Mecanismos de defensa en el adolescente: defensa por inversión de afectos

Entre tanto el adolescente experimentar ansiedad frente a sus vínculos objetales tanto edípicos como predípicos y los que esta entablando en el momento actual, también se defiende de diversas formas.
Frente vínculos objetales de la infancia y a los padres “… el yo del adolescente se defiende convirtiendo a los afectos experimentados hacia ellos en opuestos. Transforma el amor en odio, la dependencia en rebelión, el respeto y la admiración en desprecio y escarnio. En virtud de esa inversión de los afectos, el adolescente se imagina “libre”, pero, desafortunadamente para su tranquilidad mental y su sentido de conflicto, tal convicción no sobrepasa los estratos mas superficiales de la conciencia.”; este tipo de defensa se denomina: ¨defensa por inversión de afectos¨.
El problema en esta situación es que el adolescente sigue estando fuertemente atado a sus primeras figuras de identificación, esto no lo deja avanzar en su desarrollo y no dejaría que la culpa y la ansiedad bajasen, haciéndose necesario para el reforzar sus defensas mediante la negación de los sentimientos positivos, o las formaciones reactivas, siendo estas actitudes hostiles hacia las figuras paternas. La otra salida por la que puede optar es que, en lugar de ser hostil con los demás, esa hostilidad la vuelque hacia si mismo, siendo esta una actitud autodestructiva. Esta manera de defenderse termina, en ocasiones, siendo dañina para el propio sujeto, en otras palabras “Suele darse el fenómeno paradojal de que los mismos mecanismos de defensa utilizados por el yo contra la angustia se conviertan, a veces, en factores atentatorios contra la estructura e integridad del self, provocando su debilitamiento”.