Desarrollo histórico de la Psicología Social: Pensadores y corrientes de investigación

Reseña de los Pensadores:

Para profundizar en los autores, se detalla a continuación una breve reseña de los mismos:

Durkheim, Émile (1858-1917)
Teórico social francés y uno de los pioneros del desarrollo de la sociología moderna.
Durkheim nació en Epinal (Francia) en el seno de una familia judía. Se
graduó en la Ècole Normale Supérieure de París en 1882 y a continuación
trabajó como profesor de derecho y filosofía. En 1887 comenzó a enseñar
sociología, primero en la Universidad de Burdeos y después en la de
París.
Durkheim pensaba que los métodos científicos debían aplicarse al estudio
de la sociedad, y creía que los grupos sociales presentaban
características que iban más allá o eran diferentes a la suma de las
características o conductas de los individuos.
También estudió la base
de la estabilidad social, es decir, los valores compartidos por una
sociedad, como la moralidad y la religión. En su opinión, estos valores
(que conformaban la conciencia colectiva) son los vínculos de cohesión
que mantienen el orden social. La desaparición de estos valores conduce a
una pérdida de estabilidad social o anomia (del griego anomia, ‘sin
ley’) y a sentimientos de ansiedad e insatisfacción en los individuos.
Explicó el fenómeno del suicidio como resultado de una falta de
integración del individuo en la sociedad. Durkheim analizó esta
correlación en su obra El suicidio: un estudio sociológico (1897). Para
explicar sus teorías en sus escritos utilizó a menudo material
antropológico, especialmente de sociedades aborígenes. Otros de sus
libros son La división del trabajo social (1893), Las reglas del método
sociológico (1895) y Las formas elementales de la vida religiosa (1912)

Weber, Max (1864-1920)
Economista y sociólogo alemán, conocido por su análisis sistemático de
la historia mundial y del desarrollo de la civilización occidental.

Weber nació el 21 de abril de 1864 en Erfurt, y estudió en las
universidades de Heidelberg, Berlín, y Gotinga. Letrado en Berlín
(1893), fue más tarde profesor de Economía en las universidades de
Friburgo (1894), Heidelberg (1897) y Munich (1919). Fue editor, durante
algunos años, del Archiv für Sozialwissenschaft und Sozialpolitik,
periódico alemán de sociología.
Queriendo refutar el determinismo económico de la teoría marxista, Weber
combinó su interés por la Economía con la Sociología, en un intento de
establecer, a través de un estudio histórico, que la relación causa
efecto histórico no sólo dependía de variables económicas. En una de sus
obras más famosas, Die protestantische Ethik und der Geist des
Kapitalismus (La ética protestante y el espíritu del capitalismo,
19041905), intentó demostrar que los valores éticos y religiosos habían
ejercido una importante influencia en el desarrollo del capitalismo..
Volvió sobre este tema en sus últimos libros, al analizar las religiones
asiáticas y afirmar que las ideas religiosas y filosóficas que
imperaban en las culturas orientales habían impedido el desarrollo del
capitalismo en estas sociedades, a pesar de la existencia de factores
económicos favorables para que se produjera dicha evolución.

Lewin, Kurt (1890-1947)
Sicólogo germano estadounidense, nacido en Mogilno (Alemania), y formado
en la Universidad de Berlín, que contribuyó de forma significativa al
desarrollo de la psicología de la Gestalt como miembro del profesorado
de esa Universidad.
Después de emigrar a los Estados Unidos en 1932,
enseñó en Stanford, Cornell, e Iowa, llegando a ser el director del
centro de investigación en dinámica de grupos en el MIT (Instituto
Tecnológico de Massachusetts) en 1944. En sus trabajos estudió los
problemas de la motivación de los individuos y los grupos e investigó
sobre el desarrollo infantil y las características de la personalidad.
Su trabajo tuvo una influencia decisiva en la investigación psicológica
moderna. Entre sus libros destacan Teoría dinámica de la personalidad
(1935), Principios de topología psicológica (1936), y Teoría del campo
en las ciencias sociales (1951).

Freud, Sigmund (1856-1939)
Médico y neurólogo austríaco, fundador del psicoanálisis.

Freud nació en Freiberg (actual Príbor, República Checa), el 6 de mayo
de 1856 y se educó en la Universidad de Viena. Cuando apenas tenía tres
años, su familia, huyendo de los disturbios antisemitas que entonces se
producían en Freiberg, se trasladó a Leipzig. Poco tiempo después, la
familia se instaló en Viena, donde Freud residió la mayor parte de su
vida.
Aunque su ambición desde niño había sido dedicarse al ejercicio del
derecho, Freud se decidió a estudiar medicina justo antes de entrar en
la Universidad de Viena en 1873. Inspirado por las investigaciones
científicas del poeta alemán Goethe, sintió un vehemente deseo de
estudiar ciencias naturales y de resolver alguno de los retos que en
aquel momento afrontaban los investigadores de su tiempo.
Ya durante el tercer curso, Freud comenzó a investigar sobre el sistema
nervioso central de los invertebrados, en el laboratorio de fisiología
que dirigía el médico alemán Ernst Wilhelm von Brücke. Estas
investigaciones neurológicas fueron tan absorbentes que Freud descuidó
sus obligaciones académicas, permaneciendo en la facultad tres años más
de lo habitual antes de obtener su licenciatura en Medicina.
En 1881, después de cumplir un año de servicio militar obligatorio,
finalizó su licenciatura. Sin embargo, no quiso abandonar el trabajo
experimental y permaneció en la universidad como ayudante en el
laboratorio de fisiología. En 1883, presionado por Brücke, se vio
obligado a abandonar la investigación teórica.
Así, Freud estuvo tres años en el Hospital General de Viena, dedicándose
sucesivamente a la psiquiatría, la dermatología y los trastornos
nerviosos. En 1885, tras su designación como profesor adjunto de
Neuropatología en la Universidad de Viena, dejó su trabajo en el
hospital. A finales del mismo año, recibiría una beca del gobierno para
estudiar en París diecinueve semanas junto al neurólogo Jean Charcot,
que a la sazón trabajaba en el tratamiento de ciertos trastornos
mentales mediante la hipnosis, en el manicomio de Salpêtrière del que
era director. Los estudios de Freud con Charcot, centrados en la
histeria, encauzarían definitivamente sus intereses hacia la
psicopatología, el estudio científico de los trastornos mentales.
En 1886 Freud se estableció como médico privado en Viena,
especializándose en los trastornos nerviosos. Sufrió una fuerte
oposición de la clase médica vienesa por su defensa del punto de vista
de Charcot sobre la histeria y el uso de la hipnosis, entonces
considerados como enfoques poco ortodoxos. El enfrentamiento resultante
retrasó la aceptación de sus hallazgos posteriores sobre el origen de
las neurosis.

