La Acción del Sujeto, Jean Piaget

La Acción del Sujeto como Clave del Proceso

A lo largo de la evolución, las estructuras cognoscitivas se van modificando, en virtud de  desequilibrios momentáneos  por la emergencia de perturbaciones, que reclaman un reajuste de la conducta.

Afirma este autor: “… todo sistema puede sufrir perturbaciones que tienden a modificarlo. Diremos que existe equilibrio cuando estas perturbaciones exteriores están compensadas por acciones del sujeto, orientadas en el sentido de la compensación”.(Piaget, J, 1981, pág.216.)

Es decir, que el equilibrio se pierde a causa de perturbaciones.  Estas perturbaciones provienen de necesidades y para su satisfacción se interpone la  acción del sujeto. La actividad del sujeto permite recuperar el equilibrio en el sentido de volver a adaptar el organismo a su entorno.

  “…Una “conducta” constituye, pues, un caso particular de intercambio entre el mundo exterior y el sujeto;  pero, contrariamente a los intercambios fisiológicos, que son de orden material y suponen una transformación interna de los cuerpos que se enfrentan, las “conductas” que estudia la psicología son de orden funcional y operan a distancia cada vez mayor en el espacio (percepción, etc.) y en el tiempo (memoria, etc.) y siguen trayectorias cada vez más complejas (rodeos, retornos, etc.)”. (Piaget, J,. 1.984, pág. 14.)

Distingue  los intercambios fisiológicos de otros, que son de orden funcional, en los que opera la Inteligencia, que permite acceder al conocimiento pudiendo admitir, luego de sucesivas etapas, distancias espacio-temporales paulatinamente mayores  entre el sujeto y los objetos. Estos intercambios a distancia son intercambios inteligentes como nivel más elevado del conjunto de los procesos adaptativos

La adaptación consiste en el equilibrio de los intercambios entre el sujeto y su entorno, siendo la inteligencia la forma de adaptación mental por excelencia, constituyendo el punto de equilibrio hacia el cual se dirigen todas las adaptaciones consecutivas Las primeras adaptaciones son rígidas y de sentido único,  y posteriormente se  van conformando nuevas estructuras en función de equilibraciones sucesivas, cada vez más móviles, dando lugar a operaciones reversibles, propias del último estadio.

Al respecto “Según Piaget la inteligencia no es una facultad o una capacidad como se piensa vulgarmente. La inteligencia es adaptación y adaptación es el equilibrio estable entre asimilación y acomodación.” (Gentile, A, 2006, p. 70)

La acción que ejerce el sujeto sobre los objetos de su entorno, en tanto los modifica en función de su propia estructura, se denomina asimilación. El sujeto cognoscente incorpora al objeto de conocimiento a sus propios esquemas previos, pero lo que incorpora no es una réplica del objeto, como ya indicamos,  sino que le imprime algo propio, el punto de vista propio. Ej.: para un niño muy pequeño un reloj cu-cú  puede parecerle una cajita que suena, y sólo mucho después pasará a ser  un instrumento de medición del tiempo. En la medida que incorpora nuevos esquemas asimilativos, la percepción del ambiente será más completa.

  En tanto la asimilación consiste en la modificación del objeto, la acomodación  es un proceso inverso, porque se trata de la modificación del sujeto, de sus estructuras cognoscitivas en torno del objeto de conocimiento. Así en cada situación nueva, se transforman los esquemas asimilativos  con relación a esa experiencia. Ej.:Un niño quiere hacer rebotar una bolita de plastilina, y como obviamente no lo logra, la hace rodar. Es decir, que los caracteres del objeto modificaron la conducta del sujeto.

“El equilibrio siempre dinámico al que se llega por el funcionamiento dialéctico de asimilación y acomodación es la estructura de la inteligencia entendida como adaptación. Piaget estudió la evolución genética, individual y social, de la estructrura de la inteligencia humana y concibió a la inteligencia como un sistema de operaciones “vivientes  y actuantes”, como el instrumento más desarrollado que hace posibles los intercambios entre el sujeto y el universo” (Gentile, A., op.cit)

Asimilación y acomodación son mecanismos invariables cuyo funcionamiento constante da lugar a la variabilidad de las estructuras cognoscitivas que marcan el trayecto evolutivo.

 En este itinerario que trazan las estructuras cognoscitivas desde el nacimiento hasta la adolescencia, ubicamos un punto de partida y un punto de llegada: tiene sus raíces en la biología y desemboca en las operaciones de la lógica.

 Con la evolución de la inteligencia se alcanza el equilibrio final, ya es posible asimilar el conjunto de la realidad y acomodar a ella la acción del sujeto.

“… la inteligencia constituye el estado de equilibrio hacia el cual tienden todas las adaptaciones sucesivas de orden sensomotor y cognoscitivo, así como todos los intercambios asimiladores y acomodadores entre el organismo y el medio” (Piaget, J, 1984, p..23)

 Esta tendencia hacia el equilibrio, este movimiento que progresa hacia el equilibrio, se denomina desarrollo.  “El desarrollo es, por lo tanto, en cierto modo una progresiva equilibración, un continuo pasar de un estado de menor equilibrio a un estado de equilibrio superior”.  (Piaget, J, 1981., p. 11)