Comunicaciones: POSTEADOS Y ETIQUETADOS: USOS DE LAS TICS EN EL TRABAJO DE CAMPO ANTROPOLÓGICO CON JÓVENES QUE PARTICIPAN DE LA ESCENA PUNK

COMUNICACIONES.

POSTEADOS Y ETIQUETADOS: USOS DE LAS TICS EN EL TRABAJO DE CAMPO ANTROPOLÓGICO CON JÓVENES QUE PARTICIPAN DE LA ESCENA PUNK EN LA CIUDAD DE LA PLATA Y ALREDEDORES

Elena Bergé
Lic. en Antropología (FCNyM-UNLP), Doctoranda en Ciencias Sociales (FAHCE-UNLP) y Becaria de Perfeccionamiento UNLP
Grupo de Estudios en Juventudes (Núcleo de Estudios Socioculturales – Facultad de
Trabajo Social – UNLP)

Rocío Bergé
Profesora de Comunicación Social (FPyCS– UNLP). Estudiante avanzada de la Licenciatura en comunicación Social, orientación Planificación (en proceso de redacción de tesis).
Facultad de Periodismo y Comunicación Social – UNLP
Área de Género y Diversidad Sexual – Facultad de Trabajo Social – UNLP

Punto de partida
Es mejor ser claros desde el principio. Este trabajo no pretende dar fórmulas mágicas ni recetas magistrales, sólo buscamos, desde un abordaje acotado pero enriquecedor, sumar a un debate sobre cuestiones que han aparecido a lo largo de nuestras investigaciones y, sobre las cuales, intentamos reflexionar de manera crítica y productiva, a la vez. Dicho esto, sumerjámonos entonces en el dilema y despejemos la incógnita.
Para ser más precisas, diremos que esta ponencia se propone explorar las múltiples y complejas formas en que la utilización de las TICs puede contribuir a la realización del trabajo de campo socio-antropológico-comunicacional con jóvenes. En particular, se considerará el momento de “entrada al campo”, partiendo de una experiencia específica: el análisis de las prácticas juveniles en el circuito musical punk de la ciudad de La Plata.
Siguiendo la especificidad del caso , uno de los ejes de la investigación que tomamos como base para la reflexión plantea un acercamiento etnográfico a los distintos espacios en los que se desarrolla la «escena» musical punk en la ciudad, interpelando a aquellos jóvenes que participan en las bandas, la producción de recitales y los/as asistentes a los mismos.

Las cosas por su nombre
Las reflexiones en torno a jóvenes, estilos, estéticas, música y prácticas culturales han sido, de algún modo, los grandes nodos de producción de sentidos a partir de los cuales se han articulado las propuestas teórico-metodológicas que se vienen desarrollando a lo largo de esta investigación. No profundizaremos sobre todas las nociones arriba mencionadas (ya que no hacen al objetivo de este trabajo), pero no queremos dejar de señalar la importancia de considerar ciertas particularidades del tantas veces definido y discutido concepto de juventud-jóvenes.
Después de décadas de idas y vueltas en torno a la definición de la categoría juventud y superando todas las visiones biologicistas, demográficas y psicologicistas de antaño (Allerbeck, k. y L. Rosenmayr , 1979; Hall, 1915), nos posicionamos en este trabajo desde aquellos enfoques que proponen un abordaje socio-histórico, contextual, heterogéneo y relacional de la condición juvenil (Bourdieu, 1990, Chaves, 2010; Criado, 1998; Feixa, 1998; Machado Pais, 1993; Margulis y Urresti, 1996 y 1998; Pérez Islas, 2000 y 2008).
Desde la otra orilla de este trabajo, emergen las populares, siempre ubicuas y polisémicas TICs. Acordamos definirlas como dispositivos técnicos que habilitan procesos de producción semiótica en el marco del entorno digital (Castells, 2002). Pero la definición resulta siempre insuficiente para dar cuenta del dinamismo y la maleabilidad que adquieren los procesos habilitados por las TICs. El carácter escurridizo y vertiginoso, esa “liquidez” sobre la que tanto se extendió Bauman (1999), no deja de profundizarse. Sobre todo, a partir del surgimiento de la llamada “Web 2.0” que no es otra cosa que la evidente apropiación activa que han hecho los usuarios de la tecnología, en la medida de que se han abierto las puertas del código y se ha fomentado la socialización online bajo todas las redes sociales posibles (Martin Barbero 1997 y 2003). Dicho sea de paso que este aliento ha sido impulsado con gusto por las empresas y ha sido asimilado como hábito por millones de usuarios de Internet, incluso los que en otro tiempo, renegaron del “control telemático”.
El crecimiento exponencial de usuarios de Internet, especialmente de Redes Sociales como Facebook, y el carácter que ha cobrado su “estilo de navegación” –cada vez más cercano al hábitat que a la herramienta- pone de manifiesto que el espacio digital no puede negarse, ni siquiera bajo el argumento de “lo inabordable”. Más bien, es el analista el que debe doblegar la dureza del método para que esa realidad quepa bajo la lupa. Pero la intención de mirar el inaprensible mundo online–por indescifrable, por privado, por líquido que se aparezca- no ha resuelto la forma de mirar, ni el estatuto de lo mirado.
Lo que es ineludible es el tránsito recurrente de los jóvenes –y de los otros- en el entorno de las redes sociales. Tránsito que se aglomera en nodos, tránsito de sentidos que se encarna en bits. Tránsito que se muestra en las fronteras de un espacio de privacidad relativa. Sin duda, un lugar de mostración y de representación mediada.
El puente que proponemos entre jóvenes/juventud y TICs en esta oportunidad (y siguiendo con la metáfora espacial, claro está) lo constituiría un abordaje teórico- metodológico a partir de un enfoque de estudios cualitativos y etnográficos sobre la temática. En este sentido, demás está reseñar la amplia trayectoria que las ciencias sociales, en general, y la antropología, en particular, ha tenido en torno a estos planteos metodológicos. El trabajo de campo se ha constituido como una forma disciplinar de aproximación general a los fenómenos socioculturales, que engloba y da un matiz particular a una multiplicidad de técnicas para la obtención y el análisis de la información (Krotz, 1991). De manera mucho más poética, Clifford Geertz señala, en relación a la etnografía, que se asemeja a “(…) tratar de leer (en el sentido de «interpretar un texto») un manuscrito extranjero, borroso, plagado de elipsis, de incoherencias, de sospechosas enmiendas y de comentarios tendenciosos y además escrito, no en las grafías convencionales de representación sonora, sino en ejemplos volátiles de conducta modelada.” (2003: 24). Y la tentación ante tanta grafía manifiesta como la que nos encontramos cuando analizamos la producción de jóvenes en entornos virtuales 2.0 es olvidarnos de esta premisa fundamental que nos guía como investigadores de lo social: estamos interpretando lo ya interpretado por otros y otras. De ahí el desafío teórico y epistemológico que supone esta tarea.