Los comienzos del psicoanálisis.
El primer trabajo publicado de Freud sobre psicopatología, Sobre la
afasia, apareció en 1891; era un estudio de este trastorno neurológico
en el que la capacidad para pronunciar palabras o nombrar objetos
comunes se pierde como consecuencia de una enfermedad orgánica en el
cerebro. Su último trabajo sobre neurología, el artículo, ‘Parálisis
cerebrales infantiles’, fue escrito para una enciclopedia en 1897 sólo
por la insistencia del editor, porque en aquel momento Freud estaba más
ocupado en las explicaciones psicológicas de las enfermedades mentales
que en las fisiológicas. Sus trabajos posteriores se inscriben
enteramente en ese terreno, que él mismo había bautizado como
psicoanálisis en 1896.
Esta nueva orientación de Freud se dio a conocer por vez primera en su
trabajo Estudios sobre la histeria (1893), elaborado en colaboración con
el médico vienés Josef Breuer, que dos años después se publicaría con
mayor extensión. Se consideraban los síntomas de la histeria como
manifestaciones de energía emocional no descargada, asociada con traumas
psíquicos olvidados. El procedimiento terapéutico consistía en sumir al
paciente en un estado hipnótico, para forzarle a recordar y revivir la
experiencia traumática origen del trastorno, con lo que se descargarían
por catarsis las emociones causantes de los síntomas. La publicación de
esta obra marcó el comienzo de la teoría psicoanalítica, formulada sobre
la base de las observaciones clínicas.
Durante el periodo de 1895 a 1900, Freud desarrolló muchos de los
conceptos posteriormente incorporados tanto a la práctica como a la
doctrina psicoanalítica. Poco después de la publicación de los estudios
sobre la histeria, Freud abandonó el uso de la hipnosis como
procedimiento catártico, para reemplazarlo por la investigación del
curso espontáneo de pensamientos del paciente —llamado asociación
libre—, como método idóneo para comprender los procesos mentales
inconscientes que están en la raíz de los trastornos neuróticos.
En sus observaciones clínicas, Freud halló evidencias de los mecanismos
mentales de la represión y la resistencia, describiendo la primera como
un mecanismo inconsciente que hace inaccesible a la mente consciente el
recuerdo de hechos dolorosos o traumáticos; y la segunda como la defensa
inconsciente contra la accesibilidad a la consciencia de las
experiencias reprimidas, para evitar la ansiedad que de ella se deriva.
Freud propuso seguir el curso de los procesos inconscientes, usando las
asociaciones libres del paciente como guía para interpretar los sueños y
los lapsus en el lenguaje (además de chistes, actos fallidos, etc.).
Mediante el análisis de los sueños llegó a sus teorías sobre la
sexualidad infantil y el complejo de Edipo, que explicaría el apego del
niño al progenitor del sexo contrario, junto con los sentimientos
hostiles hacia el del propio sexo (considerado —en principio— un rival).
Estos planteamientos, que hacían hincapié en la base biológica del
comportamiento humano —particularmente el sexo y la agresividad—, fueron
muy controvertidos.
En estos años, desarrolló también la teoría de la transferencia, proceso
por el que las actitudes emocionales, establecidas originalmente hacia
las figuras de los padres durante la infancia, son transferidas en la
vida adulta a otros personajes (maestros, autoridades, jefes, el propio
psicoanalista, etc.). El final de este periodo viene marcado por la
aparición de su obra más importante, La interpretación de los sueños
(1900 primera edición, que posteriormente el mismo Freud ampliaría). En
ella analiza (además de algunos sueños de sus pacientes, amigos, hijos, e
incluso de personajes famosos) muchos de sus propios sueños,
registrados durante tres años de autoanálisis iniciados en 1897. Este
trabajo expone todos los conceptos fundamentales en que se asientan la
teoría y la técnica psicoanalítica.
En 1902 Freud fue nombrado profesor titular de la Universidad de Viena.
Este honor no era, sin embargo, debido al reconocimiento de sus
aportaciones, sino como resultado de los esfuerzos de un paciente con
influencias. El mundo médico todavía contemplaba su trabajo con
hostilidad, y sus siguientes escritos, Psicopatología de la vida
cotidiana (1904) y Tres ensayos para una teoría sexual (1905), no
hicieron más que aumentar este antagonismo. Como consecuencia, Freud
continuó trabajando virtualmente solo, en lo que él mismo denominó "una
espléndida soledad ".
Sin embargo, hacia 1906, Freud contaba ya con un reducido número de
alumnos y seguidores destacando los psiquiatras austríacos William
Stekel y Alfred Adler, el psicólogo austríaco Otto Rank, el psiquiatra
estadounidense Abraham Brill, y los psiquiatras suizos Eugen Bleuler y
Carl Jung, además del húngaro Sándor Ferenczi, que se unió al grupo en
1908.

Reconocimiento internacional
El creciente reconocimiento del movimiento psicoanalítico hizo posible
crear en 1910 una organización de ámbito mundial denominada Asociación
Psicoanalítica Internacional. Mientras el movimiento se extendía,
ganando adeptos en Europa y Estados Unidos, Freud estaba preocupado por
las disensiones aparecidas entre los componentes de su círculo original,
sobre todo las de Adler y Jung, cada uno de los cuales desarrolló una
base teórica diferente en desacuerdo con la tesis de Freud sobre el
origen sexual de las neurosis. Freud se enfrentó a estas posturas
desarrollando sus conceptos básicos y sus puntos de vista en
publicaciones y conferencias.
Tras el comienzo de la I Guerra Mundial, Freud abandonó casi la
observación clínica y se concentró en la aplicación de sus teorías a la
interpretación psicoanalítica de fenómenos sociales, como la religión,
la mitología, el arte, la literatura, el orden social o la propia
guerra. En 1923 se le detectó un cáncer en la mandíbula que precisó de
un tratamiento constante y doloroso, por el que tuvo que someterse a
varias operaciones quirúrgicas. A pesar de estos sufrimientos, continuó
su actividad durante los dieciséis años siguientes, escribiendo
principalmente sobre asuntos filosóficos o culturales.
Cuando los nazis ocuparon Austria, en 1938, Freud se trasladó con su
familia a Londres, donde falleció el 23 de septiembre de 1939.
La principal contribución de Freud fue la creación de un enfoque
radicalmente nuevo en la comprensión de la personalidad humana, al
demostrar la existencia y poder de lo inconsciente. Además, fundó una
nueva disciplina médica y formuló procedimientos terapéuticos básicos
que, más o menos modificados aún se aplican, en el tratamiento mediante
psicoterapia de las neurosis (y, parcialmente, de las psicosis). Aunque
nunca conoció en vida un reconocimiento unánime, y ha sido a menudo
cuestionado desde entonces, Freud es indudablemente uno de los grandes
pensadores del mundo contemporáneo.
Entre otros de sus trabajos habría que destacar Tótem y Tabú (1913), Más
allá del principio del placer (1920), Psicología de masas (1920), El yo
y el ello (1923), El malestar en la cultura (1930), El porvenir de una
ilusión (1927), Introducción al psicoanálisis (1933), y Moisés y el
monoteísmo (1939).

