Comunicaciones: ¿CÓMO SE ESTAMPA UN MURAL? REFLEXIONES EN TORNO A UNA INTERVENCIÓN ARTÍSTICA CONTEMPORÁNEA EN EL ESPACIO DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE SALTA

COMUNICACIONES.

¿CÓMO SE ESTAMPA UN MURAL? REFLEXIONES EN TORNO A UNA INTERVENCIÓN ARTÍSTICA CONTEMPORÁNEA EN EL ESPACIO DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE SALTA.
Mariano Alfonso Gusils
Centro Promocional de Investigaciones en Historia y Antropología (CEPHIA) y Área de Experimentación y Divulgación en Cultura y Arte (AEDCA). Universidad Nacional de Salta

*Estudiante avanzado del Prof. y la Lic. en Historia de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Salta (UNSa). Forma parte del Centro Promocional de Investigaciones en Historia y Antropología (CEPHIA) y del Área de Experimentación y Divulgación en Cultura y Arte (AEDCA), ambas instituciones de la UNSa.
intervención artística, introducción

(FOTO 1)

A modo de introducción
¿Cómo se estampa un mural?, me pregunto. Este es el primer interrogante ocurrente que surge ante la evidencia del nombre “Mural Estampado”. Desde el sentido común la primera disciplina artística que se asocia con la palabra “mural” es la pintura y, desde la tradición, el muralismo es concebido simultáneamente como arte y técnica pictórica. “Mural estampado” fue un proyecto artístico que intentó desplazarse desde ciertas convenciones hacia horizontes un tanto más complejos no sólo desde el punto de vista artístico, sino también, social y cultural. En este sentido, “Mural estampado” no fue simplemente un proyecto movilizado por la intencionalidad de los artistas, sino que más bien se constituyó en torno a ciertas preocupaciones y problemáticas que esbozaban y señalaban un horizonte “colectivo”. El proyecto movilizó una serie de acciones que involucraron a diversos actores sociales de la Universidad Nacional de Salta poniendo en diálogo distintas vivencias y percepciones espaciales en relación a representaciones colectivas que quedarían cifradas en el estampado del mural.
“Mural Estampado” es el nombre de un proyecto artístico contemporáneo llevado a cabo por el espacio de arte “La ventolera” y el Área de Experimentación y Divulgación en Arte y Cultura (AEDCA) en el campus de la Universidad Nacional de Salta (UNSa) durante el transcurso del año 2008. El proyecto fue ideado por Juliana García, Mario Córdoba y Andrea García y estuvo impulsado, en un primer momento, por el interés que mostraron los artistas en desarrollar una intervención artística en los espacios de la universidad. Dicho interés vino a coincidir con la reciente creación de AEDCA, área dependiente del Centro Cultural de la universidad y de la Secretaria de Extensión Universitaria (SEU), cuyos objetivos estaban dirigidos a fomentar las relaciones entre los artistas de la escena salteña con la universidad. Aquí aparece una de las dimensiones más interesantes del proyecto debido a que su puesta en práctica implicó el encuentro de un espacio de arte independiente con un espacio institucional en pos de un proyecto en común. De esta manera, no sólo los artistas se interesaron en la universidad como espacio de intervención artística, sino que desde la universidad ya se había generado una instancia mínima de acción que permitiera articular el proyecto en términos de gestión. De esta instancia de intercambio entre ambos espacios y diversos actores surgió la posibilidad del proyecto. El proyecto se planteó en varias etapas sucesivas durante el transcurso del año 2008 y este ensayo es la excusa para bucear en algunas de las dimensiones materiales y simbólicas, sociales y culturales que desplegó en su desarrollo.
Desde una primera aproximación tentativa podríamos bosquejarlo de la siguiente manera: los artistas propusieron estampar un mural en algún espacio público de la universidad mediante una técnica poco usual: dibujar con taladro un estampado sobre el muro. La composición del estampado se estructuraría a partir de ciertos íconos, cuya cantidad sería determinada a través de un resultado porcentual arrojado por un grupo de encuestas realizadas a personas vinculadas a la universidad. De esta manera, los motivos del estampado vendrían a representar el resultado (estadístico) de un interrogante que los artistas arrojaron a los transeúntes del espacio universitario: “¿Cuál te gusta más?”, preguntaban a los encuestados. Las opciones a elegir eran diez isotipos diferentes que habían sido seleccionados de dos sistemas de señalización gráfica: el primero de ellos provenía de la señalética urbana y los isotipos seleccionados hacían referencia a las señales de tránsito; el segundo, era el sistemas de señalización presente en el interior del predio universitario y los isotipos seleccionados hacían referencia a diversos recorridos espaciales y situaciones visuales manifiestas al interior del campus. Sin embargo, esta primera aproximación no agota la complejidad teórica que el proyecto artístico diseminó durante su proceso de producción, sino todo lo contrario: la sobredimensiona. A simple vista aparecen varias líneas de fuga que nos permiten pensar las prácticas artísticas contemporáneas como prácticas que habilitan múltiples interrogantes y abren caminos para pensar la dimensión social de la cultura. Para responder a estos interrogantes, en el presente ensayo trataremos de abordar analíticamente ciertos aspectos del proyecto que nos permitan pensar diversas interrelaciones y problemáticas entre las prácticas artísticas contemporáneas, los espacios y la identidad.
El ensayo está estructurado en tres partes que abordan la estructura y el desarrollo temporal del proyecto. La primera parte está dedicada a abordar los primeros momentos del mural, la etapa exploratoria a través de la cual los artistas se conectaron con el espacio de la universidad y empezaron a pensar el proyecto. La segunda parte hace referencia a dos instancias: por una parte a la formalización del proyecto y las gestión del mismo y, por otra parte, a la ejecución del mural estampado y la intervención espacial que la misma implicó. La tercera parte del ensayo aborda la sociabilización del proyecto, es decir, la inauguración y exposición pública del mismo, así como también, algunas preguntas en torno a cual podemos considerar la obra en sí misma. Uno de los principales objetivos de este ensayo reside en intentar plantear algunas reflexiones y problemas en relación a las prácticas artísticas contemporáneas. Toma como punto de partida el proyecto “mural estampado”, ya que en éste convergen diversas variables que lo transforman en un objeto de complejidad teórica.

