Etiología. Trastorno esquizotípico

Etiología. Trastorno esquizotípico

Al igual que ocurre con el resto de trastornos de la personalidad, el origen causal del trastorno esquizotípico permanece aun ampliamente desconocido. Esto se debe a varias razones:
• En parte se debe a que a este trastorno –como muchos otros de personalidad se le ha atribuido una naturaleza de desviación moral, privándosele del carácter de enfermedad real que tiene (Díaz Marsá y otros, 1996). Es decir, se ha creído que los esquizotípicos son anómalos, disfuncionales, personas con conductas problemáticas, malévolas, y no enfermos.
• Por otro lado, este tipo de personas no buscan ayuda psiquiátrica. Fuentes, S. (1999) manifiesta que los esquizotípicos son personas egosintónicas, es decir, que no consideran que sus características son anormales, sino que las experimentan como aceptables y su presencia no les causa angustia. Como consecuencia, estos pacientes se han escapado de la investigación clínica.
• Otra de las razones es la que ya mencionaba más arriba: Hasta hace poco se ha clasificado –y con dificultad y sin acuerdo al trastorno esquizotípico como una entidad nosológica independiente.

Sin embargo, los pocos estudios que se han realizado, tienden a concordar en que factores biológicos y ambientales son decisivos para el aparecimiento del trastorno. Veamos a continuación lo que se ha encontrado.

Componente Biológico De La Causa
Diversos estudios han demostrado que algunas dimensiones de la personalidad tienen un marcado componente hereditario. Así pues, los gemelos monocigóticos tienen correlaciones más altas en escalas del MMPI que los dicigóticos. Siendo el trastorno esquizotípico un trastorno de personalidad, este no excluye esos componentes genéticos en su etiología. Por ejemplo, en un estudio Danés sobre niños adoptados, encontró que la prevalencia de los trastornos esquizotípicos y paranoides eran mayores en niños con familiares biológicos esquizofrénicos pero no en adoptados por esquizofrénicos (Kendler y otros, 1981, citado en Díaz Marsá, 1981). Esto sugiere el papel dominante de la transmisión genética.
Otros autores aseguran que existe un defecto neural genético en los esquizotípicos. A este defecto le han llamado Esquizotaxia (Bruce Carpenter, 1997). Esta anormalidad es muy similar a la de los pacientes esquizofrénicos en su etapa negativa (Donnoli y otros, 1998), en los que existe déficits cognoscitivos y neuropsicológicos. Donnoli cree la constitución de una personalidad esquizotípica y la vulnerabilidad para la exacerbación patológica de sus rasgos, podría resultar como producto de un defecto original en el desarrollo individual, pre y/o postnatal. Los mecanismos propuestos son variados: vulnerabilidad genética, infecciones virales en el útero, etc. Cree que estos problemas podrían llevar a que se desarrollaran anormalidades en los circuitos neurales córticosubcorticales. Sostienen la hipótesis que “existe un defecto en la neurotransmisión glutamatérgica, o un descenso del tono inhibitorio gabaérgico (fundamental en la selección y filtrado de la información) en determinadas áreas corticales” (Donnoli y otros, 1998). Hay que señalar que la hipótesis principal de Donnoli es que estas anomalías constituyen la base para el funcionamiento cognitivoperceptual defectuoso, muy típico en los esquizotípicos.
Se ha señalado anteriormente que los esquizotípicos son muy similares en algunos problemas biológicos a los esquizofrénicos. ¿En qué se distinguen? Es una cuestión que aun no ha sido resulta. Sin embargo hay estudios pioneros, como por ejemplo el de Hazlett y Cols (1998, citados en THMNews, 1999), quienes encontraron que los pacientes esquizofrénicos “presentan modificaciones en la forma y metabolismo de los núcleos medio dorsal y anterior al tálamo, que están conectados con el sistema límbico [mientras que] los pacientes con trastorno esquizotípico presentan alteraciones en el contorno pero no en su metabolismo”

De esta forma podemos ver que, aunque no existe certeza de cuáles genes están implicados en el aparecimiento del trastorno esquizotípico, ni qué mecanismos biológicos están a la base, existen algunas hipótesis que estiman que los factores biológicos sí están implicados, y apuntan a estos son similares a los de la esquizofrenia, especialmente en su etapa residual.

Componente psicológico de la causa.
Anteriormente mencioné que la hipótesis principal de Donnoli y otros (1998) es que a la base del trastorno esquizotípico se encuentra un defecto cognitivo básico. Para ellos las personas con trastorno esquizotípico:

1. Presentan desórdenes en el ingreso y elaboración de la información: Tienen tendencia a experiencias perceptuales inusuales, ilusiones corporales, etc.
2. Tienen un proceso latente de desorganización conceptual y de conducta: Inclinación hacia los pensamientos vagos, circunstanciales, metafóricos y estereotipados; tendencia a la conducta extraña, excéntrica o peculiar.

Esta hipótesis está respaldada por Siever (1981, citado en Sue, 1994) quien dice que “las peculiaridades vistas en el trastorno esquizotípico de la personalidad se derivan de distorsiones o dificultades de cognición”. Según Sue (1994), estas personas parecen tener problemas para pensar y percibir”.