Pichon Rivière, Enrique (1905-1979)
Psicoanalista argentino, dedicó su vida a fundamentar y desarrollar el
psicoanálisis.
Discípulo del español Ángel Garma, trabajó en diversas
instituciones sanitarias y fundó y dirigió la Escuela de Psiquiatría
Dinámica, que más adelante se denominó de Psicología Social, en la que
se formaron los principales psicoanalistas argentinos.
Su obra ha tenido una amplia influencia no sólo en Argentina, sino en
todos los países de habla hispana y lusa. Vocero de una postura
humanista, Pichón recogía una tradición de la praxis psiquiátrica
localizada en los hospicios y, por tanto, cercana al Estado, la política
y a una realidad social cruel que se manifestaba en la locura de los
desamparados. Su ‘teoría del vínculo’ supone un salto cualitativo desde
una teoría psicoanalista intrapsíquica a una psiquiatría social.
Considera al individuo como el resultado dinámico mecanicista, no de la
acción de los instintos y de los objetos internalizados, sino del juego
dialéctico establecido entre el sujeto y los objetos tanto internos
como externos. A la psiquiatría centrada en las relaciones
interpersonales la denomina ‘psiquiatría del vínculo’.. Entre sus obras
destacan: Del psicoanálisis a la psicología social. El proceso grupal
(1970), La psiquiatría, una nueva problemática (1977) y Teoría del
vínculo (1980)

Relaciones entre las diferentes corrientes de investigación social:

Hecha la reseña de los mismos y considerando los aportes que estos
han realizado, podemos separar a los mismos de acuerdo a las corrientes
que le son representativas, para ello he hecho la siguiente división:
•Corriente orientada hacia la Sociología
•Corriente orientada hacia la Gestalt,
•Corriente orientada hacia el Psicoanalisis,
•Corriente orientada hacia la Psicología Social,
A continuación se definen caracteristicas de cada una de ellas y relaciones que han tenido entre si:

Corriente Sociológica:

Sociología, ciencia que estudia el desarrollo, la estructura y la
función de la sociedad.
Otras disciplinas de las ciencias sociales
(economía, ciencias políticas, antropología y psicología) también
estudian temas que pertenecen al ámbito de la sociología. Los sociólogos
estudian las formas en que las estructuras sociales, las instituciones
(clase social, familia, comunidad y poder) y los problemas sociales
(delito) influyen en la sociedad.
La sociología se basa en la idea de que los seres humanos no actúan de
acuerdo a sus propias decisiones individuales, sino bajo influencias
culturales e históricas y según los deseos y expectativas de la
comunidad en la que viven. Así, el concepto básico de sociología es la
interacción social o la respuesta entre individuos, ya que esta
interacción es el punto de partida para cualquier relación en una
sociedad. Los sociólogos que estudian los detalles de las interacciones
de la vida cotidiana reciben el nombre de microsociólogos y los que se
ocupan de los patrones de relación entre sectores sociales más amplios
(el Estado, la economía e incluso las relaciones internacionales)
reciben el nombre de macrosociólogos.

Historia de la sociología:
El origen de la sociología como disciplina o conocimiento sistematizado
es relativamente reciente. El concepto de sociedad civil como un ámbito
diferente al Estado se encuentra por primera vez en el siglo XVII en la
obra de los filósofos ingleses Thomas Hobbes y John Locke, y de los
pensadores del Siglo de las Luces (en Francia y Escocia). El primer
enfoque de la sociología ya se encuentra tanto en estos trabajos como en
los escritos sobre filosofía de la historia del italiano Giambattista
Vico y en el estudio del cambio social del filósofo alemán Georg Wilhelm
Friedrich Hegel.

Orígenes:
La primera definición de sociología fue propuesta por el filósofo
francés Auguste Comte.
En 1838 Comte acuñó este término para describir
su concepto de una nueva ciencia que descubriría unas leyes para la
sociedad parecidas a las de la naturaleza, aplicando los mismos métodos
de investigación que las ciencias físicas. El filósofo británico Herbert
Spencer adoptó el término y continuó el trabajo de Comte.
Hoy también se consideran fundadores de esta disciplina a algunos
filósofos sociales del siglo XIX que nunca se consideraron sociólogos.
El principal entre ellos fue Karl Marx, aunque no hay que olvidar al
aristócrata francés conde de SaintSimon, al escritor y estadista Alexis
de Tocqueville y al filósofo y economista inglés John Stuart Mill. Todos
ellos fueron grandes pensadores especulativos, como lo fueron Comte y
Spencer, y sus predecesores en los siglos XVII y XVIII. En el siglo XIX
se desarrolló una tradición bastante diferente de estadística empírica
que posteriormente se incorporó a la sociología académica.

Desarrollos:
Hasta finales del siglo XIX la sociología no comenzó a ser reconocida
como disciplina académica.
En Francia, Émile Durkheim, el heredero
intelectual de SaintSimon y Comte, comenzó a enseñar sociología en las
universidades de Burdeos y París. Durkheim, fundador de la primera
escuela de pensamiento sociológico, destacaba la realidad independiente
de los hechos sociales (independientes de los atributos psicológicos de
las personas) e intentaba descubrir las relaciones entre ellos. Durkheim
y sus seguidores estudiaron ampliamente las sociedades no
industrializadas de forma similar a como más tarde lo harían los
antropólogos sociales.
En Alemania, la sociología fue reconocida formalmente como disciplina
académica en la primera década del siglo XX, en gran parte gracias a los
esfuerzos del economista e historiador alemán Max Weber. Frente a los
intentos por parte de Francia y de los países angloparlantes de modelar
la disciplina según las ciencias físicas, la sociología alemana se basó
en una amplia erudición histórica modulada por la influencia del
marxismo, muy presente en el trabajo de Weber. Los esfuerzos del
filósofo alemán Georg Simmel por definir la sociología como una
disciplina independiente subrayaron el enfoque humano del idealismo
filosófico alemán.
En Gran Bretaña la sociología se desarrolló lentamente. Hasta la década
de 1960, la enseñanza de esta disciplina se limitó básicamente a una
institución académica, la London School of Economics de la Universidad
de Londres. La sociología británica combinaba el interés por el cambio
social evolutivo a gran escala con el interés práctico por problemas
administrativos del Estado de bienestar.
En la segunda mitad del siglo XX, cuando ya había decaído el interés por
las teorías evolutivas de Comte y Spencer, la sociología comenzó a
estudiar determinados fenómenos sociales como el delito, las
desavenencias matrimoniales y la aculturación de inmigrantes.
El centro más importante del estudio de la sociología antes de la II
Guerra Mundial (19391945) fue la Universidad de Chicago (EEUU). Allí, el
filósofo estadounidense George Herbert Mead, formado en Alemania,
destacaba en sus trabajos la influencia de la mente, el yo y la sociedad
en las acciones e interacciones humanas. Este enfoque (conocido
posteriormente como interaccionismo simbólico) destacaba ampliamente los
aspectos microsociológicos y psicosociales. En 1937 el sociólogo
estadounidense Talcott Parsons utilizó las ideas de Durkheim, Weber y
del sociólogo italiano Vilfredo Pareto en su obra principal La
estructura de la acción social, ampliando así el enfoque estrecho y
limitado de la sociología estadounidense. En la Universidad de Columbia,
el sociólogo estadounidense Robert Merton intentó vincular la teoría
con una rigurosa investigación empírica de recopilación de datos.
Tanto en Estados Unidos como en Europa Occidental, Marx, Durkheim y
Weber son considerados como los pensadores clásicos más relevantes de la
tradición sociológica y sus obras continúan ejerciendo gran influencia
en los sociólogos contemporáneos.

