El psicólogo clínico y de la salud: Enseñanza y Supervisión

Enseñanza y Supervisión.

La dedicación a la enseñanza y formación a otros en tareas clínicas y de la salud,
tiene varias modalidades.
El psicólogo puede estar total o parcialmente dedicado a
la enseñanza tanto en cursos de graduación facultativa como de postgrado, en áreas de
personalidad, psicopatología, psicología anormal, evaluación clínica, psicodiagnóstico,
terapia o modificación de conducta, psicoterapia, técnicas de intervención y tratamiento,
intervenciones comunitarias, diseño de investigación y otras.
La supervisión de un practicum es un tipo especial de enseñanza en la que el psicólogo clínico y de la salud aporta su experiencia profesional a la formación de estudiantes.
El modelo consiste, por lo general, en que el estudiante asista a las sesiones que se
estimen convenientes y viables o incluso realice alguna tarea con el cliente y se reúna
entre sesiones con el supervisor. En todo caso, el cliente siempre conoce la condición
de estudiante en prácticas y de que el responsable es el supervisor. Esta supervisión
puede ser individual o en pequeños grupos.

Asimismo, son usuales también otras tareas en que se muestre al estudiante la práctica
profesional, tales como la aplicación, corrección y valoración de pruebas o la
aplicación de ciertas técnicas, así como la asistencia a sesiones clínicas. Es obvio también que el estudiante está obligado a la confidencialidad en el mismo sentido que el clínico.
Otra forma de enseñanza o supervisión es la ayuda prestada a solicitud de estudiantes
y de graduados que plantean o llevan a cabo determinada investigación. Esta labor
va desde la orientación bibliográfica y el consejo para que el diseño responda a lo
que se quiere saber, hasta la introducción en las habilidades como investigador. La
tarea del supervisor en este sentido ha de ser tal que preste una ayuda relevante sin
convertir al solicitante en un mero ejecutor de sus ideas.
Finalmente, algunas orientaciones clínicas como la terapia o modificación de conducta,
incluyen a menudo la formación de no profesionales de la psicología en principios
y técnicas de análisis y modificación de conducta. Esta enseñanza puede ir dirigida,
bajo control y supervisión del psicólogo, a otros profesionales de modo que
sean ellos los que extiendan la aplicación psicológica en sus contextos naturales,
como médicos, enfermeras, técnicos sanitarios, dentistas, higienistas dentales, profesores
y demás personal cuya dedicación tenga que ver con alguna forma de trato y
atención social. Esta enseñanza puede también ir dirigida al propio cliente formando
parte del contexto terapéutico cuando la relación clínica implica la ayuda a la gente
para aprender nuevas maneras de comportarse en la vida cotidiana.