Estructura del proyecto: etapas y desarrollo
Etapa exploratoria: búsquedas, señales y direcciones
La primera etapa de desarrollo del proyecto transcurrió entre los meses de mayo y junio del año 2008. La llamaremos tentativamente “exploratoria” porque hace referencia a las primeras conexiones y los primeros tanteos de los artistas con el espacio universitario. En un primer momento, antes de confeccionar el proyecto formalmente, los artistas realizaron una serie de visitas a la universidad en las pudieron pasear y establecer distintos recorridos a través de los cuales fueron observando no sólo los diversos espacios arquitectónicos que generaban la distribución y ubicación de los edificios, sino también los espacios de circulación, concentración y dispersión de flujos de personas. Recorrerían los pasillos, las aulas y anfiteatros, los caminos que conectan distintas facultades, las facultades mismas. Pasearían por los interiores de los edificios, pero también por las galerías de las aulas y los amplios espacios verdes de la universidad. En este ir y venir por un espacio “nuevo” fueron recorriendo diversos caminos y, a su vez, trazando diversos recorridos. Durante el transcurso se darían cuenta de que las convenciones gráficas apuntan lugares y situaciones, visibilizan máquinas, objetos, y sujetos a través de sintéticas imágenes gráficas e indicaban acciones y direcciones. Este recorrido espacial les permitió generar un mínimo conocimiento de los espacios de la universidad, a su vez, seleccionar la pared y determinar la ubicación para emplazar el futuro mural. El muro elegido fue la pared externa del aula 15 que se ubicaba en un lugar estratégico dentro de la estructura arquitectónica de la universidad, debido que se encontraba en una galería externa de la zona de aulas y anfiteatros comunes a todas las carreras de la universidad. Por allí circulaban diariamente distintos actores sociales que concurrían a la universidad a realizar diversas actividades. De esta manera el mural quedaría ubicado en un lugar de paso, circulación y recreación de estudiantes, profesores, personal administrativo, vendedores, entre otros. Otra de las acciones exploratorias que desplegaron los artistas fue el registro fotográfico de varios murales que antecedían su proyecto y la búsqueda de información relativa a la realización de los proyectos, sus autores y las obras.
Esta recopilación de información previa les permitió, por un lado, acercarse a las obras que temporalmente precedían su proyecto, mientras que, simultáneamente, les permitió dibujar una mínima cartografía espacial del entorno particular en el cual pretendían emplazar el mural.
Los artistas seleccionaron una serie de isotipos, algunos de ellos se encontraban en el trayecto del ómnibus que realizaban desde la ciudad hacia el campo universitario y otros que se encontraban en el predio mismo y señalizaban distintas situaciones. Una vez definidos los íconos de la encuesta, planificaron una serie de visitas matinales a la universidad en donde desplegaron la pregunta clave: ¿Cuál te gusta más? Es interesante observar la utilización artística de una metodología cuantitativa en relación a transposición de los resultados en un cuadro estadístico que establece los porcentajes de las respuestas ó, tal vez, también podríamos concebirlo como la expresión de un gusto colectivo que da cuenta de la preferencias visuales de un grupo- blanco específico encuestado. Sin embargo, esta serie estadística no es del todo uniforme ni homogénea y no agota la diversidad de gustos y elecciones de un grupo relativamente pequeño en relación a la totalidad de la población universitaria. Más allá de este hecho es interesante observar la utilización de una técnica “dura” como la estadística, más bien vinculada al campo de las investigaciones de las ciencias sociales, como técnica artística que les permitió a los artistas articular, en primera instancia, el trabajo de campo con la realización del mural y, en segunda instancia, los distintos agentes sociales de la universidad a la realización del proyecto.
De esta manera, en la etapa exploratoria los artistas realizaron dos operaciones simultáneas: por un lado, realizaron un breve “estado de las cuestión” en relación a la serie de obras artísticas precedentes, mientras que, a su vez, pondrían en juego algo así como una práctica etnográfica en relación al reconocimiento del espacio y sus agentes mediante la realización de diversos recorridos y las encuestas.

