Trabajo infantil, mecanismos internacionales

Mecanismos internacionales:
La deuda externa es la gran culpable. A todos los pueblos de los países endeudados del Sur, se les viene aplicando los consabidos programas de ajuste estructural del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, que les piden que trabajen más, vendan más y consuman poco, para ahorrar lo suficiente para pagar la deuda.
Esto está significando aumentos de los niveles de explotación de los trabajadores y de los ecosistemas, para producir a precios menores y compitan en el mercado internacional. Significa también la reducción de los gastos sociales -enseñanza, sanidad- que permiten a las familias sobrevivir a pesar de los reducidos ingresos.
Multinacionales sobre la piel (también) de los niños:
‘La carrera de la competencia llegará un día también a Europa, haciendo trabajar a los niños de forma masiva, gran victoria’, ironiza el periódico Le Monde Diplomatique.
Los principios de la competencia internacional se basan en la deslocalización, nuevo fenómeno en la lucha del capital contra el trabajo. Para ahorrar algunos costes las empresas de ciertos sectores sustituyen los trabajadores por maquinas, en otras ramas de la producción en más conveniente cambiar el lugar de la producción a aquellos lugares donde los trabajadores son menos exigentes y los gobiernos más tolerantes.
Las empresas multinacionales prefieren coger trabajadores por ochenta hora a la semana, pagándoles unos pocos centavo de dólar por hora y después gastan enormes sumas de dinero en publicidad dirigida a un mercado limitado -no más de mil quinientos millones de personas consumen estos productos- dado que en muchos productos la imagen hace vender más que su precio.
Junto a los tradicionales productos tropicales, los procesos industriales más sencillos -textiles, curtidos, juguetes o electrónica- nos abandonan dejando las fabricas europeas vacías, para instalarse en Asia, América Latina o en el norte de África. Las formas son varias: Zonas Francas que dan alas multinacionales condiciones mas ventajosas y total libertad de actuación, con contratos con empresas locales, subcontratos y subcontratos de los subcontratos para empresas cada vez pequeñas y al final los trabajadores/as en su propia casa producen para los que realizaron el encargo. Es en esta parte de la cadena donde se integra el trabajo infantil.