Los viejos y la discriminación en nuestra sociedad

Los viejos y la discriminación en nuestra sociedad
Indice
1. Introducción. 
2. Expectativa de vida –  Estadística
3. El Anciano y la Familia
4. Maltrato, Abuso y Violencia
5. Aspecto Social
6. Funciones del Asistente Geriátrico
7. Reinserción del Anciano en la Comunidad como miembro Activo
8. Conclusiones
9. Bibliografía
1. Introducción. 
A comienzo del Siglo XX, Mechnikov introdujo el término de Gerontología (gerontos = viejo y logo = estudio o tratado de). El mismo creador definió a la Gerontología como “La ciencia que estudia el envejecimiento en todos sus aspectos: biológicos, psicológico y social, como ciencia básica, pura y académica”. También podemos decir que es la ciencia que estudia al anciano y su entorno; por lo tanto es una ciencia que interesa a muchas disciplinas, teniendo en cuenta que la vejez es un estado de la vida y no una enfermedad.  
La respuesta de la sociedad con respecto del envejecimiento es hacia la edad cronológica, edad social y legal, edad positiva y edad negativa y al dinamismo social. La actitud de la sociedad puede ser de considerarla como ancianismo, con lo que los “ismos” implica, precipitando la actitud en la gerontofobia, juntamente con rotulaciones y discriminaciones. 
2. Expectativa de vida –  Estadística
A  principio de los años cincuenta la expectativa de vida era de 47 años en el ámbito  mundial, mientras que en 1995 rebasó los 65 años en ciertos países y en algunos se acercaba a los 80. Un cambio de tal  magnitud  implica una verdadera revolución demográfica y cultural, debida en parte a factores socioeconómicos ( Ej. Mejoramiento de la nutrición y de las condiciones de vida) y en su parte a los progresos de la sanidad. Hoy disponemos no sólo de fármacos y tratamientos para 
curar enfermedades que en otros tiempos eran causa de muerte prematura, sino también de vacunas para prevenir muchas de ellas. Además, una proporción  mucho mayor de la población mundial tiene ahora acceso a una medicina eficaz.
En la Argentina la ONU da como porcentual de personas mayores un 9%, mayores de  65 años, de los cuales  el 39% corresponden a la Capital Federal y el 22% al conurbano.
La expectativa de vida según la UNESCO en 1993 era de 73 años y en una proyección hacia el año 2025 se estima que será  de 110 años.
3. El Anciano y la Familia
En la antigüedad y hasta el comienzo del siglo XX, las familias eran más grandes, tenían mayor número de miembros, con la salvedad de que la expectativa de vida era menor. Los planes materno infantiles posibilitaban una mejor y mayor supervivencia, con lo que había mayor cantidad de jóvenes para compartir y cuidar a los ancianos. Los hogares trigeneracionales eran comunes en nuestro país, fundamentalmente en la zona rural; los cambios sufridos en la sociedad han 
hecho que en la actualidad y sobre  todo en la familia urbana, ésta sea de constitución nuclear: padre-madre y uno o dos hijos, convirtiéndose en hogares uni o bigeneracionales.
La familia que cuente con anciano en su seno debe pensar en una alternativa que posibilite una mejor convivencia, alternativa que se tome por lo general  sin consultar los deseos de los ancianos.
Cualquiera de las alternativas consideradas procedentemente habrá de estar condicionada al tipo de familia y a que el anciano sea considerado una persona con propias decisiones y necesidades sobre su expectativa de vida. Todos estos elementos deberán servir  para evaluar el estado de salud del anciano; si el anciano no quiere ser una carga para su familia y desea vivir solo, si el anciano no quiere vivir solo y busca dependencia de algún familiar, si el anciano no quiere abandonar su casa por la pérdida de su independencia que el abandono conlleva y por último si el anciano decide vivir en una residencia.
4. Maltrato, Abuso y Violencia
En el año 1996 la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos  consideró necesario que el grupo etáreo  de las Personas Mayores  fuese apoyado y reconocido como sujeto de Derecho, tanto del esclarecimiento de su problemática, como la denuncia de su discriminación; fue así como se creó la Comisión “ Los Adultos Mayores y sus Derechos”. Entre sus objetivos prioritarios se plantea: 1) El respeto por los Derechos Humanos de quienes han dado y siguen dando tanto a nuestro país. 2)La de mistificación de perjuicios y ” falsas creencias “, que se traducen en una representación  social negativa de la vejez. 3) La capacitación de recursos humanos, la más eficaz herramienta que permitirá crear conciencia en la sociedad sobre un tema poco conocido.