Áreas de la sociología:
Durante mucho tiempo se ha identificado la sociología con una amplia
reconstrucción evolutiva del cambio histórico en las sociedades
occidentales y con el estudio de las relaciones e interdependencias
entre instituciones y aspectos de la vida social
(economía, Estado,
familia o religión). Por esta razón, se consideraba a la sociología como
una disciplina sintetizadora que intentaba integrar los resultados de
otras ciencias sociales. Aunque estos conceptos sobre el ámbito y el
enfoque de la sociología siguen siendo válidos, actualmente se tiende a
considerarlos como una parte de la teoría sociológica que a su vez sólo
es un área de la ciencia de la sociología.
La teoría sociológica también engloba el estudio y el análisis de
conceptos básicos comunes a todas las esferas de la vida social
estudiadas por los sociólogos.
El énfasis puesto en las investigaciones
empíricas, realizadas con métodos de investigación estandarizados y a
menudo estadísticos, desvió la atención de los sociólogos de la visión
abstracta de los estudiosos del siglo XIX hacia áreas más concretas de
la realidad social. Estas áreas se convirtieron en subáreas y
especialidades de la sociología y hoy son objeto de estudio en cursos
académicos, libros y revistas especializadas. Gran parte del trabajo de
investigación de los sociólogos se refiere a alguna de las múltiples
subáreas en las que está dividida la disciplina. La mayoría de estas
subáreas comparten los mismos conceptos básicos y técnicas de
investigación. Por esta razón, la teoría sociológica y los métodos de
investigación son dos asignaturas obligatorias para cualquier sociólogo.

Subáreas:
Las subáreas más antiguas de la sociología son aquéllas que estudian los
fenómenos sociales que no han sido todavía considerados objeto de
estudio por otras ciencias sociales; por ejemplo, el matrimonio y la
familia, la desigualdad social, la estratificación social, las
relaciones étnicas, la desviación social, las comunidades urbanas y las
organizaciones formales. Subáreas de origen más reciente son la
gerontología, la sociología del sexo y los roles de género.
Dado que prácticamente toda actividad humana implica una relación
social, otra de las áreas importantes de especialización de la
sociología es el estudio de la estructura social de áreas de actividad
humana, como la sociología política, la del derecho, la religión, la
educación, el ejército, las ocupaciones y las profesiones, las
burocracias, la industrial, las artes, las ciencias, el lenguaje (o
sociolingüística), la medicina, la biología (sociobiología), los medios
de comunicación y los deportes. Estas subáreas difieren de modo
considerable en cuanto a volumen de investigación y número de adeptos.
Algunas áreas (como la sociología del deporte) son de origen reciente,
mientras que otras (como la sociología de la religión y del derecho)
tienen sus raíces en los primeros estudios sociológicos. Algunas
subáreas de escasa popularidad han sido incorporadas a otras más
amplias. La sociología industrial, por ejemplo, fue un área floreciente
en Estados Unidos en las décadas de 1930 y 1940, para ser después
absorbida por el estudio de las organizaciones complejas. En Gran
Bretaña, sin embargo, la sociología industrial se ha mantenido como un
área independiente de investigación. Un fenómeno sociológico más
habitual es la división de una subárea en subdvisiones. Así, por
ejemplo, la sociología del conocimiento se ha dividido en campos sobre
la ciencia, el arte, la literatura, la cultura popular y el lenguaje.
Dos subáreas, la demografía y la criminología, ya eran áreas
independientes mucho antes de que existiera la disciplina formal de la
sociología. Antiguamente se solían asociar a otras disciplinas. En
algunos países la demografía (ciencia que estudia el tamaño, el
crecimiento y la distribución de la población) está estrechamente ligada
a la economía, pero en otros, sobre todo occidentales, se considera una
subdivisión de la sociología o de la geografía humana. En las últimas
décadas, la criminología se ha ido relacionando cada vez más con el
estudio de las desviaciones (cualquier forma de conducta diferente a la
considerada normal o a la aceptable desde el punto de vista social) y de
sus formas no delictivas de conducta.

Áreas interdisciplinarias:
La subárea interdisciplinaria más antigua de la sociología es la
psicología social, considerada una disciplina independiente que atraía a
estudiosos tanto de la sociología como de la psicología.
Mientras que
los sociólogos estudian principalmente normas, roles, instituciones
sociales y estructuras de grupo, los psicólogos sociales se concentran
en su impacto sobre la personalidad del individuo. Los psicólogos
sociales formados en la sociología han estudiado las interacciones en
pequeños grupos informales, la distribución de creencias y actitudes en
la población, y la formación del carácter y de las aspiraciones bajo la
influencia de la familia, el colegio, las amistades y demás
instituciones de socialización. Las ideas psicoanalíticas derivadas del
trabajo de Sigmund Freud y de otros psicoanalistas posteriores, han
influido también en el área de la psicología social.
La sociología histórica comparada, determinada por las ideas de Marx y
Weber, ha tenido un gran interés en los últimos años.
Muchos
historiadores se han guiado por conceptos procedentes de la sociología,
mientras que algunos sociólogos han realizado estudios de historia
comparada a gran escala. Las barreras, antes claras entre historia y
sociología, hoy han desaparecido, sobre todo en áreas como la historia
social, el cambio demográfico, el desarrollo económico y político, la
sociología de las revoluciones y los movimientos de protesta.

Métodos de investigación:
Los sociólogos utilizan casi todos los métodos de recopilación de
información empleados por otras ciencias sociales y por las humanidades,
desde avanzadas estadísticas matemáticas hasta la interpretación de
textos. También se apoyan en la información de tipo estadístico recogida
periódicamente por los gobiernos, como censos y estadísticas
demográficas, registros de desempleo, inmigración y delincuencia.

