastidio, hostilidad y en extremo, con la violencia y el odio patológicos.
El miedo: hay una redistribución de la sangre en las partes indispensables en las acciones evasivas; puede haber una paralización repentina mientras se analiza una respuesta adecuada, pero en suma, el cuerpo está en un estado de máxima alerta. El miedo se asocia con ansiedad, nerviosismo, preocupación, inquietud, cautela y en un nivel profundo, con fobia y pánico.
La alegría: se inhiben sensaciones negativas o de intranquilidad. Parece que no hay reacciones fisiológicas relevantes, salvo una sensación de paz y calma corporal. Se asocia con placer, deleite, diversión, placer sensual, gratificación, euforia, éxtasis y en extremo, con manía.
El amor: los sentimientos de ternura y la satisfacción sexual dan lugar a un despertar parasimpático –»respuesta de relajación»– es un conjunto de reacciones en todo el organismo que generan un estado general de calma y satisfacción, facilitando la cooperación. Se asocia con aceptación, simpatía, confianza, amabilidad, afinidad, adoración y en casos patológicos puede conducir a la extrema dependencia.
La sorpresa: el levantar las cejas en expresión de novedad o sorpresa permite ampliar el campo visual y que llegue más luz a la retina; esto ofrece más información sobre el hecho inesperado, facilitando cualquier análisis e ideando el mejor plan de acción.
El disgusto: según lo ha sugerido Darwin, el gesto facial de disgusto aparece como un intento por bloquear las fosas nasales en caso de probar una sustancia desagradable o de que exista necesidad de escupirla.
La tristeza: la tristeza tiene una función adaptativa en caso de una pérdida significativa. La tristeza desencadena una caída de la energía y el entusiasmo por las actividades de la vida, sobre todo las diversiones y los placeres; frena el metabolismo del organismo e induce al aislamiento y recogimiento. En casos muy profundos, la tristeza puede desembocar en depresión.
Interés: tiene como función ayudarnos a centrar nuestra atención en un estímulo proveniente del medio al que bajo ciertas circunstancias, le asignamos un valor de pertinencia.
Emociones Secundarias
Las emociones primarias son automáticas y cumplen una función adaptativa y saludable dentro del organismo al ayudarnos a reaccionar inmediatamente frente a un estímulo. Cuando estas emociones no son procesadas adecuadamente sufren una «mutación» y no son superadas, quedando convertidas en emociones secundarias. Es así como cada emoción primaria se asocia a una emoción secundaria:
•    Ira / Rencor –violencia y odios patológicos–.
•    Miedo / Ansiedad –fobia y pánico–.
•    Amor / Dependencia.
•    Alegría / Manía.
•    Sorpresa / Ansiedad.
•    La Tristeza / Depresión.
•    Interés / Paranoia.
Dichas mutaciones en las emociones generan otras dimensiones en su comprensión: en las ondas externas se encuentran los estados de ánimo, que son más apagados y duran mucho más tiempo que la emoción primaria. Más allá de los estados de ánimo se encuentra el temperamento, que se entiende como la prontitud para evocar una emoción o estado de ánimo determinado que hace que la gente sea melancólica, tímida o alegre. En un nivel más externo se encuentran la depresión y la ansiedad profundas, emociones secundarias de las que ya mencionadas.

BIBLIOGRAFÍA

FREGOSO, PSICOLOGÍA BASICA, ED. EDIT. MEX.
THOMPSON, FUNDAMENTOS DE LA PSICOLOGÍA FISIOLÓGICA, ED. TRILLAS
PAPALIA. D. PSICOLOGÍA, ED. MC GRAWHILL.
MORRIS, PSICOLOGÍA, ED. TRILLAS.