LA PROYECCIÓN EN LA TEORÍA Y EN LA CLÍNICA. Definiciones

LA PROYECCIÓN EN LA TEORÍA Y EN LA CLÍNICA

FUENTE: CÁTEDRA DE PSICOPEDAGOGÍA CLÍNICA

Tit: Prof. Silvia Schlemenson

Autora: Lic. Analía Wald

 

Definiciones

La proyección  en su función defensiva tiene como condición la constitución de la tópica psíquica.  Al respecto, dice Silvia Bleichmar :»Pensar un yo, un interno interno a partir del cual  el sujeto se sitúa y que implica que todo lo que provenga del exterior (externo exterior) como del inconciente (interno externo) le resulten extraños a sí mismo… El yo como límite englobante y diferenciador establece ese universo de pertenencias que permite la organización de ecuaciones simbolizantes de la realidad: lo que está en el interior de ese límite me pertenece, es parte de mí…»

A partir de la represión originaria, se fundan dos espacios radicalmente heterogéneos. La constitución de la posición de sujeto se da por la constitución de un sentido que coloca al sujeto como contrapuesto a su propio inconciente, constituído como instancia ajena a un sí mismo.

La constitución  de la tópica psíquica  implica por lo tanto la diferenciacion entre el yo constituído como una totalidad englobante y  «lo otro» como externo en función de una organización espacial y temporal.

La proyección en su función no defensiva es coextensa a  la concepción freudiana según la cual la espacialidad se subordina a las relaciones de un sujeto constituído en tanto yo a partir del placer displacer en sus relaciones con el objeto.

Genéticamente, al yo realidad primitivo que diferencia lo externo de lo interno a partir de la posibilidad de fuga en lo real, le sucede una modificación de la línea de demarcación ( yo placer purificado) . 

Aquí, la diferencia entre el adentro y el afuera se ubica bajo  la negación imaginaria de esa oposición primitiva mediante la introyección de aquello que produce placer y la proyección de lo que procura displacer. El mundo está dividido en dos: el placer incorporado al yo y lo que es extraño. El yo se ha separado de una parte de sí mismo que arroja al mundo exterior y que siente hostil. La polaridad sujeto objeto responde aquí al principio del placer, siendo los mecanismos de introyección y proyección los que realizan la escición entre el adentro y el afuera en la constitución narcisista. 

De este modo, si bien dinámicamente la proyección es el medio para desplazar hacia el exterior las excitaciones endógenas (función defensiva) , la proyección es estructurante en la medida en que crea una realidad arcaica.

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