Observación directa:
La observación directa de algunos aspectos de la sociedad tiene una
larga historia en la investigación sociológica. Los sociólogos obtienen
información a través de la observación participante, es decir,
participando como miembros del grupo estudiado o confiando en
informantes seleccionados del grupo. Ambos métodos han sido igualmente
utilizados por los antropólogos sociales.
En los últimos años esta observación directa se ha aplicado a escenarios
más pequeños como clínicas, reuniones religiosas y políticas, bares,
casinos y aulas. El trabajo de Erving Goffman, sociólogo canadiense, ha
postulado una teoría y diferentes modelos para este tipo de estudios.
Goffman sostiene que la base de la realidad social es la vida cotidiana y
no las abstracciones estadísticas o conceptuales. Esta teoría ha
impulsado la investigación microsociológica intensiva haciendo uso de
grabadoras y cámaras de vídeo en situaciones sociales naturales, en
lugar de situaciones experimentales creadas de forma artificial.
Los sociólogos, como los historiadores, utilizan fuentes de segunda mano
que incluyen historiales, documentos personales elaborados por
instituciones y registros médicos.
A pesar de que los estereotipos han descrito a los sociólogos como
personas que captan la observación cualitativa de las experiencias
humanas para reducirlas a sumarios cuantitativos (estadísticos), esto no
es exacto. Aunque es cierto que se ha destacado la investigación social
cuantitativa y que la sociología se ha distanciado de las disciplinas
humanísticas como la antropología, la filosofía, la historia y el
derecho, la investigación cualitativa ha sido desde siempre de gran
valor en esta ciencia.

Métodos cuantitativos:
Estos métodos, cada vez más sofisticados y apoyados en la informática,
siguen jugando un papel importante en la sociología. La sociología
cuantitativa engloba la recopilación de gran volumen de datos
estadísticos descriptivos y la utilización de técnicas de muestreo,
modelos matemáticos avanzados y simulaciones informáticas de procesos
sociales.
El análisis cuantitativo se ha popularizado en los últimos
años como un medio de investigación de las posibles relaciones causales,
especialmente en la investigación de la movilidad social y la
adquisición de estados sociales.

Encuestas:
El término ‘encuesta’ significa la recopilación y el análisis de
respuestas de grandes grupos de personas a través de sondeos y
cuestionarios diseñados para conocer sus opiniones, actitudes y
sentimientos hacia un determinado tema. En las décadas de 1940 y de 1950
la realización de encuestas y los métodos estadísticos para tabular e
interpretar sus resultados eran considerados como la principal técnica
de investigación sociológica. Las encuestas de opinión, en especial los
sondeos preelectorales o las investigaciones de mercado, se utilizaron
por primera vez en la década de 1930. Actualmente, las encuestas son
herramientas utilizadas tanto por políticos como por numerosas
organizaciones y empresas relacionadas con la opinión pública.
Aunque los sociólogos utilizan las encuestas en casi todas las subáreas
de la sociología, su principal campo de aplicación es el estudio de la
conducta de los votantes, los prejuicios étnicos, las respuestas a los
medios de comunicación de masas, así como en otras áreas en las que el
sondeo de actitudes subjetivas resulta adecuado. A pesar de que las
encuestas son una herramienta de investigación sociológica importante,
su utilización ha sido a veces muy criticada. La observación directa de
la conducta social no puede ser sustituida por respuestas verbales a una
lista de preguntas estándar presentada por un entrevistador
, aun cuando
estas respuestas se adaptan fácilmente a la tabulación y la
manipulación. La observación directa permite al sociólogo obtener
información detallada sobre un determinado grupo; el muestreo, sin
embargo, permite al sociólogo obtener una información uniforme pero
superficial sobre un sector mucho más amplio de la población.

Nuevas tendencias:
A partir de la década de 1960, la sociología se popularizó de forma
considerable en Europa y Estados Unidos. Además de la diversificación de
teorías, surgieron nuevas subáreas como la sociología del género
(impulsada especialmente por los movimientos feministas) que engloba el
análisis de roles y desigualdades sociales según el sexo, el estudio de
las emociones y el envejecimiento.. Se revitalizaron subáreas más
antiguas como la sociología histórica y comparada, la sociología
aplicada y la sociología política. Los sociólogos aplican sus
conocimientos en su trabajo como asistentes, planificadores, educadores,
investigadores y gestores en la administración local y nacional, en
organizaciones no lucrativas y en empresas privadas, especialmente en
las áreas de marketing, publicidad, seguros, recursos humanos y análisis
organizativo.
A partir de la década de 1960, los sociólogos interesados en el estudio
de los fenómenos sociales han intensificado el uso tanto de los métodos
de investigación tradicionales asociados con otras disciplinas (análisis
de material histórico, por ejemplo) como de las más sofisticadas
técnicas matemáticas y estadísticas. El desarrollo de los ordenadores y
de otros dispositivos para manejar y almacenar información ha facilitado
hoy día el procesamiento de los datos sociológicos.
Debido a la gran diversidad de métodos de investigación y de enfoques
teóricos, los sociólogos que trabajan en una determinada subárea tienen
más en común con los trabajadores de una disciplina complementaria que
con los sociólogos especializados en otras subáreas. Un sociólogo del
arte, por ejemplo, se encuentra mucho más cercano en intereses y métodos
a un historiador o a un crítico de arte que a un sociólogo que diseña
modelos matemáticos de movilidad ocupacional. Actualmente no existe una
escuela de pensamiento o una materia predominante en cuanto a teoría,
métodos o materias de la sociología.

Corriente de la Psicología Social:

Psicología Social, rama de la psicología que estudia cómo el entorno
social influye, directa o indirectamente, en el comportamiento de los
individuos.

