Marginación y desocupación.

Marginación y desocupación

Marginación y desocupación.

Indice

1. Introducción

2. Desocupación

3. Marginación

4. Posibles soluciones

5. Conclusiones

1. Introducción

Antes de empezar con el desarrollo de la presente monografía, queremos aclarar los objetivos que nos planteamos y que esperamos cumplir. Uno de ellos es el de profundizar nuestros conocimientos acerca del fenómeno de la globalización. Otro, es el de descubrir algunos de los problemas que acarrea dicho fenómeno. Además, intentaremos proponer posibles soluciones a 

los problemas encontrados. Finalmente, esperamos adquirir la capacidad como para poder aplicar lo aprendido durante la realización del proyecto a la situación actual que estamos viviendo.

En este trabajo intentaremos demostrar que la globalización acentúa y agrava los procesos de marginación y desocupación y explicaremos, además, cómo afectan éstos al hombre.

Ante todo, debemos hacer mención del sistema en el que se encuentra inmerso la mayor parte del mundo: la globalización. La palabra globalización no se usa sólo referida a la globalización económica o financiera, sino que abarca otros aspectos. Se trata de un proceso que integra las actividades económicas, sociales, culturales, laborales y ambientales. 

Las principales características de este fenómeno son: la desaparición de las fronteras entre países, con la consiguiente pérdida de soberanía e identidad, en pos de la creación de bloques políticos, económicos o militares; el auge de los medios de comunicación, capaces de llegar hasta los lugares más remotos y de conectar a todo el planeta; el predominio del poder económico por sobre el político, situación simbolizada por los especuladores bursátiles quienes sólo buscan satisfacer sus propios intereses y la decadencia de los valores humanos.

Es válido aclarar que globalización y neoliberalismo no son términos sinónimos, aunque actualmente se produce una repetida concordancia entre el fenómeno físico de la globalización y el fenómeno ideológico del neoliberalismo. 

A continuación, describiremos cómo se ven afectados el hombre y su entorno por la exclusión social que genera la globalización. Esta exclusión se manifiesta de diferentes maneras. Las más significativas son el desempleo y la marginación, concepto que incluye a la pobreza y a la hambruna. 

2. Desocupación

La toma del modelo neoliberal como mundial, es principal causa del actual desempleo. Al favorecer a sólo algunos sectores productivos, parte de la industria se ve deglutida por el sistema. Veamos: al haber privilegios para ciertas empresas (grandes nacionales o multinacionales) comienza la desaparición de algunas otras (las PyMES). 

Además, el neoliberalismo trae como consecuencia la ruptura de la relación entre las actividades económicas y los lugares donde se desarrollan, es decir: por la implementación de tecnología, no es necesario manufacturar un producto enteramente en una misma región, debido a que los adelantos en los sistemas de comunicación y transporte posibilitan el fácil traslado de materias primas y bienes intermedios entre los diferentes centros de producción.

Todo esto lleva a que cada vez sea menos la mano de obra necesaria para hacer funcionar a una empresa. Por ejemplo, los fabricantes de automóviles han experimentado con miles de innovaciones con la finalidad de incrementar la producción y reducir la mano de obra en el proceso de montaje. 

Ford, pionero de la fabricación en serie, se enorgulleció de la capacidad de su propia empresa para sustituir por tecnologías la mano de obra física, y estuvo siempre interesado en la búsqueda de nuevas formas para la reducción de tareas, hasta convertirlas en operaciones para las que no se requería ningún esfuerzo. Posteriormente, fueron los japoneses los que marcaron la pauta, iniciando la robotización de muchas de sus cadenas de producción. 

Así es como, hoy en día, vivimos bajo un sistema que valora cada vez menos la actividad esencial y dignificante del hombre: el trabajo. Esto fomenta la lucha constante tanto por la obtención como por el mantenimiento de los puestos de trabajo, que son cada vez más escasos. La causa primordial del desempleo es el invisible mercado financiero que todo lo rige y, más concretamente, los empresarios sin escrúpulos que no dudan en explotar a millones de trabajadores con tal de mejorar su productividad. La protección del medio ambiente y de la salud, la democracia y los derechos humanos tiene que quedar en segundo plano si esto sirve a los fines de la economía mundial. “El error básico de una política que declara fin en sí mismo la competencia global [es que] ignora la perspectiva. La competencia sin barreras por conseguir cuotas en el mercado (de trabajo) mundial devalúa en ciclos cada vez más rápidos la fuerza de trabajo y se configura, desde el punto de vista de la abrumadora mayoría, como una carrera entre la tortuga y la liebre. Siempre hay algún competidor más barato [...] Quien se ‘adapta’ tan sólo fuerza una nueva adaptación en algún otro sitio y pronto le vuelve a tocar el turno. Da igual lo que hagan, la mayoría de los trabajadores sólo puede perder en este juego. Sólo una minoría de adinerados [...] lleva ventaja...” (MARTÍN, Hans-Peter. Op.cit, p. 200)

Mercado financiero

Actualmente, se vive una dictadura del mercado mundial, ya librado de competencia desde la caída del comunismo. El ‘turbo capitalismo’ está erosionando las unidades sociales más rápido de lo que pueden regenerarse o desarrollarse nuevas formas organizativas. Esto implica un mundo con cada vez mayor desigualdad que incrementa la distancia entre la clase alta y la trabajadora, destruyendo a la clase media y haciendo a un lado al 80% de la población mundial que es ajena al desarrollo económico. Basta el 20% restante para mantener en marcha a la economía mundial. Continuamente aumenta "la población sobrante" y esa población no satisfecha pasa a incrementar la marginación a niveles incomparablemente más elevados que en otros momentos de crisis sistémica.