Además de esto, Donnoli y otros (1998) agregan que los pacientes con trastorno esquizotípico también presentan alteraciones en los procesos auditivo atencional y atencional visomotor. Por otro lado, afirman que poseen una escasa capacidad de reacción ante el estrés (hipótesis respaldada por Díaz Marsá y otros, 1996).
Es importante señalar que estos autores expresan que el funcionamiento cognitivo perceptual es un soporte fundamental para el desarrollo de la personalidad particularmente. Un desorden en ello tendría consecuencias en la constitución de la personalidad (Donnoli y otros, 1998).

Antes de continuar con la etiología del trastorno esquizotípico, me gustaría hacer mención sobre las experiencias inusuales en personas con desórdenes psicológicos.
Experiencias Inusuales en personas con psicopatologías:
Entenderemos por experiencias inusuales todo lo que es sinónimo a ocurrencias trascendentales, supernaturales, mágicas, telepatía, precogniciones, los fenómenos que emergen en el contexto del ocultismo, etc. Según BelzMerk (1999), las experiencias inusuales se pueden clasificar en tres categorías generales, dependiendo de la forma en que fueron experimentadas:
a) Espontáneas: Son aquellas experiencias que no fueron planeadas ni pensadas. Aparecen precipitadamente y sin la comunicación previa. Como ejemplo se señalan las precogniciones, los sueños que anticipan sucesos reales, etc.
b) Autoinducidas: Son aquellas experiencias resultantes de las prácticas ocultas y espirituales en las que la persona participa porque ella las ha buscado. Por ejemplo jugar ouija, tabular la inclinación, etc.
c) Inducidas externamente: Son aquellas experiencias inusuales que han sido inducidas participando en talleres, terapia, clases de bioenergética, hipnosis, etc.

Según BelzMerk (1999), las experiencias inusuales no tienen necesariamente que estar ligadas a un desorden de la persona. Depende de cómo reaccione la persona a tales experiencias. Hay algunos que hacen frente a sus experiencias de una forma positiva y las ven como aceptables, “integran estas experiencias a sus conceptos del mundo y de si mismo” (BelzMerk, 1999). Sin embargo, hay otras personas que ante estas experiencias reaccionan de forma insegura. Algunos incluso desarrollan ansiedades profundas o la sensación que no tienen control sobre sí mismos. El que unas personas reacciones de una forma u otra dependen de su historia personal, de la duración y frecuencia de las experiencias inusuales, de su situación actual de vida, etc. Sin embargo hay que señalar que un estudio que hizo Mischo (1996, citado en BelzMerk, 1999) demostró que muchas de las personas que creían en estas experiencias, que estaban convencidas del mundo paranormal, y que tendían a disociar los resultados, tenían un nivel significativamente alto de puntaje en la escala esquizotípica.

De esta forma se puede ver que el componente psicológico de la causa del trastorno esquizotípico, está ligado a distorsiones cognoscitivas, desórdenes en la interpretación y elaboración de información, desorganización conceptual y poca tolerancia al estrés. Además de esto, un estudio hipotetiza que las personas con tendencias esquizotípicas tienden a creer en experiencias paranormales y a disociar resultados.

Componente Social De La Causa
El hecho de que este trastorno tenga que ver con la personalidad, significa que los determinantes de las características de ésta, están relacionados (Sue y otros, 1994). Siguiendo nuestro sentido común, podríamos decir que la socialización y educación familiar, el aprendizaje y modelado, el desarrollo de las cogniciones y la cultura contribuyen todos a la personalidad, por lo que unas anomalías en ellos podría estar asociado con trastornos en aquella.
Sin embargo, los estudios prospectivos no han podido demostrar que las experiencias infantiles sean determinantes, en particular aquellas que se consideran cruciales, como la falta de lactancia, el control de esfínteres, etc. Pero sí parece existir una relación, de tipo inespecífico, entre la presencia de los trastornos esquizotípicos –y de la personalidad en general y la calidad de las relaciones padreshijos en la infancia (DíazMarsá y otros, 1996). Incluso, hay autores que hablan de problemas familiares importantes, tales como el incesto y el maltrato (Fuentes, S. y otros, 1999)
Además de esto, los individuos con trastorno esquizotípico tienen relaciones inestables con las demás personas, y con frecuencia alteran las percepciones que tienen de ellas.
Para los autores conductistas, este trastorno es causado por alteraciones en el aprendizaje y la respuesta a los refuerzos sociales (DíazMarsá y otros, 1996)

A excepción de este planteamiento conductista y el de Fuentes, las teorías que explican el componente ambiental o social de la causa, hablan de anormalidades en las relaciones familiares y sociales, pero no explican si la responsabilidad cae en el medio ambiente (padres y sociedad en contra del individuo), si es la persona con trastorno esquizotípico la que afecta esas relaciones o ambas cosas. Algunas teorías atribuyen las problemáticas a la distorsión de la información del esquizotípico y a su suspicacia (DíazMarsá y otros, 1996).

Como se puede observar, no hay unanimidad en las teorías. Todas estas son hipótesis que aún faltan por ser confirmadas. Si se observa, la mayoría de estudios son muy recientes (década de los noventas), por lo que la llegada de consenso en la etiología del trastorno esquizotípico tendrá que esperar algún tiempo.

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