Los psicólogos sociales se interesan por el pensamiento, emociones,
deseos y juicios de los individuos, así como por su comportamiento
externo. Los fenómenos psíquicos internos pueden deducirse a partir de
ciertas peculiaridades del comportamiento externo. La investigación ha
demostrado que el individuo es influido por los estímulos sociales tanto
si está o no en presencia de otros y que, en la práctica, todo lo que
un individuo experimenta está condicionado en mayor o menor grado por
sus contactos sociales previos o actuales.
Aproximaciones teóricas
La psicología social surgió de las primeras indagaciones intelectuales
hechas por el hombre en sus relaciones con la sociedad.
La mayoría de
los problemas que ocupan a la actual psicología social fueron ya
reconocidos como problemas por los filósofos sociales mucho antes de que
las cuestiones psicológicas formaran parte del campo de la ciencia. Las
premisas formuladas por Aristóteles, el italiano Nicolás Maquiavelo, el
inglés Thomas Hobbes y otros pensadores políticos a lo largo de la
historia siguen hoy vigentes, aunque estén enunciadas de muy diversas
formas.
La historia reciente de esta disciplina comienza en 1908 con la
publicación de dos libros que llevaban en su título el término
‘psicología social’ y que examinaban el impacto de las variables
sociales en el desarrollo y el comportamiento de los individuos. El
primero estaba escrito por el psicólogo inglés William McDougall y el
segundo por el sociólogo estadounidense Edward Alsworth Ross. McDougall
esbozaba una teoría controvertida sobre los instintos humanos,
concebidos como amplias tendencias finalistas emergentes del proceso
evolutivo. Por su parte, Ross se ocupaba de la transmisión del
comportamiento social de persona a persona, similar al contagio
emocional que sucede en las masas, o a la sucesión de modas y caprichos
sociales.
Otro libro de psicología social, publicado en 1924 por el psicólogo
estadounidense Floyd H. Allport, que tuvo una importancia decisiva en el
desarrollo de la psicología social como especialidad de la psicología
general, extendía los principios del aprendizaje asociativo a un amplio
espectro de comportamientos sociales. Se evitaban también las
referencias a las misteriosas fuerzas sociales propuestas por Ross y a
las elaboradas disposiciones instintivas empleadas por McDougall y sus
seguidores para explicar el comportamiento social. En el resto de esa
década, la psicología social continuó dedicándose a discusiones y
controversias entre los diferentes puntos de vista, mientras que el
trabajo empírico —basado en la experiencia y la observación— de
relevancia práctica o teórica, era escaso.
Los comienzos de la experimentación:
En la década de 1930 el trabajo empírico de la psicología social se
enfocó en un principio en materias como el comportamiento animal social
,
la resolución de problemas, las actitudes y la persuasión, los
estereotipos nacionales y étnicos, la transmisión de rumores o el
liderazgo. El psicólogo alemán Kurt Lewin subrayó la necesidad de
realizar análisis teóricos antes de lanzarse a investigar empíricamente
un problema, para que la investigación tuviera una finalidad clara:
determinar la validez de las hipótesis formuladas sobre los mecanismos
explicativos del comportamiento objeto de estudio. La teoría debía
proponer una explicación de cierto comportamiento social que permitiera
al investigador predecir con ella las condiciones específicas en las que
tal comportamiento iba a ocurrir o no. El investigador diseñaba
entonces experimentos en los que las condiciones apropiadas variaban
metódicamente y la frecuencia de un comportamiento podía ser observada y
medida. Los resultados permitían así refutar, modificar o extender la
teoría propuesta.
En 1939 Lewin, junto con dos de sus estudiantes de doctorado, publicó
los resultados de un experimento de importancia histórica: los
investigadores habían entrenado a varios adultos para que interpretaran
diferentes roles como líderes de grupos de niños. Los adultos trataban
de establecer climas determinados en función de un liderazgo
autoritario, democrático o absolutamente permisivo y se observaban
cuidadosamente las reacciones de los grupos infantiles, tomando nota
detallada del tipo de interacción social que surgía de cada forma de
liderazgo. Aunque el experimento presentaba numerosas deficiencias,
demostró que algo aparentemente tan confuso como crear un clima social
democrático podía darse bajo condiciones de laboratorio controladas.
La originalidad y el éxito de esta investigación tuvo un efecto
estimulante sobre otros investigadores, que al final de la II Guerra
Mundial se lanzaron a la realización de investigaciones experimentales
en las que se manipulaban ambientes sociales coyunturales en condiciones
de laboratorio. Al mismo tiempo, hubo importantes avances en la
investigación de campo, no experimental, de la psicología social.
De ese
modo se perfiló el estilo de la actual psicología social, más como un
estudio objetivo de comportamientos sociales muy determinados que como
un estudio especulativo de dinámicas sociales más amplias.
Áreas de investigación
La psicología social comparte muchas áreas de estudio con otras
disciplinas, especialmente con la sociología y con la antropología
cultural.
Las tres ciencias difieren, sin embargo, en que el sociólogo
estudia los grupos sociales y las instituciones, el antropólogo las
culturas humanas y el psicólogo social centra su atención en cómo los
grupos sociales, las instituciones y la cultura afectan al
comportamiento del individuo. Las principales áreas de investigación en
psicología social son las siguientes:
Socialización
Los psicólogos sociales que estudian el fenómeno de la socialización
—proceso de adaptarse o formarse para un medio social específico— están
interesados en cómo los individuos aprenden las reglas que regulan su
comportamiento para con los demás en la sociedad, los grupos de los que
son miembros y los individuos con los que entran en contacto. Las
cuestiones sobre cómo los niños aprenden el lenguaje, los roles sexuales
y los principios éticos y, en general, el comportamiento adaptado, han
sido objeto de intensas investigaciones. También se han estudiado
ampliamente los métodos por los cuales los adultos aprenden a adaptar
sus pautas de comportamiento cuando se enfrentan a situaciones u
organizaciones nuevas.
Cambio de actitudes
Las actitudes suelen considerarse como predisposiciones aprendidas que
ejercen una influencia y que consisten en la respuesta hacia
determinados objetos, personas o grupos. Las actitudes son normalmente
consideradas como productos de la socialización y, por tanto, como algo
modificable. Debido a que el comportamiento de una persona hacia los
demás se corresponde a menudo con sus actitudes hacia ellos, la
investigación sobre cómo se forman las actitudes, cómo se organizan en
la mente y cómo se modifican ha sido considerada de gran importancia
tanto teórica como práctica.
El descubrimiento de que las actitudes siguen a los comportamientos, y
viceversa, emerge de la suposición, ampliamente demostrada, de que los
individuos desean preservar la consistencia lógica en sus puntos de
vista sobre ellos mismos y sobre su entorno. Algunas teorías sobre la
consistencia cognitiva han llegado a ser importantes en el pensamiento
psicosociológico, al subrayar la idea de que los individuos prefieren
pensar que sus acciones son coherentes con sus creencias, y que si
perciben inconsistencia entre ambas (disonancia cognitiva) tratan de
reducirla (lógicamente, cambiando las creencias antes que las acciones).
A través de la investigación empírica, los psicólogos sociales intentan
comprender las condiciones bajo las que las personas descubren la
disonancia y en las que intentarán reducirla mediante el cambio de
actitudes básicas. Los estudios que apoyan la teoría de la disonancia
predicen que las actitudes de un individuo hacia un grupo social pueden
modificarse si se induce a aquél a modificar su conducta hacia el grupo;
el cambio de actitudes representa los esfuerzos que el individuo hace
para que sus ideas sobre ese grupo coincidan con el modo en que se ha
comportado con sus miembros.
Afiliación social, poder e influencia:
Los factores que determinan con quién y de qué modo se relacionan los
individuos —si es que lo hacen—, o si intentarán ejercer una influencia
sobre los demás o ser influidos por otros, tienen gran interés para los
psicólogos sociales. Los investigadores han determinado, por ejemplo,
que si las personas no están seguras de cómo se sentirán o cómo
responderán en una situación nueva o indeseable, buscarán la compañía de
otras que puedan aportarles esa información. Los psicólogos sociales
han observado también que los primogénitos e hijos únicos son
normalmente más propicios a unirse a grupos durante su vida que los que
han nacido después.
Estructura y dinámica de grupos
Los psicólogos sociales han estudiado también en profundidad cómo el
individuo y el grupo se influyen mutuamente, estudio en el que se han
tratado temas como el del liderazgo, sus funciones, sus estilos y su
efectividad. También se han investigado las condiciones en que los
grupos humanos resuelven sus conflictos de forma cooperativa o
competitivamente y las múltiples consecuencias de estos modos globales
de resolución de conflictos. También se ha estudiado cómo el grupo
induce la conformidad y cómo actúa con los miembros disconformes.
Personalidad y sociedad
Ciertos psicólogos sociales están especialmente preocupados por el
desarrollo y las consecuencias de las diferencias individuales estables.