El mundo laboral se está transformando. Los trabajos que antes eran para toda la vida se convierten en trabajos ocasionales y una profesión que antes tenía mucha salida laboral puede transformarse, de la noche a la mañana, en un oficio sin valor. 

Ya casi no existen los trabajos de tiempo completo. La mayoría están siendo reemplazados por puestos de media jornada, trabajos temporales y trabajos mal remunerados. 

Las empresas utilizan la nueva movilidad del dinero y de la producción para concentrar su actividad allí donde las condiciones y el precio del trabajo están más despreciados. Como sostiene Bangemann, Comisario de Economía de la Unión Europea, la producción masiva europea con altos salarios no tiene futuro dada la competencia que ofrece la mano de obra china y vietnamita. La sociedad occidental de la exigencia colisiona con las sociedades asiáticas de la renuncia. El modelo del trabajador satisfecho con su sueldo, con vacaciones anuales, aguinaldo y jornada laboral limitada es insostenible. Que la empresa crezca y produzca beneficios no significa que los trabajadores también se vean beneficiados. El éxito de una empresa se mide, actualmente, por el beneficio que le aporta a los accionistas.

Hace varios años que aumenta la cantidad de despidos masivos. En el caso de los bancos, se avecina un drástico reemplazo de pequeñas sucursales por cajeros automáticos, de modo que sólo se necesitará un pequeño número de bancarios que reciban información continuamente para actualizarse. Se predice que en el sector financiero, en los próximos diez años, la mitad de 

los trabajadores perderá su empleo. Innumerables profesionales del sector servicios desaparecerán como los archiveros, bibliotecarios, empleados de agencias de viajes, comerciantes minoristas y colaboradores de periódicos. Otros sectores que se ven amenazados por fuertes descensos de empleo son las empresas de telecomunicaciones, las compañías aéreas y el sector público.

En el Apéndice (p.20-23), incluimos gráficos correspondientes al despido por sectores que facilitarán la comprensión del tema (Fuente: MARTÍN, Hans-Peter. Op.cit., p.133-136).

Está claro que en la sociedad de hoy ya no hay trabajo para todos. El sueño de un empleo para cada uno se ha desvanecido. El desempleo se está configurando como un elemento estructural de la actual realidad económica y no como un aspecto meramente coyuntural, desmintiendo las tesis neoliberales que proclamaban su carácter pasajero. 

Para peor, los gobernantes se encogen de hombros y dicen que las condiciones que se han generado son consecuencia de fuerzas que están más allá de su control. Se encuentran atrapados entre las exigencias populares y las condiciones impuestas por los organismos internacionales y los dueños del capital. Simplemente, miran para otro lado, tomando a la desocupación como un índice más de la situación económica. La ignoran como realidad social, no sólo económica, que constituye una bomba de tiempo puesta bajo los pies de todos que no se sabe cuándo se puede activar. Algunos signos ya se vislumbraron...

Pérdida de la dignidad

Trabajo se llama a la ocupación diaria a la que el hombre debe su salud, su subsistencia, su serenidad y su sentido común. Por todas estas características, se puede afirmar que dignifica al hombre, ya que lo hace obrar de manera que merece el respeto de los demás y de sí mismo. Lo hace sentirse útil y realizado, lo que convierte al trabajo en una actividad necesaria y esencial para su vida.

El desempleo provoca vergüenza, frustración e impotencia en quienes lo sufren al generarles un sentimiento de no ser merecedores de lo que tienen y de no aportarle nada a la sociedad en la que viven.

El neoliberalismo no ayuda al trabajador dado que, en muchos aspectos, no lo considera un ser humano.

“Desplazar, simplificar, eliminar y rescindir... la economía de alto rendimiento y alta tecnología le arrebata el trabajo a la sociedad del bienestar y despide a sus consumidores.” (MARTÍN, Hans-Peter. Op.cit., p. 130)

De esta realidad sociocultural va surgiendo una nueva clase de hombre cuya ideología es el pragmatismo, la falta de compromiso surgida ante la imposibilidad de participar en la toma de decisiones, la neutralidad y el conformismo. Éste es frío y se vuelve más vulnerable e indefenso por la carencia de valores. Está perdido y desorientado. No vive la felicidad ni la alegría. Por el contrario, sólo le importan el placer y el bienestar inmediatos. No puede preocuparse por el futuro 

debido a que está desesperanzado y a que no siente que pueda aportar un cambio en el devenir de los acontecimientos. 

El sistema neoliberal está creando sujetos individualistas, consumistas y con tendencias a caer en la imitación. Con ello, lo que se va a conseguir es que la sociedad se mantenga entretenida en otros asuntos y de tal manera no tenga de qué preocuparse, ya que sin una sociedad que se manifieste, el sistema seguirá reproduciendo sus estereotipos sociales y sus formas de producción y de gobierno.

Este modelo imperante necesita, además, que el individuo no piense (pensamiento cero), no dude, no discuta sobre las reglas del mercado, sobre el imperio del mercado, acepte el librecambio como un hecho (¿afortunado?) de la naturaleza, se entregue a las verdades que los profetas del capitalismo global le sirven por los medios de comunicación día a día (pensamiento único). 

Necesita del individuo consumidor, sumiso, pastueño, mediocre, despolitizado, desidealizado, lobotomizado.

