Las ritualidades contemporáneas

Las ritualidades contemporáneas parecen exceder en mucho la búsqueda de
legitimación de “la entrada en la madurez sexual”,
y aparecen como una acuciante
demanda de reconocimiento, de ser, de existir, de habilitación como ser cultural,
perteneciente a algún socius.
En relación a este aspecto la modernidad actual ha sido descripta como una época de
pérdida de tradición y megarrelatos.
Pero creemos que esto no sólo conlleva la pérdida de
sentidov sino que existen cambios ante los cuales “muchos no se sienten representados en
los sentidos fuertes con que hoy se organizan algunas sociedades. La dificultad de hacer
sentido entonces no responde claramente a la ausencia de ideas… No responde a una
explicación sólo cultural… también tienen un motivo económico. …Es casi imposible hacer
sentido, cuando las expectativas están atadas a la cotidianeidad más imperiosa, porque no
existe la capacidad colectiva de pensar un proyecto que se sostenga en el tiempo. Hacer
sentido quiere decir disponer las experiencias según un orden que les restituya su lógica y
permita pensar tanto su causalidad como la posibilidad de sostenerla o cambiarla”.
(Sarlo,B. 2001).
El cuerpo propio, lugar biográfico, histórico y sexuado, será una elección siempre. Las
escrituras, en el cuerpo, los cortes en la piel, la posesión y uso de objetos, ej droga, a veces señalan “iniciaciones” en la socialidad
, denotando la urgencia de ser marcados por alguna ley simbólica ordenadora, por el tiempo, por la edad.
La velocidad y el vértigo, en su intensidad parecen acercar al sujeto a la figuración de un
cierto límite, y de ahí un cierto punto identificatorio. Establecer un corte, un punto de
amarre, que lo es también a la vida.
Someterse a una experiencia vertiginosa y salir airoso refuerza también los sentimientos de
omnipotencia y disipa, o al menos amortigua, las dudas que se tienen sobre las capacidades
personales.