Introducción. Eugenesia e higiene mental

Introducción. Eugenesia e higiene mental

Eugenesia e higiene mental: usos de la psicología en la Argentina, 1900-1940. índice: Introducción

Los trabajos que se han ocupado de la higiene mental en la Argentina [1], han indagado sus orígenes fundamentalmente en las décadas de 1930 y de 1940, debido a que fue en ese momento cuando el movimiento se organizó institucionalmente, con la fundación de la Liga Argentina de Higiene Mental en 1929. Mientras la higiene mental fue un movimiento que nació en Estados Unidos por un impulso que venía de fuera de los hospicios y cátedras de psiquiatría, y que acentuaba el papel de los factores ambientales, en la Argentina el movimiento de higiene mental fue esencialmente psiquiátrico, y se desarrolló sobre la base de ideas eugenésicas ya presentes. Las ideas de higiene mental y eugenesia, se desarrollaron en el marco de un conjunto de saberes y prácticas más amplio, que se conoció como medicina social. Esta disciplina intentó la coordinación de los conocimientos e intervenciones terapéuticas individualizadoras con la consideración de sus efectos en la población, privilegiando la mirada global y subordinando a ésta la valoración de las intervenciones individuales. De ahí que en su definición misma se presentara como una función del estado y requiriera de un proyecto político.

Esta idea de preservación de la sociedad como un todo, más allá de la simple suma del bienestar de cada integrante individual, puso en primer plano las nociones de higiene y profilaxis, como metas inherentes del nuevo modelo médico.  Sin embargo, mientras la noción de higiene estaba asociada al mejoramiento de las condiciones ambientales para evitar o minimizar la aparición de enfermedades o anomalías en la sociedad presente, la noción de profilaxis aludía a las intervenciones que buscaban a través de medios selectivos desterrar en el presente los elementos perniciosos para la sociedad futura (eugenesia). ¿Cómo se han articulado los discursos específicos de la higiene mental y la eugenesia, centrados respectivamente en lo social y en lo biológico? ¿Qué papel cumplió en estas articulaciones discursivas el nuevo saber psicológico desarrollado en la Argentina? Para contestar estas preguntas es necesario tener en cuenta una historia de más largo alcance, que vincule el movimiento de la higiene mental en Argentina, que insistía en el valor del diagnóstico precoz y en la necesidad de intervenir sobre las costumbres de la sociedad, con el pensamiento psicosocial de fines del siglo XIX y principios del siglo XX (cuyas expresiones pueden verse en las obras de José María Ramos Mejía y Carlos Octavio Bunge) y con el discurso y las prácticas de un higienismo que, desde el último tercio del siglo XIX, impregnó las instituciones médicas y se asoció a la organización del estado.

En segundo lugar, la indagación del papel de la psicología en estas articulaciones debe tener en cuenta que la producción de discursos académicos en tanto «saberes psicológicos» se hizo desde diferentes disciplinas y profesiones ya conformadas (medicina y psiquiatría, criminología, educación). Estos diferentes ámbitos de producción, definidos con independencia de la psicología como disciplina y como profesión, actuaron orientando la selección y la interpretación de las lecturas de obras extranjeras, determinando la importancia práctica y teórica de ciertos abordajes frente a otros. Se indagará especialmente la articulación entre estas condiciones locales y los desarrollos efectivos de los saberes y prácticas de intervención psicológica.

 Por último, las preguntas planteadas sólo pueden abordarse desde una historia que explore los temas propuestos en los cruces disciplinares mencionados. Al hablar de cruces disciplinares, utilizo la palabra «disciplina» en un doble sentido. Por un lado, como disciplina de conocimiento, como una división del trabajo intelectual reconocida como tal, desde dentro y desde fuera de la misma disciplina, que tiene su propio orden interno en la organización de los contenidos y en la jerarquización de los criterios que otorgan significatividad a ciertos problemas, a la vez que permiten formularlos, y de los criterios de legitimación de los conocimientos que se producen desde la ciencia para responder a esos problemas [2]. Pero hay otro sentido que está presente también, y tiene que ver con las disciplinas como dispositivos, que establecen redes de relaciones específicas entre elementos heterogéneos, ya no solo discursos, compuestos estos por proposiciones científicas, filosóficas y morales, sino también prácticas institucionales, arquitecturas, reglamentos, etc. Este segundo sentido de disciplina muestra las dimensiones discursivas y prácticas de los saberes y nos conduce a indagar cómo contribuyen a modelar las subjetividades humanas [3]. Teniendo en cuenta esta heterogeneidad, este trabajo se centra más específicamente en los cruces disciplinares desde una historia de la psicología, entendida como historia de la ciencia, que aporte a una historia de las ideas de eugenesia en la Argentina.

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Eugenesia e higiene mental: usos de la psicología en la Argentina, 1900-1940Ana María Talak (UBA, Argentina)