Lo más preocupante es que muchas de estas personas se escudan en la espera del fin del mundo para justificar su pasividad y que sus esfuerzos son vanos. Pero la Humanidad aún sobrevivirá largo tiempo. La pregunta es cómo... y también qué porcentaje estará próximo al bienestar o a la gran miseria. Como dijo Albert Camus: “Indudablemente, cada generación se cree destinada a rehacer el mundo. La mía sabe, sin embargo, que no podrá hacerlo. Pero su tarea es quizá mayor. Consiste en impedir que el mundo se deshaga. Heredera de una historia corrupta en la que se mezclan las revoluciones fracasadas, las técnicas enloquecidas, los dioses muertos y las ideologías extenuadas. En la que poderes mediocres, que pueden hoy destruirlo todo, no saben convencer; en que la inteligencia se humilla hasta ponerse al servicio del odio y de la opresión.”

3. Marginación

Entendemos por exclusión o marginación social el proceso por el que una sociedad rechaza a unos determinados individuos, desde la simple indiferencia hasta la represión y reclusión. También se da el caso de quienes, por no concordar con los valores y normas de una determinada sociedad, se automarginan. Característica común a todos los grados y tipos de marginación es la privación o dificultad para la normal satisfacción de las necesidades secundarias. Este fenómeno se puede producir ya sea por seguir los ideales de la comunidad o bien cuando la sociedad responde a los intereses de un grupo minoritario poderoso. 

Es interesante mencionar que, como dicho anteriormente, la exclusión social es un proceso, no una condición. Por lo tanto sus fronteras cambian, y quién es excluido o incluido puede variar con el tiempo, dependiendo de la educación, las características demográficas, los prejuicios sociales, las prácticas empresariales y las políticas públicas.

Es importante distinguir otra clase de marginación que no es la social sino la que acontece entre diferentes países según estén integrados al mercado mundial o no. A esta clase de marginación la denominamos mundial.

Marginación mundial

La principal causa de la marginación mundial es el neoliberalismo, cuyos efectos se ven agravados por la globalización económica. No todos los lugares ni todas las personas están incluidas directamente en ella. En el caso de los que sí han logrado integrarse, no lo han hecho todos en igual grado. Algunos indicadores clave para medir la integración de la economía de cualquier nación son las exportaciones y las importaciones en términos del porcentaje del PIB, los flujos de inversión extranjera directa y de inversión en los mercados financieros, así como los flujos de pagos por regalías asociadas a la transferencia de tecnología. 

La mayoría de la población y la mayoría de los territorios están excluidos, desconectados, ya sea como productores o como consumidores, o como ambos. La flexibilidad de esta economía global permite que el sistema en general conecte todo lo que sea valioso de acuerdo con los valores e intereses dominantes, en tanto que se desconecta todo lo que no sea valioso, o que haya llegado a devaluarse. Esta capacidad simultánea para incluir y excluir a las personas, los territorios y las  actividades caracteriza a la nueva economía mundial tal como está constituida. 

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) muestra que, mientras la integración global está avanzando a gran velocidad y con alcance asombroso, la mayoría del mundo no participa de sus beneficios. Las nuevas reglas de la globalización, y los actores que las escriben, se centran en la integración de los mercados globales, descuidando las necesidades de las personas que los mercados no pueden resolver. El proceso concentra aún más el poder y margina a los pobres.

Los problemas de pobreza, marginación y dislocación social están ligados no a una falta de creación de riqueza en la economía global sino a una distribución altamente despareja de ésta y a la falta de reglas internacionales para lograr una distribución más justa de los ingresos y la riqueza.

Es así como es cada vez más evidente la diferencia entre los países desarrollados y los subdesarrollados o en vías de desarrollo. El sistema actual, en lugar de fomentar la igualdad entre las diversas naciones, profundiza el abismo existente entre las grandes potencias y el resto del mundo. De esta manera, los ricos son cada vez más ricos mientras que los pobres tienen cada vez menos posibilidades de mejorar su situación. Como expresaron Irma Roy y Eduardo Valdés, ex-diputados peronistas electos para la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, en el artículo titulado “El trabajo, rehén del mercado”:

“Su mecanismo [el del sistema] conduce a una agravación y no hacia una atenuación en la disparidad de los niveles de vida: los pueblos ricos gozan de un rápido crecimiento en tanto los pobres sólo logran un lento desarrollo.” 

El caso más claro de este tipo de marginación que se da entre países es el del continente africano, que no sólo sufre una exclusión del comercio internacional y un recorte en la ayuda que se le brinda, sino que además no posee la capacidad como para salir adelante por sus propios medios. Carece de recursos humanos, infraestructura, espíritu empresarial, capital y tecnología. La causa primordial del débil estado en el que se encuentra África es el colonialismo, proceso del que aún quedan notorias secuelas. Actualmente, no es ni siquiera considerada un negocio para las potencias sino que es directamente ignorada, vista como un caso perdido. Otras causas son la incompetencia de los gobernantes y la actitud de los nativos frente a la realidad que atraviesan. El evidente retraso de este continente respecto del resto del planeta repercute en la población creando un pesimismo que sacude a todo el territorio.

Marginación social

Por marginación entendemos el estado en el que un individuo o grupo social no es considerado parte, o lo es pero como parte externa, de una determinada sociedad.

Podemos distinguir diferentes tipos de marginación social:

La marginación por indiferencia incluye a los ancianos, minusválidos, subnormales (dementes) e inválidos. Lo que sucede es que no es la sociedad la que los rechaza sino que es el mercado el que los margina por ser improductivos e incapaces de aportar su fuerza de trabajo.