Las intersecciones y los caminos.
Volviendo entonces al tema específico de esta ponencia, y luego de disquisiciones teóricas tal vez tediosas pero necesarias, podemos señalar que, en el contexto de la investigación que presentamos al principio –pero con pretensiones de llevar la reflexión a un plano más general- proponemos pensar la intersección entre TICs, Jóvenes/Juventud y trabajo de campo en una multiplicidad de sentidos. En este caso, nos centraremos en dos que visualizamos prioritarios: el aspecto temático (las prácticas culturales de los jóvenes en relación con las TICs, en este caso particular podríamos señalar la producción, circulación y consumo de recitales punks) y el aspecto metodológico (el uso de las TICs en la entrada al campo en torno a investigaciones con jóvenes).

a. Lo temático
Interrogarse sobre el modo en que los jóvenes participan del circuito de los recitales punks, supone en cierta medida visibilizar no sólo los eventos en sí sino también el uso que hacen de las tecnologías para la producción y circulación de diversos materiales comunicacionales elaborados por ellos (discos, flyers, fotos, videos, páginas webs, blogs, radios online, etc.) así como la promoción de sus encuentros. No alcanza con la observación y las entrevistas presenciales que podamos realizar como parte de nuestra investigación porque efectivamente una dimensión fundamental del circuito se produce y se actualiza en el plano virtual.
Desde una perspectiva de recepción, es posible analizar en las plataformas digitales la circulación de dicha información, registrando las expresiones de los asistentes y productores de los eventos, antes y con posterioridad al desarrollo de los mismos. En este sentido, es posible visibilizar de qué manera estos jóvenes utilizan las tecnologías de interconexión para generar acciones comunicacionales, cómo ponen en juego distintos sistemas visuales y verbales, cómo se vinculan con sus interlocutores, etc.
No se trata de buscar exclusivamente la novedad en la utilización de las TICS, pensadas en términos puramente instrumentales, sino registrar los intersticios, las grietas y las fisuras por donde estos jóvenes expresan de manera particular y específica –más allá de la uniformidad de las plataformas- su condición de punks.
La utilización de las tecnologías se encuentra atravesando las prácticas, las estéticas y los discursos. La posibilidad del encuentro y el “enterarse” de tal o cual recital es posible a través de las redes sociales y demás sitios webs. Sin embargo, es recurrente la utilización del flyer que anuncia la “fecha” que apela y recupera la estética collage del punk, un determinado uso del lenguaje de ascendencia anarco punk (por la proliferación de letras K, X, el cambio en la escritura de las palabras, la indistinción de género, etc.) y un tipo de crítica estético-política que emerge en cada comentario o posteo realizado. Nos referimos a un uso particular, situado y diferenciado de la acción comunicacional, que no habría que perder de vista si pretendemos trabajar con colectivos específicos de jóvenes. Es justamente en la especificidad del uso, en la apropiación y la circulación de sentidos donde se juega la identidad colectiva.