(GRAFICO 2)
Intervención artística, gráfico

Etapa ejecutoria: entre la gestión y la performance
La segunda etapa del proyecto estuvo caracterizada por la puesta en práctica, por una parte, de la ejecución del mural y, por otra, por las gestiones burocráticas pertinentes. Para ello, en primera instancia, fue necesario que los artistas procesaran los datos del las encuestas para establecer los respectivos porcentajes que definirían la composición del mural. En esta etapa se formalizó el proyecto para ser presentado ante las autoridades correspondientes de la universidad. Los artistas eran conscientes que debían formalizar ciertas cuestiones en términos proyectuales para poder interactuar institucionalmente y hacer de su proyecto una propuesta válida ante a los ojos de la jerarquía universitaria.
Una vez formalizado el proyecto y definida la propuesta de lo que se quería hacer se empezaron con las gestiones desde el Área de Experimentación y Divulgación en Cultura y Arte (AEDCA) para llevar a cabo la concreción del proyecto. Sin embargo, desde el inicio aparecieron una serie de obstáculos en relación a la aprobación del proyecto. Si bien el área pertenecía a la universidad, según el organigrama la dependencia académica correspondía a la Secretaría de Extensión Universitaria (SEU) y, por extensión, al Centro Cultural de la universidad. Sin embargo, como el mural sería emplazado en el campus universitario, en el cual no se encontraban ni el centro cultural ni la SEU que están ubicadas en la ciudad de Salta, hubo que pedir los permisos correspondientes en otras instancias de decisión.
El área de Obras y Servicios era la encargada de aprobar los permisos, ya que la intervención implicaba una directa modificación material de la arquitectura y estaba ubicada en un espacio común de intensa circulación. Los directivos del área tuvieron una serie de observaciones y cuestionamientos en relación a la técnica que se quería utilizar: utilizar un taladro como herramienta artística no parecía a su criterio una técnica artística tradicional y querer “estampar” diversos isotipos en una pared no era considerado como una actividad artística en el sentido convencional del término. Los directivos observaron que si la propuesta era la realización de un mural el mismo podría ser realizado con pintura como técnica alternativa y como la salida más convencional al proyecto. Ese argumento no convenció a los artistas, ya que una de las premisas en las que sustentaba el proyecto residía en la novedad técnica que implicaba la utilización del taladro como herramienta artística para la realización de murales.
De esta manera se plantearon ciertos interrogantes en torno a la validez artística del proyecto a través de un cuestionamiento técnico basado en la convención de las técnicas artísticas. Para combatir esta idea y defender el proyecto ante las autoridades universitarias fue necesario sustentar teóricamente el carácter experimental de la técnica y hacer hincapié en el perfil netamente contemporáneo que dibujaba la propuesta de los artistas. Ante esta situación de disyuntivas, desde el área de Obras y Servicios se decidió consultar a personas vinculadas al campo del arte para que evalúen el proyecto y determinen la “solidez” del mismo. Finalmente, luego de la consulta, se aprobó el proyecto y se pudieron empezar con las actividades para llevarlo a cabo.
A partir de aquí los artistas empezaron con la ejecución propiamente dicha del mural que se extendería desde el mes de junio hasta octubre. En un primer momento, durante el mes de junio procedieron a trasladar el boceto en el muro y empezar con el “calado” de los motivos del mural. El receso de actividades durante las vacaciones invernales en el mes de julio fue un paréntesis en la ejecución del proyecto. Al retornas las actividades en la universidad los artistas volvieron a la universidad para continuar con el desarrollo del mural que avanzaría rápidamente durante el transcurso de varias jornadas. Es interesante mencionar que en esta etapa de desarrollo del proyecto, a diferencia de la etapa anterior, los artistas intervinieron fuertemente el espacio con su cuerpo y con sus prácticas. El trabajo artístico in situ en la universidad produjo distintas reacciones en los transeúntes cotidiano, mucho de los cuales se detenían no solo a observar el proceso de construcción del mural , sino también a preguntar de que se trataba este ruidoso acontecimiento. Una vez “estampados” y taladrados todos los motivos del mural procedieron a lijar y pintar la totalidad de las partes en blanco que habían quedado con revoque. Luego del blanqueado de pared colocaron un cartel explicativo en el vértice superior derecho del mural que contenía la información relativa al proyecto y los resultados porcentuales de las encuestas.
En síntesis, podemos afirmar que en la segunda etapa del proyecto se definieron un grupo de variables significativas que permitieron estructurar, por una parte, los contenidos propios del mural, a través de los resultados de las encuestas, y, por otra parte, se definieron las guías de acción mediante las cuales se pondría en práctica la ejecución del proyecto. A diferencia de la primera etapa y su carácter lúdico y exploratorio, la segunda etapa se caracterizó por la puesta explícita del cuerpo en escena y la evidenciación de las condiciones de producción de los artistas. Si bien, en la etapa anterior los artistas habían recorrido la universidad realizado el trabajo de campo, no habían explicitado de manera contundente su carácter de artistas y se habían infiltrado en la universidad como espías en busca de una información específica.