La marginación por represión de conducta, la cual abarca a prostitutas, drogadictos, alcohólicos y delincuentes y la marginación de reclusión por falta de recursos, formada por vagabundos y mendigos. En estos casos, la sociedad los margina debido a que presentan una actitud desviada, incompatible con los ideales morales de la comunidad.

• La automarginación, encarnada por los hippies de los años 60, revolucionarios e intelectuales, quienes no comparten las ideas imperantes en su entorno y buscan la manera de satisfacer sus necesidades sin involucrarse en el circuito productivo-mercantil.

La exclusión social, sea debida a cualquiera de sus posibles orígenes, produce siempre en quienes la padecen una pérdida o una lesión del disfrute de los derechos fundamentales que como personas les corresponden. La exclusión marca la frontera entre quienes gozan en plenitud de sus derechos y quienes se ven privados de una parte de ellos, con menoscabo de sus  capacidades de desarrollo como personas, agravio de su dignidad y, con frecuencia, peligro de su propia vida. Vuelve a la gente incapaz de insertarse o reinsertarse en el circuito económico; esta imposibilidad de reinserción lleva a un proceso de "descalificación social" y a la pérdida de una "ciudadanía activa".Es claro que toda exclusión es una injusticia. No hay exclusión que pueda proceder del ejercicio de la justicia, cuando lo que produce es el daño de la persona, su destrucción física, psicológica o moral.

Pobreza

La pobreza se hace notar:

En la carencia que sufre una persona/hogar por la falta de bienes y servicios considerados indispensables para cubrir las necesidades vitales: vivienda y todo lo que comporta el alojamiento, vestimenta, alimentación, protección sanitaria, formación (escolar, profesional, universitaria), etc. 

En el grado de incapacidad para participar en todos los aspectos de la vida (social, cultural, cívica, profesional), así como en la imposibilidad de comunicarse. 

En los años 80, los conceptos y las medidas de la pobreza adquieren una nueva entidad, debido a la magnitud que ésta llega a tener en el nuevo régimen de acumulación. A la pobreza estructural que ya estaba presente en el mundo (originada por una mala distribución de la riqueza) se le agregan los ‘nuevos pobres’, producto de los ajustes y de la desarticulación generalizada de las nuevas economías. Éstos incluyen a los sectores de clase media, jubilados, docentes, trabajadores fabriles, que ven cómo sus condiciones de vida elementales se van deteriorando significativamente.     

Con la desaparición de la clase media, el abismo entre pobres y ricos se profundiza y quien se encuentra entre los mejor pagados quiere tener cada vez menos en común con los estratos inferiores. La cohesión social está desapareciendo, ahora lo que se propone es la vuelta de las élites. La nueva norma es el encapsulamiento de los ricos. Por ejemplo, en Brasil y Japón se construyen barrios cerrados bien custodiados a manera de ghettos para separar a los más ricos de la realidad social de su propio país. En lugar de ser los criminales los que están entre rejas, ahora son los ricos.

Es imprescindible mencionar que la pobreza tiene serios efectos sobre las personas. La impotencia que sienten ante la imposibilidad de modificar su situación se traduce en menosprecio propio, menosprecio del país, depresión anímica y social, violencia y quebrantamiento de la ley. Además, provoca el resentimiento hacia los que tienen, refuerza el racismo y mata la sensibilidad humana.

Hambruna

El hambre es la manifestación más extrema de una situación social y de condiciones de vida que empeoran y hacen estragos entre los sectores populares. Es también el resultado del modelo económico netamente neoconservador implementado alrededor del mundo. El hambre existe no por falta de alimentos (no existe una relación estrecha entre producción global de alimentos y hambre) sino porque importantes estratos de la población no pueden acceder o no tienen la capacidad de adquirir los alimentos necesarios. Esto tiene que ver en gran parte con la desocupación presente y con el modelo económico en el que vivimos, el cual tiende a marginar a vastos sectores de la comunidad de los frutos del progreso técnico, por basarse en un régimen de acumulación. 

La situación actual es alarmante. Algunas estadísticas que ilustran el estado del mundo globalizado son:

• 1,000 millones de seres humanos están mal alimentados y padecen enfermedades. 

• 100 mil personas agonizan diariamente de hambre en el mundo.

• Cada 2 segundos muere un niño por falta de alimentos. 

• "... una quinta parte de la población del mundo en desarrollo se acuesta todos los días con hambre, una cuarta parte no tiene acceso ni tan siquiera a una necesidad tan básica como el agua potable, y una tercera se halla en situación de pobreza abyecta -viviendo una existencia humana tal que faltan las palabras para describirla." (Informe sobre Desarrollo Humano 1994, p.2)

• A escala mundial, la quinta parte más rica de la población mundial consume el 45% de toda la carne y el pescado, y la quinta parte más pobre, el 5%.

El hambre seguirá existiendo en la medida en que el sistema económico siga siendo excluyente, marginando a sectores de la comunidad.

Es previsible que el rumbo actual no se puede mantener mucho tiempo. La ciega adaptación al mercado mundial lleva a las sociedades a la disgregación, dado que los mercados y las multinacionales no saben qué respuesta dar a la fuerza destructiva que emana de la radicalización de una minoría creciente de desplazados y personas marginadas.   