b. Lo metodológico
Por otro lado, el uso de las TICs aplicadas al contexto de investigación, desde una perspectiva metodológica, implica pensarlas como herramientas que habilitan una primera “entrada al campo” y, a la vez, como una suerte de “refuerzo” de los vínculos que se crean con los jóvenes investigados en el propio trabajo de campo etnográfico. A su vez, la consideración del uso de las TICs como herramienta para la construcción del conocimiento científico permite un modo de acceso al “otro”/”otros” legítimo, dado que constituye un contexto donde los sujetos que investigamos transcurren parte de su cotidianeidad, y en este sentido, producen su ser en el mundo. Sin embargo, no debemos confundir epistemológicamente el uso que nosotros como investigadores le damos a las TICs en pos de allanar la entrada al campo con el uso que los propios jóvenes realizan de y con ellas.
Desde el punto vista teórico metodológico, encontramos abordajes que sostienen una “etnografía virtual” (Hine, 2000) donde el objeto de estudio es internet y lo que se busca es adecuar o recrear una perspectiva de análisis etnográfico, mientras que en otros casos lo que se analiza es el uso que los jóvenes realizan de las TICs partiendo únicamente de lo efectivamente dicho/escrito en los espacio-tiempo virtuales. Justamente la perspectiva que proponemos no se ubica en ninguno de estos polos, sino que pretende recuperar la tradición antropológica del trabajo de campo pero incorporando la utilización de las TICs. La experiencia particular que sirve de sustento empírico a esta reflexión, nos permitió dilucidar la retroalimentación que efectivamente se producía entre el lapso del recital, la previa (organización y preparación del mismo) y el momento posterior (comentarios acerca del recital, subida de fotos, etc.), no sólo como elemento que colabora con la temática que estamos investigando sino también como herramienta que nos permite reforzar los vínculos que establecimos en el campo, ampliar el registro de participantes del circuito y establecer nuevos lazos con otros jóvenes, a partir de las interacciones que se producen en las plataformas virtuales.
Aquellas posiciones que se resisten a asumir el estatuto de realidad que poseen estos intercambios online se pierden, a nuestro criterio, un eslabón fundamental para la reconstrucción del proceso semiótico involucrado, ceguera que podría tildarse de necia o de inocente, si se reconoce el alcance y la penetración que tienen las TICs en la vida de los jóvenes.
Hacia una propuesta metodológica del análisis de las redes sociales…
Pretendimos, entonces, en este trabajo intentar restituir la complejidad intrincada en la utilización de las TICs en el marco de investigaciones con, para y sobre jóvenes, teniendo en cuenta tanto los aspectos teóricos, temáticos y metodológicos. A continuación, presentamos algunas consideraciones mínimas para el abordaje metodológico de plataformas digitales. Como anticipamos al principio, no aspiramos a establecer una técnica rigurosa para aplicar a estos contextos, pero sí podemos esbozar unas pautas como corolario de las reflexiones y como aporte al debate general.

1 Situarse.
El flujo de sentidos materializados en palabras y en imágenes que encontramos en los espacios virtuales apropiados y utilizados por jóvenes, puede obnubilarnos. La tentación es creer que todo lo que circula, todo lo que se expresa y se discute en estos espacios, representa de manera ubicua y transparente (“con efecto de verdad”) aquello que los jóvenes “hacen” y “dicen que hacen”. Varios trabajos que cruzan el campo de la comunicación y el de juventud, suelen caer en esta tentación.
Aquí es apropiado hacer una salvedad. Si bien es posible analizar a través de los discursos circulantes los modos de comunicación que se establecen entre los pares, esto no significa que éstos sean ni los únicos modos, ni los más interpelantes. La tentación opuesta, la de los tecnófobos, supone, en cambio, que estos espacios sociales no tendrían la relevancia suficiente dada su inmaterialidad empírica. Ni lo uno, ni lo otro. El espacio configurado por las redes sociales, ese fluido discursivo informe que se nos suele escapar entre los dedos, constituye un entorno simbólico que no puede ser desestimado en el análisis que compete al tema de la juventud. Éste es, entonces, otro de los espacios sociales donde los sujetos construyen sentidos, se identifican e interpelan, en la medida que lo habitan con su producción/recepción discursiva.