Las diferencias en el grado de motivación hacia el logro, por ejemplo,
han resultado mensurables y tienen una importancia decisiva para saber
cómo se comporta una persona en diferentes situaciones sociales. Los
tipos de actitudes hacia la autoridad, así como la noción de
personalidad autoritaria, están relacionadas con las actitudes hacia las
minorías étnicas o hacia ciertos aspectos del comportamiento social. El
síndrome de personalidad conocido como ‘maquiavelismo’, —del filósofo
político italiano Nicolás Maquiavelo— puede explicar y predecir el grado
de manipulación hacia los demás en las interacciones sociales y la
capacidad del individuo para dominar ciertas situaciones
interpersonales.
Técnicas de investigación:
Existen numerosos sistemas y técnicas de investigación en psicología
social, aunque el método basado en la teoría sigue siendo el más
empleado. En los últimos años se han utilizado modelos matemáticos cada
vez más rigurosos que son proyecciones del comportamiento social en un
posible sistema de relaciones sociales.
Otras técnicas incluyen cuestionarios y entrevistas ampliamente
utilizados en las encuestas de opinión pública y estudios de
preferencias de los consumidores (dentro de los estudios de mercado).
Estos dos métodos son un desafío para los investigadores, ya que el tipo
de control del entorno posible en el laboratorio no lo es en la
investigación de campo, y los efectos de variables sutiles que pueden
controlarse y apreciarse con facilidad en los experimentos controlados
son fácilmente enmascarados bajo los efectos de otras variables propias
del entorno natural.
Con frecuencia, el comportamiento en los entornos naturales se observa
sistemáticamente o se programa en equipos informáticos para su
simulación. También se usan técnicas específicas para el análisis de
estadísticas y otros datos, así como para la medición de las actitudes,
la elección social y el atractivo interpersonal. También es importante
en esta especialidad la medición psicofisiológica —de variables
psíquicas a través de variables fisiológicas probadamente relacionadas.
Las investigaciones comparativas entre diferentes países y culturas
proporcionan información que permite no sólo la comparación de los
comportamientos sociales en diferentes naciones o culturas, sino también
la validación intercultural de los resultados obtenidos.
En el estudio del comportamiento social de los animales, el ambiente del
laboratorio permite el control experimental, que supone tener en cuenta
las variables ambientales y también la historia previa de cada especie.
Las acciones simples de un comportamiento, como el picoteo de una
paloma sobre un objeto, pueden ser aisladas y se puede implantar un
inventario de refuerzo (repetición de estímulos para mantener o
incrementar el comportamiento). Las investigaciones psicosociales con
animales han conducido al desarrollo de nuevas técnicas para su
adiestramiento.
Psicología social aplicada:
Los principios desarrollados en el laboratorio y en la investigación de
campo en psicología social han sido aplicados a la resolución de
diferentes problemas en situaciones sociales reales.
Los asesores y los
investigadores de la psicología social han trabajado para mitigar los
problemas en las relaciones étnicas, internacionales, laborales e
industriales, en el comportamiento económico y político, en la
educación, la publicidad y la salud mental comunitaria. Las industrias,
organizaciones, escuelas y grupos de trabajo de diversa índole recurren
regularmente a los servicios de los psicólogos sociales para mejorar las
relaciones interpersonales, aumentar la comprensión de las relaciones
entre los miembros de los grupos en conflicto, y diagnosticar y ayudar a
corregir los problemas en la productividad del grupo y la organización.
Relaciones sociales:
Los especialistas de este área se han interesado también por las
relaciones de amistad y de amor, mostrando, por ejemplo, que las
relaciones duraderas responden a pautas típicas de reglas y
comportamientos que se modifican según su duración. Distintas teorías
han tratado de explicar el balance de costes beneficios que se da en
estas relaciones. El éxito de las relaciones personales está, además,
ligado a la salud física y mental.
Comunicación interpersonal:
Los psicólogos sociales consideran el lenguaje y la comunicación como
algo central en la organización de la vida social. Hay una larga
tradición de investigaciones sobre comunicación no verbal que muestran
cómo una compleja comunicación inconsciente que utiliza el lenguaje del
cuerpo es básica para el funcionamiento armónico de la interacción
social (la simpatía y el afecto se expresan en general de este modo).
Recientemente, se ha dado en la psicología social un interés creciente
por el discurso. El papel del lenguaje en la construcción del mundo
social es examinado utilizando métodos provenientes de la crítica
literaria y la lingüística.
Cognición social:
La cognición social ha sido el enfoque dominante en la psicología social
desde la década de 1970:
se ocupa de las percepciones y creencias de
los individuos sobre el mundo social. Las principales áreas abarcan el
estudio de cómo las personas se explican su propio comportamiento y el
de los demás, los estereotipos que se forman sobre los sucesos sociales,
la concepción de ellas mismas y el rol que interpretan en el mundo
social al que pertenecen, y en qué se ocupan en las diferentes
situaciones sociales. La cognición social también estudia el efecto de
todos estos procesos en el pensamiento y la motivación.

Relaciones entre los procesos de control y cambios sociales, y
similitudes y diferencias entre las distintas corrientes de
investigación tomando como referencia a los autores citados.