 4. Posibles soluciones

Hay soluciones específicas para resolver el problema del desempleo, a saber:

• Es imprescindible el surgimiento de nuevas políticas que prevengan la exclusión social y favorezcan la reintegración dentro del mercado laboral de los trabajadores despedidos. Una legislación más justa significaría la existencia de un mejor ámbito laboral, lo que llevaría a la desaparición tanto de los subocupados (personas sin un trabajo fijo, de jornada completa) como de los desanimados (individuos que no se preocupan por encontrar un empleo por estar resignados y no creer en su potencial de trabajo).

• Establecer un entorno económico que incite claramente a las empresas a invertir y a crear puestos de trabajo.

• Fomentar la cooperación entre empresas grandes del sector público y privado y empresas medianas y pequeñas para agilizar el intercambio de información. De esta forma, se estaría nivelando al sector empresarial.

• Desarrollar formas tripartitas de diálogo social entre gobiernos y organizaciones de trabajadores y empleadores para apoyar, como tema prioritario de las políticas nacionales, la generación de empleo. La comunicación se podría extender a su vez, hasta las ONGs (Organizaciones No Gubernamentales), grupos de presión de cada vez mayor importancia y popularidad, a los cuales recién ahora se los está teniendo en cuenta debido a las frecuentes manifestaciones llevadas a cabo contra la globalización injusta (ver Apéndice, p.24-26).

No obstante, consideramos que la crisis tiene una causa más profunda que no yace únicamente en la globalización económica sino que está dada por la decadencia de los valores y la falta de interés de los más poderosos por solidarizarse con los más débiles y de éstos últimos por unirse entre ellos para luchar por hacer valer sus derechos.

Algunas soluciones a este conflicto serían aceptar la globalización de forma parcial, siempre manteniendo la identidad nacional; modificar el sistema mundial en un sentido favorable a un desarrollo más equitativo e igualitario y distanciarse del modelo imperante adoptando la desconexión que significa lograr la autosuficiencia económica. 

Es imperativo que resurja el concepto de ‘política’ en sí, ya que éste se vio desplazado por la economía y las finanzas durante los últimos años. Hay que terminar con las posturas extremistas de los gobiernos: por una parte, se sienten impotentes y se resignan a cruzarse de brazos mientras la situación mundial los sobrepasa, retrasándolos en comparación con los demás; por la otra, se consideran conocedores de todo lo que acontece y lo suficientemente aptos como para lidiar con la situación por sí mismos.  

Como sostiene Butros-Ghali, Secretario General de la ONU, las posibilidades que poseen los Estados de influir está disminuyendo. Indica que los líderes de los países siguen teniendo la impresión de que disponen de soberanía nacional y de que pueden arreglárselas a nivel nacional con la globalización, cosa que no es así. Se queja de que las ocupaciones diarias apartan a los políticos de la reflexión sobre los problemas a largo plazo. 

Töpfer, ministro alemán, también hace su reflexión:

“... nos gusta apartar la vista porque nos da miedo lo dramático de la tarea. Quizá se aparte la vista subconscientemente, porque la cuestión de cómo vamos a resolver todo esto es casi demasiado pesada.” (MARTÍN, Hans-Peter, Op.cit., p. 231)

Él también cree que la globalidad de los problemas resultó ser una tarea superflua, un desafío al que sólo se responde cuando no hay otros problemas que atender.

Respecto de la rivalidad economía vs. política, el Estado fracasa ante la anarquía del mercado mundial. La economía devora a la política. Se teme que surja un Estado controlador como respuesta a la impotencia frente a la economía.

“El mayor problema de nuestra generación consiste en que nuestros éxitos en el plano económico superan de tal modo al éxito en el plano político, que la economía y la política no pueden guardar el paso. Desde el punto de vista económico, el mundo es una unidad integral de acción. Políticamente, ha permanecido fragmentado. Las tensiones entre estos dos desarrollos  contrapuestos han desencadenado una serie de conmociones y de quiebras en la vida social de la Humanidad.” (MARTÍN, Hans-Peter. Op.cit., p.18-19)

Una solución positiva exigiría una intervención extremadamente fina y precisa de los Estados sobre los mercados para controlar y regular la asignación de las rentas, y sobre los sistemas tributarios para vigilar su distribución y acumulación. El establecimiento de reglas y de mecanismos de control sobre el sistema financiero internacional y el movimiento de divisas, incluyendo una tasa sobre las transacciones financieras internacionales, la eliminación de los 

paraísos fiscales y la supresión del secreto bancario, son estrategias de gestión opuestas frontalmente a las del neoliberalismo porque implican la no subordinación de lo político a lo económico. 

Otra medida para tomar destinada a lograr una mayor igualdad entre los países es la cancelación de las deudas externas, medio de presión que usan los países industrializados para con los Estados pobres. Muchas de las deudas sostenidas por países subdesarrollados son consideradas inmorales e impagables y son fuente de preocupación constante para la población. 

Todo lo anteriormente expuesto ayudaría al surgimiento de un nuevo orden mundial caracterizado por una ‘globalización controlada’, que fortalezca la acción pública en pro de la educación, la información de los consumidores y la protección ambiental; elimine los subsidios negativos y reestructure los impuestos de manera de dejar de incentivar el consumo perjudicial para el medio ambiente para incentivar el consumo que promueve el desarrollo humano y fomente la solidaridad y cooperación entre las naciones.

