Intervenciones posibles en el trabajo infantil

Las intervenciones posibles:
Alguna esperanza existe: hace diez años para los gobiernos no había problema. Ahora el debate está presente.
Luchar contra el trabajo infantil, comenzando por sus formas más aberrantes (trabajos peligrosos, a tiempo completo o por cuenta ajena), significa dar un paso mínimo en defensa de los derechos sociales de losa adultos de hoy y de mañana. No es fácil confluir en una misma dirección protagonistas bien diferentes: Estados, sindicatos, organismos internacionales, ONG, consumidores y por último empresas y multinacionales.
Las opiniones son diferentes, desde la única alternativa: Prohibición total y urgente o reglamentación.
Quienes apoyan la primera hipótesis acusan a los otros de excesivo pragmatismo (porque ‘la explotación de los niños hay que abolirla sin remisión, además de reducir la explotación de losa adultos’); Los otros acusan a los primeros de utopismo (porque: ‘la verdadera cuestión es acabar con la explotación por parte de las naciones y clases sociales . Al mismo tiempo es mejor que un niño trabaje y coma que este hambriento’).
Son lógicas ambas posiciones. La hipótesis de la ‘prohibición total’ debe venir acompañada de intervenciones que aumenten los ingresos de las familias, prohibiendo los trabajos peligros y por cuenta ajena en primer lugar. La segunda (abolición como resultado de un desarrollo prolongado) se adapta a la mayoría de los trabajos integrados en la economía familiar, agrícola y artesanal. Donde, en efecto, no sirven las leyes y los castigos injustos, donde se debe intervenir mediante la reforma agraria, la mecanización colectiva, garantización de los precios de venta mínimos, dotación de infraestructuras como el agua potable y los sistemas energéticos cercanos a las viviendas y naturalmente con la enseñanza básica gratuita.
Las intervenciones posibles frente al trabajo infantil se pueden agrupar en tres tipos:

1.Modificando la estructura económica de los países.
La inversión social parece pasada de moda…Pero gastando en diez años veinticinco mil millones de dólares (menos que el consumo de los norteamericanos en cerveza y los europeos en vino en dos años), de acuerdo a los cálculos de la UNICEF se podría dotar a todas las comunidades de agua potable, sistema de salud y educativo básico.
También en los países del Norte surge la plaga del trabajo infantil, haciéndose indispensable repartir más equitativamente los recursos existentes y el trabajo disponible, sin desmantelar el Estado Social.
2.Aplicando la ‘claúsula social interna’
Para evitar al mismo tiempo el hambre y el trabajo de los niños se necesita aumentar el salario de los padres’ sostiene entre otros Rosaline Costa de la Comisión Justicia y Paz de Bangladesh. Esta posición une a sindicatos y movimientos sociales del Norte y del Sur.
Es indispensable aplicar principios mínimos de respeto a los trabajadores. La mayor parte de los países esta lejos de estos principios y en muchos casos los sindicalistas que la sostienen son encarcelados, obstaculizados de múltiples formas e incluso asesinados.
3.Revisando los beneficios internacionales
Los gobiernos del Sur., normalmente se resisten a modificar el Status quo, sostienen que no pueden hacer nada en el plano social porque están atrapados entre el yunque del pago de la deuda y el martillo de competencia internacional.
La opinión pública, las organizaciones sociales y políticas del Norte tenenmos el deber de influir sobre l apolítica internacional, comercial y de cooperación de nuestros respectivos gobiernos.
– Por una cooperación Norte-Sur que efectúe inversión social, anteponiendola sobre los beneficios empresariales. La Cumbre Social de Copenhague ha adoptado la propuesta denominada 20:20, que implica que de la inversión en cooperación un 20% se dirigía a gastos sociales, al igual que de los presupuestos estatales de los países del Sur donde otro tanto se debe dedicar al mismo fin.
– Por un cambio en la política comercial.
Estipulando mediante acuerdos internacionales, producto por producto, cantidades y niveles de precio que aseguren unos ingresos adecuados a los productores del Sur.
Obligando a las multinacionales a que respeten a los trabajadores y no contraten niños para la producción.
 
La escolaridad: La escolaridad obligatoria hasta los catorce o dieciséis años es una condición necesaria y obligada para abolir y reducir el trabajo infantil.
La escuela debe ser gratuita, cercana, útil (preparar para un oficio) y debe garantizar la alimentación de los alumnos y alumnas.