Durkheim, que incursionó en la sociología, tuvo que hacer frente a la
discriminación que existía con las ciencias sociales, ya que eran
comparadas con las ciencias naturales y, en esta comparación, las
ciencias sociales o ciencias blandas, parecía poco serias.
Dada la metodología que utilizaba Durkheim, de una gran rudeza en sus
términos y la necesidad que tenía de convertir la combulsionada época en
que vivía, penso en establecer una ciencia “científica” que analizara y
pudiese ordenar la sociedad imperante, la cual había sido modificada
por la revolución industrial, repercutiendo en el ámbito social.
Durkheim, consideraba al individuo como un mero actuante del entorno, ya
que este lo condicionaba y le hacia tomar las desiciones que el obraba,
considera al al individuo como a un ser pasivo, y no como un reactor de
hechos, no considera el modo voluntarista de la acción, que será
central en Weber.
Considera que el temor a las sanciones sólo constituye el motivo
secundario para la adhesión a las normas institucionales. El primario es
el sentido de la obligación moral, exterioridad y coacción como
criterios de los hechos sociales.
En vez de generalizar el esquema medio, método que utiliza Weber, para
sistemas de acción, concibió al individuo actuando en un medio social y
pasó a analizar los elementos de este medio.
Reconoce en el medio, un sistema común de reglas, expresamente
normadas, que representan la voluntad de la mayoría, caracterizando al
mismo como uno de sus principales rasgos.
Estas normas morales de la sociedad y valores comunes, es la fuente de
“sacralidad” o norma “suprema” de las cosas sagradas como de la
obligación las reglas morales.
Las asociaciones que se realizan con las ideas religiosas se manifiestan
no sólo en ideas sino en ciertas acciones o conductas, y estas acciones
comparten la cualidad de sacralidad e implican relaciones con entidades
sagradas. Finalmente, para Durkheim el ritual es un modo de revivificar
y fortalecer a los elementos comunes de valor. El ritual es uno de los
mecanismos fundamentales de defensa de la sociedad frente a la tendencia
a la falta de normas (anomia).
Para Durkheim, la división del trabajo que provocó el industrialismo es
cada vez es más notoria. Esta especialización, que para Marx es
degradante y alienante, Durkheim la ve como un cambio al cual hay que
ajustarse. Esto trae una separación de los actores y una posible
destrucción de la sociedad, que Durkheim trata de salvar con la creación
de los sindicatos, que según el mantendría el sentimiento moral de la
sociedad.
Para Durkheim, el estado está formado por una base de agrupaciones
profesionales (los sindicatos), que mantienen a los actores unidos y en
estas agrupaciones, los intereses de los actores se mantienen claros, ya
que todos son pares. Cada sindicato reflejará los intereses de sus
integrantes, y los representantes de cada sindicato se reunirán y
llevarán hasta el Estado los intereses de cada sindicato. Esta
intervención de agrupaciones intermedias es lo que salvará a los actores
y a la sociedad de la especialización, institucional y del trabajo.
Weber coincide con Durkheim con respecto a la especialización, aunque es
mas especifico,
dado que el toma a la burocratización como un estado
inevitable de la sociedad, dado que la carencia de esta provocaría una
desorganización natural.
Durkheim era objetivista, ya que ponía pleno interés en la sociedad
conductora de los actores, Weber, por el contrario, era un autor
subjetivista.
Para Weber, la acción de los actores está centrada en una relación:
entre los motivos, la acción y resultados que esta provoca, o sea que
el individuo no es un mero espectador, sino que es un condicionante de
su realidad ; él considera la interrelación de los individuos cono un
hecho natural de las cosas, de las que se puede esperar determinados
actos.
Los desarrollos de Durkheim y Weber son ejemplos paradigmáticos de la
forma de trabajar las relaciones entre teoría y método: no es posible
intentar interpretar los planteamientos teóricos de Durkheim sin tener
presente el positivismo o, por último, utilizar las elaboraciones
teóricas de Weber sin relacionarlas con la sociología comprensiva y la
lógica de los tipos ideales.
Tanto Durkheim como Weber trataron de describir los fenómenos sociales
en términos intencionales, de sujetos activos, proponiéndose fines y
evaluando, por un lado, los medios para alcanzarlos, y trabajando, por
el otro, con la idea de que los distintos modos que tienen los
individuos y los grupos de seleccionar fines y medios dependen de las
relaciones sociales en las que participan.
La visión Durkheiniana de la sociedad se basa en la idea de la
combinación de elementos físicos y morales que está siempre por encima
de los individuos que la componen y de la cual dependen. De esta
interpretación deriva dos conceptos fundamentales: el de conciencia
colectiva y el de autoridad moral de la sociedad, que remiten al
análisis de la normatividad social y al estudio del problema de la
solidaridad y la integración.
Max Weber parte de una visión de la realidad histórico social
constituida por un conjunto infinito y contradictorio de elementos y
relaciones entre los mismos. Esto le permite afirmar que cuando se toma
el concepto de lo social en su significación general el mismo se vuelve
indeterminado y no proporciona un punto de vista específico desde el
cual estudiar la significación de los elementos histórico sociales.
En la interpretación de estas dos corrientes es posible percibir, entre
otras cosas, una preocupación que nos parece necesario señalar
específicamente: se refiere a la distancia entre teoría y realidad,
entre el campo de las relaciones sociales y el pensamiento desarrollado
sobre el mismo.
Simultáneamente con la construcción de sus sistemas teóricos y en una
interrelación dialéctica con éstos, ambos autores elaboraron, a partir
de determinadas concepciones epistemológicas sobre el conocimiento
científico y sobre las posibilidades de ese conocer, sus principios
metodológicos básicos, presentados como un conjunto de categorías y
normas de procedimiento por medio de las cuales es factible aprehender
la realidad, y que indican la forma de hacerla inteligible
científicamente.
Freud, Pichón Rivière y Lewin trabajaron en el campo de la salud mental,
pero partiendo de diferentes modos de pensar sobre el aparato psíquico,
y construyendo distintos métodos para abordar los fenómenos del
inconsciente.
Métodos: Freud aportó el método psicoanalítico y su trabajo partía de
los fenómenos histéricos. En cambio Pichón utilizaba el método de
dispositivos para grupos operativos y su trabajo parte de su práctica en
psiquiatría y psicología social, de ahí que en la práctica resaltó la
importancia de trabajar con todo el grupo familiar. Por su parte, Lewin
empleaba un método doblemente experimental (experimentación sociológica e
investigación activa).
Para Freud las fantasías subyacen de los sueños, síntomas, relación y
sexualidad. Para Pichón subyacen en el trabajo grupal, los individuos
que lo conforman se combinan en forma involuntaria actuando según
estados, llamados “supuestos básicos”. Veamos cuáles son:
•De dependencia
•De ataque y fuga
•Apareamiento
Para sus teorías Freud se basó en los fenómenos del inconsciente,
partiendo desde la sexualidad infantil (fue el primero en dedicarse a
investigar el tema de la sexualidad). En cambio Pichón en ECRO (esquema
conceptual referencial y operativo) y partió desde el mundo interno
hacia el externo. Por su parte, Lewin se basó en la investigación de la
psicología motivacional o vectorial (teoría de campo).
Tanto Lewin como Freud y Pichón se dedicaron a estudiar problemas como
la naturaleza del aprendizaje, los factores culturales en la estructura
de la personalidad y el desarrollo infantil; aunque cada uno le atribuyó
distinta importancia dentro de sus propias investigaciones.
Para Freud el yo es la masa de representaciones que el sujeto tiene de
sí mismo, en cambio Pichón amplía la concepción del yo, considerando
también el plano interaccional social (recordemos que para él: “el
hombre es un ser de necesidades que sólo se satisfacen socialmente”).
Tanto Lewin como Freud, más aún éste, consideraba que el individuo
desarrolla en su proceso de maduración dimensiones de realidad –
irrealidad. Freud se ocupó de diferenciarlas y caracterizarlas de forma
más completa.
También Freud y Lewin estudiaron los conflictos que enfrenta el
individuo y las frustraciones que pueden llegar a producirse, las causas
y cómo sé reencauzan. Mientras Lewin le daba mucha importancia a la
motivación, Freud relacionaba todo con el campo sexual.
En cuanto a las relaciones con los otros, Freud considera que los
vínculos se establecen a través de objeto, modelo o rival; mientras que
para Pichón se dan a través de interacción mutua y dialéctica.

Bibliografía Utilizada

Enciclopedia Britanica.
Enciclopedia Encarta.
Charla con el Lic. en Psicología Pablo Challu.
Apuntes tomados de compañeros de curso.
Libro : “Grandes Pensadores del Mundo” de Editorial Perfile.