El anciano, por su vulnerabilidad, es sujeto en ocasiones de violaciones de sus derechos fundamentales como persona, siendo sometido, incluso, a violencias, coacciones por falta de información o por presiones  externas, familiares o sociales.
El abuso se define como abuso físico, que causa daño en cuerpo; amenazas verbales o abuso psicológico, que causa temor o humillación; abuso sexual como en la violación o intento de violación; o abandono, cuando no se suministra la comida, los medicamentos, el tratamiento médico o la supervisión.
Es un tema alarmante, tanto para la comunidad  como para los profesionales involucrados, y aún  afecta como un duro golpe  a nuestros mitos de los queridos y frágiles sistemas familiares.
5. Aspecto Social
El frenético ritmo de la metrópolis  deja fuera  de la corriente a la persona mayor quitándole el rol de la producción y asignándole el vacío, la incertidumbre  económica y la soledad dada por el aislamiento. De esta manera la sociedad cargada de preconceptos con respecto al anciano deja inutilizado a este creciente sector de la población.
Esta realidad Social, daña  severamente la autoestima de la persona mayor. La desvalorización está dada por la falta de sentido en sus vidas y la carencia de una función social luego de toda una vida de servicios a la comunidad a través de su trabajo y el respeto de sus semejantes.
Esta marginación del adulto mayor, a su vez distancia a los jóvenes del anciano privándolos de la experiencia y sabiduría del que ha vivido mucho. Más aún, los aleja  de la posibilidad de comprender  a la vejez  como parte de la vida, ayudándolos, de esta manera, a prepararse planificando su futuro para no dejar relegadas a  otros decisiones que deben ser personales.
Gran parte del deterioro físico y mental que se evidencia en algunos ancianos tiene su origen en el paulatino aislamiento del acontecer diario en la comunidad y el país. La carencia de ese rol profesional y/o laboral desempeñado por tantos años – con el que se identifican como personas – da cabida a la depresión, la reclusión y gradualmente a la falta de interés en el arreglo personal, en alimentarse balanceadamente y en mantener  una vida social activa.
La depresión comúnmente  afecta la memoria reciente, la lucidez y el cuidado personal. Muchos hijos, adultos enfrentados  con este cuadro, confunden los síntomas de una reversible depresión y apatía, con senilidad y otros rótulos empleados al referirse a los gerontes. Más preocupante aún es cuando  los rótulos vienen de profesionales  de la salud que hasta recomiendan la institucionalización que seguramente reforzará la ya existente desvalorización y depresión.
6. Funciones del Asistente Geriátrico
El cuidado del adulto mayor es la función del Asistente Geriátrico, dicha tarea puede desarrollarse en una Institución o en el domicilio del anciano.  Siempre en más conveniente esta ultima opción, para no alterar la vida cotidiana del anciano, ya que está en su espacio, con sus cosas, etc. 
Como primera medida si se requiere un A.G, entrevistarse  con un familiar que será la persona con se hablará todo lo referido al cuidado del anciano, como datos clínicos, por si toma medicación, lógicamente siempre con indicación médica; si tiene indicada alguna dieta en especial; rehabilitación si lo hace en su domicilio o si hay que acompañarlo algún Centro de rehabilitación; preguntar quien se encarga de hacer las provisiones; etc.
El Asistente Geriátrico se encargará de: a) la higiene personal del anciano. b) de mantener el lugar donde esta el anciano en orden y limpio. c) de que su ropa esté en condiciones. d) de suministrar la medicación. e) de su alimentación  f) acompañarlo a la consulta médica, trámite administrativo, cobro de jubilación, estudio medico, etc. Tratar de mantenerlo entretenido, por lo tanto es importante  lograr la adaptación del anciano al A.G,  de esta manera conocerlo y saber que actividades recreativas se pueden desarrollar, como también que programas de TV  puede ver, y que revistas le pueden interesar. El Asistente Geriátrico puede  contener al anciano, con respeto, con afecto,  pero tratar de mantener  ciertos límites para una mejor  relación,  que no  afecte el desarrollo de la función para la cual fue contratado.
