Mecanismos de defensa en el adolescente: posición intransigente y posición ascética

La carga carga libidinal, como expresión de lo instintivo, hace que el sujeto se encuentre en un punto de angustia “Los conflictos interiores entre los nuevos e intensificados impulsos del ello y el superyo provocan ansiedad en el yo, que se encuentra como aplastado entre dos fuerzas que actúan sobre él en sentidos opuestos. Esta situación impone la utilización de nuevas defensas”, estas nuevas defensas serán los mecanismos según los cuales el sujeto podrá lidiar con estos impulsos libidinales y las situaciones cambiantes que su realidad tanto biológica como psíquica le imponen.
El adolescente frente a los impulsos puede tomar, desde la psicopatía, básicamente dos posiciones, la intransigente y la ascética. Estas posiciones si bien se asemejan a la psicopatía en el adolescente, se pueden presentar en cualquier adolescente en algún tiempo determinada de esta etapa de la vida sin llegar a ser una conducta patológica propiamente dicha.
En lo referente a la posición intransigente, a modo de defensa que asume en adolescente, se muestra como un sujeto aferrado a sus ideas y sin dejar margen para el cambio, esta posición es consciente y rechaza todo aquello que lo lleve al cambio o a ceder frente a los impulsos que vienen desde su interior, de esta manera “la “intransigencia” se extiende a procesos esenciales para la vida, como por ejemplo la cooperación entre los impulsos, la fusión de pulsiones opuestas o la mitigación de pulsiones instintivas por intervención del yo”; todo esto llevaría a que el adolescente se muestre rígido, sistemático y previsible en sus acciones, comportamiento que contradice la conducta de una adolescente “normal” y que podría ser un índice de psicopatía, ya que la flexibilidad psíquica es una característica fundamental del adolescente y su desarrollo.
Entre tanto el ascetismo que se puede presentar en el adolescente se manifiesta como una lucha en contra de los impulsos tanto edípicos, como predípicos y que finalmente buscan su expresión a partir de la adolescencia al finalizar la latencia. El adolescente ascético “Libra entonces una batalla total contra la búsqueda de placer como tal; al mismo tiempo paraliza la mayor parte de los procesos normales de satisfacción de instintos y necesidades.”, esta postura puede llagar a ser patológica, y si bien, en el proceso normal del adolescente se pueden dar momentos de ascetismo, un postura totalizante desde aquí podría hacer peligrar el normal desarrollo del adolescente. Igualmente “Debido a que los adolescentes temen perder el control de sus impulsos, se aferran a un enfoque ascético de la vida, y mediante esto se sobrecontrolan” y al sobrecontrolarse podrán caer en conductas patológicas.
Sin embargo estas dos posturas que si bien llevadas al extremo son patológicas se pueden presentar en cualquier adolescente, con el tiempo y “a medida que los individuos se van dando cuenta de su capacidad para controlar sus impulsos peligrosos, tienden a tranquilizarse y a ser menos estrictos con ellos mismos” y de esta manera toda la estructura psíquica del sujeto puede modificarse para tramitar estos impulsos.