“Nuestra embarazada indiferencia se ha transformado en una diferencia autocomplaciente. Todo interés por la ayuda al desarrollo ha desaparecido. Cada país, parece ser, se preocupa tan sólo de su patio trasero.” (MARTÍN, Hans-Peter. Op.cit., p.34-35)

La sociedad civil debe exigir que los gobiernos y las instituciones internacionales asuman un papel activo para controlar, regular y reencauzar el proceso de globalización, y lograr que se hagan responsables de su efectos sobre la sociedad y el medio ambiente. No hay que aceptar que nadie se haga cargo de las consecuencias perjudiciales que la globalización trae aparejadas por ampararse bajo la excusa de que cualquier intervención en el juego de fuerzas natural del mercado es dañino. El neoliberalismo ciego no asume que el mundo es de todos, pero menos aún que la responsabilidad es de unos más que de otros.

5. Conclusiones

Es evidente que la hipótesis planteada al inicio de este trabajo se vio confirmada, dado que es el fiel reflejo de la situación en la que vivimos actualmente. Sin embargo, como enunciamos anteriormente, nuestro objetivo no se remitía únicamente a la corroboración de la hipótesis. Aspiramos a más. 

Dado que el tema nos afecta íntimamente, por tratarse de una realidad de la cual no podemos escapar, decidimos ampliar nuestro campo de estudio con el fin de proponer un nuevo modelo que implique el respeto de los derechos inherentes al ser humano, en un marco de equidad e igualdad.

En busca de un nuevo orden mundial, vale citar la definición dada por el PNUD (Programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo) de lo que significa el término  ‘desarrollo sostenible’:

"... es el desarrollo que no sólo genera crecimiento económico sino que distribuye equitativamente sus beneficios; que regenera el medio ambiente en vez de destruirlo; que enriquece a la gente en vez de marginarla. Es el desarrollo que da prioridad a los pobres, aumenta sus posibilidades de elección y sus oportunidades y prevé su participación en las decisiones que afectan a sus vidas." (Informe sobre el Desarrollo Humano 1994, p.3)

Es esencial que cuanto más se vea amenazada la cohesión social de las sociedades por la desigualdad material, más se defiendan los derechos democráticos fundamentales y se refuerce la solidaridad social. Como dijo Oscar Wilde: “Hay gente que se preocupa más por el dinero que los pobres: son los ricos.” En todas partes hay posibilidades de oponerse a la exclusión de los económicamente débiles e impulsar alternativas al radicalismo del mercado y al desmontaje social. Todos tenemos derecho a  colaborar con el diseño del futuro.Domingo 07 de mayo de 2000 

Los Rebeldes De La Globalizacion. Radiografía de una protesta.  Las desigualdades del libremercado gestaron un frente opositor tanto internacional cuanto variopinto, unido más por su 

oposición a las consecuencias de la globalización que por un programa común. Funcionan sobre la base de la horizontalidad, el consenso y la autonomía, y se declaran no violentos. 

OLGA VIGLIECA.

OBREROS DEL ACERO. Cerca de 35 mil trabajadores metalúrgicos con sus familias protestaron en Seattle el año pasado. 

Un fin del milenio debe prenunciar catástrofes. Tal vez por eso -ya no era fácil creer en el fin del mundo- se inventó un cierre del milenio a tono con el air du temps: fue el Y2K. Y mientras la gente miraba los monitores tratando de escudriñar qué forma adquiriría la traición informática -esa hecatombe que demostraría que las invenciones de la tecnociencia eran vulnerables, que las ilusiones de exactitud sistémicas se harían añicos con aviones cayendo como barriletes-, miles de personas se preparaban para ofrecer otro shock de envergadura. No fue la informática la que reveló las imperfecciones de un mundo que se juzgó por un par de décadas- las del 80 y 90- tan poderoso como inmutable. Fueron el sistema global y los funcionarios de los organismos económicos mundiales quienes descubrieron la mañana del 30 de noviembre del 99 en Seattle -una ciudad del Norte de EE.UU., cuna de fenómenos tan dispares como Nirvana y Microsoft- que había concluido la aparente quietud en la que parecían haber entrado los movimientos sociales en esta era de universalización del capitalismo.

Encerrados en los lobbies de los hoteles, llegando tarde a una ceremonia de inauguración que nunca aconteció, los funcionarios que asistían a la cumbre de la Organización Mundial de Comercio (OMC), vieron pasar tras los ventanales de los hoteles un raro carnaval de campesinos, indígenas, estudiantes, ecologistas, hippies envejecidos y hippies tardíos,  ambientalistas, rabinos, ligas de consumidores, pastores, sacerdotes, anarquistas, pescadores, gays, lesbianas, defensores de los animales y de los bosques y académicos para expresar que consideran al mundo en exceso desigual. Que la explotación irracional del planeta pone en riesgo la sobrevivencia. Estuvieron, como después se reveló por la prensa, los Sin Tierra de Brasil y los de Sri Lanka junto a estudiantes australianos y trabajadores italianos. Mineros andinos y campesinos japoneses deseosos de cultivar el arroz a la vieja usanza. Punks y hippies del bracete, al lado del profesor Swamy, que estuvo en la cárcel por volar los contaminantes basureros del Kentucky Fried Chicken en Bangalore, India. También hubo rubios obreros 

canadienses y norteamericanos con pancartas que denunciaban el malvivir y la miseria de los trabajadores del Tercer Mundo. Pedían la condonación de la deuda externa, denunciaban que sus fábricas cierran para trasladarse a latitudes donde los salarios y las condiciones de trabajo siempre van a la baja. Una bandera que, hasta ahora, sólo levantaba un puñado de ONG al estilo del National Labor Committee. A partir de Seattle, las pancartas de la IWW (Industrial Workers Of the World), de los sindicatos canadienses, de los metalúrgicos y los estibadores de Estados Unidos, hasta la apacible AFL-CIO, comenzaron a frecuentar estos actos.