Durante la etapa de ejecución los artistas hicieron visible no sólo su cuerpo en escena trabajando sino que también develaron la dimensión de performance que implicaba el proyecto. El mural se estampó ante la mirada de todos en un espacio en común que por varias jornadas los artistas tomaron como propio. De esta manera, no solo quedaron evidenciadas las condiciones de producción del proyecto, sino que también quedó escenificada la práctica artística misma. La ejecución del “mural estampado” se constituyó como el gesto vivo del proyecto, como la etapa plenamente perfomativa del mismo. De alguna manera, la performance de la segunda etapa del proyecto funciona como la demostración y ejecución de las ideas germinadas en la primera etapa que, así vendría a constituirse como la instancia conceptual del proyecto. Como señala Roselee Goldberg, “la performance ha sido considerada una manera de dar vida a muchas ideas formales y conceptuales en las cuales se basa la creación del arte”. Sin lugar a dudas, el proyecto Mural estampado contienen una fuerte dosis de performance ya que se constituyó como una obra en movimiento desarrollada directamente ante los ojos del público y, simultáneamente, puso de manifiesto una nueva dirección en relación al “muralismo” y su concepción tradicional tratando de acabar con las categorías y convenciones del arte establecido.
Etapa de sociabilización: entre la exposición y la virtualidad
En la tercera etapa, el proyecto entró en la recta final de desarrollo y en ella los artistas se dedicaron a terminar de cerrar algunas cuestiones que todavía formaban parte integrante del plan general de ejecución. Por una parte, empezaron a pensar en la presentación social del proyecto, es decir, en la inauguración del mural y, por otra parte, se dedicaron a diseña un blog en internet como apéndice virtual del proyecto que contuviera no sólo la información relativa al mismo, sino también, los registros fotográficos del proceso de trabajo, los resultados de las encuestas, así como también, la narración de diversas experiencias que había suscitado el “mural estampado”.
La inauguración del mural se hizo en día 15 de octubre y para ello se imprimió un pequeño catalogo que contenía un texto de Luna De La Cruz que daba cuanta de algunos aspectos visibles e invisibles que el mural inscribía en su espacio de significación. La presentación del proyecto fue pensada desde una doble perspectiva: por una parte, no sólo se inauguraba formalmente el mural en su lugar de emplazamiento, sino que también, se presentaba el blog del “mural estampado”. No sólo se presentaba la evidencia material que constituía el mural en sí, sino que también, se presentaba la narración que los artistas habían construido y a partir de la cual trataban de dar cuenta del proceso creativo y el proceso de trabajo que el proyecto había desplegado durante su transcurso.
Ahora bien, sería lícito preguntarnos ¿Cuál es la obra “mural estampado”? ¿Es acaso el mural en sí mismo? ¿O es el blog que explica el proceso? ¿O ambas instancias? Sin lugar a dudas, la complejidad del proyecto y su posicionamiento desde una práctica artística contemporánea excede la categoría de “obra de arte” en su sentido tradicional. En este sentido, no podemos considerar que el mural estampado, como producto acabado y final del proyecto, condense la obra en sí misma, así como tampoco, podemos considerar que el blog dé cuenta de la totalidad y complejidad del proceso. Lo que sí podemos tratar de pensar es que la obra “mural estampado” es la totalidad de instancias significantes que el proyecto desplegó en su transcurso espacio-temporal: la obra se constituye a partir de las inquietudes que los artistas mostraron en relación al espacio universitario, de las ideas que dichas inquietudes generaron, de la formalización de dichas ideas en un proyecto, de la puesta en práctica de un trabajo de campo, de la ejecución material del mural, así como también, de la posterior sociabilización del mural y del proyecto. De esta manera, en la obra convergen la dimensión conceptual del proyecto con el proceso productivo de trabajo y la sociabilización de ambas instancias. Si bien, temporalmente las tres instancias son diferentes y se establecen a partir de la sucesión, ninguna de ellas tiene más relevancia que las otras, ya que las tres en su conjunto se constituyen como los diversos planos de un mismo acontecimiento. Para definir acontecimiento tomamos algunas reflexiones de Gianni Vattimo que lo define de la siguiente manera: “es un encuentro vivo con el objeto que transforma también al sujeto que lo encuentra, añade y transforma también los sentidos del objeto mismo”77
En este sentido, podemos pensar el “mural estampado” como un acontecimiento de transformación que modificó, no solo el entorno visual de la Universidad Nacional de Salta, sino también las percepciones de los transeúntes desprevenidos que pasean cerca del él que a su vez, simultáneamente, se transforma y resignifican no sólo en su soporte material, sino también, en su eco virtual: el blog “mural estampado”

