Mecanismos de defensa en el adolescente: la intelectualización y el fantaseo

Un modo de defensa que utiliza el adolescente por excelencia son la intelectualización y el fantaseo. En el adolescente “La necesidad de intelectualizar y fantasear se da como una de las formas típicas del pensamiento adolescente.”
La intelectualización se da como “la predilección de algunos adolescentes por permanecer hasta altas horas de la noche enfrascados en discusiones abstractas sobre temas como religión, política, filosofía o el significado de la vida.”, de esta manera el adolescente se defiende de los impulsos que lo inundan y sobrepasan la tranquilidad obtenida en los años infantiles. Este mecanismo de defensa es propio del sujeto adolescente y su utilización es extremadamente común en estos.
Entre tanto el fantasear es otro de los mecanismos característicos de esta etapa de la vida; la facilidad adolescente por abstraerse y sumergirse en sus pensamientos es una manera de huir de lo que se le imponen desde afuera y desde su propio cuerpo. La afición por productos de la ficción como programas de televisión o películas y poder transportarse como si se fuera un personaje activo de ellos es una manera según la cual el adolescente se defiende. El yo del adolescente se puede sumergir en esto, expandiendo así los límites del superyo al poder fantasear y olvidando momentáneamente las exigencias pulsionales o bien modificándolas para adaptarlas a su propia fantasía la cual es compuesta de elementos tanto conscientes como inconscientes y que libera al sujeto de sus presiones.