Algo sucedió camino al Foro

Después de Seattle, la cita se ha repetido. Las organizaciones surgidas en 1945 de los Acuerdos de Breton Woods -el FMI, el BM-, artífices del libre mercado, deben sesionar custodiadas por policías atildados como robocop, acosadas por los llamados "globalifóbicos". Para más perplejidad, muchos no rehúsan sentarse a debatir cuando los invitan a compartir las sesiones, 

como ocurrió en el Foro de Davos. El 1 de Mayo fue otra fecha antiglobal, y si bien destacaron los escándalos en Londres y Alemania, hubo un reguero de "actos anticapitalistas" en muchas ciudades de Europa, Australia, Canadá y Estados Unidos. Una cartel en Nueva York decía: "Obreros y ecologistas, unidos por fin contra el libre comercio y la globalización. 

Según las estadísticas de Naciones Unidas y al calor de las políticas neoliberales, un centenar de multinacionales han logrado imponer sus reglas y acaparar el 75,5 por ciento del comercio global. Las ventas de las cinco transnacionales más importantes -General Electric, Ford Motor, Royal Dutch/Shell, General Motors y Exxon- durante 1999 alcanzaron 670 mil 900 millones de dólares. El 44,3 por ciento de ese capital no fue facturado en el país de origen. Granjeros reunidos en Seattle 

portaban un cartel: "No es la lucha de un país contra otro, es la lucha contra las transnacionales que amenazan la vida". 

¿Cómo llegaron al mismo punto geográfico y político sujetos que se miraban si no con recelo, con franca antipatía? El frente entre los trabajadores y los intelectuales críticos de EE.UU. estaba roto desde los días de la invasión a Vietnam. También los ecologistas habían sido acusados de despreciar las fuentes de trabajo, porque no aceptarían trabajar en las centrales nucleares.

El número de organizaciones y su diversidad, su pertenencia a varias redes internacionales vuelve difícil una radiografía cabal. Junto a los ambientalistas debaten los sobrevivientes de Chernobyl o de la catástrofe provocada por la Union Carbide en Bophal, India. 

Las redes campesinas son protagónicas y destacan dos. La Vía Campesina, que reúne 69 organizaciones en 37 países. Son "campesinos sin tierra, pequeños y medianos productores, mujeres rurales y pueblos indígenas que luchamos contra la globalización de la economía y el hambre del mundo". Desde su primera reunión -Managua, 1992- proponen una reforma agraria 

planetaria. En su página web afirman: "A los campesinos y pequeños productores se les niega el acceso a la tierra, el agua, las semillas y los recursos naturales... estamos resueltos a crear economías autónomas rurales que se basen en el respeto a nosotros mismos y derecho a la soberanía alimentaria y el comercio justo. Privatizar y comercializar los recursos genéticos 

por parte de las compañías privadas y transnacionales debe ser prohibido. El acuerdo del derecho de propiedad intelectual de la OMC es inaceptable. Las comunidades campesinas tienen el derecho de proteger los recursos genéticos incluyendo las semillas que han desarrollado a través de la historia". Exigen que la OMC sea excluida de cualquier negociación sobre producción y comercialización de alimentos. 

La Confederation Paysanné Européenne rechaza el ingreso al Viejo Continente de las semillas modificadas por la biotecnología y está en contra de la explotación irracional de la tierra. Las semillas "transgénicas" generan frutos perfectos pero estériles y obligan a comprar otras nuevas a la hora de volver a sembrar. Además, buena parte de la alimentación queda en manos de las multinacionales que las fabrican, como Monsanto o Novartis. La Confederation propone "un intercambio basado en la solidaridad y el comercio equitativo". Las exigencias del librecomercio, dicen, sólo globalizan el hambre. 

Aunque muchos de los grupos hacen de la autonomía y la horizontalidad un culto y rechazan los liderazgos, hay un afiliado muy popular de la Confederation. Es José Bové, quien destruyó treinta toneladas de semillas transgénicas de maíz. Condenado a 8 meses de prisión, en su alegato sostuvo que sólo se arrepentía de no haber destruido más y "que el desarme del poder financiero debe convertirse en un interés cívico de primera magnitud si queremos evitar que el mundo se convierta en una jungla donde los predadores impongan su ley". Despertó simpatía hasta en el premier Lionel Jospin. 

También intervienen en la guerra contra la desigualdad global entidades que nuclean medios de comunicación, científicos, académicos."OMC; FMI; BM: 50 años es bastante" es una red que propone una modificación radical de esos organismos. Resistencia Alternativa, donde coexisten las Madres de Plaza de Mayo con otros grupos latinoamericanos y defensores de los inmigrantes en Europa como el franco-belga Malgré Tout (a pesar de todo). El presidente de Malgré Tout es un psicoanalista argentino radicado en Francia, Mi guel Benasayag, que explica: "Se trata de construir un futuro social en contrapartida con el liberalismo". También destaca el grupo ATTAC, en el que forman desde Ignacio Ramonet, director de Le Monde Diplomatique, la escritora Viviane Forrester o el músico Manu Chao hasta sindicatos, bancos pequeños, feministas. Reclaman un impuesto sobre todo tráfico del capital financiero y que se use en beneficio de los pobres: más de 50 eurodiputados los apoyan. En 1999, ATTAC inauguró su filial argentina.