Itevención artística, foto 2

Itevención artística, foto 3 (foto 3)

(foto 4)

Itevención artística, foto 4

Bibliografía
Altamirano, C. (director).: Términos Críticos de sociología de la cultura. Paidós, Buenos Aires, 2002
Arte, sentido y acontecimiento. Reportaje a Gianni Vattimo, en Revista de artes visuales Ramona 61, Buenos Aires, julio de 2006.
De Certeau, M.: “La operación histórica”, en Le Goff, J. y Nora, P. Hacer la historia, Editorial Laia, Barcelona (1985)
Diccionario de la lengua Española. Real Academia Española. Vigésima segunda edición. Editorial Planeta, Buenos Aires, 2003.
Frascara, J.: Diseño gráfico para la gente. Comunicación de masas y cambio social. Ediciones Infinito, Buenos Aires, 1997
Goldberg, R. Performance Art. Desde el futurismo hasta el presente. Ediciones Destino, Barcelona, 2002
Merleau Ponty, M.: El mundo de la Percepción. Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 2008.
Nora, P.: “La vuelta del acontecimiento”, en Le Goff, J. y Nora, P. Hacer la historia, Editorial Laia, Barcelona (1985)
Veyne, P.,: “La historia conceptualizante”, en Le Goff, J. y Nora, P. Hacer la historia, Editorial Laia, Barcelona (1985).

Lista de imágenes
– Foto 01. Relevamiento fotográfico de los diversas señales en el espacio de la unas
– Gráfico 02. Tabla de porcentajes que expresa los resultados de la encuesta gráfica.
– Foto 03. Vista parcial del “Mural Estampado”.
– Foto 04. Registro fotográfico del día de inauguración del “Mural Estampado”.

Notas:

77 Arte, sentido y acontecimiento. Reportaje a Gianni Vattimo, en Revista de artes visuales Ramona 61, Buenos Aires, julio de 2006.

Fuente: Sujetos, miradas, prácticas y discursos. Segundo Encuentro sobre Juventud, Medios e Industrias Culturales
coordinado por María Gabriela Palazzo y Pedro Arturo Gómez. – 1a ed. – Tucumán : Universidad Nacional de Tucumán. Facultad de Filosofía y Letras. Inst. de Investigaciones Lingüísticas y Literarias. , 2013. E-Book.