7. Reinserción del Anciano en la Comunidad como miembro Activo
Es posible considerar un rol para jubilados y ancianos, una manera de reincorporarlos utilizando su experiencia y trayectoria. La comunidad podría utilizarlos para cubrir las falencias que la falta de recursos financieros provocan en numerosas instituciones  educativas, sanitarias  o inclusive en problemas sociales como los niños de la calle.
Algunos países como Estados Unidos  y Japón  ya están realizando programas intergeneracionales en donde tanto los niños como los ancianos se benefician de los encuentros. Así también algunas empresas del norte están reincorporando a sus antiguos trabajadores como asesores de los jóvenes empresarios que suelen ser impulsivos e impacientes. Gran cantidad  de personas mayores ya jubiladas trabajan como voluntarios recibiendo viáticos y una comida diaria a cuenta de las instituciones  que los contratan.
Son muchas las maneras en las que se le puede dar un rol social fructífero a quienes están atravesando  la tercera edad. No olvidemos  que pueden ilustrarnos sobre pasados errores asesorando a concejales. Además puede ser sumamente valiosa su colaboración  en colegios  asistiendo  a niños con dificultades de lectura y concentración. Los jubilados pueden realizar 
también trabajo temporario en comercios los fines de semana o para épocas especiales del año en donde se necesita más personal, lo cual les permitiría tener un ingreso adicional.
Sumando los beneficios de la reinserción de los adultos  maduros en la sociedad es importante considerar que la imposibilidad de relacionarnos con el anciano,  rico en experiencia no sólo humana sino histórica, nos aliena del concepto real del tiempo, del crecimiento personal y de una planificación  coherente y práctica de nuestros últimos años.     
8. Conclusiones
La expectativa de vida actualmente es mayor debido al progreso en la sanidad, como  medicina preventiva. Lamentablemente no siempre esta al alcance de todos los ancianos.
En la etapa de la vejez, es importante la parte afectiva de la familia, como contención hacia el anciano.
La marginación social que sufren los adultos mayores aumenta la desvalorización a nivel personal.
La contratación de una Asistente Geriátrico competente puede ser una alternativa favorable, cuando no se dispone de medios  para ocuparse personalmente de esta función.
Crear un programa donde el adulto mayor tenga la posibilidad de seguir desarrollando una función social, es positivo. Sería conveniente que la situación del anciano se tenga en cuenta, ya que en la actualidad es lamentable.  
9. Bibliografía
“Vejez, familia y sociedad” (Universidad Nacional de la Matanza – Dto. Humanidades 1 Ciencias Sociales).
“Hacia un nuevo modelo de crecimiento humano” (Dr. Barreiro, TELMA).
Programa del GCBA. – Secretaria de la Tercera Edad.
Artículos de “Hojas de Roca” (www.hojasderoca.com.ar) (Director: Carlos Zic)
“La internación geriátrica” (Isaac Patolsky)
“Nuevas Tecnologías y adultos mayores” (Dr. Ramón A. Flores)
“¿Tercera edad o la edad de las exclusión?” (Mesa redonda “Ancianidad y Derechos Humanos”)
“Vejez: ¿Un concepto?” (Lic. Sergio Sáliche – Psicólogo) 
“El dormido poder de los pasivos” (Jesús Pérez)
Curso Breve de Primeros Auxilios (Editorial sudamericana)
“Structured Interview for the Diagnostic of Dementia of the Alzheimer Type, Multiinfartic, Dementia and other Etiology” (M. Zauding, J. Mittelhammer, W. Hiller – Max Plank Instituo de Psiquiatría, Munich, R.F.A 1991)
“Trastornos y Síndromes Mentales Orgánicos” (Las categorías diagnósticas – CONICET 1997)
“Ancianidad y Derechos Humanos” (Capitulo 1 – Lic. Nora Pochtar Pszemiarower y Dr. Santiago Pszemiarower) 
Artículo “Hacia una vejez sana” Dr. Hiroshi Nakajima – director General de OMS (Revista Salud Mundial, 50º año, Nº4, Julio-Agosto 1997)
“Familia , Vejez e Internación Geriátrica” (Medicina y Sociedad, Vol.22, Nº 3 y 4, Julio-Diciembre 1999 – María Cristina de los Reyes, Verónica Elizabeth Roose, María Belén Berruti, Mariana Buzeki)
“La gerontología, ¿a quién le interesa?” (Jorge Raúl Früm)
“Envejecimiento: asignatura pendiente del sistema educativo argentino” (Lic. Olga Vega y Prof. Isidro Salzman)