Todos se jactan de no tener secretos: las reuniones son públicas y los acuerdos, por consenso. Antes de cada acto, millones de e-mail cruzan el espacio virtual afinando acuerdos. Para escapar del sexismo en el lenguaje, sustituyen la a o la o que subraya el género por la neutra arroba. Nosotr@s, trabajador@s, ecologist@s. Acción Global de los Pueblos (AGP), unas de las coaliciones más numerosas, se fundó en 1994, en Génova. En agosto del 99, en Karnakata, India, pactaron la estrategia para Seattle. Las conclusiones están en Internet: "Rechazamos todas las formas y sistemas de dominación y discriminación, entre otros el patriarcado, el racismo y el fundamentalismo religioso de todos los credos. Abrazamos la dignidad completa de todos los seres humanos." Y definen: "La nueva estrategia para concentrar poder y riqueza y para neutralizar la resistencia popular se denominan globalización económica y libre comercio. Sólo enmascaran la pobreza, la miseria y la destrucción ecológica". AGP acordó en Karnakata "un acuerdo básico para crear una base de confianza y saber lo que podemos esperar de 

l@s otr@s: no usaremos violencia, física o verbal, hacia ninguna persona. No poseeremos armas de ningún tipo. No traeremos ni usaremos alcohol o drogas ilegales. No destruiremos propiedad." Estas pautas debieron incomodar a más de uno. Pero fueron respetadas. 

En Seattle se prefijó hasta quiénes podían reservar unos días para estar presos y quiénes no, en el contexto de una política de "atiborramiento de las prisiones", considerada útil para evitar los chivos expiatorios y obtener la rápida liberación de los detenidos. Semanas antes, la Red de Acción Directa capacitó a miles de personas en técnicas de no violencia: un curso sobre cómo mantener la calma en situaciones de tensión, cómo enfrentar la brutalidad y tomar decisiones colectivas. Se escenificaron situaciones reales y se impartieron nociones de historia y filosofía de la no violencia. 

Starhawk, una escritora feminista integrante de la Red de Acción Directa, explica: "La policía no estaba preparada para afrontar la no violencia. Supongo que nuestro modelo de organización y de toma de decisiones era tan ajeno a su imagen de lo que constituye el liderazgo, que literalmente no podían ver lo que ocurría frente a ellos. Cuando los autoritarios piensan en liderazgo visualizan a una persona, generalmente hombre, o un pequeño grupo que le dicta a los demás lo que tienen que hacer." Los disconformes del mundo global irrumpieron con espectacularidad, renovando una intensidad política olvidada. Sus prácticas, además, parecen más fluidas y respetuosas de las diferencias y la subjetividad que otras que las precedieron. Por ahora, parecen ser homogéneas. Nadie les podrá negar el mérito de haber encendido viejos fuegos.


Colaboró Héctor Pavón. 

• MARTIN, Hans-Peter; SCHUMANN, Harold. La trampa de la globalización. El ataque contra la democracia y el bienestar. Trad: Carlos Fortea. 1era. ed. México: Taurus, 1999. 319 p.

• RIFKIN, Jeremy. El fin del trabajo. Nuevas tecnologías contra puestos de trabajo: el nacimiento de una nueva era. Trad: Guillermo Sánchez. 5ta. ed. Buenos Aires: Paidós Estado y Sociedad, 1999. 400 p.

• ROJAS, Enrique. El hombre light (una vida sin valores). 8va. ed. (Fin de siglo). Buenos Aires: Temas de hoy, 1995. 186 p.

• TEUBAL, Miguel. Globalización y expansión agroindustrial. Buenos Aires: Corregidor (Economía, política y sociedad), 1984. 271 p.

• Aportación de Miguel Ángel Sánchez, Secretario General de Justicia y Paz, presentada en el seminario internacional: ‘La solidaridad frente a la exclusión. Cuarenta años trabajando por el desarrollo’ en Madrid, el 22 y 23 de octubre de 1999: 

http://www.nodo50.org/juspax/derechos.htm 

• Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, Comisión de Derechos Humanos, Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección a las Minorías, 46° período de sesiones, Tema 8 del programa provisional: 

http://www.unhchr.ch/Huridocda/Huridoca.nsf/TestFrame/428f61cd46753b718025673500594c2e?Opendocument

• Declaración Internacional Conjunta de ONGs para UNCTAD IX: http://www.revistadelsur.org.uy/revista.058/Tapa2.html

• ‘Desarrollo social y económico para luchar contra la exclusión’, por Eduardo Rojo Torrecilla: 

http://www.lafactoriaweb.com/articulos/rojo1.htm

• Dinámica Sistémica Neoliberal, una Dinámica de crisis, por Jacob Goransky: 

http://www.postseattle.org/contributions/Espagnol/goranski.htm

• ‘El derecho ciudadano a la Renta Básica’, por José Iglesias Fernández: 

http://www.rentabasica.net/Capitalismo,marginacion,pobreza.html  

• ‘La exclusión social en el mundo’, por Simón Espinoza: http://www.movimientos.org/grito/show_text.php3?key=54

• Organización Internacional del Trabajo CINTERFOR: 

http://www.cinterfor.org.uy/public/spanish/region/ampro/cinterfor/temas/youth/doc/not/libro71/

• Resoluciones del 37° Congreso Confederal de UGT (llevado a cabo en abril de 1998) relativas a la globalización: 

http://www.ugt.es/globalizacion/37con.htm

• http://www.altillo.com/monografías/index.asp

• http://www.angelfire.com/sk2/guineaecuatorial/africae.htm