2 Ir y venir.
El desafío que vislumbramos es re-conocer alternativamente las dinámicas de la vida social offline y de aquella que transcurre online, sin caer en un lado ni en el otro. El objetivo de nuestra investigación determinará en última instancia en cuál haremos mayor hincapié, pero no debemos perder de vista que la vida de los sujetos es sumamente compleja y no se resume en última instancia en la red ni viceversa.

3 Identificar nodos.
Ante la tentación de claudicar apenas nos encontramos semejante materialidad virtual hecha discurso en la web, proponemos no perder de vista la especificidad del objeto de nuestro análisis, delimitando los objetivos y los marcos espacio temporales que recortan nuestra investigación. La propuesta es visualizar por donde transcurren recursivamente ciertos discursos y donde se engrosan las interacciones.

4 Asir la retórica.
El lenguaje no es neutro. Y tampoco es uniforme. Distinguir estilos discursivos (“clichés”) propios del grupo y/o los sujetos en el entorno digital es una de las maneras de abordaje de la especificidad del objeto/sujeto de estudio, sin perder de vista las interacciones con otras retóricas y lenguajes.

5 Reconocer la polisemia.
Proponemos no perder de vista el valor diferencial que los sujetos y el investigador atribuyen a las palabras y a las imágenes en contextos digitales, en contraste con aquel que podría ser atribuido en contextos presenciales.

Bibliografía
Allerbeck, K. y L. Rosenmayr (1979) Introducción a la sociología de la juventud. Editorial
Kapeluz, Buenos Aires.
Bauman, Z.1990 [1978]: Modernidad líquida. Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires,1999.
Bourdieu, P. (2002): “La «juventud» no es más que una palabra” en Bourdieu, P. Sociología y cultura. Grijalbo, México.
Castells, M.(2002): La Era de la Información. Vol. I: La Sociedad Red. Siglo XXI Editores, México (Distrito Federal).
Chaves, M.(2010): Jóvenes, Territorios y Complicidades. Una antropología de la juventud urbana. Espacio Editorial, La Plata.
Criado, E.M. (1998): “La sociología de la juventud en occidente”, EN Criado, E. Producir la juventud: crítica de la sociología de la juventud. Istmo, Madrid.
Feixa, C. (1998): “De jóvenes, bandas y tribus”, en Feixa, C.: De jóvenes, bandas y tribus (Antropología de la juventud). Ariel, Barcelona.
Geertz, C.(2003): La interpretación de las culturas. Gedisa, Barcelona.
Hall, S. (1915): Adolescence: Its psychology and its relations to physiology, anthropology, sociology, sex, crime, religion and education. Appleton, New York, 1904.
Hine, C. (2000): Etnografía Virtual. Editorial UOC, Barcelona.
Krotz, E (1991): “Viaje, trabajo de campo y conocimiento antropológico” En: Revista Alteridades 1 (1) pp. 50-57, 1991
Machado Pais, J. (1993): Culturas juvenis. Imprensa Nacional Casa da Moeda, Lisboa.
Margulis, M. y Urresti, M. (1996): “La juventud es más que una palabra” en Margulis, M. (ed.) La juventud es más que una palabra. Biblos, Buenos Aires.
——————————- (1998): “La construcción social de la condición de juventud”. En: Cubides, H., M.C. Laverde y C. Valderrama “Viviendo a toda”. Jóvenes, territorios culturales y nuevas sensibilidades. Siglo del Hombre Editores, Bogotá.
Martín-Barbero, J.(2003): “Heredando el futuro” En Revista Nómadas N° 5, Bogotá, 1997. Martín-Barbero, J. (2003): “Figuras del desencanto” En Revista Número v. 36. Bogotá,
2003 Disponible en: http://revistanumero.com/index.php?option=com_content&task=view&id=163& Itemid=39
Pérez Islas, J. (2008): “Juventud: un concepto en disputa” En: Pérez Islas, J, M. Valdez y M.
H. Suárez (Coord.) Teorías sobre la juventud. La mirada de los clásicos. M.A. Porrúa-UNAM-Concejo Iberoamericano de Investigación en Juventud, México.
————- (2000): “Ser joven en México: concepto y contexto” En: Pérez Islas, J. (Coord.) Jóvenes e instituciones en México: 1994-2000. SEP-Instituto Mexicano de la Juventud, México, 2000

Fuente: Sujetos, miradas, prácticas y discursos. Segundo Encuentro sobre Juventud, Medios e
Industrias Culturales
coordinado por María Gabriela Palazzo y Pedro Arturo Gómez. – 1a ed. – Tucumán : Universidad Nacional de Tucumán. Facultad de Filosofía y Letras. Inst. de Investigaciones Lingüísticas y Literarias. , 2013. E-Book.