LECTURA DE ETICA Y PSICOANÁLISIS: ERICH FROMM. Personalidad (El temperamento)

LECTURA DE ETICA Y PSICOANÁLISIS: ERICH FROMM

Fondo de Cultura Económica

Capítulo VI: La naturaleza humana y el carácter

PERSONALIDAD

Entiendo por personalidad la totalidad de las cualidades psíquicas heredadas y adquiridas que son características de un individuo y que hacen al individuo único. La diferencia entre las cualidades heredadas y adquiridas es en general sinónima de las diferencias entre temperamento, dotes y todas las cualidades psíquicas constitucionales, por una parte, y el carácter, por la otra. Mientas que las diferencias en el temperamento no tienen significado ético, las diferencias en el carácter constituyen el verdadero problema de la ética. (…)

A) EL TEMPERAMENTO

No puede dudarse de la importancia que tiene el estudio de la correlación del temperamento con los procesos somáticos, pero será antes necesario distinguir entre carácter y temperamento, debido a que la confusión de ambos conceptos ha obstaculizado tanto el progreso de la caracterología como el del estudio del temperamento.

La confusión entre temperamento y carácter ha tenido serias consecuencias para la teoría ética. Las preferencias con respecto a las diferencias temperamentales son meras cuestiones de gusto subjetivo, pero las diferencias en el carácter son de importancia ética fundamental. (1)

En la aplicación de los conceptos de temperamento de Jung, es decir, el del “introvertdo” y el “extravertido” encontramos la misma confusión. Aquellos que prefieren al extravertido tienden a describir al introvertido como un individuo inhibido y neurótico; y los que prefieren al introvertido describen al extravertido como superficial y carente de perseverancia y profundidad. La falacia consiste en comparar a una persona “buena” de un temperamento con una persona “mala” de otro temperamento, y en atribuir la diferencia en el valor a la diferencia en el temperamento.

Notas:

(1) Un ejemplo tal vez ayudará a aclarar este punto. Goering y Himmler fueron hombres de distinto temperamento: ciclotímico el primero y esquizotímico el segundo. Así, desde el punto de vista de las preferencias subjetivas, a un individuo que se siente atraído por el temperamento ciclotímico le gustará más Goering que Himmler, y viceversa. Pero desde el punto de vista del carácter los dos tenían una cualidad en común: fueron sádicos ambiciosos. Por tanto, desde un punto de vista ético, igualmente malos. También entre los caracteres productivos se podría preferir subjetivamente un temperamento colérico a uno sanguíneo; pero tales juicios no lo serían acerca del valor respectivo de ambas personas.

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